sábado, 9 de enero de 2010

Lazos Prohibidos "Cap 09" - Naty Celeste


Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es mía :D

Summary: Los licántropos encontraron formas de infectar a los humanos, pero los vampiros no se dejarán vencer en número. Una guerra atormenta al mundo cuando los dos bandos se enfrentan en una batalla sin fin. Todos deben elegir, o la elección será tomada por ellos. ¿Puede el amor de Jake y Nessie enfrentarse a cualquier cosa?

Capítulo 9: El cambio


Cuando el dolor físico remitió finalmente y logré abrir los ojos, busqué a mí alrededor por algo que me pareciera familiar, pero nada era como lo recordaba. Los colores eran más brillantes, las figuras más definidas, y los olores me aturdían. Me incorporé con cuidado, temerosa de que cualquier movimiento hiciera me prendiera fuego de nuevo.

Volteé la cabeza y vi a Jeremy parado junto a la cocina. No era exactamente como lo recordaba, todo se veía mucho mejor. Volteó para verme y entendí que estaba cocinando. Eso era grandioso, porque el hueco en mi estómago gritaba a viva voz.

- ¿Estas bien? –me preguntó con la voz baja, aunque la escuché perfectamente.

- Creo… -susurré, pasándome la mano por el estomago para ver si todavía estaba entera. Una punzada de dolor me atravesó la garganta y me llevé las manos ahí instintivamente, intentando tragar, aunque mi boca parecía seca.

- Es la sed… -murmuró quitando del fuego lo que estaba cocinando. Lo puso en un plato y lo trajo hasta mí. Acuclillándose a un lado de la cama- Toma, esto te ayudará.

Me incorporé sobre mis codos y vi la carne que estaba en el plato, era un trozo grande, y a penas estaba cocido. Aunque eso no impidió que me lo comiera prácticamente como un animal. Sólo lo tomé con las manos y comencé a morderlo para calmar el ardor y la sequedad de mi garganta. Cuando tragué el último trozó Jeremy ya se había sentado a mi lado en la cama y pasaba su mano por mi espalda suavemente.

- Gracias –musité limpiándome la boca con el brazo. Jer sonrió de lado, mirándome, de seguro parecía una mujer de las cavernas.

- No hay problema –aseguró-. Supuse que no querrías que te trajera… otra cosa, así que consulté con Kate para saber que funcionaría mejor. Me dijo que no la cocinara mucho.

Asentí con la cabeza, entendiendo mejor lo que había hecho por mí.

- Gracias –repetí- Tu suposición fue correcta –volvió a sonreír, esta vez más ampliamente.

- ¿Tú nunca lo has probado? –le pregunté sin dejar de mirar alrededor, lo que me había dicho era cierto, mi cabeza trabajaba mucho más rápido, y podía oírlo todo. Afuera algo goteaba, y un pájaro se había posado en el tragaluz del techo.

- ¿Comer comida humana? –me preguntó, hice una mueca y negué con la cabeza, pero unos pasos se acercaron por el corredor y miré en esa dirección con los ojos bien abiertos, intentando descifrar si venían hacia acá o no.

- Val… -me llamó Jeremy y volví a mirarlo- Es uno de los chicos, no te preocupes. Y no, no puedo comer comida humana.

Me concentré en él y en contestarle algo coherente. Tantas ideas me daban vueltas por la cabeza, que me sentía increíblemente confundida y un poco alterada.

- No, no me refería a comerla, me refería a beberla, a beber sangre de animales.

Se quedó callado un momento, mirándome como si hubiera dicho algo de otro mundo. Abrió la boca pero no dijo nada. Sólo se quedó mirándome por lo que pareció una eternidad. ¿No se suponía que su mente trabajaba más rápido que la mía? Me impacienté un poco y chasqué mis dedos en frente de su cara, intentando que reaccionara, pero el sonido atrajo mi atención y acerqué mi mano a mi oído para hacerlo de nuevo. Y otra vez, y otra, hasta que la mano de Jer se posó sobre la mía, haciendo que me detuviera.

