sábado, 20 de marzo de 2010

Lazos Prohibidos "Libro 2, cap 8" - Naty Celeste


Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es mía :D

Summary: Los licántropos encontraron formas de infectar a los humanos, pero los vampiros no se dejarán vencer en número. Una guerra atormenta al mundo cuando los dos bandos se enfrentan en una batalla sin fin. Todos deben elegir, o la elección será tomada por ellos. ¿Puede el amor de Jake y Nessie enfrentarse a cualquier cosa?


Capítulo 8: Por fin la vida nos da un maldito respiro.

Caminamos en silencio el resto del camino… bueno, “en silencio” para cualquiera que nos escuchara. Pero en realidad, ambos queríamos averiguar todo lo posible de la vida del otro. Ahora me contaba sobre cómo había conocido a Eleonor, y cuál era su relación con ella. Al parecer se habían vuelto bastante unidas en el tiempo que pasamos separados. Por mi parte, necesitaba entender que rayos había pasado con las sanguijuelas, y el porqué de nuestra huída exitosa.

Temía decírselo, pero en cierta forma me resultaba increíble que nos hubieran salvado la vida un montón de chupasan- me encogí mientras caminaba y miré de reojo su expresión. Pretendió que no me había escuchado, pero no logró engañarme, la conocía demasiado bien. “Lo siento” pensé, ya que no escuchaba nada más de la historia sobre la fantasmita que me estaba contando.

Hizo una mueca con la boca y se encogió de hombros, restándole importancia. No me atrevía a preguntar por qué lo habían hecho, pero sabía que no era necesario. Después de todo, ella seguía escuchándome. Quitó su mano de la mía de repente y se cruzó de brazos sobre su pecho, aunque no se sintió como un rechazo, pues comenzó a caminar mucho más cerca de mí.

- ¿Qué sucede? –le pregunté acercándome un poco más en respuesta a la falta de contacto. Negó con la cabeza y bajó la mirada al piso-. Siento haberles dicho “chupasangres”, es la costumbre –dije con la voz baja-. Sé que les debo más que mi vida –susurré cuando no contestó.

- No es eso… –la miré cuando dejó de hablar, esperando que se explicara. Después de unos segundos de pretender mirar hacia delante, me miró por el rabillo del ojo y soltó el aire en un largo suspiro-. No quiero… molestarte –dijo finalmente. Fruncí el ceño.

- ¿Molestarme? ¿A qué te refieres? –extendió sus manos en frente de su cuerpo mostrándome las palmas con intención-. Sé que puede ser molesto que te escuchen…

Puse los ojos en blanco y le tomé la mano de nuevo, mucho más seguro que antes. No tenía nada que ocultar, al menos no a ella. Sonrió ampliamente y yo sentí que me derretía. No le debería estar permitido jugar así con mi cordura. Planté un pequeño beso en el dorso de su mano, ahora aferrada con fuerza a la mía y disfruté viendo cómo se sonrojaba antes de que desviara la vista.

Sólo se mantuvo callada unos segundos antes de que su voz se oyera una vez más en mi cabeza. “¿Todavía quieres saber por qué nos salvaron?” preguntó como si no tuviera importancia, a penas viéndome por el rabillo del ojo. Asentí con la cabeza mirándola, intentando no pensar en nada que la distrajera o la ofendiera de nuevo. Pensar dos veces antes de hablar cobraba un significado totalmente diferente cuando las personas podían leerte la mente.

“Al principio… cuando desperté –dudó un segundo y me miró con ansiedad-. La primera vez que me desperté en el manicomio no estaba muy… bien que digamos” fruncí el ceño e intenté no imaginarme lo que se ocultaba tras sus palabras, claramente premeditadas y medidas. “Desperté en una habitación con varias personas. No los conocía, pero eran todos humanos”. Miré al frente y reconocí el lugar. Habíamos caminado a paso humano la mayor parte del trayecto, pero de todas formas a penas nos faltaban unos cinco kilómetros para llegar al pueblo. Así que comencé a caminar más despacio, con la intención de darle más tiempo para terminar su historia antes de llegar.

