viernes, 5 de febrero de 2010

Jake y Nessie "La despedida (parte 1)" -Naty Celeste



Disclaimer: Jake y Nessie son de Stephenie Meyer y la historia es de Naty Celeste.
ADVERTENCIA: Lemmon!! sobre aviso no hay engaño.





La despedida (parte 1)


-¡Maldición! –musité mientras me desenterraba el vidrio del pie. Aunque me quejaba más por haber hecho sufrir a Nessie que por el dolor que sentía por el estúpido vidrio. De sólo pensar lo mucho que le debía atormentar la sed, se me ponía la carne de gallina. Tiré el vidrio al fregadero y me miré la planta del pie de cerca para asegurarme de que no quedara ningún pedazo antes de que la herida se cerrara.

En cuanto lo hizo, quité los vidrios del piso con un trapo para después ponerle cloro a la sangre y limpiarla lo más rápido que pude. Puse el tapón en la pileta y tiré cloro ahí también. Arrojé el trapo y salí corriendo tras Nessie. No debía ser demasiado difícil encontrarla, teniendo en cuenta que su aroma me atraía como un imán a un alfiler.

Se había ido al bosque, obviamente a cazar. Seguí su perfume agridulce como un cachorro persiguiendo un hueso y corrí hasta que se hizo más notorio y tibio. Sólo unos ocho kilómetros entre los árboles, ni siquiera tuve que trasformarme. Vi su hermosa silueta agachada sobre la figura de un venado enorme y me quedé a unos cuantos metros para no interrumpirla.

Cuando terminó alejó su cara del cuerpo del animal y se limpió la boca con la manga de la camiseta. Estaba arrodillada en el suelo, y apoyó sus manos en sus rodillas. La escuché llorar por lo bajo. El sonido de la primera lágrima que cayó me rompió el corazón.

- ¿Ness? ¿Estás bien? –Se sobresaltó y volteó para verme con los ojos hinchados. Me alarmé y comencé a acercarme.

- No te me acerques Jake –sentí que me moría al escuchar esas palabras viniendo de su boca en un tono seco y sin vida. No pude decir nada, sólo me quedé quieto, esperando que fuera una pesadilla o algo así.

- ¿Qué…? ¿Qué sucede? –le pregunté sin fuerzas después de un rato. Había desviado la vista y miraba al venado que tenía en frente. Sentía que toda la sangre había huido de mi cara. Se cubrió el rostro con las manos para que no la viera llorar.

- No quiero lastimarte.

- ¿Lastimarme? –de seguro se había dado cuanta de que no era suficiente para ella y quería terminar. Quizás estaba más feliz cuando éramos amigos, o quizás no aceptaba que la dejara por diez días… si eso era, me quedaría, me importaba un bledo la guerra, el tratado, la seguridad, todo me daba lo mismo sin ella.

- Lo siento tanto, Jake… no me di cuenta de cuanta sed tenía –hizo una larga pausa-. Aléjate, por favor, no quiero lastimarte –susurró finalmente a través de sus dedos. Mi alma volvió a mi cuerpo y de nuevo sentí aire en mis pulmones. No quería morderme… eso era. Rodé los ojos y me acerqué de todas formas.

- Si no quieres lastimarme, no me pidas que me aleje. –le contesté mientras me arrodillaba en el piso a su lado para abrazarla. Se encogió un poco ante mi contacto y luego lloró por un momento en mi pecho, todavía cubriéndose el rostro. Se sentía como cuando era pequeña y algo le molestaba. La apreté más fuerte y le besé la parte de arriba de la cabeza.

- Lo siento… -susurró de nuevo contra mi piel después de un rato.

- Ness… -la alejé un poco tomándola de los hombros y la miré hasta que subió la mirada- Nada paso, ¿ok? Todo está bien –hizo una mueca con la boca-. Además, aunque me hubieras mordido, todo hubiera estado bien. No eres venenosa, ¿recuerdas? Siempre solías morderme cuando eras pequeña.

Me encogí de hombros, restándole importancia. Se le escapo otra lágrima y la acerqué de nuevo a mi pecho, para estrecharla con fuerza.

