sábado, 24 de octubre de 2009

Jake y Nessie "Secretos íntimos" - Naty Celeste

Disclaimer: Jake y Nessie son de Stephenie Meyer y la historia es de Naty Celeste.ADVERTENCIA: Lemmon!! sobre aviso no hay engaño.

Nota: Koko subira hasta muy noche el capi nuevo de Intercambiando Destinos, así que les dejo esto en recompensa, para que pase un poquito más rápido el tiempo! (aunque se que no hay comparación).


Secretos íntimos

Cuando desperté, la poca luz del Sol que se colaba por la ventana tenía un tono anaranjado que me indicaba que estaba atardeciendo. Despertar al lado de Jake era de mis cosas favoritas en todo el mundo. Adoraba la forma en que su respiración se volvía profunda y acompasada. Y cómo me abrazaba inconcientemente. Por más que se moviera un poco, siempre mantenía sus brazos a mí alrededor.

Era hermoso verlo dormir. Se relajaba tanto… bajaba todas las barreras y se veía tranquilo y adorable. Como si nada en el mundo pudiera lastimarlo.

- Ness… -susurró. Le miré la cara, pero seguía dormido. Estaba soñando conmigo. Sonreí. Me encantaba ser la protagonista de sus sueños.

Por un momento me pregunté qué estaría soñando y deseé ser yo la que entrara en su mente por una vez en la vida. Suspiré y estiré el cuello para ver el reloj de la mesita de luz. Marcaba las siete de la tarde. Por más que detestara la idea, tendría que levantarme para llamar a casa. Si no lo hacía pronto, de un momento a otro se aparecería un ejército de vampiros enojados por la puerta.

Le di un beso en el pecho y me moví para abajo para zafarme de sus brazos. Siempre me sorprendía lo profundo de su sueño. Siempre creí que un tornado podría arrasar con la casa entera, y él seguiría durmiendo. Cuando me despegué de él, el frío me atravesó. Era de esperarse.

Tomé la camisa del piso y me la puse, abrochándola completamente. Me fui de puntitas hasta la puerta. Un tornado no lo escucharía, pero si escuchaba que me iba, de seguro se despertaría. Se removió inquieto en la cama y se volteó hacia el otro lado. Me quedé quieta hasta que dejó de moverse. Luego salí y bajé las escaleras intentando no hacer ruido. Fui hasta el teléfono y marqué el número que me sabía de memoria desde que había sido lo suficientemente mayor para alejarme de casa sin compañía.

- ¿Renesmee? –la voz de mi madre no sonaba enojada, sólo un poco preocupada.

- Hola mamá. Estoy con Jake, no te preocupes.

- mmm… Si, vi el identificador. ¿te quedarás mucho más?

- Creo que sí. Si a ustedes no les molesta. –No planeaba alejarme de Jake, pero si había algún problema, ambos iríamos a la casa del abuelo, a pasar un tiempo con la familia- Pasado mañana se tiene que ir con la manada, así que creo que sería lindo pasar estos días juntos.

Se quedó callada un momento. De seguro sabía que no me separaría de él bajo ninguna circunstancia.

- No, no te preocupes. Sólo vuelve cuando se haya marchado. Gracias por avisarnos. –Me reí sin mucho sonido-

- Gracias por entenderme, mamá. Te quiero.

- Y yo a ti –me dijo con dulzura-. Ya cazaste esta semana, ¿cierto?

- Si, no te preocupes, si me da sed lo haré de nuevo. Adiós, mamá.

- Adiós, dale mis saludos a Jake.

Sonreí. Me gustaba que se llevaran tan bien. Más de una vez había deseado que la relación fuera tan fluida entre Jake y papá. Bueno, supuse que debía agradecer que no lucharan, ni nada por el estilo. Eran bastante tolerantes el uno con el otro.

- Lo haré, ¡saluda a todos de mi parte! ¡Adiós! –agregué antes de cortar la comunicación.

