Disclaimer: Basado en la novela de Catherine Mann: Volveré a seducirte. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha MALDITA MEYER!! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!!!
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Reconquistando tu corazón
Capítulo IX – Liando con el dolor.
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Edward POV
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Estaba en mi propia cama por primera vez en ocho meses. Despierto. Pero no habría podido dormir aunque no tuviese que despertar a Bella cada dos horas.
Esperando que sonara el teléfono para saber algo de mi cuñado.
Intenté distraerme entrando en el ordenador de Bella para acceder a mi cuenta corriente. Quería buscar el mejor fideicomiso para mi hijo. Y sí, pasé mucho tiempo intentando imaginar cómo iba a convencerla de que dejase su trabajo y se tomara las cosas con calma. ¿Era malo por mi parte querer cuidar de ella, especialmente en una noche como esa, cuando había quedado tan claro lo frágil que era la vida?
Los toldos de la terraza se movían con la brisa. Y, sin duda, yo mismo necesitaba un poco de aire después del ejercicio que habíamos hecho en la escalera y luego en la cama.
De vuelta en la habitación, enredé un mechón de pelo en mi dedo, con cuidado para no despertarla. Luego miré el reloj: las 4:25. Aún faltaban cinco minutos y no pensaba despertarla ni un segundo antes.
Después de tanto tiempo separados, agradecía la oportunidad de mirarla tan de cerca. Un pálido hombro asomaba por encima de la sabana y tuve que hacer un esfuerzo para no apartarla…
¿Qué demonios había pasado mientras íbamos al dormitorio? Yo quería sexo por el olvido que había sido capaz de encontrar en su cuerpo en el pasado.
Pero hacer el amor con ella había sido todo menos pacifico. Bella me había clavado con sus ojos, aumentando mi enardecido deseo y, a la vez, haciendo que deseara dar marcha atrás. Mi mujer necesitaba algo más de mi… siempre había sido así.
Tendría que distraerla con lo que hacíamos tan bien para que olvidase aquello por lo que chocábamos. Miré el reloj de nuevo: las 4:30.
Aparté la sabana poco a poco, besando sus pechos, su estomago, sus caderas… hasta que ella empezó a moverse. Bella se estiró con una gracia felina que me excitó de nuevo. Pero no. Necesitaba más tiempo para levantar mis defensas antes de que ella me emboscase con otro “quiero hacer el amor”.
-¿Estas despierta?
-Ahora si –sonrió ella, abriendo los ojos.
Acaricié tiernamente su cara.
-¿Cuántos dedos?
-Tres.
-Perfecto.
-¿Hay alguna noticia sobre Jasper?
-No, nada. Pero confío en el viejo dicho: cuando no hay noticias es buena noticia –suspiré-. ¿Quieres comer algo antes de que empieces con las nauseas matinales?
Bella me estudió con cara de preocupación durante un segundo antes de ofrecerme la sonrisa que necesitaba.
-¿Sabes lo que quiero? –preguntó, sentándose en la cama-. Chocolate blanco o mantequilla de cacahuate.
Mientras me ponía los bóxers, ella se envolvió en la sabana.
-El ultimo en llegue a la cocina tiene que dar de comer al otro… desnudo.
-En cualquier caso, los dos vamos a ganar.
Corrí tras ella, ansiado el placer de llevar comida a sus labios y ver el éxtasis en su rostro. Ni siquiera el estudio en el que estaba encendido el ordenador podía competir con lo que Bella podía ofrecerme en ese momento.
Ella encendió la luz de la cocina, iluminando el moderno espacio. Se había tomado su tiempo para decorarla porque quería que fuera un sitio para divertirse cocinando.
Los recuerdos me emboscaron entonces…
Recuerdos de Bella eligiendo los electrodomésticos más modernos del mercado.
Recuerdos de ella sobre la escalera, colocando cacerolas.
De nuestra hija dormida en un moisés, al lado de la mesa, o de Bella moviendo la mecedora con el pie mientras cortaba verduras…
Definitivamente diferente a lo que estábamos haciendo ahora.
-Siéntate y prepárate para que te dé de comer.
Bella se sentó en un taburete mientras yo abría la nevera. ¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que habíamos hecho esto? No lo recordaba. La diversión había desaparecido de nuestro matrimonio mucho tiempo atrás.
