miércoles, 23 de diciembre de 2009

Amistad Placentera "Cap 02" - Kokoro Black

Adaptado en la novela de Mauren Child: Placer sin compromiso. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha


--

Amistad Placentera

Capítulo II –Bígama

--


--

Jasper POV

--

Me alegré de que la ceremonia fuera rápida. Lo pasé bastante mal mientras permanecí ahí de pie, agarrando a Alice de la mano y sintiendo sus temblores de nerviosismo. Pero fue peor al final, cuando ella tuvo que pronunciar sus votos y la voz se le quebró entre risitas.

Indudablemente, no sabía mentir.

Miré el anillo de oro que llevaba en la mano, me lo froté un momento e intenté resistirme a la impresión de que no era un anillo sino solo un lazo que me ahogaba. Nunca me había comprometido en serio con nadie; había salido con muchas mujeres, pero a todas les entraban las ansias de casarse para echar mano a mi fortuna y yo me marchaba en busca de aires nuevos.

Sin embargo, no me podía quejar; la idea del matrimonio había sido mía, no de Alice.

-¿Te arrepientes?

Me giré y vi a mi hermano Edward, que me observaba con curiosidad. El mayor de mis hermanos había cambiado mucho en los últimos meses. Aunque su aspecto era el de siempre, su actitud había cambiado hasta el extremo de que su vida ya no giraba alrededor del rancho, si no de Bella y del bebe que esperaban…

-Ni mucho menos –respondí, sabiéndome mejor mentiroso que Alice.

-Es una mujer maravillosa –comentó.

Los dos volvimos la vista hacia ella. En ese momento estaba bailando con Emmett.

Alcancé una copa de vino y me eché un largo trago.

-Si que lo es. Y sabía en lo que se metía, así que no la tomes conmigo.

Edward se encogió de hombros.

-Pero si no he dicho nada…

-Todavía.

-Está bien… solo digo que Alice no es como las mujeres con las que habías salido antes. No tiene el corazón de piedra. Tendrás que tratarla con delicadeza.

Levanté las cejas.

-Creo que este es un momento adecuado para citar aquel refrán que dice: “cree el ladrón que todos son de su condición”.

Edward se echó un trago de champan y miró a su esposa, que estaba sentada con la familia.

-Exactamente, Jasper. Cuando Bella y yo nos casamos, solo era un negocio. Igual que en su caso. Pero…

-Hay una gran diferencia –lo interrumpí-. Bella te amaba. Llevaba toda la vida enamorada de ti, aunque no alcanzó a comprender por qué.

-Que gracioso…

Me encogí de hombros.

-Con Alice es distinto. Solo somos amigos. Ni siquiera se puede decir que seamos buenos amigos… es un negocio para los dos. Nada más.

-Ya.

-No insistas –le advertí, mientras me empiné la copa de un tragó y la dejé a un lado-. Nos divorciaremos dentro de un año y ese será el final.

-Ya lo veremos.

Miré a Edward con una sonrisa…

-¿Se puede saber qué te pasa? Como te has enamorado, quieres que todo el mundo sienta lo mismo… pero olvídate. Yo no soy hombre de una sola mujer. Cuando nos divorciemos, volveré a mi monogamia… en serie.

La música cambió en ese momento y empezó a sonar un tema lento y romántico, lo cual atrajo a más personas a la pista de baile.

Edward sacudió la cabeza.

-No va a ser tan fácil como crees, Jasper. Pero ya lo descubrirás.

-Sí, supongo que sí.

Lo dije sin sombra de duda. Estaba seguro de que mi plan saldrían tal como lo había pensado.

-Bueno, voy a bailar con mi esposa… tal vez deberías hacer lo propio.

Cuando mi hermano se alejó en dirección a Bella, pensé en la palabra “esposa”. Porque ahora tenía una esposa. Y me resultó tan extraño como el anillo de oro que me adornaba el dedo.