Me acerqué a la heladera y me serví un poco de jugo. Miré por la ventana, el sol ya se había escondido por completo. Otro día se acababa. El tiempo se me estaba escurriendo como agua de entre los dedos. Suspiré intentando apartar las palabras de Jake de más temprano. Me recordé a mi misma que todavía faltaba para que se marchara. Lo reprimiría todo hasta que ya no pudiera verme ni escucharme.

Me bebí de un trago lo que quedaba de jugo en el vaso, para bajar el nudo de mi garganta, y decidí pensar en otra cosa. Comencé a pensar en la mañana que había pasado con Jake. Era increíble que sólo hubieran pasado unas horas. Sentía que no lo había tocado en años.

Estaba ansiosa por subir y verlo durmiendo de nuevo. Así que eso hice. Dejé el vaso en la mesada y me fui de puntitas de pie hasta la habitación. Seguía en la misma posición, aunque ahora tenía el ceño un poco fruncido.

¿Seguiría soñando conmigo? Me senté en el borde de la cama y crucé las piernas, flexionándolas bajo mi cuerpo. Recordé mi vieja fantasía de cuando era un poco más chica. De cuando no sabía que era la imprimación de Jake, pero deseaba serlo con cada fibra de mi ser.

Recordé cuántas veces me lo había imaginado soñando conmigo, volviéndose loco al recordarme. Sentí como se coloreaban mis mejillas cuando el resto de mi fantasía se colaba por mi memoria. En su momento, creía que el deseo que veía en sus ojos era producto de mi mente enamorada, de mi corazón perdido. Pero siempre que miraba el menor atisbo de atracción en sus ojos al despedirnos -lo cual era prácticamente todo el tiempo- me lo imaginaba solo en su casa, añorando que lo acompañara… solía imaginármelo tocándose pensando en mí, como yo solía hacerlo pensando en él.

Ahora me daba cuenta de que no había estado tan equivocada. La otra noche lo había encontrado bastante acalorado mientras se daba esa ducha que interrumpí. Recordé qué tanto me había excitado verlo con sus ojos apretados y su mano apoyada en la pared. Sumado al hecho de que sabía que pensaba en mí, esa imagen se grabó en mi memoria como tallada en piedra.

Apoyé los codos en mis rodillas y la cara en mis manos mientras seguía mirándolo, prestando atención a todos los minúsculos movimientos que hacía. Parecía incómodo de alguna manera. Como si lo inquietara un mal sueño, o como si tuviera frío. Sabía que lo del frío no era posible, pero de todas formas me quise cerciorar. Acerqué mi mano a su pierna, sin tocar su piel. Irradiaba tanto calor como siempre.

Me encogí de hombros y seguí mirándolo. Me debatía entre despertarlo y dejarlo descansar. De todos modos, no parecía que estuviera descansando mucho. Su ceño se había fruncido más, y simplemente parecía atormentado. Me acerqué a su pecho, recostándome y acomodándome contra él para que mi cabeza quedara cerca de su oído.

- Jake -le susurré. Todos sus músculos se relajaron al mismo tiempo mientras le daba un beso en la mejilla y le acariciaba la otra con los dedos. No había notado que estaba tan tenso.

- Ness… -su voz sonaba ronca y adormilada mientras sus ojos se abrían de a poco. Se aclaró la garganta.- ¡Ness! –Ahora lo soltó con mas fuete al tiempo que me apretaba contra él.

- Estoy aquí –lo tranquilicé-. No te preocupes.

Suspiro y se restregó los ojos con el dorso de la mano.

- Soñé que me despertaba y ya debía irme. –Fruncí el ceño y escondí la cara en su pecho. No me apetecía hablar de su partida. Todavía estaba aquí, y nadie me quitaría mis dos días. Le besé el pecho y sentí como tomaba aire en mi cabello, llenando sus pulmones. Intenté sonar animada… o por lo menos no deprimida.

- Nop. Todavía tenemos dos días. –le aseguré. Sonrió y comenzó a acariciar mi cabello con el brazo con el que me abrazaba.

- Cierto. Dos días. –Pareció más un recordatorio para sí mismo que un comentario dirigido a mí. Solo asentí y apoyé mi montón en su pecho para poder mirarlo a la cara más fácilmente. Sonrió maliciosamente.