¿Cómo había dejado que eso pudiera pasar cuando la risa desinhibida de Bella era una de las cosas que más me gustaban de ella? Y esa noche, con el pasado repitiéndose y la preocupación por Jasper, nos haría falta.
Saqué una botella de agua mineral y la dejé sobre la encimera, al lado del cesto de fruta. Y cuando miré la despensa comprobé que había guardado allí todos los tarros de chocolate y mantequilla de maní que le había regalado. Y que estaban casi vacios.
-¿Qué tendrá el chocolate que le gusta a todo el mundo?
-Debe de ser algo que viene de la infancia. Todos los niños comen chocolate.
No era un buen momento para sacar a la luz recuerdos de infancia, pero hablar de Jasper era más fácil que pensar en Claire, especialmente porque tenía que creer que mi mejor amigo estaba vivo.
-Jasper y yo solíamos comer bocadillos de mantequilla de maní y chocolate cuando éramos pequeños.
Ella levantó la mirada y sus ojos estaban llenos de lágrimas.
-Siempre se han llevado muy bien.
-Más cuando éramos unos niños, antes de empezar a trabajar y que se liara con mi hermana.
Esperaba que ella hiciese un comentario irónico sobre el tiempo que le dedicaba al trabajó pero en vez de eso, sonrió.
-Cuando teníamos nueve o diez años, nos pasábamos el verano jugando en un bosque detrás de la casa. Bueno, a nosotros nos parecía un bosque. Seguramente solo serian unos cuantos arboles.
Corté una manzana en trozos hasta que solo quedó el corazón.
-Estábamos allí todo el día –continué-. Nos llevábamos pan con chocolate y hacíamos túneles. A veces Emmett se nos unía.
-¿Túneles? – repitió ella, apoyando los codos en la encimera.
-Hacíamos trincheras –sonreí, recordando esos tiempos-. Tuvimos suerte de no morir enterrados bajo la tierra. Podríamos habernos asfixiado…
-¿Y que decía tu madre?
-Nunca lo supo –contesté -. Alice hacia guardia y nos avisaba si llegaba alguien.
-¿Y cuanto tenían que pagarle para que hiciera eso?
-¿Quién ha dicho que le pagásemos nada? –Riendo, tiré a la basura el corazón de la manzana-. Era la más pequeña, y desde ese entonces estaba loca por Jasper, hubiera hecho lo que fuera por él.
-Pobrecita –rió Bella-. ¿Entonces Emmett también se les unía?
-Si, aunque tratábamos de tenerlo alejado y a veces lo hacíamos a escondidas de él. Siempre ha sido muy brusco y una vez destruyó una de las trincheras. Gracias a Dios que no estábamos en ella- intenté no entristecerme con los recuerdos, pero no era fácil-. A Jasper le encantaba hacer trincheras… debería haber sabido entonces que acabaría en el ejercito.
Bella bajó del taburete y me pasó un brazo por la cintura, apoyando la cabeza en mi pecho… pero intenté apartarme. La preocupación por mi amigo me ahogaba, pero no iba a dejar que me impidiese respirar. Especialmente delante de Bella.
Pero cuando ella levantó la cabeza levantó la cabeza para besar mi cuello, el nudo que tenía en la garganta se hizo más grande. Tenía que apartarme pronto, o dejaría al descubierto mis emociones.
De modo que la tomé entre mis brazos para sellar sus labios con un beso.
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Bella POV
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Sabiendo que Edward había rechazado mi consuelo como tantas otras veces, decidí volver a la vieja costumbre de perderme en el sexo. Caer en un patrón antiguo era mucho más fácil que crear uno nuevo. Pero la historia de su infancia junto a sus hermanos y Jasper seguía conmoviéndome.
Y el silencio de la casa me recordaba lo sola que me había sentido en los últimos meses.
-Has perdido la carrera a la cocina. Se supone que deberías darme de comer – murmuré, levantando las manos para tocar sus definidos pectorales, formados a base de horas en el agua y en el campo de golf.
-Si, es verdad –asintió él.
Mirando sus ojos oscurecidos, pasé un dedo por la cinturilla de los bóxers. Y su ronco gemido de placer me animó a continuar bajándolos poco a poco…
-No sabes cuánto me gustas…
-Seguramente tanto como tú a mí.
