sábado, 31 de octubre de 2009

Accidente Fortuito "Oneshoot" - Kokoro Black

Summary: Naty tiene su pedacito de cielo en la soledad... pero su soledad se ve interrumpida cuando un lujoso auto se estrella a unos cuantos metros de su escondite. Sera posible que el conductor sea... ¡No!, ¡Imposible!

Disclaimer: Esta historia es de Kokoro Black y los personajes son mi amiga Naty y nuestro bello Taylor… así que en esta ocasión… todos los derechos son míos… jojojo… y en especial Taylor…


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Por ti Naty… ahora siempre por ti…

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Accidente Fortuito

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Te estarás preguntando… ¿Quién es Naty?

Quizás yo no soy la más apropiada para contártelo. Pero es una de mis mejores amigas… y jamás la he visto en persona.

Quizás ahora habrás cambiado la pregunta… ¿Cómo rayos puede ser tu mejor amiga una tipa que jamás has visto?

Yo… simplemente me limitaría a sonreír y te contestaría: Porque no necesito verla para conocerla, ella es una chica llena de luz y es imposible dejar de notarla… de verdad, imposible. Es por eso que desde aquí, a kilómetros de distancia de ella, te puedo asegurar que la conozco y la amo… y solo por eso, me atreveré a contarte esta historia…

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El sol se estaba poniendo en una tarde de un 29 de Octubre. En un recóndito lugar del estado de California, -un pueblito solitario llamado: Ocotillo, en el condado de Imperial-, vivía una Argentina que había viajado a los Estados Unidos en busca del “sueño americano”.

Suspiró aliviada al mandar un mail a una de sus mejores amigas: Alejandra… mejor dicho Kokoro. Ella repudiaba que la nombraran por su nombre real, así que para evitar el discurso de siempre del porque odiaba su nombre, mejor la llamaba por su raro sobrenombre, que solo ella entendía. Era su cumpleaños y por eso estaba tan apurada escribiéndole una historia que sabia su amiga adoraría…

A veces Naty creía que había sido una locura cruzarse a los Estados Unidos, ya que realmente no conocía a nadie. Pero por otro lado, sentía que había sido lo mejor; ya que adoraba la tranquilidad de estar sola, tirarse al suelo en el patio de su casa y contemplar las estrellas por la noche junto a su perro. Ocotillo era un pueblito donde vivía muy poca gente, solo existía un mercado y una gasolinera. Era realmente una comunidad muy pequeña y remota, por lo tanto se sentía tranquila y en paz consigo misma.

Trabaja desde su casa, se dedicaba a realizar diseños para algunas empresas de la comunidad de Imperial y no era como que: ¡UTA MANO QUE RICA SOY! Pero ganaba su buen dinero que gastaba algunas veces, cuando se subía a su auto y viajaba a Mexicali a ver a su querida Kokoro.

Pero ese día definitivamente no saldría a contemplar las estrellas por la noche. Había una tormenta de los mil y un demonios. Estaba frustrada porque había planeado ir a Mexicali a visitar a su mejor amiga en su cumpleaños, pero esa maldita tormenta le gritaba en el oído fuerte y claro: NI SE TE OCURRA VIAJAR.

Por lo menos había escrito el regalo de su amiga y eso la tenía un poco más tranquila. Kokoro entendería que no había podido viajar así que fue a su sala de estar y se tiro a uno de los sillones mientras acariciaba a su Pastor Alemán negro: “Jake”.

Claro que el perro se llamaba Jake en honor a su personaje favorito de la saga de crepúsculo… Naty sentía que por lo menos así se sentía más cerca del personaje.

El día era un poco tedioso. La lluvia la privaba de poder salir y disfrutar caminando en la soledad. Refunfuñó un poco, no sin que Jake refunfuñara más fuerte que ella misma.

-¿Qué pasa amiguito?

Jake empezó a mover la cola rápidamente y con su lengua de fuera goteando, la miro angustiado. Naty acarició un poco su hocico pero el perro se hizo a un lado y volteó hacia la puerta.

-¡Ah! Ya entendí, quieres hacer del baño ¿verdad?

Como si el perro le entendiera, ladro una vez. Naty sonrió.

Estas mal Natalia… no te puedes comunicar con tu perro. Ya sé que te gusta estar sola… pero creo que ya te está afectando”.

Se puso de pie y rápidamente dejo salir a Jake a que hiciera sus necesidades. Se quedó en la puerta contemplando cómo se perdía en la lluvia. La visibilidad era casi nula. Se angustio que su único amigo presencial anduviera en dicha tormenta, pero confiaba que en cuestión de minutos regresaría para sacudirse por completo y mojarla toda. Sonrió y decidió ir por una toalla para secarlo. No tardo nada en obtener lo que buscaba y regresar a la puerta a buscar el rastro de su amigo canino…

Pero Jake seguía sin regresar. Trató de no sentirse paranoica, el techito de su porche la mantenía seca así que se sentó en una sillita mecedora que tenia ahí, y espero pacientemente porque su Jake regresara.

Pero pasaron los minutos y Jake seguía sin volver.

Una punzada atravesó su corazón. Se puso de pie y corrió por un impermeable, botas y un paraguas. Regresó corriendo a la puerta a ver si de pura casualidad Jake había vuelto... pero no. Era muy extraño, Jake jamás se tardaba más de dos minutos en ir a hacer sus necesidades y regresar a tumbarse a su lado. Así que sin pensársela más, se adentro en la espesa tormenta.