- Dos días enteros. Solos tú y yo. Ya llamé a mamá y le avisé que estaría contigo. Te manda saludos, por cierto –sonrió-. Así que sólo estaremos tú y yo –remarqué. Su sonrisa se hizo más amplia, y luego se tornó pícara, mientras sus dedos bajaban desde mi cabellera para pasearse por mi espalda de arriba a abajo por encima de la tela de la camisa.

- Bueno, y… ¿Qué tienes en mente para matar el tiempo? –Me miró con ojos seductores y supe que tenía que confesarle ahora lo que quería o jamás lo haría. Me aclaré la garganta, pero nada salió de mi boca. Me había quedado muda. Pero eso no era nada extraño cuando me miraba con esos ojos. Usé mi mano para que me escuchara en su cabeza.

"Ehh..." –dudé y tragué en seco- "ok… ehhh… bien, es que…"

- ¡Ness! –me llamó divertido.

"Ok, ¿recuerdas el otro día, cuando volví del viaje de caza?" –su cara se tornó más seria y asintió con la cabeza. Hubiera jurado que se puso un poco colorado. Me mordí el labio-. "Bien, cuando estabas sólo en la regadera…" -las palabras no me salían, y ni siquiera tenía que decirlas en voz alta. Decidí cambiar la forma de aproximarme al tema- "Antes… cuando éramos amigos. Bueno, tú debes saber que me moría por ti." –Sonrió, estaba segura de que se disponía a hablar, así que puse mis dedos en sus labios, indicándole que no lo hiciera. Me concentré en su sonrisa. Me dio valor. Recordé que no había nada que no pudiera contarle. Tomó mi mano en la suya y comenzó a besar las puntas de mis dedos, una a una, dispersando mis pensamientos. Aclaré mi garganta y me miró con una expresión parecida a la de un niño atrapado haciendo algo que no debe. Comencé a hablar en voz alta.

- Bueno, yo solía pensar mucho en ti. Y tenía esta especie de… -di vueltas en mi cabeza, buscando la palabra correcta- …fantasía. -Me miró con más atención y un poco pensativo.

- Sabes que haría lo que fuera por ti. –dijo como si fuera los más obvio del mundo. Permanecí callada unos segundos, evaluando su expresión de curiosidad y ansiedad. Cerré los ojos para tomar valor.

- La cuestión es que siempre solía fantasear contigo sólo, pensando en mí y… tocándote.

- Ahh… -su hermosa piel cobriza tomó un tono más colorado. Y yo no me quedaba atrás. Debía estar como un tomate. Tardó un momento en contestar.

- Bueno –se aclaró la garganta- si eso es una pregunta, no podrías tener más razón –sonreí.

- Estaba pensando en eso mientras dormías, y el caso es que me gustaría que me dijeras… que me enseñaras cómo… bueno, como te gusta que te toquen.

Se quedo callado un momento. Pero luego mi sonrisa favorita volvió a su rostro y puso sus ojos en blanco mientras volvía a besarme las puntas de los dedos. Me mordí el labio cuando la corriente eléctrica que me provocaba me subió por el brazo.

- Hay, Ness, esa es la cosa más estúpida que he oído en mi vida. Sabes que adoro todo lo que me hagas.

- Es que, no se como, pero tú siempre sabes exactamente qué tocar, en que momento, y en qué forma –su sonrisa se hizo más amplia-.

- ¡Tú tamb-

Volví a poner mis dedos en sus labios, interrumpiendo lo que decía. Cuando soltó el aire que tenía guardado para hablar, retiré mi mano de su boca y la apoyé en su mejilla para voltear su cara y que me mirara de frente. “Jake… -lo miré muy seria- De verdad quiero aprender qué es lo que te gusta”

Rodó los ojos de nuevo. “¿Por favor?” Tragó. “Sólo enséñame”. Parecía realmente torturado. Como si el dejar que yo lo complaciera a él por una vez, le causara dolor físico. Tomó mucho aire y lo soltó de a poco, creo que ganando tiempo. Para cuando su pecho se desinfló, tenía una sonrisa en el rostro. Eso me preocupó bastante. Conocía demasiado bien esa sonrisa. Algo tramaba.