Me giré hacia la pista de baile y descubrí que un hombre alto, de cabello rubio y ojos azules, -un tipo bien a la “Brad Pitt”- se acercaba a Alice para pedirle que bailara con él. Cuando lo vio, ella se quedo pálida, como si se hubiera llevado una gran sorpresa. El rubio se inclinó, le susurró algo al oído y Alice pareció desinflarse como un globo.

Avancé hacia ellos tan rápidamente como pude, apartando gente o empujándolos a mi paso.

El rubio parecía disfrutar mucho de la situación. Ella lo miraba como si hubiera visto un fantasma.

-¿Te encuentras bien? –pregunté.

-Oh, Dios mío…

Alice se llevó una mano a la boca, sin dejar de mirar al otro hombre.

No entendía nada. Pensé que tal vez era un periodista o un fotógrafo que se había colado en la casa con intención de conseguir un reportaje, pero no llevaba grabadora ni cámara fotográfica.

Instintivamente, me situé delante de Alice para protegerla del desconocido, que me miró con sus ojos azules color pálido.

-¿Se puede saber que está pasando aquí? –pregunté en voz baja, para no llamar la atención.

El rubio sonrió con ironía.

-Solo he venido para felicitarlos por la boda – dijo con marcado sarcasmo.

Miré a Alice.

-Yo no lo sabía… te prometo que no lo sabía… -afirmó ella.

-¿Saber, qué? –Pregunté, girándome hacia el hombre-. ¿Quién diablos eres tú?

El rubio me ofreció su mano y rió.

-¿Qué quien soy yo? Permíteme que me presente… soy James Gigandet. Y tú debes ser el hombre que se acaba de casar con mi esposa.


--

Alice POV

--

-Soy bígama –murmuré.

Al parecer, mi mal presentimiento se había quedado corto. En comparación con la situación que se había creado, mi nerviosismo anterior había sido tan poca cosa como pasar un día en Disneyland.

Aquello era una pesadilla de la que no podía despertar, una pesadilla donde mis dos maridos se miraban el uno al otro como perros de presa. Pero si hubiera tenido que apostar por uno, lo habría hecho por Jasper. El Canadiense, que mantenía el aplomo, no era consciente del riesgo que corría.

-Sí, querida mía.

James lo dijo con tranquilidad absoluta, tan seguro de sí mismo siempre. Llevaba el cabello, rubio, peinado hacia atrás y recogido en una coleta; se había puesto un traje gris con corbata del mismo color y en sus ojos azules se distinguía un brillo de ironía. Parecía disfrutar de la situación.

Lo odié con toda mi alma.

-Eres indiscutiblemente bígama –continuó el canadiense-. Y es una pena, porque todo esto resulta muy embarazoso. Sobre todo para tu nuevo marido… si se hace público.

Tenía razón. La noticia de la boda llevaba un mes en las portadas de la prensa del corazón, y si los periodistas llegaban a saber que ahora estaba casada con dos hombres, el escándalo seria mayúsculo. Además, Jasper sufriría una humillación de la que no se recuperaría nunca y de paso perdería el contrato de distribución con Marcus Volturi.

Deseé que me tragara la tierra; o mejor aún, que me tragara James.

Si no hubiera sentido una debilidad tan intensa en las piernas, me habría acercado a él y lo habría abofeteado. Pero apenas me sostenía en pie, y lo único que pude hacer fue dedicarle un gesto de desagrado y sentarme. Afortunadamente, estábamos lejos de los invitados y no tenía que enfrentarme a sus miradas de curiosidad. Habíamos dejado la fiesta y nos habíamos dirigido al despacho de Jasper, una sala cálida y agradable de paredes verdes, alfombras persas y multitud de estanterías llenas de libros.

Sin embargo, en ese momento no había ambiente alguno en el mundo que me pudiera tranquilizar. Sentía pinchazos en el estomago y mi corazón se había desbocado.