-¡JAKE! –Gritaba Naty con angustia. -¡JAKE! ¡POR FAVOR PERRO TONTO! ¡NO ME HAGAS ESTO!

El viento, junto con la lluvia y la tierra la privaban ver por donde carajos pisaba. Estaba frustrada corriendo sin rumbo y con el corazón en la boca.

-¡JAKE! –Volvió a gritar. ¡Con una maldita sea! Ese perro tonto la iba a escuchar.

A lo lejos escuchó el ladrido de su animal domestico que peligraba con ser castrado a mano… por una furiosa y preocupada Naty. Corrió a ciegas siguiendo el aullido de su mascota hasta que en su campo de visibilidad apareció… ¿un coche?

Jake estaba ladrando como loco a un coche que estaba estampado contra un árbol en el medio de la nada. Parecía que el lujoso auto había derrapado y había terminado ahí.

¿Aun estaría ahí el conductor?

¿Sería un vil borracho?

Su sentido humanitario y de amor por el mundo la impulsó a correr más a prisa para acercarse al lujoso vehículo. Se asomó por la ventana y distinguió a una persona inconsciente atrapada entre el asiento del coche y la bolsa de aire, que probablemente le había salvado la vida.

-Cielos Jake. ¿Qué se supone que deba hacer?- preguntó a su perro con cara contrariada y este se limitó a ladrarle.

Trató de abrir la puerta pero esta estaba con llave. Sus ojos se esforzaron por distinguir alguna piedra lo suficientemente grande hasta que la encontró, corrió al lado del copiloto y la estrelló contra el vidrio. Se cuarteó un poco, así que lo volvió a intentar. Esta vez un buen pedazo de vidrio se esparció y metió la mano para quitar el seguro… pero lo curioso fue sentir que…

La puerta del copiloto no tenia seguro…

Oohh… Nota: primero intenta abrir la puerta antes de aventarle una piedra.

Rezongó consigo misma mientras abría la puerta y trataba de acercarse al chico que estaba atrapado. No lograba acercarse así que tomo uno de los vidrios del auto y agujero la bolsa de seguridad, antes de que dejara de ser tan segura y ahogara al chico…

Si no es que ya se había ahogado…

Trató de no pensar en ello. Cuando la bolsa bajo lo suficiente, distinguió sangre en su frente. Desabrochó el cinturón y estiró su brazo para quitar el seguro de su puerta. Se aventó de nuevo a la lluvia y corrió al otro lado del auto para tratar de sacar al chico de ahí. Notó que su pecho subía y baja… “estaba vivo”. Lo jaló y con esfuerzos logró tenderlo en el piso terregoso. Parecía tener unos músculos impresionantes y pesaba mucho. No iba a poder llevarlo a su casa.

Se quitó su impermeable, importándole poco si se mojaba o no, y lo estiró en el suelo. Tomó el cuerpo del chico y lo rodó hasta que quedo encima de su protector de plástico. Una vez ahí tomo el extremo de la prenda y empezó a jalar a prisa mientras le gritaba a Jake que la siguiera…

No iba poder soportar que su perro desapareciera y con ello apareciera otro chico en apuros.

Con un esfuerzo sobre humano Naty llego a su casa. En el momento en el que llego a su porche escucho al chico toser. Soltó su prenda y se acerco con prisa hasta él.

-¿Estás bien?

El chico medio abrió los ojos y Naty sintió un vuelco en el corazón. Si no supiera que porque era imposible que un actor de Hollywood anduviera por ahí, hubiera jurado que era Taylor Lautner.

-¿Dónde estoy?

-En mi porche.

Su mano acaricio su rostro y medio sonrió.

-¿Hay porches en el cielo? Porqué no puedes ser otra cosa que no sea un ángel…

Oh… cielos… el tipo era un Don Juan, pero debía reconocer que adoró esa voz ronca y varonil, y era extrañamente familiar.

Lo ayudó a ponerse de pie y lo guió a subir los pocos escalones que daban al interior de su casa. El chico se quejó de dolor en las costillas, provocando que Naty se angustiara más.

Al entrar se dio cuenta de que todos los electrónicos estaban apagados.

¡Genial! ¿En qué momento se le ocurría a la luz irse? Justo cuando más la necesitaba.

Acomodó al desconocido en el sillón a ciegas como pudo y corrió por unas mantas, vendas, alcohol y sobre todo… velas y una lámpara de gas que usaba cada vez que la luz se iba… que era algo muy normal y mas en tormentas o lluvia.

Naty se debatía entre llevar al chico al hospital o atenderlo de inmediato por su cuenta. Temía que la carretera estuviera inundada y que fuera ella la que terminara estampada contra un árbol. Fuera lo que fuera evaluaría la situación. Regresó al lado del chico “del-auto-lujoso-estampado”.

Jake estaba al pie del sillón vigilándolo para Naty.

-Buen chico –musitó mientras acercaba una mesa y una silla. Coloco los objetos que había buscado en la superficie plana, se sentó tomando un trapo mojado y limpio el resto de lluvia y tierra. Él gimió de dolor y Naty se preocupó aun más.

-Tranquilo… todo va a salir bien-

Volvió a mojar el trapo en un cuenco con agua tibia y dio otra pasada a su rostro, pero no podía checar si el daño era severo o no. Acerco su lámpara de gas a su rostro y casi la dejo caer.

-¡No!… ¡imposible –se talló los ojos como tres veces antes de volver a aproximar la luz a ese varonil rostro y ver que…

Si… era Taylor Lautner.