“Fue cuando conocí a Ele y a los demás” agregó adaptándose a mi paso. “Ella me explicó lo que sucedía, me los presentó a todos y me comentó sobre nuestras… opciones”

- ¿“Opciones”? –repetí en voz alta, rompiendo el silencio. Se mordió el labio, pensando lo que diría.

- Las opciones que nos daban los vampiros. Luchar con ellos… -bajó la mirada al piso como si temiera tropezar con sus propios pies.

- O morir –concluí cuando creí que ya no hablaría. Asintió levemente sin voltear en mi dirección. Me revolvió el estómago pensar que la habían acorralado de esa forma, sin posibilidad de huir, de intentar vivir una vida normal. Pero me alivió un poco el saber que ella había tenido la fuerza para seguir adelante, para continuar con su vida, por diferente y retorcida que estuviera.

- De hecho, no la tuve –dijo en voz tan baja que temí habérmelo imaginado. Me paré en seco y tiré de su mano para obligarla a encararme.

- ¿Qué? –le pregunté levantando la voz, sin poder creer lo que me decía. No tenía sentido.

- Les pedí que me mataran –explicó restándole importancia con su tono de voz, pero sin despegar la vista de sus pies. Se me erizó la piel al escucharla. ¿Se había rendido? -. De hecho, les supliqué que me mataran.

Comenzaron a temblarme las manos y finalmente levantó la vista, mirándome a los ojos con expresión desafiante. ¿Qué rayos le pasaba por la cabeza al pedir que la asesinaran? Levantó las cejas incrédula.

- Lo mismo que pasaba por la tuya todas las veces que intentaste suicidarte –me encogí un poco e intenté controlar los temblores de las manos.

- No es lo mismo –sentencié con la voz áspera.

- Sí lo es –contestó imitando mi tono de voz y yo solo apreté los dientes con fuerza. Ella no sabía de lo que estaba hablando. No tenía ni idea de lo que-

- ¿Crees que no te amo tanto como tú a mí? –me quedé callado y con los dientes apretados, intentando buscar la forma de responder a esa pregunta sin que intentara matarme. Pero por supuesto que lo creía. Era imposible que me amara siquiera una décima parte de lo que yo la amaba. Entrecerró los ojos, furiosa al escuchar lo que pasaba por mi mente.

De pronto me vi a mi mismo en una habitación oscura. Ness permanecía arrodillada en el piso y Jeremy se sentaba en un rincón. Se sentía justo como cuando lo vi besarla. Aunque me gustaba más esta escena, el guardaba una distancia más acorde a mi gusto. Le presté atención a mi Ness. La mirada en su dulce rostro era casi irreconocible. Como si no hubiera absolutamente nada detrás de sus ojos más que dolor y furia. Era la misma mirada que había visto en el espejo durante más de un año. Se me abrió un agujero en el pecho de solo ver su expresión de esa forma.

El chupasangres se comportaba especialmente asqueroso. Le mostró el brazalete que yo le había hecho y casi pude escuchar el ruido del corazón de Ness hizo al romperse. Sentí como si me presionaran el pecho con fuerza, y me encogí automáticamente. Era el brazalete que le había hecho el mismo día que ella me había regalado el llavero que guardaba ahora en mi bolsillo.

- Tiene tu olor –murmuró mientras se lo acercaba a la nariz. Pude ver el cambio de color en sus ojos, cómo se volvían más oscuros al sentir su perfume, y tuve que recordarme que todo esto ya había pasado. Que no podía hacer nada contra él en esa habitación de los recuerdos de Nessie.

- Era de alguien a quien solía conocer –dijo con tono seco, intentando hablar a través del nudo en su garganta- ¿Podrías dármelo? -El vampiro la ignoró mirando sus ojos, mientras los de ella seguían clavados en el brazalete.

- ¿Por qué el berrinche?

- Quiero que me mates –le contestó segura, y mi corazón se encogió ante esas cuatro palabras, que de haber sido escuchadas, hubieran significado mi perdición.- Quiero ser alimento –agregó después.

La escena saltó de repente y todo el mundo había cambiado de posición. Ahora Ness estaba de nuevo de rodillas en el piso, apretándose el pecho con una mano. El parásito estaba de cuclillas en el piso, demasiado cerca de mi Ness. Di dos pasos en su dirección, repentinamente furioso y con el cuerpo entero temblándome, olvidando que no había nada que pudiera hacer.

