martes, 21 de septiembre de 2010

Herencia Maldita - Final Alternativo - Naty Celeste

Disclaimer: La Saga Twilight y los personajes originales son de la increíble Sthephenie Meyer, los personajes adicionales y la historia son mias (ojalá eso no sea algo malo XD)

Summary: El nunca quiso esto, todo lo que deseaba era ser normal, pero eso no era lo que el destino le deparaba al hijo de una híbrida y un licántropo.

Bueno, este es un final alternativo que tenía pensado para la historia, pero que luego no me animé a hacer. Simplemente me gustaron demasiado los personajes como para hacer algo triste, pero aquí está. De todas formas, yo prefiero el original. Esta es la versión alternativa del capítulo "Sacrificio", el 17, y el que sería el final de la historia si hubiera elegido este camino... espero no me maten!

***************************************************


Capítulo 17 Sacrificio (Final Alternativo)

Le pedí a mis familiares que la transformaran, pero todo lo que dijeron fue “no sin que acceda”.

- La enfermedad fue lo que le tocó –fue lo que dijo Rosalie, escupiendo las palabras. No podía creerlo.

Bella, Lexy y Emmett se habían puesto de mi lado, pero no había sido suficiente.

- No puedo dejarla ir… -había susurrad intentando convencerlos una vez más.

- Es que ese es el punto, hijo… Algo así te destrozaría… si ella es transformada, jamás será lo mismo –fue la respuesta de mi padre-. Un lobo y una vampiresa no podrían estar juntos.

Recuerdo que apreté los puños con fuerza por la crueldad de la verdad en su comentario. Ya no había salida. De todas formas, miré a mamá de reojo y luego a él de nuevo, levantando la barbilla.

- ¿Tú la dejarías morir? –pregunté. Sus ojos reflejaron la tortura que le producía el simple hecho de escuchar esa palabra referida a mamá.

La discusión fue inútil. Todo lo que logré fue que me vigilaran día y noche.

***

Ocho meses ya habían pasado desde que supe que Meg no tenía otra salida. Su condición había empeorado sin que yo pareciera capaz de hacer algo para evitarlo. Millones de veces había sacado el tema de su transformación frente a mi familia. Y millones de veces había obtenido la misma respuesta: “no sin su consentimiento”.

Ahora permanecía de pie mirando por la ventana de su cuarto. Carlisle había acomodado una vía de suero y una pantalla con un “bip” constante a un lado de su cama. Todo era demasiado parecido a mis pesadillas.

A pesar de que la tenue brisa que llegaba desde fuera se sentía bien, mi corazón se rompía un poco más cada vez que el sonido constante se alteraba de cualquier forma. Sabía demasiado bien que sus latidos estaban contados. Sabía que se me acababa el tiempo, y sin embargo no podía hacer nada.

Ahora era Rosalie quien estaba sentada en el sillón que ubicaron junto a la cama. Ya no confiaban en mí para dejarme solo con ella. Establecieron guardias para… “protegerla”, según dijeron. No podía creer cuando escuché ese término. Como si yo no pensara más que en ella. Más que en buscar una posible solución.

Una lágrima se deslizó por mi cara cuando pensé en la conversación que habíamos tenido hacía dos días: la última vez que había estado consiente. Le había rogado que me escuchara, que estuviera de acuerdo… y una vez más me había rechazado. Hablar de algo así con Edward presente no había sido fácil, pero de todos modos no había tenido otra opción.

- Por favor… -supliqué una vez más.

- Lo siento –había dicho en voz baja y con un tono penoso. Esa era su respuesta cada vez yo era incapaz de controlar el dolor, que sin mi permiso, se escabullía en mi expresión.

- Dime que no me amas, y te prometo que no pondré objeciones –apreté los dientes para evitar las lágrimas, pero fue un esfuerzo inútil-. Dime que no quieres esto –susurré señalando con los ojos su mano apoyada en mi pecho, sostenida por las mías, y su expresión se volvió agridulce. Una pequeña sonrisa dolida se asomó por sus facciones.