- No tendría problema si me hubieras mordido, mi amor. Nada de lo que hagas puede hacer que me aleje de ti. O que ya no quiera verte. ¿Entendido?

Noté que asentía con la cabeza y finalmente pasaba sus brazos alrededor de mi cintura.

- ¿Estás bien? –le pregunté de nuevo después de unos minutos. Su respiración se había normalizado bastante.

- Ajá. Sólo… siento haber querido comerte –su tono era bromista, pero sabía que lo decía en serio.

Me reí. Era muy dulce que no supiera que daría mi vida para calmar su sed si fuera necesario. Pero no pensaba decirle algo así, sólo la haría dudar de mi cordura o de mi instinto de supervivencia.

- ¿Quieres cazar algo más?

- Si, voy por algo un poco más grande, ¿Quieres venir?

- Seguro, vamos. –Me puse de pie y me bajé los pantalones mientras me miraba. Los colgué en la rama de un árbol cercano, tomándome más tiempo del necesario, di dos pasos hacia atrás para mantenerla a salvo y luego me transformé ante sus ojos. Antes solía esconderme detrás de un árbol, para que no me viera desnudo, pero ahora quería que lo hiciera. A ella parecía gustarle, y a mi me encantaba sentir sus ojos en mi piel.

Por suerte no había nadie más en fase, así que tenía mi cabeza para mí sólo. Ness se puso de pie y me besó la parte de arriba de la cabeza poniéndose en puntitas de pie. Me agaché un poco para facilitárselo y luego se incorporó y cerró los ojos para concentrarse. Hice lo mismo. Parecía haber unos animales al Este… unos alces.

- ¿Quieres alces? –me preguntó como si estuviera leyendo un menú de cafetería. Asentí con la cabeza y comenzamos a correr en la dirección en que sentíamos el perfume de los animales. Comer carne cruda no era de mis cosas favoritas, pero estando con Ness no se sentía tan mal. Si me concentraba en dejar que mis instintos me dominaran, era más simple alimentarme de esa forma. Lo había hecho muchas veces antes.

Cuando llegamos, cada uno persiguió uno diferente y los matamos rápidamente, para que no sintieran nada. Yo desgarré la carne del mío mientras Nessie drenaba la sangre del suyo. Se veía muy sensual, y no sé como hacía para que ni una condenada gota de sangre le cayera en la ropa. Yo siempre terminaba como perro embarrado… literalmente.

Por fin mi estómago dejó de gruñir y levanté la vista para mirar a Nessie. Se veía tan sensual… yo, por otro lado, terminé hecho un desastre, como siempre. Debía darme una ducha. Cuando terminó, levantó la vista y volvió a limpiarse la cara con la tela de la camiseta. La miré con intención, preguntándole si ya había terminado.

- No, no tengo más hambre –me contestó- ¿Quieres volver a casa?

Me encogí de hombros y le sonreí con la lengua afuera, como sabía que le encantaba. Sonrió por fin y luego se puso de pie para empezar a caminar en dirección a la casa. La miré un segundo y luego apunté al lugar en donde estábamos antes, a mis pantalones. Me miró y estoy seguro de que me entendió, pero sólo se rió.

- No los necesitas, quedas mejor sin nada –musitó, y luego comenzó a correr hacia la casa. Rodé los ojos y la seguí. De todas formas, no había nadie en kilómetros a la redonda. Y si lo había, ambos lo notaríamos, así que no creía que nadie me arrestara por exhibicionismo.

La seguí de cerca todo el camino, no era una carrera, ninguno de los dos estaba corriendo al máximo de su potencia. Y adoraba la forma en la que el viento hacía que la tela de la camiseta se levantara, mostrándome más de sus deliciosas piernas. Cuando llegamos a un pequeño claro en los árboles, se dio vuelta y corrió de espaldas, mirándome.

- Atrápame si puedes… -murmuró para luego guiñarme un ojo, volver a voltear y salir disparada como bala entre los árboles. Sonreí internamente y comencé a correr más rápido. A los dos nos encantaba eso, correr sin razón. Yo amaba la velocidad, y ella la libertad. Tardamos segundos en llegar a la casa. Yendo tan rápido, era imposible tardar demasiado.