Me sentí muy confundido cuando volví a la realidad y vi a Nessie frente a mí, aún mirándome a los ojos.

- Pedí que me mataran porque ya estaba muerta. Morí el día que me separaron de ti, y mi corazón latió de nuevo cuando volví a verte –sus ojos se llenaron de lágrimas a pesar de que su voz y su expresión continuaban frías-. Así que no te atrevas a decirme que no te amo tanto como tú a mí.

Asentí con la cabeza, inseguro de lo que debía decir. Aún perturbado por su expresión de su rostro en el recuerdo. Aunque la idea todavía me parecía absurda. Después de todo, ¿porqué me amaría tanto algo tan perfecto? Tragué en seco e intenté despejar mi mente para no provocar otro recuerdo doloroso. De verdad no quería verla de esa forma. Me sentiría morir un poco cada vez que la viera con esa expresión vacía y adolorida. Suspiré profundamente y apreté los ojos un momento antes de hablar de nuevo.

- ¿Por qué no te… hicieron caso? –no podía pronunciar la palabra “mataron” con respecto a ella. A penas podía pensarla. Frunció el ceño y comenzó a caminar de nuevo, llevándome con ella al no soltarme la mano. Ya no parecía enojada, solo triste. Y detesté la idea.

- Jeremy me dijo que todos debíamos entrenar en parejas. –Agradecí para mis adentros que no me transportara de nuevo, no creí que pudiera soportarlo-. Así que si yo moría, mi compañero debía morir también –fruncí más el ceño. Eso sólo hacía que lo viera con más asco todavía. Aunque en realidad no entendía qué relación tenía esto con lo que acababa de suceder-. Mi compañero era Matthew. El que me sostenía ¿lo recuerdas? –asentí con la cabeza-. Él y Cristal son pareja. Y en este caso, cuando digo pareja me refiero a que son como uno solo. Como dos piezas de una misma cosa… como nosotros.

Sonreí por su forma de describirnos. Era exactamente como yo nos veía. Apretó mi mano un poco más fuerte mientras una sonrisa jugaba en las comisuras de sus hermosos labios. Dios, como quería besarla… y no solo eso.

- No tienes remedio –me reprochó en tono burlón.

- Ni quiero tenerlo –repliqué descaradamente, sonriéndole mientras se sonrojaba y ponía los ojos en blanco. De verdad se veía hermosa cuando hacía eso. Carraspeó llamando mi atención y sacudí la cabeza para despejarme un poco. Aún no entendía la relación entre una cosa y la otra.

- Bueno, Jeremy dijo que Matt debía ser mi compañero –la miré con los ojos como platos-. ¡No! No esa clase de compañero –se rió aligerando un poco el ambiente-, solo de entrenamiento –suspiré disimuladamente-. La cuestión es que dijeron que lo matarían a él también si yo decidiera morir.

- Así que no lo hiciste –solté aliviado y un poco asqueado por la forma en la que la habían manipulado.

- Cristal me dijo que me debía su vida entera –hizo una pausa y frunció el ceño-. Hoy comprendí lo que me había querido decir. Si tu hubieras-

- No lo hice –la corté-. Estoy bien. Perfectamente bien –me miró a los ojos, luego a mi cuello por una milésima de segundo, y finalmente levantó la vista una vez más, asintiendo con la cabeza-. Supongo que hoy me devolvió el favor.

- ¿Y no los… castigaran? Por habernos ayudado, quiero decir –pregunté en voz baja. Ness frunció el ceño.

- No lo creo… Al menos eso espero. Sólo los vio Eleonor y… -se quedó callada.

- Sigue –le insté.

- No creo que Jeremy les haya prestado demasiada atención. La arruga de su frente se profundizó y yo apreté más su mano en respuesta.

- ¿Qué sucedería si los hubieran visto? ¿Si no pudieran echarle la culpa a los lobos por la muerte de la sanguijuela?

- Los matarían –sentenció con voz seca y amarga-. Aunque tengo la esperanza de que podrían haber escapado con vida, si es que se mantuvieran juntos.