- No creo que sea posible… -murmuró volviendo a pestañear. Me encogí de hombros.

- ¿Alguna vez lo probaste? –frunció el ceño.

- No, nunca lo había pensado.

- Quizás sea lo mismo –sugerí, aunque ahora que tenía una idea de lo que la sed molestaba, no creí que fuera igual. Una grieta en la pared cautivó mi atención y me puse de pie para acercarme y mirarla de cerca. Mis piernas se sentían adormecidas al principio, pero luego de unos pasos las sentía fuertes, como rocas. Me sentía viva por primera vez en meses, y todo lo que quería hacer era explorar, y moverme…y correr, quería correr como Jeremy lo había hecho antes. Quería sentir la velocidad y el viento en mi rostro, y tener esa sensación de que nada podía lastimarme de nuevo.

Moví un dedo sobre la grieta de la pared, y luego me acerqué el brazo a la cara para mirar mi piel, que parecía mucho más tersa y suave, y tocarla con mi dedo índice un par de veces.

Volví a sentarme en la cama, a un lado de Jeremy e hice un gesto para que sostuviera su brazo en frente de su cuerpo y así poder pegar mi piel a la suya para ver la diferencia. Piqué su piel y luego la mía. La suya parecía más dura y resistente, justo como me dijo que sería. Él solo me miraba con media sonrisa en el rostro y la mirada ausente.

- ¿Qué sucede? –le pregunté después de unos minutos y se encogió de hombros. Acerqué mi cara a la suya y lo miré a los ojos. Estaban rojos, lo que me decía que no tenía mucha sed. Eso era bueno, no creí que fuera lindo verlo cazar. Me acerqué más, y puse mi mano en su mejilla para mover su rostro de un lado a otro, como inspeccionándolo. Sólo quería mirarlo en detalle, pero noté que se estaba poniendo incómodo… muy incómodo.

“Hay, ¡por favor! Como si no hubiera sido suficiente reto tener que alejarme la otra noche”. Tragué en seco y lo miré con curiosidad por un segundo. No había abierto la boca.

- ¿Cómo hiciste eso? –me alejé quitando mi mano y poniéndome de pie. Frunció el ceño.

- ¿Cómo hice qué? –me preguntó confundido.

- Hablar… -me quedé callada mirándolo con curiosidad. Se rió de mí.

- Oh, bueno, lo aprendí de pequeño. Es bastante fácil, en realidad.

Sacudí mi mano en frente de mí para hacer que se callara. Quería concentrarme en escuchar.

- Ahora no oigo nada –se rió de nuevo.

- No estoy hablando –dijo como si dudara que tuviera la capacidad para entenderlo y se levantó para tocarme la frente como si chequeara mi temperatura.

- Siéntate –prácticamente le ordené señalando la cama. Hizo lo que le decía mirándome aún como si estuviera loca. Quizás lo estaba. Me senté a su lado para recrear la situación, pero no escuché nada. Lo tomé del rostro y lo miré de cerca “ok, se volvió loca, pero me gusta que esté cerca”. Me reí y lo solté, aún mirándolo a los ojos. Dejé de escucharlo. Toqué su mano con un dedo y no escuché nada, así que apoyé mi palma entera en su brazo “…de todas formas estamos en un manicomio, así que no tenemos que viaj-…” Quité mi mano de la suya y miré su sonrisa burlona con el ceño fruncido.

- No estoy loca –le aseguré.

- Yo no dije que lo estuvieras –contraatacó.

- Lo sé, pero lo pensaste –se rió de nuevo.

- ¿Ya me escuchas? –me preguntó, y lo miré con cara de curiosidad. Apoyé mi mano de nuevo en su piel “creí que tardaría más tiempo…”

- ¿Sabías que esto sucedería? –saco su mano de debajo de la mía y se puso de pié, alejándose unos pasos.

- Bueno, en cierta forma, sí –me crucé de brazos y fruncí el gesto mirándolo. Tomó aire y se me quedó mirando un momento.