Su corazón latió como loco. ¿Qué carajos hacia Taylor en el condado de Imperial? Debería de andar por los Ángeles… como mínimo en San Diego… ¿PERO OCOTILLO?

Taylor volvió a gemir y sus ojos entre abiertos comenzaron a cerrarse.

-No, por favor… no te desmayes… - musitó inútilmente, Taylor había quedado inconsciente.

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Abrió los ojos sintiendo una venda en su frente y un fuerte dolor de cabeza. Quiso moverse pero le dolió la costilla horrores y mejor se quedo ahí. Se enfocó en ver donde estaba… pero no se parecía en nada a la casa de su primo. Había viajado hacia Arizona pasando por imperial, para tratar de buscar un poco de paz en medio de la locura de las cámaras y los medios. Trató de recordar que había pasado y entonces recordó… la espesa tormenta, perdido, un perro en la carretera, maniobrando para no atropellar al perro, estrellado contra un árbol.

-Por fin despertaste.

Volteó a toda prisa y distinguió la silueta de una fina mujer de cabello largo, castaño y achinado. El reflejo de sus lentes resaltaba por el fuego en la chimenea. Quiso ponerse de pie… pero sintió que algo le faltaba, levanto la cobija con la que estaba tapado y vio que prácticamente estaba desnudo… solo traía sus bóxers y una enorme venda enrollada en su torso.

-Tu ropa se está lavando.

-¿Tu me desnudaste?

-Creo que si… - musitó apenada y pudo jurar que hasta estaba sonrojada. –Vivo sola y el siguiente vecino esta a kilómetros a la redonda. Asi que supongo que si... fui yo.

-¿Te aprovechaste de mi?

-¡No! ¡Eso nunca!

Es una verdadera lástima- pensó Taylor maravillado de su voz exaltada. Siempre había sido un chico muy alegre y sabia de disfrutar de la compañía de mujeres exuberantes, o hermosas, o exuberantes y hermosas. Era un especialista en el arte de la seducción, y no es porque quisiera hacerlo… sino que simplemente tenía mucho ángel como decían algunos.

-Te creo.

Naty evitó su mirada y se volvió hacia el fuego.

-¿En dónde estoy exactamente?

-Ocotillo.

-No sabía que existiera un lugar llamado así. Andaba perdido por causa de la tormenta y luego ese perro…

-¿Perro?

Y en ese momento escuchó un ladrido. Ironías de la vida… el perro que estaba viéndolo al pie del sillón, era el mismo perro que había ocasionado su accidente.

-Olvídalo…- musitó él sin darle más importancia. –Y dime… ¿cuál es el nombre de mi salvadora?

-Natalia… Naty, si así lo prefieres.

-Lo prefiero- dijo él sonriendo. De nuevo parecía que ella se sonrojaba.

Ella le sirvió un plato con sopa y vegetales y lo obligo a comer. Le explico las circunstancias en el que lo había encontrado, que no había electricidad, y que al parecer no tenía heridas graves, pero si necesitaría un poco de reposo y de buena alimentación.

-Delicioso – musitó sorbiendo lo que restaba de sopa.

Volvió a intentar ponerse de pie, pero aun estaba muy adolorido.

-No lo hagas. Quédate ahí… cuando te sientas mejor podrás ponerte de pie.

-Es que tengo que irme. Un primo me espera en Arizona. Además no puedo quedarme aquí, la semana entrante tengo varios compromisos.

-Me imagino –musitó Naty recogiendo los restos de la comida que había realizado en el fuego de su chimenea.

Taylor se cuestiono si ella sabría quien era. No le había preguntado su nombre y no parecía estar encima de él como todas las chicas normalmente lo hacían. Se sintió profundamente intrigado por ella.

-Pero… de verdad creo que deberías de reposar, además… no creo que tu coche llegue a ningún lado.

-¿Mi coche? ¿Tan mal quedo?

-Ahh… más o menos solo digamos que no se ve tan lindo como debió de haberse visto ayer en la mañana- soltó una risita musical y él jamás creyó haber oído voz más hermosa.

Naty acaricio a su perro y le sirvió croquetas en un plato.

-Buen chico Jake – escuchó a ella decirle.

¿Jake? Debía de ser una casualidad.

-De verdad… necesito ponerme en marcha lo antes posible. Me permitirías tu teléfono.

-¿Qué concepto de no hay electricidad, ni civilización a kilómetros al distancia no entendiste? Además la tormenta no ha parado. Desde antier que te desmayaste, la lluvia no ha parado de caer.

-¿Antier? ¿Llevo dos días dormido?

-Así es…

Taylor se sorprendió un poco. Estaba atrapado en quien sabe donde, con una hermosa chica que quien sabe porque carajos le atraía, sin comunicación, sin manera de escapar de ahí.

Trató de verlo como algo positivo, a fin de cuentas lo que quería era desestresarse de su ajetreado mundo y quizás ella podía ayudarle en ello.

Naty estudió su rostro pensativo y trató de controlar el impulso de saltarle y decirle…

¡TAYLOR TE AMO. ERES EL HOMBRE MÁS BUENO DEL MUNDO!

Y si que lo era.

Recordó su cuerpo bajo sus dedos cuando lo había desvestido. ¡Hey! Lo había hecho con la mejor de las intenciones, no quería que se resfriara con la ropa mojada. Pero no había contemplado que se sentiría tan tentada por su escultural abdomen, sus duros y marcados brazos y sus perfectas y bien torneadas piernas.

