miércoles, 28 de julio de 2010

Odio amarte "Cap 10" - Kokoro Black

Disclaimer: Adaptado en la novela: El ojo del tigre de Diana Palmer. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha

MALDITA MEYER! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!



Odio amarte

Capítulo X – Morir de amor.


—Se me ha olvidado la pipa —dijo papá son riendo—. Y sin ella no sé pensar, ni construir una valla decente. Un potro precioso, Bella. Deberías ir a verlo.

—A eso íbamos —dijo Edward, tomándome de la mano.

—Espera —protesté—. Tengo que cambiarme.

—No es la primera vez que veo unas piernas femeninas —bromeó Carlisle Cullen.

—Pero voy muy informal —insistí.

—¿No tienes un pareo? —preguntó Edward.

¿Cómo lo sabía él? Asentí y corrí a sacarlo del armario. No podía pensar. No me atrevía a hacerlo. Ya tendría tiempo de lamentarme más tarde.

Me até el pareo alrededor de la cintura y volví al porche. Edward se acercó a mí y me tendió una mano. Suspiré débilmente y se la tomé. Sentí sus dedos contraerse cálida y posesivamente. Él sonreía.

—Vamos —dijo, llevándome hacia el coche—. Iremos detrás de su coche.

—Tienes mejor aspecto —murmuré.

—¿Te refieres a desde que salí del hospital? —preguntó él, sonriendo cuando me sonrojé—. Sí, me siento mejor. Aún no te he dado las gracias por decirles a todos lo que tenían que hacer.

—Eli y tu papá estaban muy preocupados.

Edward me ayudó a sentarme en el Volvo plateado.

—Y tú también, según me han dicho —añadió mientras cerraba la puerta.

Me recosté en el respaldo mientras me abrochaba el cinturón de seguridad. Carlisle Cullen ya había puesto en marcha el mercedes negro en el que le acompañaba mi padre. Parecía una reunión familiar, pero lo único que yo deseaba era... era estar con Edward y no separarme nunca de él. No soportaba la idea de volver a quedarme sola, de estar sin él el resto de mi vida. Sobre todo en ese momento. ¿Y si me había quedado embarazada?

Me llevé una mano al vientre involuntariamente. Sería ma ravilloso tener un niño al que amar, al que cuidar. Sonreí. Edward observó mi sonrisa y mi mano y sonrió también. Comenzó a silbar, mirándome de reojo y sonriendo.

Le miré y aparté enseguida la vista. Pensé con amargura que parecía muy complacido. Había conseguido lo que deseaba y estaba satisfecho. Ahora podría salir en busca de otra pieza.

—El potro lo ha parido Main Chance y su padre es Straigh taway —dijo él—. Va a ganar la Triple Corona. Es una belleza.

—¿No fue Straightawav el responsable de tu huida del hospital?

—Tenía que hacerlo. El maldito Volturi estuvo a punto de llevárselo.

Edward aparcó el coche junto al de su padre en el garaje.

—¿Te encuentras bien? —me preguntó inesperadamente mirándome con preocupación.

—Des... Desde luego —tartamudeé.

—No te hice daño, ¿verdad?

Moví la cabeza negativamente y él hizo un gesto de asentimiento, aparentemente satisfecho. Salió del coche y me ayu dó a salir.

—Nosotros vamos a examinar el trazado de la valla —nos dijo Carlisle—. Charlie asegura que ya puede trabajar. Nos reuni remos con ustedes para la cena. A propósito, Eli ha preparado jamón asado. Jura y perjura que no volveremos a ver otro pollo en nuestra vida, hijo.

Edward se echó a reír mientras estrechaba mis dedos entre los suyos.

—Me parece perfecto. Incluso estoy pensando en vender mis acciones de esa granja de pollos.

—No te lo reprocho, muchacho —comentó papá sonriente. Los dos hombres mayores atravesaron el patio mientras Edward me llevaba al espacioso establo. Se detuvo en una caballeriza intermedia y me colocó delante de él para que pudiera ver por encima de la puerta.

Dentro había una esbelta y bella yegua parda con un peque ño potrillo zanquilargo.

—¿No es una belleza? —preguntó Edward, orgulloso. Me puso las manos en los hombros y me los acarició lentamente—. Es un puro nervio, un precioso diablillo.

—Desde luego es un campeón —dije—. Siempre me han encantado los caballos, aunque no entiendo mucho.

—Yo podría enseñarte. Podría enseñarte todo lo que desees saber. Y no me refiero al sexo —añadió cuando volteé para mirarle, enfadada.