Se rió y tocó la pared de la casa mientras volteaba para verme. Yo aún estaba a unos cinco metros detrás, así que salté y me transformé en el salto para atraparla contra la pared con los brazos. Puse mis manos a los lados de su cabeza. Sonrió y me sacó la lengua.

- Te gané –rió de nuevo.

- Si, bueno… pero te atrapé –le susurré antes de acercarme más, flexionando mis brazos para que notara que la tenía atrapada. Pasé mi boca por la línea de su mandíbula muy despacio, haciendo que se estremeciera. Puso sus brazos alrededor de mi cuello y se recargó contra la pared, apoyando su cabeza también, para que tuviera mejor acceso a su cuello. La besé ahí por un buen rato, disfrutando de su maravilloso perfume. La sentí suspirar y luego comenzó a bajar su mano por mi pecho lentamente. De pronto recordé que estaba desnudo…y mucho más excitado de lo que debía.

- No es justo… -murmuré contra sus labios, para luego seguir jugando con su lengua.

- ¿El qué? –medio suspiró, y luego volvió a rozar mis labios con la punta de su lengua. Me concentré en hacer que algo de mi sangre volviera a mi cerebro, para poder recordar cómo se hablaba. Su mano se paseó por mi estómago y se fue moviendo por mi costado hasta llegar a la parte baja de mi espalda. Debía concentrarme en algo que no fuera su mano, su lengua, su cuerpo… su perfume y el hecho de que podía olerla excitándose cada vez más. Por la forma en que ese perfume tan particular me envolvía, la imaginaba húmeda y ansiosa, lista para recibirme de nuevo. Sacudí la cabeza y tragué en seco.

- Tú… yo… -¡Dios! ¡Qué idiota! No podía armar una simple frase. Dos mas dos son cuatro, cinco por cuatro veinte. Apreté los ojos y aclaré mi garganta- ¿Por qué tú tienes que ponerte ropa?

Sonrió mirándome de forma muy pícara y luego subió su brazo izquierdo arriba de su cabeza, buscando algo por la pared contra la que la acorralaba. Encontró el viejo aro de básquetbol que estaba atornillado a la pared desde hacía años y lo agarró con fuerza.

- No tengo mucha ropa –susurró en mi oído justo antes de usar su brazo izquierdo para saltar y enredar sus piernas a mi alrededor, y el derecho para empujarme contra ella con fuerza. Me sentí desfallecer cuando me sentí en su interior de nuevo. Así, de repente, y sin previo aviso.

- ¡Dios! –grité antes de pegar un puñetazo contra la pared, intentando controlarme. Sonrió y volteó la mirada al cielo de nuevo, para darme acceso a su cuello. Tiré de la camiseta desde su pecho, arrancándola completamente y haciéndola pedazos. Pronto necesitaría ir de compras por un guardarropa nuevo, pero quería ver sus perfectos senos y sus pezones erectos y listos para que los saboreara.

Agaché mi boca para rozar uno con mi lengua y comencé a moverme despacio, intentando controlar la cantidad de fuerza que usaba contra ella. Gimió y luego movió sus caderas para acomodarse mejor. Entré un poco más profundo y me moví con un poco más de impulso. Me encantaba verla mientras la hacía mía. Me excitaba tanto verla estremecerse y venirse.

- Más… fuerte… Jake… -me moví con más impulso y bastante más rápido mientras se mordía el labio sensualmente. Sabía que debía controlarme un poco, probablemente si usaba toda mi fuerza, la pared se derrumbaría, y quedaríamos en el medio de la sala, sin necesidad de abrir la puerta… pero escucharla así me volvía salvaje.

Subí mi mano por su pecho y su rostro, y rocé sus carnosos labios con los dedos. Eran tan suaves y tentadores… los acaricié lentamente con mi pulgar, y aferré la otra mano a la manija de la puerta cuando su lengua mojó sus labios y la sentí rozarse contra mis dedos.

“Así…” escuché en mi cabeza antes de que se soltara del aro y pasara los brazos alrededor de mi cuello de nuevo. Apoyó su rostro contra mi hombro y sentí su respiración entrecortada golpeando mi espalda a intervalos irregulares. El aire escapaba de sus pulmones cada vez que me incrustaba contra ella.