Naty había decidido no acercársele mucho y evitar su mirada, si no terminaría lanzándose a sus labios y violándolo literalmente.

-Bueno… ¿y qué haremos para entretenernos?

A Naty se le ocurrían varias ideas de ellos dos juntos… revueltos entre sabanas en su cama. Desechó la idea avergonzada y sonrió enredándose uno de sus cabellos en forma de bucle con el dedo.

-Tengo una baraja y algunos juegos de mesa.

-¿Te refieres a que no podremos jugar con alguna consola de videojuegos? –dijo él sarcástico y en tono divertido.

-Creo que mi reserva de electricidad de emergencia se acabo cuando use el desfibrador para revivirte.

-Claro… eso lo explica todo.

Naty estaba deslumbrada… la sonrisa de Taylor era descomunal…

Otra cosa…

De otro mundo…

Trato de no dejarse llevar y corrió por los artículos de diversión no eléctrica. Taylor era un peligro para sus hormonas. ¿Cuántas veces no había fantaseado con sus labios o su cuerpo cuando escribía?

Esto es un sueño Naty… velo así… es como uno de tus tantos sueños.

Suspiró dejando los juegos en la mesa y sacando la bajara.

-Te juego póker.

-El póker me parece bien.

Empezaron a jugar y fue curioso que Naty le gano muchas veces a Taylor. Taylor se creía un muy buen jugador… jamás había imaginado que una chica tan rural como ella, lo pateara de esa manera. Mientras jugaban iban platicando un poco más. Naty ya lo había llamado por su nombre, lo cual significaba que si lo reconocía… si sabia quien era. Supuso que quizás era de las chicas que no eran fans de la saga y por una parte se sintió receloso y adolorido por no ser su ídolo, pero por otro lado estaba feliz ya que gracias a eso platicaban de esa manera tan única y de tan camadería.

Naty era única. Era natural y espontanea. Su belleza no era artificial, ni superficial. Sonreía limpia y llanamente. Su acento latino hacia que a Taylor le hirviera la sangre. No era la mujer más curvilínea pero Taylor la consideraba perfecta… así de fácil, así de sencillo.

¿Qué rayos le sucedía?

Era cierto que era un adolescente… era cierto que las hormonas podían jugar con su estado convaleciente… pero ¡DEMONIOS! ¡Como deseaba a esa belleza Argentina!

Se repartieron las cartas como por la 18va vez y Taylor no pudo evitar rozar con alevosía y ventaja sus dedos. Sus ojos se clavaron en el rostro de Naty para ver su reacción y ella gimió tenuemente y se mordió el labio.

Ella le correspondía.

-Necesito ponerme de pie. Quiero ir al baño.

-Te ayudo -se apresuró a decir ella.

-Yo puedo solo. Además… quien no me garantiza que ahora si te aprovecharas de mi.

A decir verdad a Taylor no le molestaba el hecho de que esa hermosa chica se aprovechara de su condición y su cuerpo… pero si se sentía frustrado por el hecho de sentirse convaleciente e inservible.

-Oh… si, lo olvidaba en el baño tengo los látigos y las esposas.

-Me imaginaba –Taylor tenía una sonrisa de idiota. El humor y la sencillez de Naty eran abrumadores.

-¿Listo?

-¿Para qué? –preguntó él, pensando que no estaba preparado para ella... Naty era una chica fuera de serie.

Taylor se aferró al sillón sin tomar la tentadora mano que le ofrecía Naty. Quería hacerlo solo. Aferró sus pies al suelo y se incorporó orgulloso. Claro que el gusto le duró muy poco, se mareo y tambaleo. Preocupado por su dignidad, ni siquiera se acordó que estaba solo en calzoncillos. Un instante después Naty ya estaba tomándolo del brazo.

-Vamos chico fuerte.

Taylor no supo si fue una burla o si de verdad lo consideraba así. Naty no quitaba la vista de sus ojos, pero por el brillo de estos, él supo que se había permitido mirar su cuerpo. No pudo evitar preguntarse si lo consideraba a la altura del último hombre que hubiera ocupado su cama. Empezó a andar guiado por esa cálida y suave mano.

-La última vez que alguien me acompaño al baño, acabamos duchándonos juntos.

-No te recomendaría una ducha ahora –repuso ella-. Pero si quieres ducharte más tarde, dímelo. Tendré que envolverte en plástico.

-Suena interesante –comentó él, imaginado a los dos envueltos en el mismo plástico, muy apretado.

-Para proteger los vendajes –dijo ella, sin inmutarse. La verdad era que el hombre tenía un cuerpo impresionante, como una roca-. No pueden mojarse.

Él avanzaba a pasos cortos, como un niño. Le temblaban las piernas, pero no sabía si era por el accidente o por la cercanía de su acompañante. Tal vez era una mezcla de ambas. Era incapaz de resistirse a una mujer guapa y la que tenia al lado era más que guapa… era como el mismo había pensado todo el día: una mujer fuera de serie.

Llegaron al baño y Naty lo soltó.

-Si me necesitas me llamas.

-No creo que eso pase.

Naty sonrió y se dio la vuelta regresando a la sala. Taylor no pudo evitar sonreír mientras sus ojos seguían la tambaleante cadera de Naty incitándolo a sentirlas en su piel.

Gruñó. Estaba excitado de una desconocida.

Se dio prisa en hacer sus necesidades y se contemplo en el espejo. El vendaje no se miraba tan mal. Cerró los ojos y vio el rostro de Naty. Suspiró.