Aquello me aplacó. Me miró fijamente. El placer volvió a invadir mi cuerpo bajo la intensa mirada masculina.

—¡Por amor de Dios! ¡No me mires así! —dijo él brusca mente—. ¿No comprendes de qué modo me afecta?

No le comprendía, pero lo hice cuando me apoyó contra su cuerpo.

—No te apartes —pidió él en voz baja—. Ahora me perte neces. Sabes todo lo que tienes que saber sobre mi cuerpo y sus reacciones.

Me sonrió cálidamente.

—Además, eres enfermera.

—Eso no me hace sentir más segura —confesé. Apoyé las manos en su pecho y lo sentí estremecerse. Podía sentir el vello a través de la fina tela de la camisa. Levanté la vista, fascinada por el nuevo enfoque de nuestra relación, por lo que estabamos compartiendo.

—¿Cómo están las cosas entre Black y tú? —me moví inquieta.

—No tengo por qué contártelo.

Él me tomó por la barbilla y me obligó a mirarle a los ojos.

—Después de lo ocurrido esta tarde, tengo derecho a saberlo. Me has dado algo que Black no ha conseguido nunca.

—Le tengo cariño a Jacob.

—¿Y qué sientes por mí?

—Te... deseo —confesé, cerrando los ojos.

Después de todo, era cierto. Lo deseaba. Pero no estaba dis puesta a decirle el resto, a decirle que lo amaba y que nunca había dejado de amarlo. Mi corazón y mi cuerpo le pertenecían sólo a él.

Él me acarició lenta y posesivamente los brazos desnudos.

—¿Sólo me deseas, Bella?

Lo miré a los ojos.

—¿Qué esperas de mí? ¿Otra confesión de amor eterno? ¿Quieres que se repita la historia? ¿No te basta con el deseo físico, Edward? Ambos somos adultos. Y estoy segura de que te sientes aliviado al ver que no pongo mi corazón a tus pies por segunda vez.

—¿No te gustaría volver a amarme? —preguntó él suave mente—. Dios sabe que ambos hemos madurado mucho.

Lo miré fijamente.

—El deseo no es suficiente para construir una relación —dije—. Es lo que me dijiste hace cuatro años. ¿Recuerdas?

Se echó a reír con amargura.

—Lo recuerdo.

—Comprendo que intentaste ser amable —admití—. Estabas enamorado de Tanya y no podías disimularlo. Si yo no hubiera estado tan enamorada...

Edward me soltó. Me dio la espalda y encendió un cigarrillo. Luego, miró el techo.

—¿Intentas vengarte de mí, Bella?

—No, no es eso. Intento decirte que deseo tener una relación estable, cierta seguridad y un futuro que no se limite a momentos robados en el asiento trasero de un coche o en una casa vacía.

—¡Oh, Dios! —gritó él, inclinando la cabeza—. ¡Oh, Dios! ¿Por qué no me escuchas?

Se volteó hacia mí. En sus ojos verdes se veía dolor y algo parecido a la frustración.

—¡No te estoy ofreciendo un amorío clandestino!

—No me importa —dije haciendo un esfuerzo para hablar con calma—. Jacob me ha pedido que me case con él. Y después de lo ocurrido hoy, le voy a decir que sí, Edward. Porque no puedo correr el riesgo de que se repita lo sucedido. No soy capaz de decirte que no. Pero lo haré si estoy comprometida con otro hombre.

—No podrás darle lo que me has dado a mí.

—Desde luego que no. Pero cuidaré de él y estaré a su lado cuando me necesite. Tendré todo lo que desee y le daré hijos.

Él me miraba como si le hubiera clavado un puñal. De re pente, se volteó.

—De modo que estaba equivocado. No me amas. Sólo me deseabas. Y tienes tanto miedo de volver a entregarte que vas casarse con un hombre al que no amas para alejarte de mi vida. ¡Qué horrible y amarga ironía! Yo te había rechazado cuando me ofreciste tu amor y ahora... ¡Qué ironía! —susurró él, como para sí mismo.—Entonces, supongo que todo ha terminado —dijo con voz apagada, sin vida.

—Así es —admití ella.

Salí del establo a la luz del sol.

Edward me siguió con una mirada fría como la muerte.

—Preferiría no quedarme a cenar—dije cuando llegamos al porche delantero.

—Si te vas ahora, ellos se extrañarán.

Hice una mueca.

—Sí, supongo que sí.