- No te enfades, ¿de acuerdo?

- Sólo no me mientas –suspiró de nuevo y se acercó, sentándose en la cama y subiendo una mano para mostrarme su palma, dándome a entender que quería que lo tocara, que lo… ¿escuchara? Lo que fuera.

Apoyé mi palma en la suya y su voz se escuchó en mi mente.

“¿Recuerdas que te conté sobre los poderes de los vampiros, cierto? ¿Qué algunos de nosotros teníamos habilidades más allá de las… normales? –asentí con la cabeza- Muy bien. Antes… cuando Aro era el líder, él tenía un poder. Uno muy parecido al que tienes ahora, sólo que mucho más desarrollado. Puedes abrir canales mentales.”

Quitó su mano de la mía y pasó ambas por su cabello, cerrando los ojos y tomando aire. Luego volvió a su posición y siguió la explicación.

“Te dije que era el cuarto al mando, pero nunca te expliqué quienes eran los otros. La cabeza de la… organización son Cayo, Marcus y Eleazar. Dos de ellos tienen poderes, como los que tenía Aro y como el que tengo yo mismo, como el tuyo ahora”

- ¿Que pueden hacer? –pregunté. Jeremy no paraba de mirarme a los ojos. Supuse que para verificar que captaba todo lo que me decía.

“Eleazar… él puede detectar los poderes de las demás personas. Hemos estado buscando por todo el mundo alguien que reemplace el poder de Aro en nuestras filas. Por eso no podía matarte al principio. Eleazar dijo que era increíblemente probable que desarrollaras un poder como el de Aro, aunque jamás pensé que sería tan rápido. Y siendo una híbrida. Él tardó años en desarrollar el suyo para hacer lo que haces ahora, incluso como vampiro… claro que después de unos siglos lo controlaba más de lo que puedes imaginarte. Esto no es nada comparado con eso”

Mi cabeza comenzó a doler y separé mi mano de la suya, rompiendo el contacto.

- Lo siento, quizás se sienta incómodo por un tiempo –me explicó-. El caso es que Aro lograba ver todos los pensamientos que una persona había tenido en toda su vida con sólo tocarlos.

Tragué en seco y las lágrimas amenazaron con salir, pero las empujé hacia adentro tomando aire.

- ¿Así que por eso estoy aquí? –Susurré entre mis dientes. Se me revolvió el estómago cuando pensé en todo lo que había abandonado, en todo lo que me había sido arrebatado para tenerme aquí-. ¿Por eso estás tú aquí?

- Esa es la razón por la que no te maté, sí.

- Eso no es lo que te pregunté –no creí que fuera posible sentir algo en mi corazón hecho pedazos, pero me sorprendí de lo mucho que me lastimó la traición de Jeremy. Había llegado a considerarlo mi amigo.

- Al principio, sí. Esa era la razón por la que estaba aquí –susurró en un tono muy bajo.

Asentí con la cabeza mientras una lágrima se desbordaba por mi mejilla. La limpió con el dorso de sus dedos, pero me moví para evitar el contacto. Lo sentía incluso más frío que de costumbre.

- No me toques. –solté en tono seco y alejó su mano de inmediato, frunciendo la boca en un gesto que parecía de dolor.

- No es lo que crees –susurró.

- ¿No es lo que creo? –Levanté la voz-. ¿Entonces no me engatusaste para que me convirtiera? ¿No arrancaste todo lo que amaba en mi vida para que no tuviera opción? ¿No fingiste hablarme como si te importara, visitándome una y otra vez para que pensara que eras mi amigo? ¿Que podía confiar en ti?

Me había puesto de pie, caminando de un lado a otro enfrente de él, y había comenzado a llorar, tan fuerte que ahora lo que decía era prácticamente in entendible, pero aún así, Jeremy se encogía con cada una de mis palabras.

- Val, lo siento, déjame explicarlo, por favor.

Me crucé de brazos y lo miré hacia abajo desde mi posición con la peor expresión que el dolor de la traición colocaba en mi rostro.