- Bueno. Pero con una condición –lo miré con recelo-. Igualdad de información. Si yo te enseño a ti lo que me gusta, tú me dices lo que tú prefieres.

- Hay, como si no lo supieras –rodé los ojos-. Si mi fastidioso poder nunca para de activarse cada vez que me pones un dedo encima.

- ¿Fastidioso? Yo lo encuentro muy interesante –se rió y yo le saqué la lengua-. Pero es diferente. –Comenzó a besarme la línea de la mandíbula muy despacio, acercando más todo su cuerpo.

- ¿El que es diferente? –conseguí soltar después de unos segundos.

- Escucharlo de tus labios –subió y me besó en la boca una vez. Luego siguió dedicándose al hueco de debajo de mi oreja. Sabía que era mi lugar preferido. Sólo debía apoyar sus labios calientes ahí, y me tenía enteramente a su disposición. No estaba jugando limpio. Pero yo no haría nada para detenerlo.

- Es un trato –dije casi sin aire, intentando sonar segura y decidida. Lo sentí sonreír contra la piel de mi cuello y puse una mano en la parte de arriba de su pecho, separándolo un poco de mí. “No me vas a distraer”. Seguí empujándolo hasta tirarlo boca arriba en la cama y me arrodillé a su lado, sobre el colchón. Un puchero por demás adorable se formó en su rostro, pero luego una sonrisa volvió a jugar en las comisuras de sus labios.

- ¿Quieres apostar? –la sonrisa fue maliciosa y casi pierdo el control cuando su mano comenzó a subir por mi pierna, levantando la tela de la enorme camisa y posándose a un lado de mi cadera. La sentía tan suave y caliente… tan familiar, y tan excitante a la vez. Pero debía concentrarme y sonar decidida. No lograría que me desviara de mi cometido. No esta vez.

- Sí –le contesté segura mientras bajaba la mano por su pecho lentamente, tocando su abdomen con la punta de los dedos. Sus dedos se apretaron en mi piel y su otra mano se aferró a las sábanas cuando llegué a la parte baja de su estómago.

Llegué al elástico de su boxer y tiré de él con un dedo, luego lo solté haciendo que sonara contra su piel. Se sobresaltó por el sonido y lo miré directamente a los ojos mientras metía mi mano por un costado de su pelvis, por debajo de la tela, bajándola muy lentamente.

Cuando llegué a poco más de la mitad de su pierna, hizo un par de movimientos para quitárselos por completo. Yo volví sobre el camino que había trazado por su piel y acerqué la cara a su oído. Mi mano se paseaba distraída, trazando figuras en sus abdominales duros y marcados. Tragó con dificultad cuando le planté un beso en el cuello y le mordí ligeramente el lóbulo de la oreja.

Bajé mi mano por su estómago y agarre su erección con mucho cuidado y lo tomé por la base. Mis dedos no llegaban a rodearlo completamente. Sentí cómo me humedecía de solo pensar en tenerlo en mis manos. Acerqué más mis labios a su oído y le susurré:

- ¿Qué quieres apostar? –Solo cerró los ojos. No creo que pudiera formar una frase coherente. Sonreí maliciosamente contra su cuello, pero mis dedos titubearon sobre su piel. Todavía no sabía qué le gustaba.

- Dime cómo –le recordé en un murmullo. Pareció tener que meditar mis palabras un momento, pero luego su mano soltó las sábanas que apretaba y se movió dudosa hasta posarse encima de la mía. Solo me dirigió un par de movimientos, hacia arriba y hacía abajo y luego sus dedos se pusieron en mi cara para que volteara a besarlo de nuevo. El beso era angustioso mientras la mano que tenía apoyada en mi cadera subía por mi piel y se aferraba a mi cintura con fuerza.

Seguí con esos movimientos, y cuando hice el menor cambio en la velocidad, se le escapó un gemido que reprimió contra mis labios. Era increíble tenerlo así. Tan vulnerable, totalmente a mi disposición. Su mano siguió subiendo por el costado de mi torso hasta llegar a rozar un lado de mi pecho con el dorso de los dedos. El contacto suave, pero seguro que tanto lo caracterizaba, me volvía completamente loca.

