miércoles, 30 de diciembre de 2009

Amistad Placentera "Cap 03" - Kokoro Black

Adaptado en la novela de Mauren Child: Placer sin compromiso. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha


--

Amistad Placentera

Capítulo III –¿Creerte?

--


--

Jasper POV

--

Comprobé la hora por enésima vez durante los últimos minutos y miré a mis hermanos. Edward y Emmett estaban de pie, hombro contra hombro, y eran tan parecidos… imponentes, pero esa era una característica aplicable en los tres.

Con solo un año de separación entre nosotros, habíamos crecido muy unidos y lo estábamos cada día más. Los hermanos Cullen éramos un solo hombre en casi todo, hasta el punto de que no teníamos secretos entre nosotros; por ejemplo, ni siquiera teníamos que mirarnos a los ojos para saber que pasaba algo raro.

-Charlotte, la gerente de la bodega, sabrá cuidar del negocio durante mi ausencia –dije, echando un vistazo a mi alrededor.

La fiesta de la boda había terminado, los invitados se habían ido y los empleados estaban limpiando el jardín, retirando las sillas blancas y los macizos de flores, guardando la cubertería y llevándose la comida que había sobrado.

Yo aun estaba enfadado. Se suponía que aquel iba a ser un día de felicidad y de celebración que serviría para acercarme más a mi sueño de expandir el negocio de la bodega. Pero el sueño se había convertido en una pesadilla.

Sacudí la cabeza e intenté concentrarme en el asunto.

-Pero si necesita ayuda… -continué.

-No te preocupes, le echaremos una mano –intervino Emmett-. Bueno, o más bien se la echará Edward. Yo estoy a punto de marcharme a Volterra y no puedo suspender el viaje.

Emmett dirigía la pequeña compañía aérea de la familia, que además de organizar vuelos a distintos lugares del mundo, alquilaba aviones a ricos y poderosos. Teníamos muchos y muy experimentados pilotos, pero de vez en cuando pilotaba en persona. Le gustaba volar e ir de un sitio a otro. Era el trabajo perfecto para él.

-Y después de Volterra, voy a Suiza –añadió Emmett-. Estaré fuera tres semanas, de modo que tendrá que ser Edward quien te ayude.

-Eso no será un problema –dijo Edward-. No pienso moverme de aquí.

-Claro que no –afirmó Emmett entre risitas-. Tengo entendido que nunca te alejas más de dos metros de tu esposa. Bella dice que la miras como si llevara una granada de mano a punto de estallar.

Edward miró a nuestro hermano menor con cara de pocos amigos.

-Ya hablaremos si alguna vez te encuentras en la misma situación que yo. Bella está embarazada. Es lógico que me preocupe por ella.

Emmett dio una palmadita en la espalda a Edward.

-Descuida, yo nunca me encontraré en tu situación –afirmó antes de girarse hacia mi-. ¿Dónde has dicho que van de luna de miel?

-No lo he dicho –respondí-.

-Alice le dijo a Bella que se iban a Fiji…

-Pero hemos cambiado de idea.

Me encogí de hombros para dar la impresión de que aquello no tenía importancia. Ni quería involucrar a mis hermanos en el asunto de James ni tenía tiempo para explicarles lo sucedido.

Volví a mirar el reloj y me pregunté como podía tardar Alice tanto tiempo en cambiarse de ropa.

-¿Tiene esto algo con el rubio ese que se ha presentado a la fiesta?.- Preguntó Emmett, metiéndose las manos en los bolsillos.

-Alice no parecía precisamente contenta de verlo -intervino Edward-. ¿Es el hombre con el que estuvo casada?

Maldije en voz baja. Esperaba mantener el problema en secreto y evitar que alguien supiera que nos estaban extorsionando; sobre todo, mis hermanos. Los Cullen no éramos gente que dejáramos que nos pisotearan. Ni yo mismo había pensado seguirle el juego a James si no hubiera tenido la intención de ganar tiempo.

-¿Siempre tienen que ser tan observadores?

Emmett me miró con desconfianza, como si intuyera que algo iba mal, y dijo:

-Yo ni siquiera me había dado cuenta hasta que Peter me lo comentó.

-Maldita sea…

La situación era peor de lo que había imaginado. Esperaba que el resto de mis familiares y amigos no se hubieran dado cuenta.

-¿Ah, sí? ¿Y qué te ha dicho?

Emmett se apartó para dejar pasar a los empleados que se llevaban la cafetera industrial.