Éramos como tres náufragos abandonados a su suerte; y dos de ellos se miraban como si quisieran matarse a golpes de salvavidas. La situación era tan mala que llegué a pensar que no podía empeorar. Pero por supuesto, podía.

-Creo que he visto a unos cuantos periodistas delante de la casa- comentó James-. Tal vez debería de ir a buscarlos y tener unas palabras con algunos de ellos.

Me estremecí.

-No vas a hablar con ningún periodista- afirmó Jasper, rotundo.

-¿Pero no estamos en un país libre? – se burló James.

-No para ti. Si hablas con los periodistas, mis abogados se lanzaran sobre ti y te lo quitaran todo, excepto ese acento ridículo que tienes.

James entrecerró los ojos con enfado, pero pensé que en ese sentido no podía competir con su enemigo. La ira emanaba del cuerpo de Jasper con tal fuerza que enrarecía el ambiente de la habitación.

-No estás en posición de exigirme nada- dijo el canadiense.

-Te recuerdo que estas en mi casa y que puedo hacer lo que me venga en gana contigo- observó Jasper. –pero quiero oír lo que tengas que decir. Adelante.

El Canadiense lo miró como si tuviera intención de discutir con él, pero al cabo de un par de segundos se encogió de hombros.

-No hay mucho que contar. La encantadora Alice y yo no llegamos a divorciarnos. Así que te has casado con una mujer casada, querido amigo.

Volví a estremecerme. No podía creer lo que estaba pasando. Pero era la verdad.

Podía oír la música y las voces apagadas de los invitados en la distancia. Miré el anillo de oro que llevaba en la mano… ¿Por qué no había aparecido James antes de la ceremonia?

-Yo no soy amigo tuyo.- espetó Jasper con voz amenazadora.

Tuve la impresión de que James iba a retroceder asustado. Pero en lugar de eso, alcanzó la copa de vino que se había servido y olió su contenido.

-Tal vez no, pero yo soy la parte ofendida –declaró el canadiense, antes de echarse un trago-. Eso no lo puedes negar.

-Lo único que no puedo negar es que estoy ante un estafador que pretende extorsionarme –declaró Jasper.

-¿Extorsionarte?

James se acercó a mí, y me puso una mano en el hombro.

Me revolví, me aparté de él y me levanté a pesar de la debilidad que sentía. Pero conseguí sostenerme en pie. No iba a dar a James la satisfacción de verme caer. Ya me había humillado demasiado.

-Solo he venido a verlos porque debía hacerlo. Es lo correcto –dijo James con una sonrisa.

-Sí, seguro que tus motivos son tan éticos –se burló Jasper.

Lo miré en silencio, como queriendo decirle que yo no sabía nada de aquello, que no tenía la culpa y que James actuaba por su cuenta y riesgo.

El recién llegado caminó por la habitación y observó los libros y un cuadro de los viñedos de los Cullen como si el enfado de Jasper no lo incomodara en absoluto. Y supe que su tranquilidad no era fingida. James era un hombre decidido y con aplomo que solo veía lo que quería ver.

-¿Por qué estás aquí, James? –pregunté. –Di la verdad.

Lo pregunté porque deseaba que se marchara de allí. Y la única forma de conseguirlo era terminar lo que había empezado.

James se giró hacia mí y me dedicó una sonrisa que se le dedica a una niña demasiado pequeña como para entender las cosas.

-¿Por qué? Eso está bien claro, querida…

No me molesté en mirar a Jasper; sabía lo que sentía en aquel instante porque su ira todavía me llegaba en oleadas. En lugar de eso, me concentré en el hombre que una vez me había prometido amor eterno y que ahora me parecía un perfecto desconocido.

-Pero quiero escucharlo, James. Suéltalo de una vez.

James suspiró.

-Muy bien. Verán… cuando leí en la prensa que mi dulce Alice se iba a casar con un miembro de la poderosa familia Cullen, supe que lo correcto sería acercarme a verlos.