Eso era. Lo sabía. Podía sentirlo. Era su adiós. Nuestro adiós. La última vez que la vería. Todos los días anteriores había estado esperando esto. Sabiendo que llegaría para arruinarme. Para matarme. Para acabar con todo. Era el final.

- ¿No lo entiendes? –susurró. Su tono aún más ahogado. Su mano libre vaciló un momento en el aire antes de posarse con delicadeza en mi rostro. Su piel se sentía fría contra la mía, y eso solo me recordaba lo que era. Lo que me separaba y me unía a ella al mismo tiempo-. He tenido todo lo que quería –agregó, y mi corazón se hizo pedazos de nuevo-. Pasé el resto de mi vida con el hombre que amo.

- No me dejes… -supliqué después de un segundo. Cuando vi que sus parpados se volvían pesados. Fue solo un murmullo, un ruego que llevaba toda la fuerza de mi corazón con él. Todos mis deseos y toda mi esperanza.

- Jamás te dejaré –respondió y me ofreció otra pequeña sonrisa, que a mis ojos se vio amarga.

Esas habían sido las últimas palabras que me había dicho. Ni siquiera había estado lo suficientemente atento como para decirle que la amaba. Confiaba en que lo sabía. Y lo había repetido mil veces desde que se había dormido, pero de todas formas, hubiera querido ver su expresión al escucharlo. Hubiera querido escucharla diciéndome que lo sabía. Suspiré y las manos me temblaron de nuevo. Llevaba tres semanas sin transformarme, y se había vuelto una verdadera molestia.

Ya no entendía a mi familia. El hecho de que yo había sido venenoso una vez, no significaba que siguiera siéndolo. Además… ¿qué daño podía hacer intentarlo en una situación como esta?

Después de todo… ¿ella no estaba muriendo ya? Y si en realidad era ponzoñoso… ¿no era transformarla, exactamente lo que debería hacerse?

Intenté tragar el nudo de mi garganta y volteé a mirar a Meg. Una idea se formaba en mi cabeza. Y si estaba en lo cierto, ésta sería la última vez que lo haría. Me limpié el rostro con el dorso de la mano y me acerqué a ella pensando firmemente en cómo solía ser. En cómo solía verse antes de todo esto. La besé en la frente bajo la mirada inquisitiva de Rosalie.

- Te amo –susurré en un hilo de voz. Era toda la verdad que podría regalarle. Toda la que podía permitirme pensar. Una lágrima mojó su rostro y por un momento llegué a pensar que era suya. Quizás sentía lo que estaba a punto de suceder. Quizás le dolía tanto como a mí. Deseé que pudiera escuchar todo lo que tenía para decirle. Lo mucho que ella había mejorado mi vida, todo lo que me había enseñado. Cerré los ojos con fuerza y me incorporé, inhalando su perfume profundamente, dejando que se colara por todo mi cuerpo, embriagándome, tranquilizándome.

Giré sobre mis pies y me marché de la habitación con el paso pesado, sin mirar atrás. Ya nada podía atarme. Ya nada podía evitar que sucediera lo que debería suceder. Borré de mi mente esos pensamientos e intenté poner la mente en blanco al bajar las escaleras. De todas formas, Edward me miraba con el ceño fruncido.

- Necesito un favor… -susurré bajo mi aliento a la sala llena de personas. Todos me prestaron atención sin necesidad de que dijera más. Tragué en seco.

Carlisle se envaró, y pude escuchar claramente el respingo de Rosalie arriba, pero decidí que no me afectaría. No podía pensar en esos detalles en ese momento. Mi cabeza no podía manejar tanto al mismo tiempo. Dirigí mi vista a Alice.

- Necesito que me digas qué le pasará a Meg –pedí. Frunció el ceño de inmediato.

- Sabes que no puedo hacerlo… está demasiado ligada a ti –cerré los ojos mientras ella hablaba, pero no pareció percatarse.

- Tienes que intentarlo. Por favor. Yo me alejaré lo más que pueda –mi padre negó con la cabeza.