-No mucho. Solo que Alice tenía aspecto de estar enferma y que tú parecías a punto de estallar. Pero estoy tan acostumbrado a ver esa expresión en tu cara que francamente ni me habría dado cuenta…

-Gracias por el comentario, hermanito –dije con ironía-. Pero dime… ¿le ha contado eso a alguien más?

-Que yo sepa, no. Pero espera… Jared y Paul también estaban presentes, así que se habrán dado cuenta de que estabas enfadado –contestó-. Sin embargo, yo no me preocuparía. Siempre estas enfadado por algo, querido hermano.

Bueno… quizás tenían razón; pero aquello era diferente, y al parecer, Edward se había dado cuenta.

Mi hermano mayor hizo un gesto con la cabeza para que nos alejáramos de los empleados que estaban limpiando la zona. Edward no volvió a hablar hasta que los tres nos encontramos a la sombra de la mansión, entre los arbustos.

-¿Qué ocurre, Jasper? ¿Quién era ese tipo? ¿Y qué tiene que ver contigo y con Alice?

-Era un fastidio, anda más.

Se me erizó el vello de la nuca. Mis planes estaban a punto de irse al traste por culpa de un canalla ambicioso, y estaba tan enfadado que sentí la necesidad de gritar o de pegarle un puñetazo a algo.

-¿Podrías darnos más detalles? –preguntó Emmett.

Lo miré dudando.

-Vamos, hombre –insistió Edward y suspiró.

-Está bien. Se llama James Gigandet.

Edward soltó un silbido.

-Vaya, así que yo tenía razón… es el ex marido de Alice.

-¿Y qué diablos estaba haciendo en la boda? -murmuró Emmett.

Estábamos bastante lejos de los empleados, que además estaban en sus cosas y no nos prestaban atención. Pero a pesar de ello, contesté en voz baja.

-Ha pasado de visita porque no es exactamente su… ex marido.

-Explícate –ordenó Edward.

Se lo expliqué. Mis dos hermanos intercambiaron miradas de asombro y luego me miraron. No tuve más remedio que contarles lo sucedido. Y lejos de sentirme mejor, mi enfado creció por momentos.

-¿Has pagado a ese cerdo? –Preguntó Emmett-. ¿Es que te has vuelto loco?

-Tenía que hacerlo. No quedaba otro remedió.

-Siempre hay una solución, Jasper –dijo Emmett, sacudiendo la cabeza-. ¿Oyes eso? ¿Esa especie de ruido sordo? Pues es el ruido que hace nuestro padre al revolverse en la tumba.

Asentí.

-Siempre eres de gran ayuda. Gracias - dije con ironía.

-No lo entiendo –intervino Edward-. Tu nunca habrías pagado a un extorsionador… habrías llamado a la policía.

-Oh, claro, que gran idea. Podría haber llamado a la policía para que se presentaran en mitad de la boda. De ese modo, la noticia aparecería en todos los periódicos del país –les recordé.

Lamenté haber dejado de fumar. En ese momento me habría venido magníficamente bien un cigarro.

-Pero ahora querrá más dinero –afirmó Edward.

-¿Y crees que no lo sé?

Miré hacia la zona del jardín donde se había celebrado la fiesta. Todavía quedaba una mesa solitaria, y el viento arrastraba una servilleta de tela por el césped. El sol descendía poco a poco en el horizonte, trazando pinceladas de color rojizo en las nubes plateadas. Y lo observé todo en un vano intento por tranquilizarme y olvidar por un momento lo sucedido.

Después, me giré hacia mi hermano mayor.

-He pagado porque necesitaba ganar tiempo. Nos vamos a México para conseguir el divorcio y casarnos otra vez. Ya me encargaré de ese gusano a la vuelta.

-¿Y qué quieres que hagamos nosotros? –preguntó Edward.

Me alegré de tener la familia que tenia. Discutían conmigo y me llevaban la contraria cuando pensaban que no tenía la razón, pero estaban a mi lado siempre que los necesitaba, en cualquier circunstancia.

-Que lo vigilen. Averigüen donde va y a quien ve.

Había dado muchas vueltas al asunto durante las dos últimas horas. Lo había pensado mientras cortábamos el pastel de boda e incluso cuando abrí el baile posterior en compañía de Alice. Había considerado la posibilidad de contratar a un detective privado, pero aquella solución era más conveniente. Mis hermanos no me traicionarían. Y cuantas menos personas estuvieran al tanto, mejor que mejor.

Volví a mirar la hora. Teníamos que marcharnos.