Deshaciéndome de los bóxers a toda prisa, Edward me quitó la sabana de un tirón para deslizarse en mí con lentitud, profundamente, llenándome del todo. Cerré los ojos y arqué la espalda para acomodarlo mejor. Enredando los tobillos en mi cintura, disfruté estando con mi marido otra vez, teniéndolo todo para mí, esa noche.
¿Y al día siguiente? Me pregunté. Pero no podía dejar que ese triste pensamiento arruinase el encuentro. No, solo quería sentir.
Cuando él dejó de moverse un momento, levanté la cabeza. Aunque no debería de haberlo hecho. Los ojos verdes de Edward brillaban con una intensidad familiar; la intensidad del deseo. Eso era lo que había entre nosotros, nada más. Edward no había cambiado aunque, tontamente, yo siguiera confiando en esa posibilidad.
Enterrando la cara en su cuello, moví las caderas contra él y me siguió el ritmo mientras me embestía con una fuerza que me hizo gritar de placer antes de que Edward me siguiera en una explosión de sensaciones.
Luego me dejé caer sobre su pecho, intentando llevar aire a mis pulmones. No sabía cuánto tiempo habíamos estado así y me daba igual porque Edward me tomó en brazos para volver al dormitorio que una vez habíamos compartido.
Después de dejarme suavemente sobre la cama, se dio la vuelta para poner el despertador. ¿Para ir a trabajar?
Recordé entonces el golpe que me había dado en la cabeza y la orden de la doctora de que me despertase cada cierto tiempo. Me parecía como que el accidente hubiera ocurrido años antes. Habían pasado tantas cosas en ese tiempo… ni siquiera había vuelto a pensar en él desde que habíamos vuelto a casa.
Miré hacia la ventana, la luz de la luna entrando por las cortinas entreabiertas. Las sombras bailaban por las paredes, cambiantes como mi turbulenta vida. Dándome la vuelta, miré la causa de esa turbulencia durmiendo a mi lado.
Las dudas amenazaban el poco terreno común que habíamos encontrado Edward y yo esa noche. Porque cuando me llevó al dormitorio de nuevo había visto la pantalla del ordenador encendida y sabia que yo no la había dejado así. No tenia que preguntarle si había estado trabajando.
Me llevé una mano al abdomen, intentando imaginar a mi hijo. Quería a ese hijo, lo necesitaba. Pero no estaba segura de que iba a hacer con el padre, aquel hombre complejo que evocaba emociones que había creído perdidas para siempre.
***
El sonido del teléfono me despertó. Y la realidad volvió tan claramente como la luz del sol que entraba a través de las cortinas.
El teléfono volvió a sonar. ¿Sería Esme para darnos alguna notica sobre Jasper?
Alargué una mano para tocar a Edward, pero mi mano cayó en un espacio vacío. ¿Dónde estaba? ¿De vuelta en el ordenador, trabajando?
Cuando me di la vuelta para contestar el teléfono había dejado de sonar y la lucecita indicaba que alguien había contestado desde otro aparato. El número que apareció en la pantalla era de Esme.
Edward no se había ido, pensé aliviada, mientras saltaba de la cama para ponerme una bata de seda. Sabía que la llamada tendría que ver con Jasper y, fuera cual fuera la información, tenía que estar a su lado.
Pero al oír su voz me detuve. Porque llegaba de…
El dormitorio de Claire.
Se me encogió el estomago al pensar en esa habitación de cortinas blancas, papel pintado con rosas diminutas y recuerdos. ¿Habría entrado allí porque era la habitación que estaba más cerca cuando sonó el teléfono? Tenía que ser eso porque Edward nunca había vuelto a poner un pie en ese cuarto desde que Claire había desaparecidó de nuestras vidas.
Me detuve en la puerta y estudié el perfil de mi marido, sentado en la mecedora donde los dos habíamos pasado interminables noches intentando que Claire se durmiera.
-Si, de acuerdo –estaba diciendo-. Esas son muy buenas noticas, papá. ¿Cuándo podemos hablar con Jasper?
Me dejé caer sobre el quicio de la puerta, aliviada. Su cuñado debía de estar bien.