Jasper se acercó a mí. Se cruzó de brazos y separó las piernas como si estuviera preparándose para un combate.

-Comprendo. ¿Y porque has esperado hasta después de la boda para decirnos lo que pasaba?- preguntó.

James sonrió.

-¿Por qué hablar antes de tiempo? Podría haber alterado a la prensa. Y estoy seguro de que eso no te gustaría nada.

La prensa. Imaginé los titulares de los periódicos si llegaban a saberlo: “Multimillonario vinícola se casa con una bígama”. O tal vez, “la reina le toma el pelo al rey de los vinos”.

Sentí un intenso frío interior. Pero James solo podía tener un motivo para haber esperado a que nos casáramos. Quería extorsionarnos.

Jasper miró al canadiense de los pies a la cabeza y acto seguido, se giró hacia mí para dedicarme la misma expresión de desprecio. Pero saqué fuerzas de flaqueza y conseguí expresar el disgusto que sentía.

-Yo no tengo nada que ver con esto – le aseguré, mirándolo a los ojos-. Jasper, no puedes creer de verdad que yo ayudaría a James en una cosa así… Sabes lo que me hizo. Me conoces y sabes lo que siento…

-Ah, querida… -murmuró James-. Ni tienes por qué darle explicaciones de lo que pasó entre nosotros, no es asunto suyo. Al fin y al cabo eres mía. Eres mi esposa.

-¿Cómo te atreves…?

Miré al hombre rubio que una vez había conquistado mi corazón y me pregunté qué diablos había visto en él. Solo era un miserable y despreciable estafador que carecía de escrúpulos.

Una canalla que parecía muy contento de sí mismo.

-Ya basta –intervino Jasper-. Déjate de tonterías, Brad Pitt

-Me llamo James, no Brad Pitt. -puntualizó.

-Eso da igual. ¿Qué quieres exactamente?

James sonrió.

-Oh, poca cosa –declaró, encogiéndose de hombros-. Solo lo que merezco en calidad de esposo abandonado.

-¿Abandonado? –Pregunté con verdadera furia-. Es increíble que te atrevas a tanto… eres peor que una serpiente. Yo no te abandoné. Por si no lo recuerdas, fuiste tú quien me abandonaste a mí. Dijiste que te marchabas a México a conseguir un divorcio rápido y me escribiste una carta, un mes después, para decirme que ya estaba hecho, que ya te habías librado de mí. Así que deja de…

-Tranquilízate, cariño –me interrumpió James, con ojos llenos de ironía-. Es evidente que estas un poco alterada.

-¿Alterada? ¿Alterada yo?

Estaba tan tensa que le habría saltado a la cara si Jasper no me hubiera agarrado de los brazos para impedírmelo.

-¿Te envió una copia del acta de divorcio? –preguntó Jasper.

Sacudí la cabeza, estaba tan enfadada conmigo misma como con James. Me había comportado de un modo increíblemente estúpido. No solo me había casado con él, sino que además había cometido el error de permitir que él se encargara del proceso de divorcio y ni siquiera me había asegurado de ello. Mi única excusa era que, por entonces, estaba destrozada. Tan hundida que no podía pensar con claridad.

-No, me dijo que me la enviaría, pero no lo hizo.

Miré a James con verdadero odio.

-Y tú confiaste en él.

-Sí. Me temo que sí.

Jasper me soltó los brazos y noté que sus ojos todavía radian de ira. Era obvio que estaba haciendo un esfuerzo por contenerse y no dar una lección al canadiense.

-Bueno, ya hablaremos de eso más tarde –dijo él, antes de girarse hacia James-. ¿Cuánto quieres?

-No lo plantees de un modo tan brusco.

-Es que yo soy brusco –se burló Jasper-. Venga, dejémonos de estupideces. ¿Cuánto quieres por mantener la boca cerrada?

James asintió.

-Muy bien. Como tú quieras –dijo tranquilamente-. Veamos… creo que cien mil dólares bastaran para que no hable con la prensa.