-Investiguen el pasado de “Brad Pitt” –continué no sin que antes Emmett soltada una pequeña carcajada-. No me importa lo que hagan para conseguirlo, pero quiero información. Sospecho que no es la primera vez que se mete en un asunto como éste.

-¿Cómo? –preguntó Emmett, extrañado-. ¿Insinúas que se dedica a casarse con mujeres para extorsionarlas después? Hay formas más sencillas de vivir. Incluso si eres un vulgar delincuente.

-Dudo que se haya especializado en bodas, pero estoy seguro de que ya ha extorsionado a otros. Es frío y tiene aplomo. Yo diría que tiene experiencia en esto.

-Muy bien, lo haremos –dijo Edward, mirando hacia la casa-. ¿Pero qué pasa con Alice?

Me quedé helado.

-¿Qué quieres decir?

-¿Crees que ella estaba en el ajo?

Me giré para mirar hacia la ventana del dormitorio, donde Alice se estaba cambiando de ropa.

-Me gustaría saberlo, pero no lo sé –contesté-. Puede que este confabulada con él y puede que no. En cualquier caso, lo averiguaré.


--

Alice POV

--

-Esto no me gusta nada en absoluto.

-Lo sé, mamá –dije, mientras intentaba arreglar mi rebelde cabello. No pude hacerme mucho así que me resigne al ver cada una de las puntas viendo a diferentes direcciones.

Volví a mirarme en el espejo de la habitación y pensé que, a pesar de todo lo que había pasado, mi aspecto era razonablemente bueno. Mi pelo negro había visto días mejores, pero el vestido, verde y sin mangas, era precioso.

Fruncí el ceño e intente subirme un poco el escote, sin éxito. Me parecía demasiado provocador para la ocasión. Sin embargo, ya no tenía tiempo para cambiarme otra vez de ropa. Jasper me estaba esperando y no le gustaba que lo hicieran esperar.

-¿Qué hacia aquí James? –preguntó mi madre con desconfianza.

Volteé a verla, estaba sentada en la cama, y estuve a punto de confesarle la verdad. Pero no habría servido de nada. La preocuparía sin necesidad y no arreglaría ningún problema con ello.

Prefería ahorrarle el disgusto.

-Ha venido a desearme suerte –mentí, con una sonrisa forzada.

-¿A desearte suerte?

Mi madre no me creyó, pero optó por no discutir. Me giré hacia ella.

-Mira, mamá… Sé que no apruebas mi matrimonio con Jasper y que…

-Yo no tengo nada contra él –me interrumpió de forma brusca-. Lo sabes de sobra. Los chicos de los Cullen siempre han tenido buen corazón.

-Entonces, ¿Por qué te preocupas tanto? Estaré bien, descuida.

Mi intentó tranquilizador no sirvió de nada. Mi madre no había terminado de hablar.

Sé que los dos se llevaban bien de niños, sé que era tu mejor amigo, pero la gente cambia y…

-Mamá, eso fue hace mucho tiempo.

La memoria me llevó al pasado. De repente, Jasper y yo éramos los niños que se colaban en el granero para dar manzanas a los caballos, que se escondían de Emmett cuando quería jugar con ellos y que seguían a Edward por todas partes hasta que se cansaba y los perseguía.

Habíamos sido grandes amigos. Pero en la infancia.

-Ahora somos dos adultos y sabemos lo que estamos haciendo –continué.

-Pero casarte con un hombre a quien no amas y permitir que te pague por ello es…

-Dicho así, suena realmente mal -ironicé.

Mi madre me tomó de la mano.

-Es que está mal, hija-dijo con tacto-. Ya has sufrido una experiencia desagradable con el matrimonio. Y no quiero que tengas más. Quiero que ames y que te amen.

Suspiré. No era la primera vez que manteníamos aquella conversación.

-Bueno, puede que algún día me suceda… pero esto no tiene nada que ver con el amor. Jasper necesitaba una esposa y yo quiero mi boutique. Es un simple y puro acuerdo de negocios.

-Hum…

Mi madre frunció el ceño con desaprobación y supe que Mary Brandon no aprobaría nunca mi boda. Pero ya daba igual. O tal vez no: si seguía casada con James, no podía estarlo con Jasper.

Era una situación desesperante.

-Mamá, tengo que marcharme. Jasper me está esperando.

Mi madre me dio un fuerte abrazo y me besó en las mejillas. Después, tomó mi cara entre las manos.

-No permitas que te vuelvan a hacer daño. Si te rompen el corazón otra vez, no estoy segura de poder soportarlo, cariño.

Yo tampoco quería que me rompieran el corazón. Por miserable que fuera James, al principio había estado enamorada apasionadamente de él. Y cuando me abandonó, mi dolor fue inmenso, terrible.

