miércoles, 4 de agosto de 2010

Odio amarte "Cap 11" - Kokoro Black

Disclaimer: Adaptado en la novela: El ojo del tigre de Diana Palmer. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha

MALDITA MEYER! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!



Odio amarte

Capítulo XI El ojo del tigre


Creía que pasaría algún tiempo sin ver a Edward. Pero, cuando bajé a preparar el desayuno a la mañana siguiente, estaba en el cuarto de estar con mi padre, tan relajado como si fuera su propia casa.

Me miró cuando entré y me sonrió.

—Buenos días, preciosa. Estás guapísima con eso.

"Eso" eran unos vaqueros viejos y una camiseta verde. Tenía el día libre y no había esperado encontrar a Edward instalado en el cuarto de estar esperándome.

Lo miré y me puse roja al recordar lo fácilmente que había sucumbido el día anterior. Edward notó mi rubor y sonrió más ampliamente.

—No te esperaba —dije con voz suave.

—Me lo imagino. ¿Qué tenemos de desayuno?

—¿Está acaso Eli enferma o algo por el estilo? —pregunté sarcásticamente.

—No, pero me gustan tus tostadas. Y tu dulce compañía, preciosa.

—Sí que es preciosa —intervino papá—. No comprendo por qué sigue soltera.

—Me estaba esperando a mí —declaró Edward—. ¿Verdad, Belly?

—No me llames Belly.

—De acuerdo, encanto.

Comencé a protestar, pero lo pensé mejor y me fui a hacer el desayuno.

Edward no dejó de observarme mientras desayunaba. No podía comprender qué querría después de lo sucedido.

—¿Quieres venir conmigo a ver una carrera de trotones? —preguntó Edward mientras me tomaba el café—. O si no, podemos ir a ver los becerros de Gainesmor Farm. He visto uno por el que me gustaría pujar.

Incliné la cabeza asombrada.

—Sabes que no entiendo de caballos.

—Está bien. ¿Y qué dices de un paseo por el bosque? O puedes tomar la caña de pescar de tu padre y vamos a buscar lombrices.

—Tengo... que trabajar en el huerto. La cizaña está acaban do con mis tomates.

Él frunció los labios y se encogió de hombros.

—Entonces nos ocuparemos de los tomates. Me da igual lo que hagamos siempre que lo hagamos juntos.

Papá mostraba una sonrisa de oreja a oreja. Se terminó el café y se puso de pie.

—Tengo que ver a Carlisle. Vuelvo al trabajo hoy. Antes de que protestes, Bella, el médico me ha dado permiso.

Arqueé una ceja.

—¿He dicho algo?

—No, y veo que no lo harás. Hasta luego, chicos.

Cuando papá se marchó, Edward volvió al ataque.

—¿Estás segura de querer pasar el día escardando la cizaña?

Le miré enfadada.

—No me voy a acostar contigo, si ésa iba a ser la siguiente pregunta.

—No, aunque me gusta más acostarme contigo que comer —dijo él, mirándome con ojos sonrientes—. Somos algo increíble haciendo el amor.

Clavé la mirada en la taza que sostenía. El corazón me latía violentamente porque él había utilizado aquel tono lán guido y sexy que recordaba tan bien.

—Sigo preguntándome qué habría sucedido si no me hubiera dejado llevar por la tentación aquella noche de hace cuatro años —dijo él con gesto ausente.

—Probablemente vivirías con Tanya y serían felices para siempre.

—¿Eso crees? Yo no.

Se levantó, sacó un cigarrillo del bolsillo de la camisa azul y lo encendió.

—Lo único que Tanya y yo teníamos en común era que ambos pensábamos que ella era una belleza.

—Ella encajaría muy bien en tu forma de vida.

Él se apoyó en el fregadero.

—Y tú también —dijo en voz baja.

Yo me reí.

—Yo no. No sé nada de caballos y no sé moverme en sociedad.

—Pero eres auténtica. Eres sincera y obstinada y no huyes de las cosas. Tienes cualidades que admiro, Belly. El dinero no importa nada.

—A mí sí. Mira a tu alrededor. Ésta es una casa estupenda, gracias a tu padre y a ti, pero no es tu mansión. No he tenido un vestido bonito hasta hace poco y no sabía que un buffet de champán consistía en entremeses con distintas bebidas. Cuando entré en casa de Jacob, sus hermanas me recibieron de uñas.