—Lo siento. Lo siento por todo. Por el pasado y por el presente. Incluso por el futuro. Al parecer sólo sé hacerte daño, cuando eso es lo último que deseo.

—No me has hecho daño.

—Te seduje —dijo él, mirando fijamente su cigarrillo.

—¡No!

Le toqué ligeramente en un brazo.

—No, no fue seducción. Yo te deseaba.

—¿Qué haremos si estás embarazada? ¿Le contarás a Black la verdad?

—Si estoy embarazada... No sé qué haré, pero lo tendré.

Él comenzó a acariciarme la cara, pero se detuvo.

—No quiero perderte dos veces.

Fruncí el ceño.

—No lo comprendo.

—Yo...

—¡La comida está servida! —gritó Eli—. ¡Dense prisa!

—¡Maldita sea! —musitó Edward. Aplastó el cigarrillo con el tacón.—Bueno, tal vez sea lo mejor. Vamos.

Me guió hacia las escaleras, dejándome meditar sobre lo que me había dicho.

—Gracias a Dios que podemos sentarnos a la mesa en paz ahora que los Volturi se han ido —declaró Carlisle jovialmente cuando Eli comenzó a servir la cena—. Había noches que creía que Heidi iba a arrastrar a Edward bajo la mesa para violarlo entre plato y plato.

Edward miró a su padre con una tenue sonrisa.

—Yo también lo pensé un par de veces —murmuró—. Era demasiado lanzada para mi gusto.

—Yo tuve el mismo temor cuando Jacob fue a cenar —co mentó papá, mirándome con una amplia sonrisa—. Se le hacía la boca agua cuando miraba a Bella.

Edward dejó de golpe su vaso en la mesa, mientras yo me sonrojaba y nuestros padres intercambiaban discretas sonrisas.

—Aquí está —interrumpió Eli, dejando una fuen te con jamón en la mesa—. No se comerá más pollo en esta casa —añadió mirando a Edward—. Nunca he visto nada igual. Hay tipos que intentan suicidarse con pollo envenenado.

Edward le devolvió la mirada.

—No estaba intentando suicidarme.

—¡Cualquier tonto que ponga el pollo guisado en el mismo plato en el que estuvo crudo se merece lo que le pase! —repuso Eli.

—Doña Perfecta —replicó Edward—, ¿nunca has cometido una equivocación?

—Sí, señor —admitió ella—. ¡Decir que sí cuando el señor Carlisle me pidió que trabajara para él!

—¡Ya basta! —rugió Carlisle, golpeando la mesa con el puño—. ¿No vamos a poder tener una cena pacífica en esta casa?

Eli hizo un gesto de desprecio.

—Empezó él.

—¡Ja! —repuso Edward.

—Voy a echar al cubo de la basura el pastel de chocolate que acabo de hacer—amenazó la cocinera, frunciendo los labios. Edward suspiró. Tomó la servilleta de su regazo y la agitó en el aire.

—Haz el favor de mantenerte alejado dé mi cocina desde ahora —advirtió Eli—. No me gusta ver suicidas por aquí.

Se retiró mientras Edward refunfuñaba:

—¡Algún día, algún día...!

—Shh —siseó Carlisle—. ¡Se marchará!

Edward sonrió.

—¡Ojalá!

—Nos moriríamos si tuviéramos que depender de tus dotes culinarias —le dijo Carlisle a su hijo.

—Sólo porque puse el maldito pollo en el sitio equivocado...

—Debiste casarte con Heidi cuando tuviste la oportuni dad —dije con una sonrisa forzada—. Ella te habría hecho pasteles.

—No sabe ni siquiera comprar un pastel decente, mucho menos hacerlo —gruñó Edward—. Y puedo elegir a mi propia esposa. Gracias.

Sonreí débilmente. Intenté comer algo.

—Me gustaría que te casaras —dijo Carlisle—. Me estoy ha ciendo viejo sin tener nietos.

—Adóptalos —le aconsejó Edward. Me miró de reojo. —Me gusta mi libertad.

No levanté la vista, pero sentí como si me hubieran partido el corazón por la mitad. Era la verdad. Él no deseaba casarse con nadie. Pero, ¿qué necesidad tenía de restregármelo por las narices después de que yo me le había entregado?

—Te está poniendo el cebo, muchacha —dijo Carlisle.

Levanté la cara y vi a Edward sonriéndome.

—No me importa si muere solterón.

—Mujer insensible —musitó Edward.

Terminé de comer y me recosté en la silla suspirando.