-¿Cien mil dólares? –pregunté, asombrada-. Jasper, no le des ni un solo dólar. No puedes hacerlo, no debes… eso es extorsión.

-¿Extorsión? No, solo es pagar a cambio de librarse de un problema –dijo James.

-Tú no te metas- espeté furiosa.

-Déjame esto a mí-dijo Jasper.

-No, de eso nada. James no se detendrá… si le das los cien mil dólares que pide, no tardara en pedirte otros cien mil.

Me aferré al brazo de mi segundo esposo pero Jasper se apartó y se alejó en dirección a la mesa del despacho. Una vez allí, abrió un cajón, sacó una chequera y miró al otro hombre.

-Está bien, tendrás tus cien mil dólares. Pero si a pesar de ello se te ocurre hablar con la prensa, acabare contigo –afirmó.

James sonrió con alegría.

-¿Por qué razón querría matar la gallina de huevos de oro? No, ni mucho menos. Nuestro secreto estará a salvo conmigo. Te lo aseguro.

Jasper alcanzó un bolígrafo, apuntó la cifra convenida y firmó. Después, cruzó la habitación, dobló el cheque y se lo introdujo a James en el bolsillo exterior de la chaqueta. El canadiense alzó una mano y se dio una palmadita en el mismo lugar, como para asegurarse de que su dinero estaba afectivamente ahí.

-No te equivoques conmigo, Brad-dijo Jasper, acercándose tanto a su cara que James tuvo que retroceder-. Si abres la boca y se te ocurre decir algo, te arrepentirás hasta el fin de tus días.

-Descuida.

James se giró y caminó hasta la salida. Pero al llegar a la puerta, me miró…

-Ah, olvidaba lo más importante…

-¿A qué te refieres?

-A que estas preciosa con el vestido de novia.

No pude soportar su ironía.

-¡Márchate de aquí! ¡Y no vuelvas!

Mi primer marido volvió a sonreírme, abrió la puerta y se marcho.

Pasaron varios segundos antes de que me atreviera a mirar a Jasper. Lo conocía desde la infancia, pero en ese momento no tenía la menor idea de que expresión encontraría en su cara.

Cuando por fin me atreví a mirarlo, me encontré ante una máscara dura y fría que ocultaba sus sentimientos. Y el frío que había sentido en mi interior se convirtió de repente en hielo puro.

-Volvamos a la fiesta –dijo él.

-¿Hablas en serio?

-Por supuesto que hablo en serio –espetó-. Y tú te vas a dedicar a bailar y a reír y a sonreír a todo el mundo como si fuera el día más feliz de tu vida y no tuvieras la menor preocupación. ¿Lo has entendido?

- No creo que pueda. Estoy tan enfadada que…

-¿Qué tu estas enfadada?

Jasper soltó una carcajada que carecía totalmente de humor.

-Acabo de descubrir que mi flamante esposa ya tenía un marido. Y no uno cualquiera, sino un canalla que se dedica a extorsionar a la gente –continuó él-. ¿Cómo te atreves a decirme que estas enfadada, como si eso lo arreglara todo? Si no fueras una mujer, tendríamos algo más que palabras.

Por lo menos era sincero. Notaba su rabia y su impotencia y sabia como se sentía. Pero James no había abusado únicamente de él, sino también de mí.

-Yo no sabía nada, Jasper…

Jasper me tomó del brazo y me llevó a la puerta.

-Hablaremos mas tarde. Ahora vamos a volver a la fiesta. Sonreiremos a los fotógrafos, bailaremos, comeremos pastel y no permitiremos que nadie sospeche que ocurre algo fuera de lo normal. ¿Entendido?

-Entendido… más actuación.

-Exacto.

No iba a ser fácil. Pero si tomaba suficiente vino, tal vez fuera posible.

-Como quieras ¿Pero qué haremos después?