- En un principio sí lo hacía para que te nos unieras, lo sé. Pero nunca te mentí, Val. Todo lo que te he dicho es cierto. Cada palabra fue en serio. No podía mentirte…

Solté el aire en un bufido y puse los ojos en blanco, y él se puso de pie y me tomó de los hombros para que tuviera que mirarlo.

- Nunca había sentido por alguien lo que siento por ti, Val. Nunca nadie me había hecho sentir así. Y sé… sé que al principio todo lo que quería era que te nos unieras, pero a medida que te veía, que me hablabas, todo lo que me decías hacía que me sintiera más conectado a ti. Más cerca… Te dije que sólo por ti había intentado alimentarme menos, y es cierto. ¡Por Dios, hasta estoy considerando comer conejos!

- Ya me convertí. No necesitas seguir con la farsa, Jeremy. –Frunció el ceño y me sacudió un poco por los hombros.

- ¿Crees que te miento? –murmuró apretando los dientes.

- ¿Cómo podría creer otra cosa? –escupí. Tomó mi mano con fuerza y la apoyó en su mejilla, haciendo que lo escuchara.

“Nunca me había sentido así por nadie. No puedo dejar de pensar en ti. Al principio, creí que quería que te nos unieras por tu poder, pero a medida que me hablabas, me contabas cosas, cuando me tocaste las manos el otro día… me di cuenta de que quería que te nos unieras para tenerte cerca”

Suspiró profundamente en un momento en el que todas sus ideas se desordenaron e imágenes fugaces de sus recuerdos pasaron por mi cabeza, como una película detrás de mis ojos. Se mordió el labio.

“Y cuando te besé… nadie me había hecho sentir así antes, Val.” Me alejé un poco, pero su agarre se hizo más fuerte y se acercó de nuevo “Sé que no sientes lo mismo. Y créeme que lo entiendo, pero no puedo evitarlo. Y lo intenté. Te juro que lo intenté. Es sólo… más fuerte que yo”

“Ahora mismo, todo lo que mi cuerpo me pide, lo que mis instintos gritan, es que te bese de nuevo. Pero incluso siendo una híbrida podría matarte fácilmente… no puedo permitirme eso. Eres lo único que me hace sentir vivo.”

“Además, sé que aún lo amas. Sé que piensas en él, y todo lo que gritaste en los últimos dos días fue su nombre. Lo entiendo, no soy estúpido. Pero sólo no te alejes, ¿si? Ten en cuenta que no quise traicionarte. Que quiero que seas capaz que confiar en mí, como yo confío en ti. No dudes que soy tu amigo, por favor.”

Lo miré un minuto entero. Su expresión parecía torturada, y esta vez no había ninguna señal de que estuviera fingiendo, aunque bien podría haber aprendido a engañarme mejor. Asentí con la cabeza lentamente. Sentí que aflojaba su agarre para después verlo soltarme y alejarse a paso lento y dudoso. Se sentó en la cama, apoyando sus codos en sus rodillas y escondiendo su cabeza en sus manos. Lo escuché suspirar a través de sus dedos y me acerqué para sentarme a su lado.

Parecía realmente torturado, y no sabía como hacer para evitarlo. No quería que sufriera. Cuando me senté levantó la vista para mirarme. Su expresión era de dolor y de miedo.

- Lo siento… -susurró entre sus dedos. Lo decía en serio. Muy en serio. Y todos mis instintos me decían que podía confiar en él a pesar de todo.

- Todo está bien –murmuré a modo de respuesta mientras apoyaba una mano en su hombro para consolarlo. Cerró los ojos de nuevo y dejó caer su cabeza en sus manos una vez más. Después de unos segundos apoyó su mano en la mía, que aún descansaba en su hombro, y me miró intentando dibujar una media sonrisa en su rostro. No le creí.

- ¿Estás bien? –le pregunté con la voz baja. Asintió y respiró hondo, quitando su cabeza de sus manos y apoyándose sobre la pared de a un lado de la cama.