—¿Por qué no te casas conmigo y haces de mí un hombre honesto? —me preguntó Edward, bruscamente.

Se me cayó el tenedor ruidosamente en el plato. Lo recogí, sonrojada y sin aliento, mientras todos los ojos se cla vaban en mí.

—¡Eres un animal! —exclamé.

Él frunció los labios y me observó con aquella sonrisa posesiva que tanto detestaba.

—¿Por qué no? Soy atractivo y asquerosamente rico.

Carlisle y papá me miraban fijamente mientras buscaba alguna excusa elegante.

—No sabes guisar.

—Puedes enseñarme.

—Voy a casarme con Jacob.

—¡Tendrás que pasar por encima de mi cadáver! ¡No con sentiré que te unas a ese playboy!

—¡Mira quién llama playboy a Jacob! —grité—. ¡Tu viste el valor de acusarle de hacerlo colgado de la rama de un árbol cuando tú eras capaz de intentarlo en un cuarto de hospital con las enfermeras entrando y saliendo!

—Bella —me reprendió él, señalando a la fascinada au diencia, que ahora incluía a Eli—, ¿cómo puedes aver gonzarme así?

—¡No te avergonzaría aunque te quedaras desnudo en mitad de Central Park!

Él sonrió lentamente.

—Si me acompañas, voy ahora mismo a comprar dos billetes para el avión de Nueva York.

Me levanté.

—Me rindo.

—Cásate conmigo, Bella, o te perseguiré día y noche —amenazó Edward.

Me sonrojé y me di la vuelta.

—Me voy a casa.

—Te llevo.

—¡No!

Estaba a punto de llorar. ¿Cómo podía humillarme de aquel modo? Lo amaba y él estaba convirtiendo todo en una estúpida broma.

—Si estás decidida, nos vamos todos —dijo Carlisle, sonrien do—. Vamos, Charlie.

—Yo no voy con él —dije señalando a Edward. Él suspiró teatralmente.

—Rechazado por la mujer de mis sueños. Moriré de amor por ti, Bella.

—De lo único que corres el peligro de morir es de tus guisos —dije mordazmente—. Me voy a casa. Buenas noches.

No le dije nada más y me metí en el coche de Carlisle. Los dos hombres fueron charlando todo el trayecto.

Una vez en casa, me fui directamente a la cama. Fue lo peor que podía haber hecho. La cama todavía olía a Edward. Podía cambiar las sábanas, pero dudaba que podría borrar los recuerdos… nunca.


¿La tonta y ciega de Bella se dará cuenta de lo arrepentido que está Edward y le permitirá emendar sus errores del pasado? Nos queda sólo un capí más…

21 comentarios:

  1. hay me encantaaaaaaa!!!! esta supoer super esta historia ja ya saben todos q esta loquito por bella menos ella claro ja

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  2. jaja me encantaaaa sta istoria pero al final del cap me daban ganas de darle una bofetada a edwardddd!! es que tenia que aser eso delante de toda la familiaa ¿?¿? kokoro me encanta edward pero entiendo que bella este asii :@ jaja

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  3. esta historia me mata, como puede a veces ser Edward tan insensible, ¿tu crees que esa es manera de pedirla matrimonio?
    uuuuaaaaaagggggg!!!!!
    que me pongo de los nervios, y como no va a buscarla y la dice de una vez lo que en el pasado paso para abandonarla, por que estopy segura de que hubo algo.
    Buneo cariño, me encanto, y estoy deseando saber como sigue, es que todos los miercoles estoy pasando a cada minuto para ver si has publicado, ajajajajajajajaj
    amo esta historia mi vida
    ajjajaajajajajaj
    besos
    Irene

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  4. Asi no me extraña que no se lo crea Bella. Que le pida matrimonio bien hecho. Que le diga las cosas que toda mujer deseamos que nos digeran en ese momento. Eso si, que se case con el.

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  5. AMOOOOOOOOOOO esta historia, una faceta muy diferente al ED normal y me gusta, Bella es una ciega pero tiene que darse cuenta rapidito no puede dejar escapar a ese bombom ¿o si? o si no me lo quedo yo con gusto jejeje, me encanto el capi...

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  6. Edward y el romanticismo no están muy unidos no?. Más bien parece que se odian. COMO PUEDE SER TAN BURRO. No me extraña que Bella esté enfadada como una mona porque parece que se esté burlando de ella: tan inseguro está que tiene que pedirle matrimonio de esta forma?
    Aún así, sabiendo que es así de burro, es tan guapo, tan enamorado y tan Edward, que me pregunto si sería posible que no le hicieras sufrir demasiado, solo lo justo para que se de cuenta de lo estúpido que es a veces.
    Kokoro, cada día te superas más.
    Mil besos

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  7. me parece q esta es la mejor novelas de todas..
    espero el proximo capitulo con impaciencia!!!!