“Juntos”. Esa parecía ser la clave. Nosotros también podríamos superar el fin del mundo si sólo nos manteníamos unidos. A fin de cuentas, era todo lo que necesitábamos. Solos ella y yo.

Y entonces me di cuenta de lo obvio. No estaríamos juntos hasta el fin de los tiempos. Lo estaríamos por una semana, hasta que el veneno se desvaneciera de su sangre y… Dejé de caminar y sentí que mis rodillas se volvían gelatina y un nudo enorme se me formaba en la garganta. El mundo entero se me venía encima y no podía hacer nada para evitarlo. Ness me soltó la mano de repente, como si le hubiera dado un choque eléctrico.

- ¿Qué te sucede? –susurré para que mi voz no se quebrara, sorprendido por su actitud distante y su mandíbula apretada.

- No quiero pensar en eso –contestó muy segura. No podía estar hablando en serio. Era lo más importante del mundo ¿y ella sólo quería ignorarlo?

- ¿Me estás pidiendo que me cruce de brazos? –apretó más la mandíbula y me miró desafiante.

- Solo- no quiero pensar en eso ¿de acuerdo? Quiero pretender que todo está bien –cerré los ojos y apreté los puños.

- No todo está bien, Ness –lo susurré casi sin sonido, dejando escapar las palabras entre mis dientes. Sólo teníamos una semana. Una maldita semana.

- ¡Jake! –se quejó, y mis dientes rechinaron por la frustración que me producía el tener que quedarme quieto. No podía hacer nada contra lo que se aproximaba-. Jake… -repitió más suavemente, acercándose para acunar mi rostro en una de sus pequeñas y delicadas manos-. Quiero que seamos felices, Jake. Quiero pretender que lo seremos por siempre. Necesito creer eso. Y también necesito que lo entiendas, que me apoyes… estoy harta de hacerte el amor con miedo a que un vampiro atraviese la puerta y nos mate a ambos… de no poder despertarme a tu lado sin escuchar una batalla afuera.

La miré intentando entender lo que me decía. De verdad lo intentaba. Pero no podía imaginarlo. No sabía lo que me estaba pidiendo. Ella era mi mundo, mi vida entera. No tenía la fuerza para verla marchitarse ante mis ojos, sin poder evitarlo.

- No te lo estoy pidiendo a la ligera, Jake. Esta es mi decisión. Prefiero vivir una semana contigo que vivir para siempre sin ti. Y si vuelvo sabes que eso es lo que pasará. Encontrarán la forma de llegar hasta ti. Esa no es una opción para mí. No puedo soportar perderte una vez más. A penas salí viva de la última vez. Y la única razón por la que salí adelante fue por ti. Porque pensé que no querrías que me rindiera.

- Tampoco lo quiero ahora.

- No me estoy rindiendo, Jake. Estoy luchando por lo que quiero. Por ti. Por ser feliz contigo, por el tiempo que tengamos –dudó un segundo y buscó mi mirada cuando bajé los ojos para fijarlos en el piso.- No puedo hacerlo de nuevo, Jake. No soy tan fuerte. Solo conseguiría morir sola.

Suspiré profundamente cerrando los ojos una vez más e inclinando la cabeza sobre su mano. Me preparé para fingir que todo estaría bien. Que nada había cambiado desde el día en el que nos habíamos declarado nuestro amor. Me preparé para fingir que mi mundo entero no se acabaría en un abrir y cerrar de ojos, que el futuro no me miraba con mala cara, aproximándose poco a poco hasta que todo finalmente se acabara.

Me preparé para fingir que perder al amor de mi vida y al centro mismo del universo, no sería una amenaza constante en el fondo de mi cerebro y haciendo pedazos mi corazón. Me preparé para hacer mi mejor esfuerzo… para hacerla feliz.

……………………………

Luego de eso, volvió a tomarme de la mano y caminamos unos minutos más hasta llegar al pueblo. Nos habíamos tardado una eternidad en llegar, a pesar de que podríamos haber hecho el trayecto en cuestión de un par de horas si hubiéramos corrido.

- Inspeccioné el lugar hace unos días. No encontré nada –comenté saliendo de entre los últimos árboles-. ¿Tú hueles algo ahora?

- No… ni siquiera humanos ¿Y tú?