—Lo que yo pensaba. Las conozco hace años.

—No encajo en ese tipo de sociedad. Tenías razón cuando me advertiste sobre Jacob. Sólo soy una campesina que podría tener algún futuro en la profesión de enfermera. Pero como... compañera de un hombre rico, soy un desastre total.

—No estoy buscando una querida —dijo él con voz de terciopelo.

Arqueé las cejas.

—Perdona, pero, ¿no es ése el puesto que me estabas ofre ciendo? ¿O tienes la costumbre de seducir a cualquiera que tengas a mano?

Él suspiró cansinamente mientras se llevaba el cigarrillo a los labios.

—Bella, ¿qué voy a hacer contigo?

—Podrías dejarme sola.

—No puedo.

Edward extendió una mano.

—Vamos a dar un paseo, Belly. Quiero hablar contigo —vacilé, pero al final me levanté. Me prometí a mí misma que era la última, vez que le obedecía.

Tomé la mano extendida y lo seguí al exterior. Caminamos hasta la valla que llegaba al arroyo que atravesaba la propiedad.

—Hace cuatro años —dijo él sin mirarme—, vine a tu casa el día de tu cumpleaños y te pedí que salieras conmigo. Aquella noche, cuando te recogí, llevabas un vestido azul estampado con mangas anchas y escote bajo. El pelo te caía sobre los hombros y olías a fressias. Te llevé a cenar a un elegante restaurante y luego conduje hasta el río y aparqué en una zona desierta.

—Edward...

—Shh...

Cuando llegamos a la sombra de un roble, se volteó y me rodeó con sus brazos. Observó mis facciones atentamente.

—Entonces, empecé a besarte. Y tú me devolviste los besos. Puse la mano bajo el vestido y tú la dejaste allí. Comenzamos a besarnos febrilmente y, de algún modo, te llevé al asiento pos terior del Volvo y te tumbé. Me dejaste que te desnudara. Era una noche clara y cálida. Hicimos el amor oyendo correr el agua y cantar a los grillos y después me dijiste que me amabas.

Bajé la mirada, avergonzada.

—No es agradable que me lo recuerdes.

—No pretendo atormentarte, Bella. Quiero que compren das lo que sentí. Apenas tenías dieciocho años y eras virgen. Yo era mucho mayor, estaba prácticamente comprometido con Tanya y me desgarraban emociones contradictorias. No era mi intención que aquello sucediera, pero cuando me dejaste acariciarte no pude detenerme.

—Ahora comprendo que fui tan culpable como tú, Edward. Estaba loca por ti. Cuando me pediste que saliera contigo, pensé que ya no te interesaba Tanya y que yo podría tener una oportunidad. Debí comprender que un hombre como tú no se interesaría por una campesina cuando podía tener a una princesa como Tanya. Pero entonces no lo pensé.

Él tiró el cigarrillo y me tomó la cara entre las manos.

—Nunca hice el amor con Tanya. Lo que sentía por ella era fundamentalmente sexual. Cuando te poseí, no pude seguir de seándola. Por eso me fui alejando de ella. No tenía nada que darle.

Me animé a mirarlo a los ojos y lo que vi me dejó atónita.

—Cuando me contaste por qué me habías pedido que salié ramos, deseé morir —confesé—. Casi te había asediado. Fue muy humillante.

—No para mí —murmuró él—. Durante toda mi vida, las mujeres me han perseguido porque soy rico. Tú fuiste la primera, y la última, que me quiso por mí mismo.

Sonreí.

—Eras muy especial.

—Y tú también.

Se inclinó y me besó con ternura.

—Tu cuerpo me obsesionó cuando te fuiste de Forks. Tu cara. Tu voz. No podía dormir porque recordaba tu cuerpo bajo el mío y tus gemidos... ¿Sabes cuánto me excita oírte gemir cuando te hago el amor?

—Eres tan... apasionado.

—Y tú también, encanto. Contigo es mucho más que la unión de dos cuerpos. Cuando te poseo, Bella, pienso en hijos, ¿sabes?

Me besó largamente mientras yo temblaba y se aferraba a sus antebrazos. Sin dejar de besarme, me tomó en brazos y me dejó en el suelo, a la sombra.