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  8. me encanta esta historia!!!es la que mas me gusta! lo mas,lo malo que este cap fue nuy cortito!!=(ja..que genial que Bella lo trate mal!!!se lo merece!!es mas ella no deberia caer nunca mas!!pero no creo que termine asi no??

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  9. ohhhh............. por dios, bella de verdad no se entera de nada, es que nunca lo deja hablar y explicarse, que le pasa a esta mujer.
    me rei mucho con la proposicion de edward jaja
    me esperando anciosamente el final.
    besos guapa

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  10. W.. Estaa increiblee, si tan solo bella no fueraa tan terca, pero es natural qe ella se resista a confesar que lo quiere tienee miedo a amarlo de nuevo, si edward me ubiera preguntado eso a mii aunkk fueraa una bromaa juro k diriaa qk sii jajaja... qk locaa me pongo noo,,,

    Eres estupenda kokoro me encanttan tus fic!

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  11. Un capitulo???? NOOOOOOO!!!!! Hay en verdad la historia se me fue muy rapido Koko y el capitulo mas. Bella, tan terca como siempre y mi pobre Edward sufriendo por ella.

    Ya quiero leer lo que sigue... no lo puedo creer, ya se va a acabar. que tristeza,

    Muchos saludos.

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  12. me encanto todo el capi!!!
    lastima qe iia se vaya a acabar :(
    esta super la historia
    y aaaiii edward tenias qe humillar a bella delante de todos???
    -.-
    jaja bueno... cuidate koko!!

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  13. hola koko!!
    muy lindo todo el capi...huy esa bella, es una mensa con M mayuscula, mira que hacer sufrir asi al pobre de edward....bueno una historia sin drama no es historia y esta me fascina, esta muy muy bien!!

    lo descepcionante es que solo falta un capitulo...cooomooo?? noo se me paso rapidisimo esta historia, me encanta y se me hace super cortita aun asi ESTA PERFECTA

    eres una diosa de la escritura koko!!
    saluditos desde colima, mexico!!

    (_-*GABY*-_)

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  14. estvuo genial yo me hubiese puesto asi o peor que bella
    pero aun asi DIGO ACEPTO PERO ME CUMPLES
    JAJAJA
    SIGUELE ME ENCANTA ESTE FIC

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  15. Noooooooooooooooooooooooo como que uno solament e nooooooo llorooo Kokoro que malita eres ....
    aaaa como amo este fic me pone el corazon frentcioooo
    como amo relajarme leyendo a mis niñas ... miles de besos

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  16. porfisssssssssss es ALUSINANTE jajajaja como puede ser tan malditamente ""PERRO"" pero asi y todo LO AMOOOO,porfis q espliq en este capi x q dejo a la otra y q de una vez por todas se sinsere con la cabra q de tanto rodeo y de indirectas y pesadeses estoy q lo estrangulo es q no puede ser un poquito mas ROMANTICOO el pelmaso aaa jajajaj MIL GRACIAS X ESTE FLIC KOKORO eres lo max no me lo pierdoo

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  17. ya no mas falta un capi!! no manches mensa ahahhah lo amo cada vez mas y ya se acabara...en fin me encanta como todo lo q haces mi Koko ^^ besos♥

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  18. wowo la neta asi o mas ciega!
    la neta!
    pero buenoi, ya fue asi o mas ovia la propuesta de matrimonio!
    jajjajaa
    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    ya kiero leer lo ke sigue!
    muero!
    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    jajajajaj

    esta chida la remodelacion dek blog!
    jajja
    bye

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  19. Ahhhh!
    Que capitulo, no puedo creer que ya solo nos quede un capitulo mas por leer, extrañare esta historia y mas a Edward.

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  20. wwooaa me superr enkantrooo dios santo pero k peleaa tan magnifikaa ajjajaja keee cinismo de nuestro kerido edd lo amoo akajjaja
    aki pa todo linda tkmil :D

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  21. Este capi ha sido definitivamente genial xDDD
    me encanta la manera tan romantica que
    tuvo Edward de proponerle matrimonio jajaja
    eso si que es ir directo al asunto
    y su audiencia que genial si que saben ser un
    buen publico

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...