Aumenté la velocidad sin ser muy conciente de ello. Sólo me dediqué a maravillarme viéndolo disfrutar. Estaba excitada, pero por primera vez, conservaba mi cordura… o por lo menos la mayor parte de ella. Era asombroso lo caliente que se volvía su cuerpo, aún más que de costumbre. Lo mucho que apretaba los ojos y la cantidad de gemidos que era evidente que reprimía.

- Ness… -me susurró entre besos- Sabes que todo lo que quiero es-

- No –lo interrumpí. Mi tono fue brusco-. Esto era predecible. Quiero que me digas algo que no sepa.

Tragó saliva y su cabeza se hundió en la almohada un poco más, apretando los ojos más que antes.

- Luego haré lo que quieras –le susurré en el oído. Un gruñido se escapó de su pecho.

- Tuerce la muñeca hacia atrás y hacia adelante mientras te mueves
–me indicó. Apenas lo hice gimió de nuevo. Esta vez más fuerte, sonaba más como un animal. Me estremecí.

- Lo siento –murmuró-. Ya no puedo soportarlo.

Su mano voló desde el colchón hasta mi hombro. Apretó un puñado de la tela y arrancó la camisa sin darme tiempo para reaccionar. Mi mano se quedó quieta, incapaz de moverse sin las órdenes que mi cabeza ya no le mandaba.

Cuando el pedazo irreconocible de tela cayó al piso, su mano ya estaba en mi hombro de nuevo. Me empujó de espaldas. Justo como yo lo había hecho con él y comenzó a besarme desesperado. Una de sus manos se posaba en mi pecho, apretándolo y acariciándolo alternativamente, mientras que la otra bajaba por mi estómago, quemando mi piel a su paso. Sentía cómo mi centro palpitaba sin control, esperando un roce, una caricia, cualquier cosa que él tuviera para ofrecer.

Tomé aire cuando por fin llegó a su destino, y me estremecí cuando su piel caliente me llevó a la Luna con el primer roce. Arqueé la espalda para pegarme más a sus dedos. Su mano comenzó a moverse segura y decidida contra mi piel, nublando mi vista y dejándome sin habla. Todo lo que salía de mi boca eran gemidos. Lo único que me hubiera vuelto más loca que los círculos constantes que dibujaba con su pulso firme y resuelto, hubiera sido que también usara un par de dedos para penetrarme.

- Dilo –me ordenó. Su tono era imponente, pero no por que sonara autoritario, sino por lo ronco de su voz. Me estremecí y grité una vez más, apretando las manos en sus brazos, donde las tenía apoyadas.

- Jake… te lo suplico… -solté como pude, con la respiración entrecortada. Me interrumpí cuando el gemido que me subía por la garganta llegó a mis labios. Me besó de nuevo, pero no hizo lo que le pedí. Al fin y al cabo, no se lo había pedido. ¿Pero qué diferencia le hacía si ya lo sabía?

- Quiero escucharte –tenía tan poco aire como yo. Me estremecí de nuevo, arqueando la espalda y tomando aire para hablar. O por lo menos intentarlo.

- Quiero sentirte dentro –le susurré. Dos de sus dedos se clavaron en mí de una sola vez, haciendo que mis caderas se levantaran buscándolo. Mientras, su pulgar continuaba dibujando los círculos que hacían que me estremeciera. La temperatura de su piel provocó que no aguantara ni un segundo más. Comencé a contraerme alrededor de sus dedos en cuanto los hundió en mi carne.

- No te detengas. –No sabría decir si le grité o si las palabras salieron con sonido alguno. El orgasmo impedía que pensara con claridad. Siguió moviéndose insistente mientras mi entrepierna seguía palpitando al ritmo de los movimientos de su pulgar.

Cuando solté el aire que tenía guardado en los pulmones, esperó unos segundos para alejar su mano. Abrí los ojos entre pestañeos frenéticos para acostumbrarme a la falta de las estrellas que me había hecho ver con los ojos cerrados.