No sabía que pensar de ella… Natalia Celeste era mucho más amigable de lo que él consideraba prudente, teniendo en cuenta cómo vivía. Le extrañaba que estuviera sola; tenía que haber una historia tras eso.

Se mojó la cara y abrió la puerta. Ya se sentía un poco mejor. Solo le quedaba disfrutar su estancia con la Argentina hasta que la electricidad regresara para que pudiera llamar a alguien, ya que su teléfono se había descompuesto porque había caído en un charco de lodo cuando Naty lo había arrastrado a su casa. Se puso a pensar en todo lo que ella había hecho por él. Lo había rescatado, vendado, alimentado y cuidado. Le debía mucho y quería compensarla.

Empezó dando pasos cada vez más seguros. Vio una puerta entre abierta y no pudo evitar dar un vistazo. Casi se fue para atrás cuando vio la habitación y la cama de Naty… la urgencia de verse ahí con ella, lo azotó de manera arrolladora, pero más que eso el shock de ver su rostro tapizado por la pared fue lo que subió su ego hasta el cielo.

Naty era fan de la saga. Y era Team Jacob… Taylor no puedo evitar sonreírse a sobremanera. Decidió aprovecharse de eso y volvió a caminar lento pero seguro hasta la sala. Naty lo recibió con una sonrisa y su mirada se posó en su pecho. Casi la vio contener el aire mientras lo contemplaba, para después sacarlo de golpe volteando para otro lado.

Era evidente que los dos se deseaban.

Se pavoneo semi desnudo delante de ella. Estaba acostumbrado a ello. Se sentó en el sillón y decidió no taparse.

-¿Qué? ¿Te molesta que este medio desnudo?

Naty dio un pequeño grito.

Esa frase…

De su voz…

De sus labios…

En persona…

¿Ese hombre quería matarla o qué? ¿Qué no se daba cuenta de todo lo que se estaba controlando para no echársele encima?

Taylor soltó una carcajada y supo que lo había hecho adrede.

-¿Lo sabes verdad?

-¿Qué cosa? –preguntó él con inocencia.

-Que se quién eres y que prácticamente te idolatro –confesó avergonzada.

-Sin contar que me has llamado Taylor varias veces “y no recuerdo haberte dado mi nombre”, y el hecho de que tu cuarto esta plasmado con mi cara… supongo que sí.

-oohh…-Naty estaba colorada y no sabía que decir.

-Lo que no entiendo es ¿Por qué no has reaccionado como las chicas normales?

-¿Me estás diciendo anormal?

- No. Te estoy diciendo única… especial.

El corazón de Naty amenazó con salirse de la boca por lo fuerte que palpitaba, no se dio cuenta en qué momento se había acercado tanto a él.

Taylor no podía dejar de sonreír, la cercanía de ella provocó que sintiera el calor que emanaba su cuerpo. Sintió el deseo removerse en su interior. Pensó que solo tenía que alzar sus brazos y sentarla en su regazo.

Y besarla.

Admitió para sí que anhelaba besarla. Naty se movió súbitamente en un intento de huir de sus deseos y él rozo su pierna con el brazo.

-Ah –Naty tomó aire cuando sus ojos se encontraron.

Tenía la sensación de que se derretía bajo sus manos si él la tocaba.

Entonces, ¿Por qué no te alejas? ¿Por qué sigues aquí parada, esperando y deseando que te toque?

Naty quiso dar un paso atrás. Pero se sentía como si intentase andar sobre pegamento.

Entonces él lo hizo. Puso las manos en sus caderas y la sentó en su regazo.

-No deberías de hacer eso –le advirtió. Él la miró, esperando que dijera algo más-. Podrías hacerte daño. Estas recuperándote.

-No pesas tanto –río él.

-No pensaba en el peso –contestó ella-. Un hombre en celo no siempre piensa bien, y tienes las costillas machacadas.

Él pasó el dedo por su labio inferior y le quito los lentes. Un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Se sentía como si todo su cuerpo se hubiera puesto en alerta.

-Es un beso, Naty –susurró-. Solo un beso, nada más.

-Nunca se sabe cómo pueden acabar estas cosas –afirmó ella con voz suave.

Bájate de su regazo”, gritaba una voz en su interior. “Ya. Antes de que sea demasiado tarde”.

Pero ya lo era.

Era demasiado tarde por que los labios de él habían encontrado y capturado los suyos.

Demasiado tarde porque su cuerpo ya empezaba a derretirse.

Demasiado tarde porque estaba respondiendo a él y al beso con tanta intensidad que, si le hubiera sobrado algo de aire, habría sido succionado de inmediato.

Empezaba a írsele la cabeza y su pulso latía a la velocidad del rayo. Todos los procesos lógicos de su mente parecían haber decidido tomarse vacaciones. Estaba derritiéndose más rápido que un copo de nieve en el mes de julio.

Naty rodeó el cuello de Taylor con los brazos y perdió el rumbo. Se perdió en el calor y la anticipación. En la excitación que ardía en sus venas.

El maldito y perfecto actor besaba de maravilla.

Taylor profundizó el beso, asombrado por las sensaciones que sentía. Estaba como drogado. Y excitado como nunca. La dulce Argentina de labios suaves hacia que su corazón se desbocara y le quitara el aire. Intentando serenarse, tomó su rostro entre las manos y la apartó para poder mirarla.

-No estamos en La Push –murmuró, acariciándola con la mirada. –Pero podemos fingir que lo estamos, la lluvia da el toque.