Gracias a Dios.
Aunque no dejaba de mirar a Edward, podía ver el cuarto que habíamos decorado juntos con tanto amor. Cada detalle del cuarto estaba en mi mente, desde los alegres muebles de cerezo al papel pintado.
Incluso el aroma de Claire parecía haberse quedado allí después de tanto tiempo. Aquel aroma a colonia de bebe, a esperanza…
Tuve que tragar saliva.
-Gracias por llamar. Si logras hablar con Jasper, dile que me alegro mucho de que su habilidad haciendo trincheras le haya servido de algo. Si, buenas noches… bueno días.
Después de colgar, Edward enterró la cabeza entre las manos.
Estuve a punto de correr a su lado para consolarlo, pero recordé que se había quedado inmóvil en la cocina cuando lo abracé. El sexo, sin embargo, me había parecido mejor que otro rechazo, una reacción que había sufrido muchas veces durante nuestro matrimonio después de que Claire se fuera. No, no iba a acercarme porque sabía lo que iba a pasar: Edward volvería a ponerse en plan severo, negándose a pensar en tonterías como la emoción o el dolor.
De modo que lo dejaría solo un momento. Iba a darme la vuelta cuando Edward movió la cabeza.
-No te vayas.
Por una vez no había barreras entre los dos; solo un hombre agotado, asustado. Y, sin embargo, parecía más fuerte que nunca. ¿Habría cambiado algo? ¿Lo que había empezado a sentir de nuevo podría sentirlo él también?
-¿Sabias que estaba aquí?
-Siempre se cuando entras en una habitación.
-Parece que Jasper está bien, ¿no?
-No tiene un solo rasguño –me confirmó él-. Aunque derribaron el avión, todos sobrevivieron al accidente y salieron huyendo para evitar a los rebeldes. Por eso la misión de rescate tardó más de lo previsto.
-Esas horas han debido de ser horribles para tu hermano.
-No quiero ni pensarlo.
Claro que no. Edward acostumbraba a olvidar el pasado y seguir adelante como si no ocurriera nada.
Pasé los dedos por la puerta abierta del armario. Dentro podía ver el vestidito blanco del bautizo de Claire. Y me producía tal dolor que casi desearía tener la amnesia de mi ex marido.
Él señaló las bolsas que había en la cuna.
-Veo que has ido de compras… para el bebe.
Miré las bolsas llenas de vestiditos rosas y se me hizo un nudo en la garganta. El olvido era imposible y no podía contenerme más. Si Edward quería volver a estar conmigo, tendría que aceptar quien era y como lidiaba con la vida. Tendría que aprender a cambiar.
-¿Piensas en ella alguna vez…ya sabes… nuestra, Claire Sophie Cullen? –le pregunté, con los ojos llenos de dolor.
Pobres… Ed y Bells, el dolor los cega mucho… ¿Aullidos para esta lobita Alpha?
bueen capítulo, amó como escribees! ^^
ResponderEliminarhijole el cpaituloesta de 10!!!!
ResponderEliminarojala y todo salga bn para edward y bella!!
me encanta ocm oescribes1!!
un beso y claro que un aullido
hola linda koko!!!
ResponderEliminarke lastima lo ke les pasa... ojala edward abra su corazon con Bells... pobrecitos...
AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!! con todo mi corazon lemmoneroo!!!... besotes enormes!
tiwii
El dolor a veces no nos permite sentir ese amor que está a nuestro alrededor. Sufrir por mucho tiempo puede hacer que perdamos cierta sencibilidad al cariño y la habilidad de perdonar y mirar adelante sin olvidarnos del camino andado.
ResponderEliminarOjalá estos cabezotas hablen eso que llevan tanto tiempo guardado, no hay nada mejor que las lagrimas a veces para limpiar el alma y curar el ♥
Aullidos mas que merecidos y que son un honor dar..
AAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!
Besitos y Suspiros ♥
Edward siempre callando más de lo que dice, resultano engimatico y desesperante.Siempre guardandose su dolor, intentando no lastimar a los demás y consiguiendo el efecto contrario.
ResponderEliminarEstupendo capítulo. Al final Bella se olvido del antojo. No me extraña. ahah.
