jueves, 26 de noviembre de 2009

Reconquistando tu corazón "Cap 06" - Kokoro Black

Disclaimer: Basado en la novela de Catherine Mann: Volveré a seducirte. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha MALDITA MEYER!! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!!!


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Reconquistando tu corazón

Capítulo VI – Límites y frustraciones

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Bella POV

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Después de dar vueltas y vueltas en la cama, soñando que hacía el amor con Edward en la playa, desperté cansada y furiosa… y tarde para trabajar. Aunque las nauseas matinales no me habían ayudado en nada, esperaba poder comer algo cuando llegase a la oficina.

Pero cuando abrí la puerta de mi despacho me encontré a Edward tumbado en el sofá, dormido.

Suspiré, me acerque a él dispuesta a echarlo de aquí. ¿Y si entraba mi jefe? ¿Y si entraba la recepcionista?

¿Por qué no podía entender que ya no estábamos casados? No tenía derecho a entrar y salir de mi vida como quisiera. Debía llamar antes, pedir una cita.

Dejando el maletín sobre la mesa. Me detuve a unos centímetros de él. ¿De verdad teníamos que pedir cita para hablar el uno con el otro? Que triste.

Sin pensar, saqué un pañuelo de papel del contenedor dorado que había sobre el escritorio y limpié una manchita en sus zapatos. Pero, mientras lo hacia, no pude evitar admirar esas piernas tan largas, tan masculinas. No era justo que mi cuerpo estuviera volviéndose loco por las hormonas cuando Edward era oficialmente territorio prohibido.

Pero parecía cansado… ¿Demasiado trabajo? ¿Seguiría a ese ritmo cuando naciera el bebe?

Intentaba convencerme de que solo me importaba porque era el padre de mi hijo, pero no podía ignorar el pellizco que sentí en el corazón. No era fácil olvidar lo que Edward Cullen había sido para mí durante todos esos años.

Debería despertarlo, pero no lo hice. Lo dejaría dormir un poco más. Tenía mucho trabajo en la oficina, de modo que estaría ocupada. Y si, quizá estaba intentando demostrarme algo al quedarme aquí, conteniendo el deseo de acariciar su frente.

Me dejé caer sobre un sillón, con los pies sobre un diván, mientras abría el catalogo de una subasta de antigüedades con una mano y quitaba la tapa de un yogurt con la otra.

Quince minutos después, el reloj de la pared daba las once. Edward despertó, desorientado, agarrándose al borde del sillón para no caer al suelo.

-Hola, preciosa –murmuró, pasándose una mano por la cara-. ¿Cómo estás?

-Estamos bien –sonreí, dejando el catalogo en el suelo-. Solo quería levantar las piernas un rato.

Edward se apoyo en el respaldo del sofá y tomó mis pies para colocarlos sobre sus rodillas.

-¿Qué haces?

-He leído un libro sobre embarazo y dice que debes de descansar mucho.

Estaba a punto de recordarle que no era la niña de dieciocho años con la que se había casado, pero… no lo hice.

-No creo que se me pueda olvidar, ya que tú me lo recuerdas cada media hora.

Edward se inclinó hacia delante para poner una mano sobre mi abdomen.

-Tu mamá se está poniendo peleonera, así que debe de encontrarse bien.

-En realidad, tengo hambre. ¿Tú puedes entender lo que es un ataque de hambre inducido por estrógenos?

-Pues resulta que te he traído algo de comer…

-Gracias, pero ya he desayunado y quiero empezar a comer de forma sana.

-Señora, la conozco desde hace nueve años y sé muy bien que cosas le gustan. De hecho, me encanta ver como disfrutas de la comida –sonrió Edward.

Un escalofrío me recorrió de arriba abajo, quizás porque el sueño erótico estaba demasiado cercano.

-Así que te gusta verme comer… -murmuré, bajando los pies.

-Vuelve a poner los pies en mis rodillas y te sorprenderé con un almuerzo que no olvidaras nunca.

Edward tomó una bolsa de la que sacó varios contenedores de plástico lleno de frutas, fresas, kiwis y trozos de pera.

Apreté los labios. La fruta tenía un aspecto delicioso, pero lo que me apetecía en ese momento era algo de chocolate. Con leche. Eso, al menos, sonaba nutritivo.

Pero como mi ex marido se había esforzado, tuve que sonreír. Sobre todo al recordar que tenía un chocolate en el cajón del escritorio. Las almendras tenían proteínas, ¿no?

-Que detalle.

Desde luego, mi ex marido estaba encargándose de que el niño tuviera todo lo que necesitaba.

-Y por ultimo… -Edward sacó un tarro de la bolsa.

-¿Mantequilla de maní? –exclamé, decepcionada. ¿No podía haber comprado una barra de chocolate?

-Querida, es chocolate blanco.

-¿En serio?

Me relamí los labios solo con mirar el tarro, aunque mi corazón había empezado a palpitar por el romántico detalle.

-Y mantequilla de cacahuate… con trocitos de cacahuate. Ah, y el último… chocolate con fresas. Se amable conmigo y te llevare al supermercado donde encontré todo esto.

Tuve que sonreír.

-Dame el chocolate blanco.

Edward abrió el tarro con uno de esos gestos tan simples, tan masculinos. Una cosa tan domestica: “puedes abrir este tarro”.

Pero el gesto hizo que se encogiera mi vulnerable corazón.

Cuando sacó un cuchillo de plástico para extender chocolate blanco sobre una fresa, pensé que intentaría ponerla en mi boca y que yo tendría que apartarme cuando lo que me gustaría de verdad seria disfrutar el momento. Pero Edward pincho la fresa en un mondadientes y me lo dio sin decir nada.