Cuando enfoqué la vista lo vi sonriendo… con los dedos en la boca, saboreándome. Volví a sentirme en clímax sin que siquiera me tocara. Gruñí y puse la mano en su nuca para atraer su boca a la mía. Estaba totalmente desesperada, fuera de control. Ya no soportaba más la tortura de no sentirlo en mí. Pero al tiempo que sus labios me besaban ansiosos, sus brazos hacían que quedara suspendido en el aire. Podía sentirlo rozando contra mi entrada, tentándome. Subí mis caderas, pero él hizo lo mismo. Lo sentí sonreír contra mi boca y recordé que tenía que decirlo. Pero volvió a besarme, su lengua jugando con la mía, impidiéndome hablar. Esto era tortura de la peor.

Ya no lo soportaba, mi entrepierna ardía por la ansiedad de recibirlo. Me alejé como pude y bajó a mi cuello, besándome y mordiéndome.

- Jacob… -hice una pausa para gemir de angustia- ya no lo soporto… te necesito… ¡Ahora!

Sentí su sonrisa en mi cuello y luego el aire que escapaba de sus pulmones mientras su cuerpo se incrustaba en el mío lentamente.

- A sus órdenes –me susurró, mientras se apretaba contra mí para que lo sintiera llenándome hasta lo más profundo.

Gemí como nunca lo había hecho, y mis ojos se voltearon al techo mientras se alejaba para hacerlo de nuevo. Todavía se movía lento y suave, torturándome. Me mordí el labio y subió la cara para besarme en la boca, mientras una de sus manos me apretaba un seno y jugaba con mi pezón. Tomé aire entrecortadamente mientras repetía el procedimiento. Volvió a alejarse. Centímetro a centímetro lo sentí fuera de mí. Definitivamente, con esta velocidad estaba intentando torturarme. Se rió contra mis labios. Era diabólico.

- Más rápido… -susurré. Mientras hablaba chocó contra mí de una sola vez con un movimiento rápido y certero. Arqueé la espalda y me estremecí por la fuerza que había usado esta vez. Por fin aumentó la velocidad. No sólo sabía qué era lo que yo quería, sino que sabía de qué privarme para conseguir lo que él deseaba.

Pasé una de mis manos por su espalda, deleitándome con sus músculos marcados que subían y bajaban al ritmo de su acelerada respiración. Ahora sí se movía como sabía que me gustaba. Fuerte y seguro contra mi, una y otra vez.

Su mano bajó por mi cuerpo y se aferró a mi cintura, impulsándose para chocar su cadera contra las mías con más potencia. Me estremecí de nuevo y pasé mis piernas a su alrededor.

- Jake… -gemí.

Sentí cómo palpitaba su corazón bajo la mano que tenía apoyada en su espalda. Al mismo tiempo que palpitaba todo mi cuerpo por sus embestidas. Su lengua se paseaba por la piel de mi cuello, agregando más calor al que ya me producía.

- Ness… -lo escuché susurrar, y eso me empujó más allá de la realidad, más allá de mi cuerpo y de la Tierra misma. Llegué en el paraíso por un momento, mientras me seguía penetrando con fuerza y desesperación. Cuando bajé del mismísimo cielo, el placer todavía hacía que se me doblaran los dedos de los pies y se me cortara la respiración. Lo sentí venirse mientras bajaba la velocidad, obligado a detenerse por la intensidad de la satisfacción. Me sentí a mi misma palpitando a su alrededor una vez más, mientras comenzaba a sentir de nuevo todas las partes de mi cuerpo que no estaban llenas por él.

Me deshice sobre las sábanas cuando el placer remitió después de unos momentos. Sentí a Jake jadeando sin aire, con la cabeza apoyada en el espacio de mi pecho de arriba de mis senos. Me plantó un beso ahí. Justo donde más se escuchaba mi corazón desbocado por su causa, y luego se alejó lentamente y se dejó caer a mi lado, llevándose las manos a los ojos para cubrírselos.

- ¡Hay, maldición! –gritó de repente. Me sobresalté y me puse de costado para que la mitad de mi cuerpo quedara apoyada en el suyo.