-Supongo que sí –susurró ella, sorprendida de que sus labios funcionaran. Había estado segura de que se los había abrasado.

Taylor luchó contra la fuerte tentación de seguir besándola. Le picaban las palmas de las manos y lo que más deseaba era tocarla, recorrer su silueta con los dedos y memorizar cada curva, cada contorno.

Diablos, lo quería todo. Quería hacerle el amor hasta que estuviera demasiado agotado para moverse. Estaba volviéndolo del revés y él estaba permitiendo que ocurriera, gustosamente.

-Habría que evaluar este cambio en las circunstancias –Taylor inspiró con fuerza. Sentía la boca tan seca como si hubiera estado haciendo gárgaras con arena.

Ella no quería oír eso, no quería lógica ni detenerse a sopesar las consecuencias. No quería pensar. Solo quería seguir hasta llegar a la conclusión lógica. O las llamas de la frustración la devorarían.

-Deja de pensar… Jacob Black es un chico impulsivo –ordenó con voz ronca.

Antes de que Taylor pudiera contestar, volvió a besarlo, una y otra vez, para impedir la cascada de palabras. Naty no estaba interesada en su filosofía ni en su capacidad de razonar. Solo la interesaba seguir sintiendo la sangre bullir en las venas. Y también que él le besara el cuello y la volviera loca de deseo.

Más loca de lo que ya estaba.

-Sí, señora.

Mas que oír su respuesta, sintió su sonrisa rozarle la piel cuando posó los labios en su cuello. Gimió y se entregó por completo a la sensación. En algún momento del húmedo y cálido encuentro de lenguas, labios y dientes, Taylor se levantó. En perfecta sincronía, Naty resbalo de su regazo y plantó los pies en el suelo. Aun abrazada a su cuello, se apretó contra él.

Tragó aire al sentir su cuerpo duro y cálido. Tenía la sensación de arder por dentro. Le costó un gran esfuerzo de voluntad no saltar a sus brazos y rodear su cintura con las piernas. Pero en el estado de Taylor, solo conseguiría hacerle daño.

Naty no estaba segura de quien inicio el proceso, si fue ella o fue él quien empezó a desnudar al otro. A fin de cuentas Taylor solo llevaba una prenda, más bien fue desvestirla a ella. Así que en unos minutos sus prendas estaban amontonadas en el suelo junto a la mesa.

Se dio cuenta de que su temperatura estaba al tope sintiéndose febril. Y desnuda.

Y de repente, estaba en el aire. Taylor la había levantado en brazos para ponerla en la mesa.

-Tus costillas –protestó ella. No quería que empeorase su condición.

Él, con suavidad, la tumbo sobre la mesa. Sería el primer plato de su festejo.

-Las has vendado bien –le dijo, antes de iniciar un inventario completo de su cuerpo. Cubrió cada centímetro, primero con las manos, luego con los labios.

Ella se retorcía, absorbiendo cada caricia y deseando más. Taylor notó el grito de placer que burbujeaba garganta arriba y apretó los labios con fuerza. Cualquier repentino grito suyo podría ser malinterpretado y llevaría a Jake al rescate. Era muy protector. No iba a arriesgarse a que hiriera a Taylor, o a que se detuviera el delicioso asalto al que estaba siendo sometido su cuerpo.

Los orgasmos se sucedieron, fundiéndose unos con otros, mientras ella se arqueaba contra su boca. Pero incluso con la mente flotando y anhelando mas, afloró su sentido de la justicia. No estaba bien ser la única beneficiada.

-¿Qué me dices de ti?- jadeó, alzando la cabeza para mirarlo.

Taylor, que estaba trazando húmedos senderos entre sus muslos, la miró. Ella nunca había visto una mirada tan deliciosamente sensual como esa.

-Estoy bien –aseguró. Mientras hablaba la acarició con el aliento, desmaneándola.

Un nuevo clímax estalló en su interior. Estaba perdiendo la última brizna de raciocinio y no quería que ocurriese hasta que disfrutaran a la par.

Con un esfuerzo sobrehumano, Naty se sentó y luego bajo de la mesa. Agarró su mano posesivamente y tiró de él hacia el suelo.

-Te deseo –murmuró.

Él no necesitó oír más. No deseaba oír más. Un momento después estaban de nuevo abrazados, mientras él la besaba. La besaba como si no lo hubiera hecho nunca antes.

La besó hasta que ella sintió que incluso su alma saltaba de júbilo.

Después, con ella de espaldas, y las bocas unidas, la penetró. Se unieron y convirtieron en uno, adoptando de inmediato el ritmo compartido que sentían latir sus pechos.

Ascendieron juntos, más y más rápido, hasta que los fuegos artificiales se dispararon a su alrededor.

Naty, eufórica, se aferró a la sensación tanto como pudo. Después él se apoyo en los codos y miró su rostro. Sonreía.

-¿Te divierte algo? Preguntó ella. Su esfuerzo por no jadear resultó inútil. No esperaba la respuesta que recibió.

-La vida –contestó Taylor-. Si hubiera ido en avión en vez de conducir, no me habría atrapado en esa tormenta, ni me hubiera estampado contra un árbol –pasó los dedos por su mejilla y apartó un mechón de pelo. Ella creyó que se lamentaba de lo ocurrido hasta que siguió hablando-. Y tú no me habrías salvado.

Sonó como si se refiriera a mucho más que haberlo arrastrado desde el coche, pero Naty se dijo que debían de ser imaginaciones suyas. Un reflejo de sus deseos. Todo el mundo sabía que los amantes maravillosos no eran amantes fieles… y mucho menos los amantes actores. Era una ley escrita en algún sitio.