Jamás podría cansarme de hacerla mía, de demostrarle que era mía. Podría llevarla al cielo y regresarla cuantas veces su cuerpo fuera capaz de soportar. Adoraba sentir la forma en que se descontrolaba, y cómo latía todo su cuerpo cuando hacía que se corriera. Ahora mismo podía sentirla temblando a mi alrededor… era justo como me gustaba que se sintiera.

Incluso después de sólo unos minutos, podía sentirla estremeciéndose. Seguro no faltaría mucho para que se viniera. Me moví más brusco y exhaló el aire de repente y con fuerza, levantando la cabeza hacia el cielo y cerrando los ojos. Mis dedos seguían en su rostro, alternando entre acariciar sus labios y su mejilla.

Su mano se aferró a la mía y obligó a mis dedos a entrar en su boca. Perdí el equilibrio cuando los rodeó con sus labios y los lamió de forma sensual, intentando hacerlo suavemente a pesar del movimiento rítmico que le causaban mis embestidas. Noté que había arrancado el picaporte de la puerta, esa era la razón de que sintiera que había perdido mi punto de apoyo. Me miré la mano con dificultad y noté el pobre pedazo de metal abollado y deformado, adaptado a la forma de mi puño.

Ness abrió los ojos un momento y siguió la trayectoria de mi mirada, para ver qué me distraía. Soltó una pequeña risa cuando identificó el pedazo de metal en mi mano y luego me besó en los labios apoyando su mano en mi rostro. Tiré el picaporte hacia atrás con un movimiento de mi brazo cuando metió su lengua en mi boca. Necesitaba tener las manos libres para poder tocarla con facilidad. Apreté su pecho, masajeándolo y rodeándolo con la palma de mi mano.

Soltó el hermoso grito que siempre me avisaba el estado en el que se encontraba. La sentía excitándose cada vez más, a punto de llegar al clímax. Su mente también me lo indicaba, todos sus pensamientos dispersados y alborotados. Nada de lo que pensaba tenía sentido ni coherencia. Sonreí, sorprendido una vez más de ser capaz de provocarle esas sensaciones. Me besó la mandíbula y luego apretó su rostro contra mi hombro de nuevo. Arremetí más fuerte y su cabeza voló hacia atrás para apoyarse contra la pared, la mirada de sus ojos cerrados apuntando al cielo. Suspiró una vez más y la vi mordiéndose el labio.

De pronto ambos volteamos hacia el mismo lugar. Un auto se estacionaba en el frente de la casa. No paré de moverme, y al distraerme fui un poco más brusco, así que Ness soltó un gemido que hizo que se me erizaran los pelos de la nuca. Si eran los Cullen, estaría muerto en tres segundos. Le tapé la boca con la mano y olfateé el aire buscando algo del olor dulce. Gracias al cielo, no lo sentí.

Escuchamos la puerta del auto y el olor de la persona que nos visitaba nos llego a ambos al mismo tiempo. “Charlie!!!” escuché en mi mente al mismo tiempo que yo mismo lo pensaba. Maldición. Charlie tenia la costumbre de rodear la casa si nadie le contestaba por la puerta del frente. Ness y yo nos miramos con los ojos bien abiertos y noté que no había dejado de moverme cuando sentí que gemía contra mi mano. Rayos, era imposible detenerme.

Notaba lo cerca que estaba Charlie. Escuché los tres golpes habituales en la puerta del frente y comencé a contar los segundos, el tiempo corría hasta que decidiera venir por el costado de la casa hasta donde estábamos. Puse mi mano izquierda en el trasero de Ness, para poder despegarla de la pared y con la otra intenté abrir la puerta.

Nessie seguía moviéndose arriba de mí, dibujando círculos con la cadera mientras yo forzaba la puerta. La muy inoportuna no abría sin el maldito picaporte. Nos entré justo cuando escuchaba las pisadas de Charlie dar vuelta al pasillo. Podía sentir a Ness moviéndose cada vez más rápido y pensando cada vez más incoherentemente… al parecer, la sensación de ser atrapada le gustaba, y bastante. Pero no era una opción dejarme llevar por lo que me provocaba. Tenía que pensar claro. Cerré la puerta despacio tras de mí y apoyé una mano en ella para que Charlie no pudiera abrirla. Quizás no había sido una muy buena idea forzar la cerradura.