Se tumbó junto a mí y comenzó a acariciarme reanudando el beso.

—No —gemí.

Pero mis manos se deslizaron bajo la camisa entreabierta, acariciaron la cálida carne y el suave vello.

—Me deseas —susurró él con voz ronca—. Te deseo. Es lo único que importa.

—No quiero... que me utilices. ¡No quiero!

—Tócame aquí —dijo él moviéndome la mano por el pecho.

—¡Oh, Edward! Esto no resuelve nada.

—Sí lo resolverá.

Me levantó la camiseta dejando al descubierto los pechos desnudos y excitados.

—Tienes unos pechos maravillosos, Belly —susurró antes de inclinar la cabeza.

Estuve perdida desde el primer roce de su boca. Edward susurró algo que no pude entender. Comenzó a desabrocharme los vaqueros sin dejar de acariciarme los pechos con la lengua y los dientes.

—Por favor, Edward, por favor. No lo soporto.

—Sólo hay un modo de hacerlo.

Se colocó sobre mí, con su boca sobre la mía y las manos rodeándome los pechos. Me miró escrutadoramente a los ojos.

—Dime que me amas, Bella y te amaré de tal modo que no lo olvidarás mientras vivas. Te haré llorar de placer.

—Por favor, Edward...

—Dilo, pequeña —susurró él, jugando con la cremallera de los vaqueros—. Vamos. Dilo, Belly.

Cerré los ojos. ¿Por qué no? Después de todo, era suya.

Era totalmente suya.

—Te amo —susurré, abriendo los ojos—. Siempre te he amado. Siempre te amaré.

Él vaciló y siguió mirándome.

Deslicé las manos entre nuestros cuerpos para acariciarle el pecho.

—¡Oh, Dios! ¡Qué dulce es esto! —dijo Edward, con voz gutural.

Gemí, apretándome contra él.

—Te deseo. Te deseo aquí, bajo el sol. Quiero mirarte, quiero que me poseas.

Él enloqueció con mis palabras. Me desnudó con manos temblorosas y luego se deshizo de sus ropas y volvió a mí febrilmente.

Me reí.

Me reí mientras él me abrazaba y me apretaba contra la tierra.

—Te amo —grité con una voz que apenas reconocí. Mis dedos se crisparon en la espalda masculina mientras él me penetraba—. Sí, mírame —dije agitadamente— ¡Mírame!

—Bella —gimió él.

Busqué una de sus manos y la apreté con la mía.

—Me perteneces —susurró.

—¡Oh, Dios! Sí.

Él cerró los ojosy dejó caer la cabeza junto a la mía mientras su cuerpo se tensaba y convulsionaba.

—¡Te... amo!

Yo sabía que era la pasión lo que le hacía decir aquello. Pero no me importaba. Era maravilloso compartir con él aquel instante. Durante una pequeñísima fracción de tiempo era mío, totalmente mío.

Él tembló entre mis brazos durante un largo instante. Y esta vez no se apartó enseguida. Se derrumbó sobre mí y permaneció inmóvil y jadeante mientras lo acariciaba. Por encima de nosotros, en los árboles, cantaban los pájaros.

—Abrázame, Bella. Abrázame.

—¿Estás bien?

—Sí. ¿Y tú?

Sonreí contra su bronceada mejilla.

—No lo sé.

Él consiguió incorporarse para mirarme con auténtica ado ración.

—No dejes de amarme nunca —susurró, besándome en los párpados cerrados—. No comprendí lo que me ocurría hasta que fue demasiado tarde. Y entonces no pude recuperarte.

—¿Me amas? —pregunté insegura e incrédula.

—¿Cómo puedes preguntármelo después de hacerte el amor así?

—El deseo...

—Amor físico —corrigió él—. Porque eso es lo que existe entre tú y yo. Siempre lo fue, incluso la primera vez.

—Pero me dejaste marchar.

Él me besó en la frente.

—Tenía que hacerlo. Lo había complicado todo al compro meterme con Tanya. Tuve que obligarla a romper el compro miso y para entonces estabas instalada en Phoenix. Te escribí, pero no me contestaste. No te culpé, después de cómo te había tratado. Pero fueron cuatro años espantosamente largos, Bella.

—¿Por qué no me lo dijiste cuando volví?

—Te amaba mucho, pequeña, pero cada vez que intentaba acercarme a ti, me rechazabas.