- ¿Qué ocurre? –le pregunté rayando en el pánico. ¿Había hecho algo mal? Retiró las manos de su cara y me miró con ojos llorosos y torturados.

- No puedo hacerlo. No sé si pueda dejarte. –Me dijo angustiado. Un nudo se me formó en la garganta, al igual que en la boca del estómago. A pesar de intentar que no notara mi tristeza, él solo se torturaba pensando en la despedida. Fruncí el ceño mientras intentaba buscar algo que decirle a favor de ese estúpido viaje. Pero no lo encontraba, por lo menos no nada convincente. Porque yo tampoco quería que se fuera. Yo tampoco quería que se alejara de mí ni por un segundo. Intenté recordar el argumento con el que me mentía a mi misma para hacerme creer que mi mundo no se acabaría en su ausencia.

- Sólo serán diez días –le susurré, acariciándole la mejilla con los dedos y obligándolo a mirarme. Frunció más los ojos y en respuesta le planté un corto y tierno beso en los labios- Estaré aquí cuando vuelvas.

Esa frase si logró sacarle una pequeña sonrisa, aunque no engañaba a nadie, y mucho menos a mí. Seguía pensando en que tenía que irse. Seguía concentrado en su partida.

- Todavía no nos preocupemos por eso, mi amor. -Miré la hora-. Todavía tenemos tiempo.

Por fin algo de la alegría llegó a sus ojos y estiró su cuello para besarme de nuevo.

- ¿Tienes hambre? –me preguntó. Asentí enérgicamente y sonrió. Por fin la cálida sonrisa que tanto amaba. Nos incorporamos de la cama y se dirigió a la cómoda, buscando algo para ponerse. Tomó unos pantalones de hacer ejercicio y se los puso mientras lo miraba.

- ¿No hay nada para mí? –Sonrió y se mordió el labio.

- Nop. Ya te dije que con ese cuerpo, deberías andar siempre desnuda.

Me crucé de brazos y rodé los ojos.

- Claro, porque dado el caso de que decidan venir a visitarnos, a nadie de mi familia le parecerá raro que me tengas completamente desnuda dando vueltas por tu casa. –Repliqué sarcástica.

Hizo una mueca y me arrojó la camiseta que estaba a punto de ponerse.

- Gracias. –Le dije con un tono muy superior, por haber ganado la pequeña discusión. Me sacó la lengua, un gesto que había adoptado de mí. Lo vi sonreír de nuevo y me juré hacer todo lo posible para distraerlo hasta que se marchara. Sólo quería verlo feliz.

15 comentarios:

  1. wowwwwwwwwwwwwww
    NATY escribis muy bien al igual que tus compañeras
    me encantan las historias de este blog.

    y recuerden llamar a los bomberos que cada vez que vengo por aqui hay un nuevo incendio con tanto CALOR!!!!!!!!!!!!!!!
    ajajaja
    bueno las dejo y nos vemos

    ResponderEliminar
  2. naty esta buenisimo, no te menospresies escribes muy bien, me gustan muchisimo tus oneshoots, ahora la espera es menos tensa con esta lectura tan caliente, ja,ja.ja

    ResponderEliminar
  3. Esta es mi Naty la que nos eleva hasta el mismo cielo, celestial sentir de las estrellas, del sol y la luz. Besotes miles mi "loba de las pasiones"

    ResponderEliminar
  4. CamyBlack de Lautner obsessed with Pattinson24 de octubre de 2009, 16:49

    T________T WAAAH! LO AME!! *0*
    T.T porque no existe Jake? WAH MALDITA STEPHANIE ¬¬

    Escribes genial Naty! que bueno que publicaras otro One Shoot, ya los extrañaba U.u

    ¡¡Te adoro!! :)

    ResponderEliminar
  5. soy andripili hola Por fin!!!! la continuaciòn hahahaha la esperaba!! tus fics son de mis favoritos Me encaanta como unis, en todos los sentidos, a Jacob y Nessie...por favor continualos y Q pasarà en el viaje?? Aguantaràn la separaciòn?? y esa otra manada?? uyyy no me aguanto la espera jijiji
    saluditos