Tres golpes sonaron en la madera justo cuando sentí que Ness se venía, apretando su boca contra mi hombro para evitar gritar. Cerré los ojos con fuerza, intentando concentrarme en sostener la puerta con la fuerza necesaria, y sin que mi mano la atravesara. Charlie se alejó y cuando estaba por dar un paso, me tropecé con la alfombra y caí al suelo sobre Ness. Me sostuve sobre un brazo, pero mi cadera chocó contra la suya, haciendo que la penetrara más hondo y que se viniera de nuevo.

Terminó con un grito que hizo que tuviera que cubrirle la boca de nuevo, y después presté atención afuera, a lo que hacía Charlie. Se había quedado quieto, probablemente había escuchado el ruido que hicimos al caer al piso. Ness finalmente abrió los ojos y me miró por un segundo. “Ya me puedes destapar la boca” escuché en mi mente.

- Oh, lo siento… -susurré, quitando la mano de su rostro y plantando un beso en sus labios.

Sonrió mirándome y le planté un pequeño beso en los labios, justo antes de alejarme. Me puse de pie y le ofrecí mi mano para ayudarla a pararse. La tomó y rió un poco cuando escuchó a Charlie afuera, probablemente estaba dudando si debía volver al frente o entrar por atrás. Finalmente se decidió por volver a tocar en la puerta del frente, y en cuanto lo escuchamos dar un paso en esa dirección, ambos salimos disparados hacia arriba.

Corrimos lo más rápido que pudimos, buscando algo de ropa que ponernos. Ness no tenía muchas cosas por la casa, así que debía buscar algo que no dijera “acabamos de tener relaciones y esto es lo primero que encontré para que no me sorprendieras desnuda, abuelito”. Me reí en voz baja al imaginarme la imagen y Ness me miró con curiosidad.

- ¿Qué te sucede? –susurró asomando la cabeza desde su posición. Estaba buscando algo debajo de la cama.

- Nada, olvídalo –susurré a modo de respuesta y me fui directo al armario a buscar unos jeans. No me había venido, y necesitaba algo lo suficientemente fuerte como para ocultar mi erección. Me los puse mientras escuchaba a Charlie volver a golpear en la puerta. Saqué prácticamente toda la ropa del estante de una sola vez, buscando una camiseta que estuviera entera y encontré un vestido de Ness mezclado entre mis cosas.

- ¡Eureka! –le dije en un susurro gritado al arrojárselo. Tomé una camiseta y salí corriendo hacia abajo para abrir la puerta, poniéndomela mientras bajaba las escaleras. Por suerte era bastante larga y también ayudaba a disimular -¡Ya voy! –le grité a Charlie para que no se alarmara y llamara a toda la familia o algo así. Lo escuché suspirar en cuanto escuchó mi voz.

Llegué en cuestión de tres segundos y suspiré antes de abrir, bajando la mirada a mis pies para calmarme. Diablos, no me había puesto zapatos.

- No olvides ponerte zapatos… -susurré debajo de mi aliento sólo para los oídos de Ness. Sabía que me escuchaba.

- Ok… -contestó luego de reír un poco en voz baja. Abrí la puerta de par en par y ahí estaba Charlie, mirándome con un gesto de reprobación.

- ¡Charlie! –dije fingiendo que no lo habíamos escuchado y apartándome para que pudiera pasar. Me miró de arriba a abajo y paso a mi lado, por suerte no me tocó, hasta él notaría la diferencia entre la temperatura normal de mi piel y lo caliente que estaba ahora. De seguro le provocaría una quemadura o algo así.

- Hace rato que estoy tocando

- ¿En serio? –de acuerdo, era malo mintiendo… me miró levantando una ceja, la misma mirada que solía lanzarme Bella cuando no me creía ni una palabra de lo que decía.