- Eso no hará ninguna diferencia –anunció. Edward me miró con mala cara y yo puse en blanco mi mente de nuevo. Suspiré y él frunció más el ceño-. No puedes separarte por demasiado tiempo de ella. Es imposible –sentenció. Jasper asintió al otro lado de la habitación. Tragué audiblemente y moví mi cuello a un lado y al otro haciendo sonar mi cuello.

- Tengo un trato que proponerles –murmuré con voz queda, y luego suspiré de nuevo, llenando mis pulmones y soltándolo de a poco antes de hablar-. No puedo dejarla morir –vi varias bocas abriéndose, dispuestas a interrumpirme, pero levanté una mano en el aire para detenerlos. No tenía fuerzas para soportarlo-. No puedo hacerlo. Ella es lo más importante para mí. Más que nada. Incluso más importante que mi amor por ella.

- No lo entiendo –susurró Esme. La miré con los ojos húmedos.

- Dejaré de amarla si eso es lo que necesitan –le expliqué.

- ¿Qué? –preguntó papá con un ligero tono irónico.

- Si logro alejarme lo suficiente… si logro romper el lazo entre nosotros… tú la verás ¿verdad, Alice? Verás lo que le sucederá.

Su expresión se volvió torturada. Tardó un segundo en contestar.

- En teoría –concedió luego.

- Pero eso no significa que la transformaríamos –apreté los puños cuando Rosalie apareció en lo alto de las escaleras, uniéndose a la conversación. Me obligué a mí mismo a dejar de pensar de nuevo y volteé para encararla.

- Meg no quiere transformarse por mí –anuncié. Rose bajó y permaneció de pié junto a Jasper. Vi a Edward asentir-. Bien, si mi amor es la razón por la que quiere dejarme… dejaré de amarla.

- No puedes hacer eso –repitió mi padre.

- Lo haré. Y si yo puedo, ella también podrá. Solo tienen que darle la oportunidad.

- ¿Y cómo se supone que hagamos eso? –escupió Rosalie. Cerré los ojos.

- Esa es mi propuesta. Si yo lo logro, Alice logrará ver lo que le sucederá a Meg –Lexy asintió levemente y yo hice una pausa e inspeccioné los rostros de todos y cada uno de los miembros de mi familia-… y si logras verla –terminé mirándola solo a ella- la transformarán.

- ¿Cómo crees que-? –comenzó a protestar mi padre, pero lo corté con brusquedad.

- Es mi única oportunidad –dije seguro-. Es mi única esperanza –solté luego sin sonido-. No me la nieguen, por favor. No me hagan esto. No puedo permitir que muera. No puedo hacerlo. Tienen que hacerlo. Prométanmelo –estaba comenzando a perder la compostura, pero me obligué a mí mismo a calmarme. A recuperar la serenidad. Tomé aire y tragué el nudo en mi garganta. Miré a las caras, que ya se veían difusas por las lágrimas en mis ojos y me detuve en Alice-. Promételo –pedí de nuevo. La miré por casi un minuto entero antes de que asintiera finalmente. Volví a respirar cuando lo hizo.

- No lo lograras –musitó Jasper en voz baja.

- Pero si lo logro lo harán. ¿Si rompo el lazo la transformaran? –los miré uno a uno mientras se tomaban su tiempo para mostrarse de acuerdo. Cerré los ojos y llené mis pulmones tanto como pude cuando Carlisle se unió a mis aliados. Así como la mayoría de los demás.

Mi padre frunció el ceño y vi de reojo como los ojos de mi hermana se inundaban de lágrimas. Se acurrucó en su asiento y se cubrió la cabeza con las manos. Sonreí con nostalgia. Era el gesto que solía hacer cuando intentaba mantenerme fuera de su cabeza.

- ¿Lo prometen? –tenía que asegurarme. Pero esta vez lo dije con mayor seguridad. Sabía que lo harían.

- Si lo logras, yo mismo la transformaré –anunció Carlisle poniéndose de pie. Asentí con la cabeza sintiendo cómo mis músculos comenzaban a relajarse. La palabra de Carlisle valía oro. Incluso si parecía que Rosalie echaba humo, o que Edward intentaba atravesarme con la mirada.