No quería pasar otra vez por aquella experiencia. Pero eso era lo mejor de mi relación con Jasper. Ni él ni yo pretendíamos llegar más lejos.

Me alejé de mi madre y caminé hacia la puerta. Ya habíamos bajado las maletas al coche, de modo que lo único que tuve que cargar fue mi bolso verde.

Los zapatos de tacón que llevaba se hundieron en la ancha moqueta de la habitación. Noté que el pomo de la puerta estaba frio.

-Mamá…

Me giré hacia ella e intenté no fijarme en el dolor de su mirada.

-No me harán daño, te lo prometo –dije con convicción-. Este no es un matrimonio por amor. Recuérdalo. No es más que un negocio.

***

Apenas abrí la boca durante la primera hora del viaje a La Rivera, en México. No me extrañó, aunque habría preferido que se mostrara más comunicativo conmigo. Estaba encerrado en sí mismo, tenso. Quizás fuera mejor así.

La azafata del avión privado, que llevaba una falda azul marino y una camisa blanca de manga corta apareció por el pasillo y me ofreció una copa. Tras un momento de duda, pedí una margarita. Necesitaba algo fuerte, algo que me adormeciera un poco. El día había sido muy duro.

La azafata me sirvió la bebida y desapareció en la cabina de mando, dejándonos a los recién casados a solas.

Eché un trago, miré a mí alrededor y me recosté en el comodísimo sofá. Era de color azul pálido, como la moqueta y las sillas. En el fondo del avión había un dormitorio con una cama de matrimonio y un cuarto de baño tan grande que, en comparación, mi piso habría parecido un armario.

También había una cocina pequeña. Y cuadros y flores por todas partes, además de una pantalla de plasma.

En otras circunstancias me habría parecido un lugar ideal, incluso romántico. Pero el silencio absoluto, solo roto por el sonido de fondo de los motores, terminó por sacarme de quicio.

Miré a mi marido, que se había sentado en la parte delantera. Tenía las piernas estiradas y cruzadas la una sobre la otra. Durante la última hora no había cambiado ni una sola vez de posición. Solo había movido el brazo, y solo para alcanzar un vaso de whisky y llevárselo a la boca.

Eché otro trago de margarita, saqué fuerzas de flaqueza.

-¿Vas a estar callado todo el tiempo o esto solo es temporal?

Jasper giró la cabeza, y luego la butaca, para mirarme de frente. Sus ojos marrones se entrecerraron.

-¿De qué quieres hablar?

Esa… era una buena pregunta. Desde luego, no quería pensar ni mucho menos hablar sobre James Gigandet; sabía que más tarde o más temprano tendríamos que hacerlo, pero quería tener unas horas de tranquilidad. Tampoco quería hablar del dinero que le había pagado; cada vez que me acordaba, me enfadaba tanto que perdía los estribos. Y definitivamente, no quería hablar de nuestro matrimonio: en primer lugar, porque James nos había humillado en público; y en segundo, porque en tales circunstancias, mi matrimonio con Jasper era ilegal.

No se me ocurrió nada, así que al final dije:

-Bonito avión…

Él sacudió la cabeza y echó otro trago de whisky.

-Gracias.

Pero no estaba dispuesta a rendirme tan fácilmente. Ya había logrado que abriera la boca y quería animarlo a seguir. Además, no me sentía muy segura en los aviones. En ocasiones como esas, me concentraba en el trabajo para no pensar en el asunto; pero allí, a solas con él, no tenía nada que hacer.

-Es la primera vez que viajo en un avión y no estoy encajonada entre dos tipos. Esto es mucho más agradable –declaré.

Jasper miró a su alrededor y se encogió de hombros.

-Hace tanto tiempo que no tomo un vuelo comercial que lo he olvidado…

Aquello era todo un triunfo. Había pronunciado más de dos palabras seguidas.

-Pues no te pierdes de nada. Créeme.

Él me volvió a mirar.

-Bueno, supongo que esa es precisamente la cuestión, Alice –declaró sin ningún cariño en sus ojos-. Que no se si puedo. Creerte, quiero decir.


¡Aww! Jasper no confía en ella, pero quien lo culparía ¿no? ¿Aullidos para esta lobita Alpha?