- Sí. ¿No me escucharon? –tragué con dificultad buscando una respuesta coherente. Nunca me creería que un licántropo y una híbrida, dos especies con audición más que perfecta, no lo habían escuchado estando en la casa.

- ¡Abuelo! –gritó Nessie desde lo alto de las escaleras y me relajé un poco. Me había salvado. Bajó corriendo, pero a paso humano y lo abrazó, ella era la única persona con quien había visto a Charlie ser tan cariñoso. Y se veía hermosa. El vestido le quedaba a la perfección. Era blanco con tirantes y detalles en celeste en la parte de abajo. Sonreí. Hasta se había peinado con un lazo a tono y se había puesto zapatillas blancas.

- Llegué hace bastante. Creí que les había pasado algo –le dijo Charlie al alejarse. Nessie puso los ojos en blanco.

- Hay, abuelo, te preocupas demasiado –le contestó en tono burlón, restándole importancia.

- Soy policía, es mi trabajo –replicó él señalando su placa con el pulgar. Estaba usando su uniforme- Además, llamé a Bella y me dijo que estaban en casa.

Por eso había llegado sin previo aviso. Me miró a mí y yo sólo le sonreí con la mente en blanco.

- Lo estábamos, sólo fuimos a cazar –le explicó Nessie como si hubiera sido lo más natural del mundo. “A cazar”… era tan simple, y en cierta forma también era cierto. Debería habérseme ocurrido, pero bueno, tenía que admitirlo: no había mucha sangre en mi cerebro en estos momentos.

Charlie sólo asintió y cambió de tema, seguía con esa política de saber “sólo lo necesario”. Pero sabía que cazábamos de vez en cuando y estaba al tanto de la dieta de la familia… aunque no le gustaba mucho escuchar sobre ella.

- Oh… es que, como les decía, llamé a Bella y me dijo que te irías por un tiempo –volvió a dirigirse a mí. Vi el rostro de Nessie descomponerse un poco y luché por que mi expresión no la imitara-. Dijo que era algo de… los chicos de la reserva. Así que quise venir a desearte suerte.

Me ofreció una sonrisa que hizo que se le arrugara el rostro, y yo se la devolví con gusto. Era muy considerado de su parte.

- Gracias, Charlie –le contesté sinceramente.

- ¿Por qué no bebemos algo? –preguntó Ness haciendo que la atención volviera a ella.

- Claro, ¿por qué no? –le dijo Charlie y luego ella le indicó que pasara a la cocina, quedándose un poco atrás. Cuando él le dio la espalda, se acercó a mí y me sacó una hoja de árbol de detrás de la cabeza. Me plantó un beso en los labios y se alejó para inspeccionarme. Soltó una pequeña risa y puso los ojos en blanco.

- Estás sucio –comentó mientras pasaba la mano por mi pantalón, sacudiendo la tela.

- No hagas eso –susurré cuando su mano se acercó mi entrepierna, sofocando el pequeño gruñido que sentía subir por mi garganta. Tragué en seco cuando no me hizo caso. Tomé su mano por la muñeca y la alejé un poco, temiendo descontrolarme con Charlie en la otra habitación. Me aclaré la garganta- Yo… no pude… no me…

Se puso en puntas de pie para quedar a mi altura y pegó su cuerpo al mío, haciendo que nuestros rostros quedaran a apenas un centímetro a dos. Me miró a los ojos y fue su mano libre la que se acercó a mi entrepierna, sólo que esta vez la apoyó descaradamente sobre mi erección.

- Lo sé –susurró en mi oído y a mi me costó tragar- Y me encanta saber que estás así por mí –Me plantó un beso debajo de la oreja y luego se alejó un poco. El deseo de sus ojos era evidente. Se alejó de golpe cuando escuchamos a Charlie moverse en la cocina, de seguro se estaba impacientando. Puso cara de inocente y marchó hacia la cocina moviendo sus caderas de un lado al otro mientras yo apretaba los ojos para no saltarle encima. Controlarme sería difícil… muy difícil.