Miré los ojos marrones de Jasper, que me parecieron tan vacios y fríos como un pozo abandonado.

-Cuando termine la fiesta, nos marcharemos a México. Luego conseguiremos el divorcio que James no te concedió y podemos casarnos otra vez.


¿Aullidos para esta lobita Alpha?

17 comentarios:

  1. buenisimo Koko...!!! esta historia me esta gustando... si va ser como negocio placentero, va a estar de 10... Esperando el proximo capitulo...besitos...!!!


    Montse :*

    ResponderEliminar
  2. Hermosa, tengo que dejarte el comentario peor espera, estoy aun hiperventilando de imaginarme a Jasper todo enojado en esmoquin y ahhhhh!!!
    .
    .
    .
    .
    Ok logre controlarme, en serio no sabes lo que es para mi poder leer un fic de Jasper y Alice y uno con una idea tan buena
    ¿Alguien tiene debilidad por los rubios no?
    esa Alice nos salio tan inocente....jajaja
    Te amo
    Gracias
    Jazzy

    ResponderEliminar
  3. Koko miles y miles de aullidos paraa ti...
    !AUUUUUUUUUUUUUU!
    Hermosa te admiro demaciado y todas tus historias han sido geniales, demostrandonos en cada una de ellas tu talento y tu gran imaginacion.
    Gracias por torturarnos jajaa...ahora esperar ocho dias para leer el siguientee :( pero bueno es inevitablee...
    Cuidate demaciado y muchisimas muchisimas gracias por brindarnos tan buenisimas historias.

    ResponderEliminar
  4. OHHHHHHHHHHHH dios este cpitulo esta reeeeeeeeeeeebueno, estoy deseando leer mas. Auuuuuuuuuu para la Loba Alfa...Auuuuuuuuuuuuu Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuu Auuuuuuuuuuu

    ResponderEliminar
  5. diossssssssssssssss
    se ke si ubieras puesto lo ke pensaba jasper
    se ke abria sido algo asi como ke sintio selos o algo
    dios me encantan los amores por conveniencia
    jajajjajaja
    gracias por tus super historias
    tkm
    te la pasas super en la navidad
    te kiero muchisimo
    bye
    besos

    ResponderEliminar
  6. kokoro!!!! por favor, esta muy bueno, sos una genial, me muero por seguir leyendo esta historia de la pareja mas linda de la saga, muchos besos

    ResponderEliminar
  7. OMG!!! Koko ... no lo creo , lo he leido dos veces y no salgo de mi asombro ese Jaaames es muy el ... cinico ...
    wow esta historia se pone mas que interesante ...
    Auuuuuuuuuu!!!
    besos y Abrazos para mi Alpha

    ResponderEliminar
  8. AAUUUUUUUUUUUUU!!!!!! MUY BUEN CAPIIIIII!!!! ME ENCANTO! KOKO SOS UNA GENIA, ESTA BARBARA ESTA HISTORIA, MUY PROMETEDORA... JASPER ENOJADO.... MMMMMMM...Q SE DESQUITE CONMIGOOO JAJAJAJAJAJAJA!!!!! MUCHOS BESITOS!!! -CIELO-

    ResponderEliminar
  9. ande no si yo fuera
    alice le uviera gritado
    a jaz en su kara k no me
    tratara asi k la idea avia
    sido de el y no mia
    k prinsipalmente yo no savia
    k aun estava kasada
    y k nisikiera m keria kasar
    otra vez pero el y su estupida
    idea asi jaz se daria kuenta k
    es injusto

    bueno me enkanto
    inshe james idiota
    me despido

    ResponderEliminar
  10. Mee encantoo..
    soos una genia KOKO.. escribis magnificas historias :)

    ResponderEliminar
  11. me encanto kokoro escribes mas que bien
    pobre alice y desgraciado James como lo odio
    y jasper es un idiota q va a terminar enamorado hasta los calcetines

    ResponderEliminar
  12. holaaa
    mmm bueno la verdad la verdad
    no me puedo imaginar a mi lindo Jasper
    tan enojado con Alice, pero que le pasa?
    bueno ya se lo que le pasa,
    se que todo cambiara pero
    creo que nunca lo havia visto tan tan
    Enojado con Alice, pobre de Alice y de mi
    senti que estaba enojado con migo
    WWWWaaaaaaaaaaa jejeje
    Koko realmente muy buen Capi!!!

    aaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu jejeje
    besos

    ......* Gaby Cullen Black *......