Miré de reojo a Lexy mientras salía. Su vista estaba clavada en el suelo y sus manos convertidas en puños descansaban sobre su regazo. Ella lo sabía. Estaba seguro. Intenté regalarle una sonrisa, para que supiera que todo estaba bien… y aunque no fui capaz de hacerlo, ella aún miraba al suelo de todas formas. Deseé poder agradecerle de alguna forma el que no interviniera, pero no podría hacerlo sin arruinarlo.

- Tengo que irme –anuncié. Varios asintieron con la cabeza y Lexy se mordió el labio.

Cuando salí por la puerta, comprendí lo que había hecho. Lo había logrado. Había encontrado una salida. De pronto sentí como si una tonelada se despejara de mis hombros, permitiendo que mantuviera la frente en alto. Eché a correr lo más rápido que pude. Ya todo estaba puesto en marcha. Ahora no había tiempo que perder. Me alejé unos cinco kilómetros antes de relajarme un poco. La cabeza comenzaba a dolerme por intentar mantener a Edward fuera de ella.

Finalmente respiré y me dejé llevar por lo que quería. Me transformé mientras corría, sin dejar de hacerlo, dejando que mi naturaleza corriera libre por mis venas, ayudándome a flexionar los músculos rígidos por la falta de movimiento de los últimos días.

Eso era lo que yo era. Incuestionable, inevitable. Tal como lo había dicho mi padre. No había forma posible de dejar de amar a Meg. Pero sí había una manera de salir de su camino. De su futuro… para siempre.

Deseé poder patearme a mí mismo por no haberlo pensado antes. Tantas veces había deseado que hubiera una forma de dar mi vida por la suya… ¿cómo no había podido verlo hasta entonces? Pero no había tiempo para reproches, no podía perder el tiempo. Si todo marchaba según lo planeado, necesitaría al menos unos cinco minutos de ventaja.

Aceleré el paso y me alejé convirtiéndome en sólo algo más que una sombra fugaz en el bosque. Cuando llegué al lugar que buscaba, me dejé caer sin pensarlo dos veces. Se sentía tan… correcto.

No sentí el impacto del agua. Tampoco el frío. Me estaba condenando a una eterna tortura, al infierno mismo. Sabía que si la transformaban, viviría para siempre. Sabía que eso significaba que el infierno me esperaba. Donde quiera que estuviese, ella no estaría conmigo… y sin embargo, tampoco sentí el miedo. Sólo una cosa cruzaba mi mente: Meg. Lo sufriría todo y por siempre por ella. Porque tuviera otra oportunidad.

Sumergido en el agua comencé a contar los latidos de mi corazón, primero acelerándose, luego bajando de velocidad poco a poco.

PUM Ella jamás sufriría de nuevo por esa estúpida enfermedad.

PUM Encontraría apoyo en la familia en la que jamás había encajado hasta conocerla.

PUM Resistí el impulso de salir a tomar aire e inhalé con fuerza el agua que me rodeaba. La sal me quemó por dentro como si la sed volviera a atormentarme en mis últimos segundos de vida…

PUM casi pude ver a Alice saltando de su asiento anunciando que lo había logrado. Sonreí, o al menos eso creo.

PUM… Imaginé a Carlisle convirtiéndola. Regalándole al mundo lo mejor que podría imaginarse.

SILENCIO… Vino a mi mente su rostro. Su sonrisa. Su mirada. Su amor. Por ella había vuelto a vivir, y mi último sentimiento fue completamente abrumante: me sentí orgulloso de ser capaz de morir por ella.

EL FIN

******************
Bueno, este es otro de los finales que tenía pensado (creo que eran unos 4 o 5 diferentes en total) Espero no me maten, pero si tienen críticas, no duden en escribírmelas en coments!