—No lo sabía.

—Sí, lo comprendo. Y luego empezó a rondarte Jacob Black. Sentí deseos de matarle.

—Me comprendió en seguida. Fue mi mejor amigo. Sabía lo que sentía por ti. Salía conmigo para ponerte celoso.

—Tuvo éxito. Me aterraba la idea de perderte. Sobre todo a partir de ayer. Perdí la cabeza cuando te tuve en mis brazos en ese dormitorio. No me habría detenido aunque me fuera la vida en ello. Y cuando dijiste que te ibas a casar con él...

—Fue un último intento para salvarme de ti.

—Y mira dónde te tengo —musitó él, levantando la cabeza para mirar nuestros cuerpos unidos.

Me ruboricé.

—¡Edward!

—¿Te avergüenzas?

—Sí. ¡Por el amor de Dios! ¿Qué pasaría si viniera alguien?

—Podemos entrar y hacerlo en la cama. O podemos ir a la ciudad a conseguir una licencia matrimonial —añadió con una sonrisa maliciosa mientras se apartaba de mí.

Me senté y lo miré boquiabierta mientras se ponía los pantalones y me tiraba los míos.

—No me mires así. ¿No quieres casarte conmigo? Dormirías en mis brazos todas las noches. Incluso podríamos tener un hijo o dos si quieres.

Yo seguía mirándole con la boca abierta. Él me ayudó a vestirme, riéndose de mi expresión aturdida.

—Menuda ayuda eres —murmuró mientras me ponía la ca miseta—. Mujer desvergonzada.

—Me he quedado... sin habla —tartamudeé—. ¿De verdad quieres casarte conmigo?

—¿No has oído lo que te he dicho mientras hacíamos el amor? Te amo. Lo que tengo en mente es una aventura para toda la vida, no un revolcón apresurado en el pajar. ¡Quiero tener hijos contigo, pequeña idiota!

—¡Oh!

—Hijos legítimos —añadió él—. Y no creas que no vi cómo te tocabas el vientre ayer y sonreías. Tal vez ya estés embaraza da. Tengo la impresión de que no soy estéril.

Le miré tímidamente.

—Puedo no encajar en tu mundo.

—Entonces construiremos uno nuevo para nosotros dos.

Me hizo levantarme y me tomó la cara entre las manos.

—Te amo con todo mi corazón. Quiero vivir contigo hasta que me muera. Y cuando seamos viejos y llegue el final, quiero reposar en tus brazos eternamente. Porque lo único que temo en este mundo es vivir sin ti.

Las lágrimas llenaron mis ojos. Él se inclinó y me besó.

—Yo siento lo mismo —confesé—. Nunca he dejado de amarte. Nunca hubo nadie más. Te entregué mi corazón y no podía recuperarlo. Odiaba amarte… odiaba con toda mi alma sentir esto por ti. Pero no podía evitarlo, no puedo ecitarlo… te amo.

—Entonces nos casaremos.

Sonreí.

—Si estás seguro...

—Estoy seguro —murmuró él, sonriendo—. Estoy cansado de buscar excusas para venir por aquí a diario. Cásate conmigo y nos quedaremos en mi mansión, en la finca. Eli nos hará el desayuno.

—¿Quién cuidará de papá?

—Le buscaremos una criada. Alguien que sea también una buena niñera para cuando vengamos de visita.

—¡Oh, cariño! —musité, rodeándole el cuello con los brazos.

—¡Oh, sí! —murmuró él y me abrazó estrechamente—. Bésame otra vez. Luego iremos a casa a darles la buena noticia. Incluso llamaré a tu amigo Jacob y se lo diré.

—¡Qué generoso! —exclamé sarcásticamente.

—Ahora puedo permitirme ser generoso.

Me besó suavemente.

—Tengo el mundo entero en mis brazos.

Suspiré.

—Se me acaba de ocurrir algo.

—¿Qué?

—Cariño, todos nuestros hijos tendrán pecas.

Él se echó a reír.

—Calla y bésame.

Yo seguía sonriendo cuando él me besó. Mientras nos besábamos, pensé que no me importaba nada tener hijos pecosos y pelirrojos. Destacarían entre la gente, lo mismo que su guapo y pelirrojo padre.