14 comentarios:

  1. HAY NATY GRACIAS POR ACTUALIZAR, HACE RATO A PENAS ESTABA PREGUNTANDO DONDE ANDABA LA ACTUALIZACION PERDIDA. MUCHAS GRACIAS. Y COMO SIEMPRE, TE QUEDO MAGNIFICA, ME ASUSTE CUANDO NESSIE LE DICE QUE NO SE ACERQUE ¿¿¿COOOMO??? LO BUENO ERA QUE SOLO NO QUERIA COMERSELO, JAJA. MUCHO LEMMON, MUY BUENO, ESPERO LA SIGUIENTE PARTE, AUNQUE NO QUIERO QUE JAKE SE VAYA, PERO BUENO, A VER QUE PASA CON EL, ALLA DONDE ANDE.

    SALUDOS Y BESOS. AAAHH CREO QUE SOY LA PRIMERA SIIII, YA ME LO MERECIA.

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  2. jejeje, uy caliente!! Auw!! pobre jake.
    que bueno hace mucho que esperaba la continuacion de esta historia, interesante promete ser la trama, jejej y todas las de mas situaciones ;P

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  3. que bien por fin ya pensaba que se habian olvidado. stubo genial, pero no hagan sufrir.jeje

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  4. Por fin...!!! ya faltaba mas cosas de jake y nessie en el blog...mucho ed y bella ya, no es que no me guste pero la mayoria de los fics ya los lei antes y ya me hacia falta la pareja de jake y nessie...buenisimo el capitulo pobre jacob se quedo con las ganas todavia jajaja...esperando el proximo capitulo...!!! y esperando con ansias mañana para leer lazos prohibidos, el capitulo anterior estuvo demasiado emocionante, perdi la cuenta de cuantas veces lo lei jeje... saludosss

    Montse :*

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  5. BIEN !!!! por fin lo subiste, creía que abandonaste a mi pareja favorita : [ pero no, aquí están otra vez con ganas de mucho LEMMON !!!

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  6. uuufff
    que calor Naty!!
    ya nos estabamos preocupando por ti..pero veo que estabas un pokito ocupada...jajajaj
    me alegra leer la continuacion de esta historia
    es muy buena
    Besos y espero ansiosa la segunda parte
    :D
    Neny

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  7. Sabes qeu amo tu forma de escribiry tu forma de ser... amo este fic y este capi lo ame ... hasta ahora lo coemnto pero sabees que sos la mejor ....

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  8. me encantoooo..!!!!
    fascinarme es poco jajajaja

    pobrecito jake, se quedo aguantandose..!! jajajaj

    como me gusta esta historia, es divinaa..!!!

    bueno te dejo besos enormess.!!!

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  9. Al fin encontré la actualización perdida. Me encantó sobre todo las partes donde mencionas que el pobre Jake no piensa coherentemente por falta de riego en el cerebro. Me arrancastes una sonrisa con esos comentarios, jaja. Conozco a alguien a quien le va a encantar eso de que Jake rompa la manilla de la puerta.

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  10. uuuufffffff!!!!!! me parece conocida esta historia sera por que me paso a mi ajajajajjajaja
    muy bueno el capi te pasaste
    plisss sube pronto el otro que ya nu puedo esperar mas ajajajaja

    xao besos
    cuidate

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  11. Madre santa!!! yo quiero uno asi!!!
    *babas* xD

    Naty, cuando publicaras la segunda parte????

    Besos chica!

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  12. Amiga!! soy una pesima amiga!! ahahahaha

    No habia tenido chance de comentarte!! pero fue maravilloso!!! pobre de mi Jake que no se pudo venir!!!! Awwwwww atrapados por Charlie!! ahahahahahahaha Que gracioso!! ahahahahahaha

    Te amo amiguis!! eres lo maximo!!

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  13. Ajajajajaaa XDDD
    Madre mía, esto es....BUENÍSIMO XD
    Jajajaja, Charlie...En vaya momento llega jajajaj XDD
    Me ENCANTA cómo escribes. Me ENCANTA este fic.

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  14. simplemente E S P E C T A C U L A R
    hace poco fue que supe del blog chicas, sorry q no comentaba pero no podia dejar de leer uno tras otro!! jeje Excelente yo quiero q me pase algo asi pero con un edward :P jajaja
    Sigan con sus fic! Ya tienen una nueva seguidora!

    Atte: Su'!

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...