11 comentarios:

  1. wuouuuuuu!!! quede sin palabras pero miles de lagrimas no definitivamente me quedo con el primwer final este es demasiado pasra mi tristisimo pero como valoro la actitud de el de dejarlo too hasta de morir por amor me encantooo

    ResponderEliminar
  2. Wuuuaaww que triste este final. Me gusto el original :) aunque igual me gustaría ver como eran los otros finales que tenias planeado para ver con cual me quedaría pero creo que sería mucho problema publicarlos todos. Bueno sigue asi con tus historias, que me encantan.
    PD: Tengo un blog con una historia original mía que no trata de Twilight pero es un tema parceido y me gustaria que le dieras una oportunidad y si pudieras ayudarme a expandirlo o por lo menos comentarlo. Te lo agradeceria a mil. :D http://auraazul123-hieloyfuego.blogspot.com/ gracias.

    ResponderEliminar
  3. ola Koko! qe triste el final, no pense ese tipo de final, pense en algo como que Will renunciara a su espiritu lobuno :/ pobrecito... es un final algo fuerte eso si, no te imaginas a Will suicidandose, y Meg ahora sufrira por toda la eternidad ya que estara con la familia de su amor muerto u.u

    Tienes una mente y un talento, capaz de cambiar los sentimientos de tus lectores de golpe, que vayamos sintiendo lo qe tus personajes sienten, eres fantastica :)

    vaxyta_09

    ResponderEliminar
  4. Amee demasiado este final te juro. jaja me lei todita la historia y nunca habia comentado pero la verdad es que este final alternativo me gusto tanto que no lo podia dejar pasar, es mas tragico que el otro pero capaz que por eso me gusta maas, el sacrificio es tan atractivo...

    bueno beesos !

    ResponderEliminar
  5. Ola
    Woaahh me gusto mucho esta genial me gusto mas este quel el otro xDee
    esoo oie me puede recomnedar el blogs es que soy nueva y velo ojala te guste mi historia eso
    bye

    Ahh.. se me olvidaba porfa publica pronto de :
    contugo en el alba recuperando la enternidad y 10 cosas antes de morir

    porfiss son mis favoritahss !!
    xDee ahora si

    byye

    ResponderEliminar
  6. Mi naty como te vamos a matar si aunque es triste hay amor, me encanta como lo muestras me gust la maner aque el se sacrifica por amor Si mi Naty esta hermosooooooos tristemente hermosooo como ame a Will durante este fic miles d e abrazos

    ResponderEliminar
  7. wooooooooooow.......ese fnal me encanto es de pelicula
    solo quisiera saber como acaba meg
    porfa escribe eso me sentiria ralmente feliz
    ojala te importe que este feliz
    porffavor has que te importe
    porfavor
    bueno de l fin es genial
    unico y fabuloso
    no hay palabras
    espectacular
    nunca lo imagine
    pero es genial
    me encanta
    porfa has la parte de la meg despues de eso
    porfa
    y te felicito en verdad es increible
    un beso bye
    ALICE

    ResponderEliminar
  8. No, definitivamente.... me quedo con el otro final y no porque este no me alla gustado si no porque Dios... Me hizo llorar como nunca!!! =S... No eso no puede ser... esa frase:

    SILENCIO… Vino a mi mente su rostro. Su sonrisa. Su mirada. Su amor. Por ella había vuelto a vivir, y mi último sentimiento fue completamente abrumante: me sentí orgulloso de ser capaz de morir por ella

    Definitivamente se me va a quedar muy pero muy gravada... Saludos. :)

    ResponderEliminar
  9. HOLA KOKORO

    me gusta el final aunque es muy triste y me preguntaba que pasaria si Meg diese su consentimiento en el ultimo momento y se transformase en vampiro siendo el todavia un lobo

    ResponderEliminar
  10. Está muy bien con los dos finales. En una historia, novela o relato es mas importante que se disfrute leyendo que como acabe, porque si se disfruta con él cualquier final sera bueno. He disfrutado mucho leyéndote aunque me has robado una noche de sueño. Gracias.

    ResponderEliminar
  11. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh!!
    sorry
    perooo me gusto mas
    el otroo
    finaall
    ste sat genial kon
    tristeza ii mutchoo
    amooooRR""!!
    d parte de will
    peroo el otro no me izoop
    llorar i ste see!!:'(
    :Dmui buena escritora ii
    me enkanta tus historias

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...