Recordé haber leído en alguna parte que la venganza es como el ojo de un tigre, cuya visión se estrecha. Así había visto yo a Edward, odiándole por lo que me había hecho. Pero todo había merecido la pena. Mi tigre tenía los ojos verdes y, aunque nunca pudiera meterle en una jaula, sería feliz corriendo libre mente junto a él.

Cerré los ojos y suspiré mientras le acariciaba la mejilla con la mano izquierda. Mentalmente pude ver el anillo de oro que él me pondría en el dedo. Sería un círculo de amor interminable que había empezando con odiar amarle… ahora sólo se reducía a amarle.

Fin.


Besos y gracias por todo. Por cierto, el próximo lunes les publicare el último capítulo de nuestra luna de miel. Besitos mordelones XD

28 comentarios:

  1. Esta excelente me lei todos los capitulos en 2 dias... eres genial escribiendo estas historias! Soy tu fan! Besos!

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  2. Ayyyy! Dios mio q final, yo no se porq legan tan rapido estos finales a tus grandiosas historias, me gustan pero luego sacas otra igual de buena y me quedo prendida y asi con las q siguen, no dejes de escribir me encanta como escribes, aunq en esta mi Jakey se queda solo ahhh ... Yo lo Consuelo!!!!!!

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  3. nooooo por que tan corto! amo esta novellaaaaa! voy a llorarrrr!!!!!! me encanto
    no encuentro consuellooo! me encanto voy a extrañar esta nove espero ansiosa contigo en el alba es la otra nove que me encanta besos

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  4. Ahh, no, no no no no no , cariño, no puede terminar ya, no, y mo, ¿por que ?
    esta historia la esperaba cada miercoles como una dosis de mi droga, no puedes quitarmele, se que habra mas, y que seran igual de buenas, pero es que este Edward me gusta, y que no, ya esta, tienes que pensarte en hacer unos cuantos capitulos mas, no se, unos 200, o algo asi, jajajajajajaj
    cariño de verdad toma mis palabras, porque no te engaño, la necesito, los necesito, y si no , pues a ver pedire algo mas sencillo, un ultimo capi, de reacciones de padres, de Jacob, de boda, de luna de miel, no se, algooooo
    Bueno, espero lo pienses y si mas, decirte que te quedo perfecto, que me encanto y que suspire cada linea mi niña. un beso y recuerda que siempre estoy por aqui.
    Irene

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  5. KOKOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
    AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW KE GENIAL EL FINAL XD


    ¡felicidades por un capitulo tan hermoso!
    soy tan feliz de ke al fin lo haya aceptado xD los amo a los dos por amarse asi xD

    besos hermosa y gracias por otra excelente historia... te adoramossss nunka lo olvides ^^

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  6. G.lowww Koko !! waaa gracias x el cpii ensero yya estabaa qq me moria pero buenoo Te Quiiero Koko luegoo qomento del fic Besooos

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  7. AAAAAAAAAAAaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!! Por fin!!! Que romántico, aunque que dura esta chica. Hasta que la convenció. Fantástica y maravillosamente tierna esta historia, la pena es que tiene final.
    espero el epílogo con ganas aunque con tristeza.
    Besotes gordotes

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  8. hay que lindos por fin, bella es bastante lenta de verdad, estube a punto de pensar que no lo dejaria hablar otra vez.
    me gusta muchisimo tus historias.
    besos guapa

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  9. epilogo, epilogo!!!!! tienes q hacer el epilogo o me volvere loka de ansiedad!!!

    koko eres la mejor, siempre nos sorprendes y ste fic me encanto, lastima k sea tan cortiko :(

    porfis has epilogo.

    Vivianne, Colombia

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  10. es verdad cada miercoles esperabamos a esta nove no la puedes dejar asiiii! bueno te queria avisar bueno a todas las escritoras de este blog q tienen un premio en mi blog
    http://tuynicknovela.blogspot.com/

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  11. holaaaa querida kokoro desde el principio me encanto la historia y este final es simplemente precioso... me ha fascinado, que suertuda la Bella esa ya quisiera tener a este Edward jeje tal vez se lo robe jeje....