- Nada –confirmé-. ¿Qué crees que debamos hacer? –agregué. Ness me regaló una sonrisa radiante y comenzó a correr rápidamente hacia el centro de la calle, sin soltarme la mano. Le seguí el paso a pesar de la sorpresa y soltó una pequeña carcajada cuando frenó en seco y yo casi ruedo por el piso. Puse los ojos en blanco y Nessie se cubrió los ojos con una mano mientras extendía el otro brazo hacia fuera, apuntando con el dedo índice a una de las casas. Comenzó a dar vueltas con los ojos aún cubiertos.

Me reí cuando comprendí lo que hacía. Era su forma de seleccionar nuestro nuevo hogar. Paró después de varias vueltas y se quitó la mano de los ojos, observando con detenimiento el lugar que había escogido.

- ¡Esa! –anunció mientras comenzaba a caminar hacia la casa de dos pisos y techos rojos. El jardín se veía cubierto de hierba y flores silvestres. Daba la impresión de que nadie había estado allí en meses, quizás más. No había señales de violencia. Ni vidrios rotos, ni puertas forzadas… ni cuerpos drenados de sangre tirados por el piso.

Simplemente era una casa. Una casa abandonada. Intenté encender las luces al entrar, pero al parecer no había corriente eléctrica. Bueno, de todas formas nos las arreglaríamos. Estaba seguro de que encontraríamos algo que hacer.

En la sala, un enorme sofá color crema –el color que parecía predominar en la casa- ocupaba el espacio principal, frente a un televisor gigante. Más atrás en la casa, estaba la cocina, un pequeño cuarto de lavado y luego la puerta trasera. Una puerta de madera oscura con una pequeña ventana cubierta por una cortina. Salimos al patio trasero, y una casa para perros color celeste nos llamó la atención.

- Talvez debería dormir ahí –bromeé.

- No creo que quepas –contestó riéndose como solía hacerlo cuando éramos humanos, y luego volteó como inspeccionando el terreno.

- ¡Ajá! –gritó con tono exagerado y levantando el dedo índice en el aire teatralmente.

Puse los ojos en blanco y solté una carcajada. Estaba mirando un pequeño cobertizo de madera. Se acercó y rompió el candado que lo cerraba antes de abrir la puerta. Se volvió hacia mí y me sonrió de oreja a oreja.

- ¿Quieras ver alguna película de terror? –me preguntó, y de inmediato me transporté a cuando todo estaba bien. Le sonreí ampliamente y me acerqué. Dentro de la pequeña estructura había un generador. Lo pusimos en marcha rápidamente y luego Ness salió corriendo hacia la casa-. ¡Atrápame si puedes! –gritó mientras pasaba a mi lado.

La perseguí pisándole los talones y la atrapé justó antes de que llegara al sofá, no paró de reírse mientras la agarraba por la espalda. Adoraba el sonido de su dulce risa, sentía que no lo había escuchado en siglos. Daría mi vida por escucharlo por siempre…

- Bueno, ¡me rindo, me rindo! –gritó entre risas y dejó de retorcerse. Yo aflojé mi agarre y solo permanecí abrazándola por la espalda. Después de un segundo su respiración se calmó y fui muy conciente de lo cerca que estaba de mi cuerpo. Suspiré profundamente en su cabello y sus manos se deslizaron por mis brazos, acariciando la piel que tenía a su alcance.

Era curioso como el hecho de tener su cuerpo tan cerca hacía que todo pareciera estar bien. Era… lógico. Se movió volteándose y pasando sus brazos alrededor de mi cuello para besarme, y yo la tomé de la cadera suavemente para que enredara sus piernas en la mía. Parecíamos sincronizados completamente, nuestros labios, nuestras manos, nuestros deseos.

Caminé a tientas los dos pasos que faltaban para llegar al sofá y la recosté sin despegarla de mi cuerpo. Era casi imposible para mí dejar de besarla, y absolutamente imposible alejarme de ella. Lo adoraba todo de ella: su perfume, su sabor, su corazón, la forma que tenía de tocarme, su cuerpo, su mente… debía haber una palabra más grande que “amor” para definir lo que sentía. Debía haber algo con más sustancia, más compromiso… más adoración. ¿Cómo se le llamaba a la persona que lo significaba todo para ti? Así era. Ella lo era todo… siempre lo sería.