Nos quedamos callados un momento, mi mente divagando, buscando un tema del que pudiera hablar sin lastimarlo, o lastimarme a mi misma. Logré sacar algo después de un rato.

- ¿Qué puedes hacer? –levantó la vista de sus pies y me miró.

- ¿Qué?

- Dijiste que todos ustedes tenían poderes. O algunos de los que estaban al mando, al menos. ¿Cuál es tu poder?

- Oh… bueno, es algo difícil de explicar.

- Inténtalo –hizo una mueca y yo sólo me crucé de brazos esperando a que me contara. Después de unos segundos suspiró y comenzó a hablar. Era lo justo si decía ser mi amigo.

- Puedo detectar cuando una persona tiene miedo –se quedó callado y yo levanté una ceja, escéptica.

- No parece muy útil… -torció la boca y bajó la mirada por un segundo.

- Lo es si puedes saber exactamente a qué le temen.

- ¿Exactamente? –Repetí y Jer asintió con la cabeza- ¿todos? –insistí y asintió de nuevo.

Me quedé callada un segundo, ordenando mis ideas.

- ¿Cómo funciona? –pregunté finalmente. Se encogió de hombros.

- Sólo lo sé… como si alguien me lo dijera. Es como si fuera total y completamente obvio –hizo una pausa y se concentró en mirar la pared mientras seguía hablando-. Es muy útil en las batallas. Así podemos saber cuales son las debilidades del enemigo y atacarlas.

- ¿Sabes a qué le temo yo? –susurré. Sus ojos revolotearon hasta mí por un segundo y luego bajaron al piso.

- Sí, lo sé –murmuró, su voz casi imperceptible.

- ¿A qué? –pregunté.

- Preferiría… no decírtelo.

- ¿Por qué?

- No quiero lastimarte, Val –musitó sin despegar los ojos del piso.

- ¿Lastimarme? ¿Por qué me lastimarías?

- Por que las personas no siempre están concientes de sus temores.

El silencio reinó por un par de minutos en los que medité sus palabras. Quizás era cierto, y preferiría no escucharlos.

- ¿Recuerdas cuando te llevaron a mi oficina?

- Sí –volvió a mirarme, pero su expresión era ausente.

- Te dije que serías una excelente soldado –asentí con la cabeza intentando mantener fuera de mi mente la razón por la que había pedido visitarlo-. Era porque no le temías a nada. Absolutamente a nada. Ni a los vampiros, ni a la muerte, ni a mi mismo –soltó una carcajada sin sonido-. ¿Sabes lo difícil que fue encontrar algo para convencerte de permanecer con vida?

Fruncí el ceño, la palabra “convencerte” me sonaba más como “chantajearte”.

- Sabes que eso fue increíblemente cruel ¿cierto?

- Lo sé –no me miró-. Pero te dije que era un monstruo antes de conocerte. Además, tenía que hacer algo para impedir que te lastimaras. Parecías decidida a hacerte daño.

Sonreí para mis adentros. Era cierto. Incluso más de lo que Jeremy suponía.

- ¿Y sabes todos los temores de las personas?

- Todos –susurró casi como un lamento.

- Debe ser deprimente –sonrió un poco y se encogió de hombros. Su sonrisa nunca me había parecido tan falsa.

- A veces –lo miré de reojo y levanté una ceja.

- ¿No todo el tiempo? –negó con la cabeza.

- A veces es útil. Así supe que temías no volver a ver la luz del Sol –su sonrisa se volvió más sincera, pero aún no me convencía.

- Y por eso preparaste este lugar para mí…

- Exacto.

Le sonreí en respuesta. Había sido muy dulce de su parte. O al menos humanitario. Tomé aire para suspirar e hice una mueca cuando sentí la sed quemándome la garganta de nuevo. No pude volver a concentrarme en otra cosa. Le pediría a Jer que me encadenara a la habitación si eso se necesitaba para que no lastimara a nadie. O quizás podría morder a alguien y dejarlo con vida. Pero luego recordé que eso los convertiría.