19 comentarios:

  1. xxxdddd jasper no puede ser mas frio, pero estoy segura q sabras darle calor, verdad koko????:P

    ResponderEliminar
  2. O_O soy segunda!!!
    por cierto menudo hachazo: no se si puedo creerte
    espero que mejoren... ademas todavia queda la noche de bodas no?¿

    ResponderEliminar
  3. AAAAhhhh!!
    como es posible que Jasper la trate asi??...
    si no se revindica con Alice pronto el ya no me va a agradar...
    Espero Alice sepa mejorar las cosas.
    Dale que estan buenisimas!
    Besos

    ResponderEliminar
  4. muy buen capitulo...!!! Jasper tiene derecho a desconfiar, me gusta...esperando el siguiente capitulos...Suerte...!!!

    Montse :*

    ResponderEliminar
  5. por favor decime que Jasper va a cambiar!!!! Pobre Alice!!! Besos

    ResponderEliminar
  6. Jasper siempre desconfiando y siendo frío. Pobre Alice ah me encanto la frase final.
    Que tenga cuidadito o va a tener que tragarse sus palabras...
    Si yo fuese Alice, ahora mismo le tiraba el dinero a la cara, y le exigia regresar para demostrarle su error.

    ResponderEliminar
  7. AYYYYYYYYYYY!! q terco jasper, como desconfia de ese lindo duendecillo?
    un besito kokoro q estes bn byeeee

    ResponderEliminar
  8. NOS SALIO DESCONFIADO EL HOMBRE, ESPERO QUE SE TOPEN C ON UNOS TRAGOS EN MEXICO Y ALGO DE LAS BURBUJAS SE LES SUBAN A LA CABEZA JAJAJA
    BUEN CAPI HERMOSA

    ResponderEliminar
  9. Awww; Pasee a ver & waaa nuevo capi :3
    Genial el sol salio !
    Hahaha

    Luego te dejo mi comentario nna :))

    ResponderEliminar
  10. Qe malo es Jaspeer ¬¬; Arrrg pobre Alice pro Buueno de todas formas el capi esta Genial nna !
    tC. :3

    ResponderEliminar
  11. AHHHHHH
    DIOS MIO
    jzajajajja ke tal con jasper???
    dios me cae tan mal cuando se pone en su plan
    pero bueno
    stoy casi segura de ke ya se le passara
    y se enamorara y shalala shalala
    jajajaja
    tkm chao
    y prospero año nuevo

    ResponderEliminar
  12. Koko .... me tienes loca .... cada vez quiero que publiques mas rapido jajaj.. me gusta como va la hisoria.... Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
    Feliz año nuevo mi Alpha.. mil bendiciones

    ResponderEliminar
  13. Kokoro!!! Feliz 2010!!!

    Que este año ste lleno de alegrias y bendiciones!!!

    Por toro lado, yo entiendo que es una situación dificil pero Jasper no puede creer k Alice tenga algo k ver oseaa ella se vio tonta pero no es su culpa staba dolida!!!

    En fin espero k pronto se den cuenta son el uno para el otro y k Jazz le pida perdon!!!

    XoXo

    ResponderEliminar
  14. a k baboso
    poes si la idea de
    cazarze fu de el
    no de alice
    alice ni keria
    el fue el terkillo
    todavia el mismo
    dia ella le desia k
    no y el de terko
    y ahora se hace
    el digno baaaa

    ResponderEliminar
  15. QUE ODIOSO...no lo culpo por desconfiar, pero es que se pasa. Pobre Aliceeee...
    jajaja Brad Pitt. Definitivamente cual de todos mas provocador :D

    Y lo que no puede faltarr... !AUUUU! KOKO.
    Gracias por hacer otra buena historiaaa...Esperoo el proximo :D

    ResponderEliminar
  16. no puede ser jasper no puede ser tan frio con ella tienes que calentarlo un poquito koko.

    espero con ansias el siguiente capi.
    besos.

    ResponderEliminar
  17. hola kokoro, estab un poco perdida conlas fiestas , feliz año nuevo
    hay la historia se pone muy interesante
    pobresita alice, jasper no confia en ella
    pero seguro que se vuelve a ganar su confianza
    hay edward y bella, ya se que este finc no es sobre ellos, pero me gusta mucho esa parejita
    un beso guapa,nos leemos

    ResponderEliminar
  18. Creer un acto de fe puede ser, amor sentimiento del corazón que lucha por salir de su caparazón. Besotes mi Koko

    ResponderEliminar
  19. Mi lobo hermosa tu deplano te gusta ver sufrir a la gente
    Pobre Alice tiene de marido a un tempano de hielo
    Wow ta canijo sobre llevar un matrimonio asi pero
    se ke le daras algo de calor a esta historia
    por supuesto
    Aaaaauuuuuullidos para ti!!!!

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...