Dios, adoré despertarme con su aroma llenándome los pulmones y su cabello rozando mi rostro. Había querido despertarme tranquilo a su lado desde siempre. La sensación de que teníamos todo el tiempo del mundo era engañosa, pero placentera. No podía sentirme mal cuando dormía tan tranquilamente en mis brazos. Estábamos en el piso de la sala, bastante lejos del sofá. A penas recordaba cuando nos habíamos movido. Sólo me venía a la memoria su cuerpo, y la habitación girando alrededor.

Llené mis pulmones y me relajé todavía más. No estaba seguro de seguir despierto completamente. Sentía como si flotara. Como si me hubieran anestesiado, y solo pudiera sentir las partes del cuerpo en las que me tocaba su piel. Ness se removió y relajó su mano, que permanecía como un puño, apoyando ahora su palma en mi pecho. Pude ver lo que soñaba. Era un sueño tranquilo, con muchos colores. Solo agua, flores, hierba y por supuesto, nosotros dos. Ambos, juntos. Como debería ser para siempre. Todo era perfecto, justo como este momento. Justo como lo era siempre que estaba conmigo. Me dejé llevar de nuevo y me dormí siento muy conciente de su cuerpo sobre el mío… nunca olvidaría esa sensación. Era, y siempre sería, el mejor momento de mi vida.

9 comentarios:

  1. HOLA NATY, QUE LINDO TE QUEDO ESTE CAPITULO. LA VERDAD YA SE MERECIAN UN DIA TRANQUILO Y DE RELAX, ME GUSTO MUCHO AUNQUE NO CREO QUE LES DURE TANTO, KE MAL, COMO LE VA A HACER NESSIE SI NECESITA REGRESAR PARA VIVIR, NOOOOOO. QUE MIEDO.

    SALUDOS NATY Y ESPERO EL SIGUIENTE CAPITULO, BESOS. DESDE MONTERREY.

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  2. No tengo palabras... simplemente excelente!!! xoxo desde venezuela

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  3. Naty esta superr este capitulo por fin olvidando todo lo amlo que les ha sucedidoooooo... aaaawwww me enloqyuece esta historia mi naty....... me matasteeee!!!
    Besos mi Linda

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  4. nononono!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    no se puede morir!!!
    me muero si ella se muere!!!
    no, pensandolo bien mejor voy a consolar a jake (6)
    jajaja
    te amo naty!!!
    este capitulo esta hermoso
    y tranquilo asta me dejo paz!!!

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  5. Naty un capitulo perfecto... justo lo que necesitaba para entender el anterior... y por fin algo de paz para esta pareja.

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  6. Aaaaaaaaaaaw! u_u
    Un momento de paz y tranquilidad...
    ^^!"

    Casi llorpor lo que le dice Ness a Jake, es algo asi como lo que le dijo John Smith a Pokahontas...

    "Prefiero morir mañana que vivir mil años sin haberte conocido"

    [Quiza no son las palabras exactas, pero la idea es la misma]

    BL, Saludos mi Naty! :]

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  7. aplausosssss.!!!
    y aullidos... y todo juntooo.!!
    me encantan estos capitulode paz x asi decirlo..
    jaja bien dicen
    q despues de la tormenta llega la calmaa..!!

    vamos a ver cuanto les dura esto..
    pero mientras dure, hay q hacer q valga la pena :P jaja

    me encanto el capi..
    espero el q viene..!!!

    besotes...

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  8. arrechisimooooo me encanto
    ame este cap ='( aunq
    llore leyendo toda la historia
    hahaha q tonta plis sube pronto =D

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  9. Natty morii aqii

    Pedí que me mataran porque ya estaba muerta. Morí el día que me separaron de ti, y mi corazón latió de nuevo cuando volví a verte

    Asii q sii me ves x msn o dando lata en twitter es solo mii ente xQ iia mori X|

    perdn x no haber leiido antes, pro en cuanto publiiqes nuevo sii q leeré priimeriito, me hizo llorar como loca este capiii graciias Natt x todas estas emociiOnes
    kiissess

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...