- ¿Soy venenosa? –le pregunté de repente y se rió un poco de mi brusco cambio de tema.

- El veneno corre por tus venas, sí.

- Me refiero a si puedo convertir a alguien.

- Ah… No, no puedes. Sólo está en tu torrente sanguíneo, y se va diluyendo por tu sistema gradualmente. Tu saliva no lo tiene –asentí con la cabeza mientras escuchaba.

- ¿Entonces puedo morder a alguien sin matarlo? –dudó un segundo frunciendo el ceño.

- En teoría.

- ¿A qué te refieres?

- Bueno, es sólo que… probar la sangre humana es… Sólo digamos que no podrías detenerte –torcí la boca. Ese era un riesgo que no pensaba correr.

- ¿Hay más carne? –sonrió y por fin despegó la vista del piso.

- Llené tu heladera. Kate dijo que tendrías sed… o hambre, lo que sea.

Me puse de pie con una sonrisa y me acerqué a la heladera para luego abrir la puerta.

- ¿Quieres que lo cocine? –me preguntó. Sólo me quedé mirando los trozos de carne cruda mientras se me hacía agua la boca.

- Creo… creo que quiero probarlos así.

- Bien. –Lo miré. No parecía estar juzgándome. Así que tomé un pedazo de carne y lo olfateé para ver si no me daba nauseas. A penas lo acerqué a mi cara sentí mi garganta ardiendo y clavé los dientes sin dudarlo. Me lo devoré más rápido de lo que pensé que fuera posible.

Sólo me miró un segundo mientras comía y luego volvió su rostro hacia el techo, con los ojos prácticamente en blanco. Se había recostado en la cama, con los brazos debajo de su cabeza.

- Así que… -dije cuando terminé de limpiarme la boca. Me miró.

- No estoy segura, pero creo que sería grosero ir y escuchar qué piensas, así que sólo te lo preguntaré.

Soltó una carcajada y se incorporó un poco para mirarme más de frente. Me acerqué y me senté en la cama cuando corrió sus piernas a un lado para darme espacio.

- Pensaba en tu entrenamiento.

- ¿Mi qué?

- Para pelear. Todos deben someterse a un entrenamiento.

- ¿Y cómo es?

- Bueno, se te asigna una pareja y se les dan unos consejos para pelear antes de que salgan a las rondas. Así es más seguro.

- ¿Mi compañero es Matt? –negó con la cabeza.

- No, puedes elegir a quién quieras.

Torcí la boca. Ya había oído eso antes.

- Prometo que no lo mataré –dijo solemnemente, levantando tres dedos en el aire como las promesas de los boy scout. Sonreí un poco por su dramatismo y puse los ojos en blanco.

- ¿Cuáles son mis opciones?

- La gente con la que estuviste en el primer cuarto. ¿Los recuerdas?

Asentí con la cabeza.

- ¿Qué tal Eleonor? –pregunté después de pensarlo por un momento.

- Sí, creo que está libre. ¿Quieres ir con ellos?

- ¿Se puede?

- Sí, son híbridos. O por lo menos la mayoría –agregó en voz baja. Ignoré el comentario cuando se puso de pie y extendió la mano para ayudarme a levantar, a pesar de saber que la fuerza en mis piernas hacía que fuera innecesario. Me lo quedé mirando un segundo.

- No tienes porqué temer tomarme la mano, Val –dijo con la voz seca.

- Lo siento –me disculpé-. Es sólo que… -me quedé callada al no saber cómo terminar la frase.

- Lo sé. –Se puso de cuclillas para quedar en frente de mí y a mi altura. Levantó mi mano y tocó nuestras palmas, justo como antes.

“Pero no planeo reemplazarlo. Sé que no sientes lo mismo que yo. Y lo entiendo, sólo… no me temas, ¿si? Eres la primera persona por quien tengo aprecio en… bueno, desde siempre. Y no haré nada que tú no quieras. Eres una de las pocas personas que no tiene por qué temerle al monstruo” Soltó una carcajada por su propio comentario cuando quité mi mano.