Un momento después, con el cuerpo aun sobre el suyo. Taylor se puso tenso y rígido.

-¿Qué ocurre? –preguntó ella, inquieta.

Él se rio y señaló hacia atrás. Jake estaba inclinado sobre él.

-Acaban de tocarme el trasero. Creo que esta celoso –la miró y se puso serio-. Tal vez deberíamos seguir en el dormitorio.

-¿Quieres hacerlo otra vez?

Taylor no supo dilucidar por su expresión si la sugerencia la disgustaba. Hasta ese momento había creído que el placer era mutuo.

-No ha estado tan mal, ¿espero?

-¿Mal? –Ella se apresuró a borrar esa impresión-. No. Oh, Dios, no. Es solo que… -no sabía cómo decirlo sin sonar como si lo hiciera todo el tiempo-. Creía que los hombres solo podían hacerlo una vez cada noche.

Él esbozo una sonrisa divertida, pero al mismo tiempo increíblemente intima.

-Señorita, has tenido malos amantes.

Amantes…

El debía de pensar que se acostaba con todos. Pero no podía reprochárselo. Al fin y al cabo no hacía mucho que se conocían. Solo llevaban tres días juntos… y dos de ellos él había estado inconsciente. ¿En que la convertía eso?

En una mujer muy feliz, contestó una voz en su cabeza.

Taylor le ofreció la mano y ella dejó que la ayudara a levantarse. No tenía las rodillas demasiado firmes.

Hicieron el amor dos veces más. Y cada una fue tan exquisita como la anterior. Por la protección no se preocuparon, Naty usaba pastillas anticonceptivas ya que su periodo era muy irregular.

Tras la tercera vez que hacían el amor, Naty no sabía si podría volver a moverse, aunque alguien le prendiera fuego a la casa. Taylor volvió a sorprenderla rodeándola con sus brazos. No se dio la vuelta para dormir, como creyó que haría. Como había asumido que hacían la mayoría de los hombres. Taylor la estaba abrazando.

No podía ser. Tenía que estar soñando. Casi se sintió parte de su vida, pero calló en cuenta…

Taylor se iría…

Taylor no era de su mundo.

Un accidente fortuito lo había llevado a su vida, pero en cuanto hubiese electricidad el se iría.

Se acurrucó contra él, sintiendo el latido de su corazón en la mejilla. Se permitió la fantasía de que la relación seguiría más allá de esa noche.

Empezaban a cerrársele los ojos cuando la asaltó una oleada de luces y un batallón de sonidos: todos los aparatos y luces de la casa volvieron a la vida. Sobresaltada, se sentó de golpe y Taylor hizo lo mismo.

-Y se hizo la luz –dijo él, mirando a su alrededor. Se volvió hacia Naty, desnuda hasta la cintura. Esbozó una sonrisa sensual y extendió la mano hacia ella-. Esta vez veré lo que hago.

Pero cuando se inclinaba para besarla, Naty empezó a sollozar.

El corazón de Taylor se encogió y escrutó sus ojos. No sabía el porqué de su tristeza.

-¿Qué te pasa?

-Es la electricidad.

-¿Lloras porque volvió la electricidad?

-Sí. Si volvió la electricidad, significa que tú te vas.

Entonces Taylor lo entendió. Se había hecho tonto y no había querido pensar en ello… pero eso significaba que regresaría a su mundo ajetreado y a su vida normal. Pero Naty soñaba si creía que él la dejaría ir de su vida. Ahora que la había encontrado… jamás la dejaría ir.

-Naty… ¿Crees que esto es la aventura de una noche?

-¿Y no lo es?

-No. Digamos que me has imprimado.

Naty lo miró con los ojos llorosos y una sonrisa boba en la cara.

-Tay… yo…

-Shhhh –la interrumpió poniendo sus dedos suavemente en sus carnosos labios –Tenemos toda la eternidad para hablar después mi Nessie… ahora solo déjame marcarte… imprimarte hasta el fondo…

Naty volvió a sucumbir en sus encantos y volvió a entregarse a él. Quien sabe como rayos le harían para que la relación funcionara, pero como Taylor lo había dicho… ellos estaban prácticamente imprimados, y esa clase de unión era eterna…

Y la eternidad a su lado… sonaba como a gloria.


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Naty lamento subirlo tan tarde, pero tú sabes el trabajo que me costó porque andaba como loca corriendo de un lado a otro por lo de mi fiesta. Pero amiga… sé que también sabes lo mucho que te amo y todo lo que significas para mí. Jamás podre estar más agradecida con la vida por haberte puesto en mi camino. Simplemente llegaste para complementarme y hacerme ver cosas que a veces yo no quería ver. Decir que eres una de mis mejores amigas es poco… eres más que mi hermana y mi complemento. Parecería una confesión de amor y quizás si lo sea, porque de verdad te amo y siempre te llevo en mi corazón…

Feliz Cumpleaños Natalia Celeste

12 comentarios:

  1. hola Soy Andripili
    hasta me siento apenada de dejar un comentario, ante una demostracion de afecto,amor, tan intima y tan personal. Pero udes. chicas son especiales, y han sabido emocionarme màs de una vez y de formas infinitamente distintas.... solo decirles q las admiro a ambas y soy feliz de poder sentirme un pokito parte de tanta pasiòn, aunke sea solo leyendolas....
    Feliz cumple a las dos, Naty y Kokoro..
    Saluditos

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  2. Mii koko hermosa te kedo fantastico
    el regalo de Naty ii ke envidia tener
    a Tay asii de cerka para toda la
    eternidad, la verdad que stedes se volaron la
    barda con los regalos que se dieron...

    las amo nenas

    i koko espero ke te aiia ido GENIAL
    en tu fiesta de cumple..... BESOS

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  3. Que hermoso !!! Con regalos virtuales como este, no se necesitan regalos materiales !!! Jajajaja... A mi me gustaria uno, pero con Rob Pattinson ♥♥♥
    Besos !