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  12. oh me ha encantado!!!! por fin y se han quedado juntos

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  13. Holaa,, wow kokoro estubo estupendo plasmaste todo lo que sentia bella, sabia que edward no era un niño nice que solo jugaba con los sentimientos de bella, en algun momento todo se iva a arreglar y se arreglo de una manera estupenda,, haras epilogo??? Si lo ases lo dsperaree pero es grandioso el final

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  14. noooo!!! esta genial, me encanto en final, pero me dan pena los finales, hay historias que son muy lindas para terminarlas, voy a llorar buaa! me gustaba mucho, estuvo estupenda...
    besitos

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  15. ahh me muero es hermosa!! siempre me gusto esta historia.. que pena que se termino..

    besitos

    Mel♥

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  16. Me encantooooo... pero no se xq siempre tuve la impresión de ese ser en edward controlador y depravado, sobreapasionado q incluso m llegó a dar miedo XD y a bella como una facil con un ausente autocontrol pero amé esta historia... me muero x leer la próxima

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  17. OOOOOOOH KOKOROOOOOOOO TE HA QUEDOOO HERMSOOOOOOOOSOOOO DIOOOOOOS QUE ERES LA UNICA QUE PUEDE HACER ESTO DE ESA FORMA QUE BUEN FINALL AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA A LA VIO ALA VA A LA BIMBOMBA KOKO KOKO RARARAAA ...
    QUE PUEDO DECIR EDD CASEMONOS YA!!1 IPSO FACTOXD
    QUIERO EPILOGO JUJUJUJUJUJU
    TE AMO MI ALPHA

    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU

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  18. QUE HERMOSO FINAL REALMENTE!!!! DEBERIAS HACER UN EPILOGO...
    ESCRIBIS DE UNA FORMA MUY ESPECIAL, SOS MUY BUENA REALMENTE!!!
    BESOS..

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  19. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh!!! me encanto toda la historia!!! muy buenaaaa
    gracias por deleiternos nuevamente con una nueva historia! :)

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  20. Waaa qqq hermsooo !!! haha perdon x la tardansaa es qq se me fue el internet pero waa esta hermoso &' otra cosa yya qiero el ultimo capi de Nuestra Luna de Miel !

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  21. laaaa ameeee dioss no puedo kreer k aiga terminbado estoii trisste me enkantaavaa este fiicc diosss es buenisimoo te kieron mil aki para todo :D

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  22. me encanto tu historia escribes genial feliccidades............

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  23. waaaaaaaaaaaaaaaaaa
    simepre lloro en los finasles felices!
    jajjj y este no fue la esepcion
    el nombre del cap me gusto /valga la redundancia) jajaj
    y oh my god!
    hijitos pelirrojos y con pecas!!! ke calamidad jaja pero ke genial!
    me encato la historia, y diria ke siempre me da melancolia cuando terminas una, pero bueno.... me encanta!
    jajja
    waaaaaaaaaaaaaaaa
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    porfin elk final de la luna de miel!
    waaaaaaaaaaaaaaaaaa no me lo creo, ske no sabes como la eh esperado (y no soy la unica) jajaj
    pero bueno, ovio leere el lunes a mas no poder!!1
    jajajaj

    besos
    tkm
    bye

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  24. wo0ow... me enkanto ^^... no no no, eres geniial pekeña... espero k pronto no sorprendas kon otra historiia iagual de linda k esta... sigue asii.. eres grande... =D

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  25. Genial Koko, otra historia soberbia, tenía mucho sin pasar por tu blog, por cuestiones de trabajo, pero ya extrañaba perderme en tus historias... ERES GRANDIOSA!!!!

    Gracias por compartir...

    ToyBelle, Ags, Mex

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  26. que feo que se acabo la historia es una de mis preferidas me encanta la historia
    espero el capitulo de la luna de miel

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  27. glory cullen
    que barbara kokoro, acabo de encontrar tu pag. hace una semana y ya lei dos finc completos, me facina como escribes y me super emocione, con tus lemon, no pares de escribir, ya que tu combinas mis mas grandes opseciones, leer y crepusculo. una cosa mas dile a Alexa cullen que siga adelante ya soy su fan, que no se deje caer hasta Stefhany Meller le han clavado puñales de traicion pero sigio y aqui estamos todos locos por su trabajo, muchos aullidos por jacob tienes que compartirlo porque yo tambien lo amo

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  28. El final fue tan tan genial omg !!!
    de verdad Edward al fin pudo aclararle todo
    a Bella y aww esas declaraciones
    de amor lograron derretir mi corazon u.u !!

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...