- No eres un monstruo. No digas eso.

- No lo dije. –Rió por el juego de palabras y luego volvió a mirarme, se puso serio una vez más mientras acercaba su mano a la mía de nuevo.

“Sólo… no me temas, por favor, no lo soportaría viniendo de tu parte” Repitió y sólo le sonreí.

- Bueno –se puso de pie y me soltó-. ¿Lista para el entrenamiento?

12 comentarios:

  1. Aitza95...
    por fin primera... siii
    soy nueva ak y me encanta tu blog
    este cap t quedo hermoso pero me falta hacerte la pregunta del millon
    ¡donde esta jake?
    sigue así

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  2. andripili
    hola hola,
    està buenisimo,
    ya es hibrida!!
    no puedo creer q ya estemos en el capi 9!!!
    y donde estarà jake, tambien tendrá pretendiente??? cuando sabremos del lobito!!!
    jer' es lindo a su forma y su poder està genial!!
    sayoo

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  3. ayyyyyyyyyyyyyyy k se enamore de jeremyy yaaaaa k la kiere cn locuraaa(LL) seguro k sale jacob y lo fastidiaaa a jerr el pobreeee me encantaaaaa(LL)

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  4. esta historia te esta quedando genial
    y me encanta Jeremy
    TEAM JACOB

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  5. Kyaa al fin un nuevo capituloo!!! ♥ Amo este fic, se convirtio en mi favorito! ^-^
    Espero ansiosa el proximo capitulo!! *-*

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  6. Iuuuu!!!
    Pero que buen podeeeeeeeeeeer! xD
    Iuuuuuu!!
    Cuando escucho por primera vez su pensamiento, seguro que sonrei como tonta :P
    Más más Naty por favoooooor!!

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  7. QUE PADRE CAPITULO, NATY, MUY BUENO. Y YA VA A EMPEZAR EL ENTRENAMIENTO QUE BIEN, VIENE LA ACCION. SOLO QUISIERA SABER YAAA DE JAKE, POOOFA,

    SALUDOS Y BESOS DESDE MONTERREY, NL.

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  8. Naty es tan injustos ke estes aziendo ke
    me este gustando un vampiro jajajaa
    iia es hora de ke aparesca el lobo
    porke si no terminare volviendome loka
    y este vampiro se termra por ganar parte de
    mi korazon y no kierooooo jajaja...

    MII NATY espero ke te la estes pasando super
    en tus vakas te adoro mii niña ii poes nos
    andamos leiiendo AMO el FIC... BESOS

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  9. ola naty
    soy nueva
    pero tu historia me atrapo
    completamente el
    corazon.

    ¿cuando aparecera jake?
    ¿donde esta?

    es lo que mas me tiene emocionada

    las felicito a todas por hacer
    historias que atrapan

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  10. Pobre Jer. Se me escaparon unas lagrimillas con este capi y pensando que el pobre va a perder a Ness en cuanto aparezca Jake.
    Oficialmente te confieso que yo la amo. Es un mosntruo cierto, pero mi mostruo. Y estoy seguro que se pasará al "vegetarianismo" por Val.Tanto la ama como para eso.
    Tean Jaremy!!!
    Dios! otro "hombre" perfecto par la colección.
    Ojala el de "arriba" tomara nota. ahahah

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  11. aaaahy asi es las vida llena de encrucijadas pero bueno... ella decidio y su corazon esta aferrado ... aun siendo hobrida ama a Jake... pero diganme como no amarle si es tan .... (suspiro)
    quiero pronto un reencuentro aaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

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  12. Por lo que parece se aproxima un triángulo amoroso, ja, ja, genial.
    Quiero que aparezca Jake y a la vez no, estoy loca, pero me cae súper bien Jeremy, y me va a dar lástima cuando vuelva Jake.
    Me voy a seguir leyendo.
    Besos.

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...