Besos y gracias por tu esfuerzo. Pero descansa, no me obliges a ir a atarte a la cama y quitarte el ordenador, ahah.
Chao hermosa.
Ahy Koko!!! Este capitulo esta mas que divino --- Concuerdo al decir que me encanta como escribes ... tienes un don .. la chispa ya te lo he dicho!!!!
ResponderEliminarAhy mi corazon se manifiesta cada ves que les leo, son muchas emociones las que suegren ..
GEACIAS MI ALPHA POR PERMITIRNOS SOÑAR Y CREER ... AAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!! espero te mejores pronto XD
Ada
ke buen ke Jaspr está bien
ResponderEliminary ke mal que Edward no se deje consentir
Me encanta el capitulo ,ojala y se de cuenta Edward de lo que esta haciendo Que es reprimiendo el dolor. Antes de que Bella se canse y no quiera nada mas con el.... Esta Padrisimo ..Felicidades tienes un don maravilloso KOKO.. y sigue adelante AAAAAAAUUUUUUUUUUUUUU.Saludos desde Texas EUA.
ResponderEliminarAmo loca y desesperadamente a Edward Cullen
hola Kokoro:
ResponderEliminarcreo que los ellos necesitan confiar sus sentimientos, aunque me gusta el ritmo que esta tomando la historia, ojala y aprovechen la situación, y bueno que tu les hagas la vida mas feliz, lo haras?, cuidate y te sigo leyendo... besos Alice M
Kokooo!! sabes que me soy fan de esta historia desde que arranco...me encanta!!! cada vez escribis mejor guacha!!!! es terrible!!!...
ResponderEliminarte kierooo!!!!...besooo
hola, koko espero que te recperes pronto
ResponderEliminarel capitulo ha sido lindisimo,muy tierno
sufren muhisimo los dos pobresitos
y me alegro por jasper
un beso guapa, cuidate mucho
Ayyy kokoro, gracias por escribir como escribes porque a mi me encanta, y me encanta tanto que solo deseo que lleguen los jueves noche para poder leer una de las muchas historias a las que me tienes enganchadisima, espero que nunca dejes de escribir porque nos haces un poquito mas feliz a los demás por lo menos en mi caso, y que decirte que el capitulo de hoy me ha enamorado, ese momento de "no te vayas"... uffff me ha dado un vuelto el corazón y todo y en la boca solo me queda las ganas de más y más capitulos, deseando estoy que llegue el jueves de la semana que vienee.... 0jala, pase prontito la semanaa......
ResponderEliminarMuchos aullidos para tii... y nuevamente GRACIAS!!!!!!!!!!
Bes0s
Muy lindo el capitulo, ellos deben d sincerarse uno con el otro y tratar de comenzar nuevamente, espero q lleves esta historia asi, y q al final sea tanto el amor q se le salga hasta por los poros,jaja, besos (loquibell)
ResponderEliminarke tiernooooooooooo!!!! jajaja sigue escribiendo por favor me encanta de verdad!!! sigue con el proximo capítulo pronto que estoy intrigadísima con lo que va a pasar con ellos dos y con sus sentimientos!!!
ResponderEliminarEl dolor por lo perdido, la ausencia de un ser querido no queda en el olvido. Sólo el amor sana el dolor, sólo el amor da más amor. Besotes mi Koko
ResponderEliminarhola koko me encanto el capitulo que tiernoooooooo a pero estan llenos de dolor que pasara en la proxima espero
ResponderEliminarbesos cuidate
alex
wow LINDO, GENIAL, INCREIBLE, no encuentro palabras para
ResponderEliminardescribirlo! sigue asi koko
Diana
woww wsta muy linda que bueno que jasper esta bien.
ResponderEliminarLa gente puede cambiar cuando se lo propone no es asi?
por cierto la musica de tu blog me encanta mas ese video de BACKSTREET BOYS.
kokoro m encanta esta historia, y el capitulo estuvo lindisimo esperare toda la semana.
ResponderEliminarBSS
KE LINDO ESTUBO EL CAP
ResponderEliminarno lo puedo creer
xke se ensierra en su mundo de remordimiento?
dios si se dejara consentir y consolar de vez en cuando....todo seria tan diferente
amo esta historia demaciado
jajajjaja tkm besos