    ResponderEliminar
  6. Maldita seas Nessie!!!
    Yo quiero un Jake a mi lado!!!
    Tu no te lo mereces!!!
    Voy a llorar Nessie... prestamelo por una sola noche porfavor!! Te lo ruego!!!
    Naty no publique cosas asi!!! Estoy sufriendo combustion espontanea cada cinco renglones!!!
    Pero no!!! Sigue publicando!!! Ya vere que hago yo con la combustion!!!
    Un baño al lado con agua helada no cairia nada mal.... o un hombre aunque no le llegue ni a los talones a Black!!!! Frustrante.... de nada al que no le llegue a los talones a Black... prefieron nada a estar frustrada!!!
    Bueno chica!!!
    Te amamos por provocarnos combustion espontanea!!!
    Gracias!!!
    Sigue así!!!
    BeSoS!!!

    °°¡¡MaGe!!°°

    ResponderEliminar
  7. Naty ya extrañaba estos oneshoot
    ii si cada vez ke te ausentes escribiras asi
    jajaja poes no importa el tiempo q no escribas
    mientras ke kuando lo agas sigan GENIALES
    los fics komo este LO AME... haaaaaaaaaaa!!!
    kiero un JAKE komo ese en mi CAMA jaja
    TE KIERO MI NATY y ya te lo he dicho escribes
    maravilloso los LEMMONS
    besos*

    ResponderEliminar
  8. que te puedo decir naty? adoro tus one shoots xD
    Jake exigiendole a Nessie que le pida verbalmente lo que quiere es muy gracioso, y totalmente imposible para ella concentrarse como para poder hablar, jaja
    Besos, Dany

    ResponderEliminar
  9. NATY!!! Que calooooor por favooor...!! Ay Naty no sé cómo lo haces, pero lo haces geniaaal...! Amo tus oneshoots y dime Naty los vas a subir a FF? es que muero x agregarlos todos a favoritos ^^
    te adoro

    ResponderEliminar
  10. ELECTRICA CULLEN BLACK
    Naty genial, me ha encantado e incendiado. Tú, Koko y Jazz son las mejores. Feliz cumple mi loba.

    ResponderEliminar
  11. me encantan los capitulos,son geniales,hace poco q los encontré pero ya m los he devorado todos :)
    muxas felicidades,tienes 1 imaginación increible... cuando vas a subir mas capitulos d jake y nessie??? los spero con ansias...

    ResponderEliminar
  12. Mmmm.. Naty tenes que seguir con esta peqeña historia qe se va formando de tus one~shots..

    Son geniales la verdad!! Un diamante brillando en tu cabeza compatriota qerida!!

    Que sigas bien!!

    ResponderEliminar
  13. Por favor!!!!, dinos que vas a seguir contandonos que sucede en estra historia... CREEME SI PERTENCIERA AL COMITE DE LOS NOBEL TE DARIA ESE PREMIO POR MUCHO TIEMPO.
    Asi o mas buenas las historias... y como dicen muchas que CALOOOOORR!!! creo que el trabjo de los bomberos es en vano, me encanta este blog!!!
    espero pronto seguir leyendo que sucede!!:D
    Auuuuuuuuhhhhh!!!!jijijiji
    Abrazos, Ada

    ResponderEliminar
  14. Estan super todas las historias, en serio Meyer alcanza a palidecer a tu lado, felicitaciones, me declaro Fan oficial y eso que descubri la pagina apenas ayer... ;)

    ResponderEliminar
  15. Kyaaa~!!!

    Esto está GENIAL.
    Jake y Nessie se ven taaaaaan tiernos..Aunque las cosas que hacen...No son muy "inocentes" que se diga XD
    Está muy,muy bien escrito.
    Espero algún día poder escribir tan bien como tú.

    Este blog está GENIAL, me encanta, al igual que los SUPER-HOT-FICS jajaja XD

    Gracias por escribir one-shots tan bonitos, interesantes y excitantes.

    Bye~!!!

    _____________________________ *~ SupeR FaN DeL JakexNessie~* <3

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...