    ResponderEliminar
  13. ME GUSTOOOOO
    esperoo el prosimoo capitulooo!

    muak besos!! y FELIZ NAVIDAD! JEJE!

    ResponderEliminar
  14. Aaaauuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!
    Dios que maravilloso capitulo, como odio a ese despreciable James. Apuesto a que al final los engañó y si esta divorciado, capaz.
    AAAAAAAAAAAAAAaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!! de nuevo para tí (menos mal que son escritos, si no no podría, no hago más que recaer con la maldita garganta).
    Sabes que siempre vivo tus historias y las de Jazzy y Naty. Las considero escritas para mí y las vivo intensamente, deborando cada palabra, cada detalle por minimo que sea.( Soy la tonta detallista, que se le va a hacer)Y definitivamente me encantaría ser la Alice de esta, apesar del estúpido James.
    Kokoro santa nos fracaso con la petición de un Jacob (en mi caso Tayler), pero... me trajo la inspiración que necesitaba para el final del oneshoot. Para el último Ian POV. Algo es algo, ahahah. (Estaba realmente atascada, crei que no podría cumplir mi promesa de hacerlo lemmon) Pero como buena cabezota lo logré y te lo regalo a tí. Feliz 2010!.
    P.D. Woo! Estoy muy sorprendida, ni te imaginas la de Fans que hay de The Host, y que siguen a este pequeño monstruo que creastes llamado Electrica Cullen Black.
    Apenas subí "En cuerpo y alma" después de mandartelo y ya tengo comentarios y alertas de autor.Incluso alguien la añadió a sus historias favoritas...
    Da un poco de miedo convertirse de la noche a la mañana en el autor favorito de alguién sobre todo cuando todavía solo lleva leído un par de capítulos, (ahora lo soy de 7 y aún no me lo creo)..., y que te marquen para saber cuando publicas... y que te pidan que continúes un oneshoot... y que te exijan que subas de una vez el siguiente capítulo...
    Pero a la vez es tan gratificante... Gracias mi Alpha, mi madrina literaría. ahaha.
    Plis regalame tu visión de la desespeción de Jared, tras perder a Mel. Porque aúnque la escribas para ti misma, yo la considerare escrita para mí, como todas tus historias. Ya lo sabes.
    Besos a millares.

    ResponderEliminar
  15. G-low !!

    Awww hermosoo el capi ^^
    James;Japeer;Alicee...
    Waaaa & luego Eddy & su bb con Bella
    Waaaa !!!!!
    Los me ((LL
    Graciias x el Capi enseriio
    me alegro el dia asee Masivooo !
    Buueno esperare a mañana Waaa !
    ILY Koko

    te.cu.eme ... *

    ResponderEliminar
  16. Hola, empezando a leer esta historia...
    Tomaaala, que Alice tiene marido... pfff! jaja

    - Jojo, su acento... xD
    - Tsss, ese James
    -Jasper decidido y brusco... dos para llevar por favor :)

    ResponderEliminar
  17. Tortura....una palabra ke muchos dicen odiar...
    pero en cambio yo e decidido tomarla
    cuantas veces leo tus historias
    mi ama
    sin duda
    la vena de la maldad
    esta en ti....
    pobre Alice...
    Pero....
    pero...
    pero...
    Me fascina ser torturado...
    sigo leyendo
    Te Adoro mi lobita Alpha....
    Aaaauauuuuuuu

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...