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  4. Sí imprimadas quedamos de ti, de tú ser de tu inmenso amor. Mi Naty GUAU! no te podrás quejar esto si es un regalazo. Besotes miles mis KaN

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  5. ni que decir tengo, es un sueño hecho realidad.

    Mi Naty esta llena de amor por todos lados, esta pequeña familia perfecta que se ha creado a tanta distancia es el ejemplo mas simple de que el amor no tiene barreras ni respeta fronteras.

    Las amo mis lokas y hoy las amo mas que ayer pero muy seguramente menos que mañana,

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  6. AHHHH!!! POR DIOS! LAS LETRAS SE ME CONFUNDEN!
    Me esfuerzo por escribir algo coherente: Estoy llorando, riendome, saltando en la silla, gritando como loca y mas contenta que nunca!!!
    Hay, lo AMÉ!!!!! (no es una palabra que use mucho, creo que vos lo sabes) Pero de verdad no entro en mi misma de la emoción! Quedé como loca (mas de lo que soy)!!! YA lo estoy imprimiendo y guardando al lado de mi cama! XD
    "Es un beso, Naty –susurró-. Solo un beso, nada más" (Naty hiperventilando y con las uñas clavadas a la mesa) Casi me hago pis! QUÉ-FRASE!!!! Y bueno, mejor no cuento en público las reacciones que me provocaron las siguientes! XD

    De verdad no pensé que pudiera encontrar a alguien a quien quisiera tanto sin conocerla. De verdad sos mi mejor amiga, y me encantaría agradecerte con un abrazo este super regalo.
    Se que ya voy por el largo de un discurso, pero bué. El otro día estaba pensando... Me dijiste que en un momento pensaste en dejar de escribir ID, no? Se me ocurrió que si lo hubieras hecho, nunca te hubiera conocido. No lo quiero ni pensar. Sabes lo mucho que me cambiaste la vida, y lo mucho que te amo.
    Sabés que estoy ahí si me necesitas, sea lo que sea que quieras y aunque de hecho no esté (es contradictoria la frase, pero la vas a entender :P)
    Te adorooooo mi alpha!!!
    Wiiiiii!!!!!
    Huy, no lo dije antes: GRACIAS!!!! jajaja, de nuevo: GRACIAS, GRACIAS GRACIAS!!!!!!!
    Ok ok, no se resumir. Pero en conclusión es "AHHHH!!!! GRACIAS!!! ME ENCANTÓ!!! TE ADOROOO!!!" XD
    Muchos besos!!!

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  7. waaaa... tengo ke admitir ke me enkantoo... como le dije a naty ... si yo me emocionee ya me imagiino komo c puso ellaaaa.... waa en seriio k me has dejado sin palabrasss ... su amistad me enkantaa hacen ke kreamos en ke lo imposible no existeee..... miiloness de besoss hermosaaa.... espero ke tu diaaa haya estado genial y ke te la hayas pasado iigual..... las amo nenassss en seriio... siempree habia pensadoo ke el vicio por twilight algun dia me rekompensaria por todas las horas ke paso leiendo y acabo de deskubrir ke no estaba akibokada... ustedess son mii mayor rekompensaa en seriiooo... es una diichaa y un honorr el haber llegado a konocerlass... no es necesariioo decirlesss ke siempre ke me necesiiten ahii estaree alomejorr no es en cuerpo presentee... pero kreoo ke me entienden perfectameteee.. las amooo y esperoo ke estaa amistad ke apenas komienzaaa seaa por muchisiimo tiempo masss.... hastaa prontooo hermosaaa =D

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  8. Una palabra: Precioso!!!

    En serio me llego al alma este fanfic, la forma de redactar y todo lo que ocurre, ademas de que se lo dedica a su mejor amiga,,, lo hace muy especial.

    KOkoro!!! te quedo precioso ya te lo dije y insisto, me encantó!!!

    Y Naty disfrutalo ^^ que te lo mereces en serio =P!!!

    Se os quiere mucho a ambas ^^ (Naty & Koko)

    Muchos besos ^^!!


    ~Eve.

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  9. Koko....hermoso el oneshoot!!!...jaja creo que todas nos estabamos imaginando esas escenas...jaja...

    Naty debes estar muy feliz teniendo a una amiga asi...
    Me encantan estos regalos que se hacen...son geniales...

    Desde Argentina...

    Solcito

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  10. hermosisiimoooo je jecomparto la felicidad de naty,..°!°!}
    se les quieree... besoss°°

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  11. beuno que diria que si me pasara a mi lo mismo, me demayaria
    porque el en mi casa
    mi mas grande actor favorito bajo mi techo, inconsiente y quitandole la ropa ppara curarlo... sorry mi imaginacion volooooooo

    saludos
    marjhon

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  12. valla me ha encantado eres muyy buena ¿te importaria escribir mas? eske taylor lautner es mi perdicion lo amo demasiado

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...