La mordí, el sabor del chocolate blanco y la fruta deshaciéndose en mi boca me dejó en éxtasis. Pero cuando intente comer el resto, el mondadientes lo impidió y Edward intentó ayudarme…

Los ojos verdes de mi marido se encontraron con los míos. Y, de repente, mi dedo se movió, como por voluntad propia, para rozar la mano masculina. Afortunadamente, lo aparte a tiempo.

Edward volvió a dejarse caer en el sofá y eso me sorprendió. Casi nos habíamos besado por la noche, pero ahora parecía dispuesto a respetar los límites. Algo así como si fuera un tratado.

Y yo debería de estar alegre.

-¿Vas a ir a la fiesta de mi hermano el domingo por la tarde?

Ah, claro, había una segunda intención en esa visita. Debía de haberlo imaginado.

Vacilé, sin saber que decir.

Enfrentarme con su familia había sido difícil el día anterior y solo estaba allí para hablar de trabajo. ¿Qué dirían si aparecía en una fiesta con mi ex marido?

-No había pensado ir.

-Seria una buena oportunidad para los dos de demostrarle al mundo que podemos ser civilizados a pesar del divorcio.

Estaba recostado en el sillón, en una postura en absoluto amenazadora. Todo era un poco demasiado perfecto, como estudiado.

-Eres un buen abogado.

-Lo intento.

-¿Qué diría tu familia?

-Nada. Son todos muy diplomáticos…es algo que viene con las inclinaciones políticas.

-Si, claro –suspiré. En cualquier caso, y a causa del niño, tendría más contacto con ellos del que había imaginado-. Durante el divorcio, tu madre no ha dejado de ser amable conmigo.

-Pues has tenido suerte. Porque a mí me ha preguntado más de una vez que demonios había pasado entre nosotros.

-¿En serio?

Me sorprendí, aunque era de esperar. Esme adoraba a sus hijos, pero nunca había dudado en llamarlos al orden, incluso siendo adultos.

-Espero que entienda que esto ha sido tanto culpa tuya como mía.

Edward me miró, muy serio.

-Es la primera vez que te oigo decir eso.

-Pues lo siento. Supongo que, a pesar de la atracción física, no somos capaces de vivir juntos. Nuestros temperamentos son muy diferentes.

Él se inclinó hacia delante, con los codos apoyados en las rodillas.

-No me resulta fácil recordar cuáles son esas diferencias.

¿Ahora quería hablar de eso? Él nunca había querido tocar el tema, diciendo que no había ningún problema entre nosotros o que, si los habían, se pasarían con el tiempo. Y ocurrió lo mismo con Claire. Edward se negaba a hablar de la niña mientras para mi seguía siendo una herida abierta.

Según Edward, yo me empeñaba en hablar demasiado y eso no servía de nada.

Miré el tarro de chocolate blanco. Ocho meses antes, se lo habría tirado a la cabeza, pero ahora solo quería llorar por lo que habíamos perdido.

Aunque lo encontraba infinitamente deseable, necesitaba hacerme la fuerte para no tocarlo.

-Edward, no es el momento…

La puerta se abrió entonces y los dos nos echamos para atrás. Mike apareció en el despacho y, por una vez, me molestó a sobremanera su presencia.

-Solo quería comprobar que habías llegado bien.

-Siento haber llegado tarde –me disculpé, tomando el catalogo del suelo-. La reunión con Emmett y Rosalie se retrasó un poco, ya lo sabes.

-No pasa nada –dijo Mike-. Trabajar en la casa del futuro senador es una prioridad.

Edward se levantó del sillón.

-Gracias por confiar en que mi hermano sea elegido.

-Los Cullen tienen fama de conseguir lo que quieren, ¿no?

Me puse tensa.

-Todo el mundo intenta conseguir lo que quiere.

-Si, claro. Nosotros también –sonrió Mike-. Twilight Designs está a punto de ampliar su negocio.

-¿Ah, sí? –Edward volteó a verme.

No se lo había contado. Claro que no había habido necesidad durante el proceso de divorcio ya que estábamos intentando vivir por separado.

-Twilight Designs va a abrir otra tienda en Phoenix –siguió Mike-. Y es mi esperanza que Bella sea la gerente.


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Edward POV

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Tirado en una silla al lado de la piscina, tomé un sorbo de refresco. Me hubiese gustado tomar algo más fuerte, pero necesitaba tener la cabeza fría para hablar con mi ex.

Durante todos aquellos años había pensado que Mike estaba interesado en Bella pero, en lugar de intentar conquistarla, el tipo lo que quería era enviarla a Arizona. Phoenix no era el fin del mundo, pero las muchas horas de diferencia me parecían aun más cuando pensaba en mis planes de ser una presencia constante en la vida de mi hijo… y en la de Bella.

Una orquesta tocaba en el cenador, la brisa del mar moviendo el agua de la piscina llena de magnolias y velas flotantes… mi madre y Alice habían organizado aquella fiesta sin olvidar un solo detalle.

Las invitaciones a la finca de los Cullen. Eran raras porque mi madre valoraba mucho su intimidad, aunque eso no le importaba mucho a Alice… de hecho creo que era todo lo contrario.

Yo prefería mi discreto papel, alejado de la política, manejando la fortuna familiar y aceptando casos que encajaban con mis convicciones. Bella solía decir que admiraba eso de mí.

Y, justo en ese momento, la vi aparecer. El ruido de conversaciones y risas pareció disolverse y volví a sentir el escalofrío que había sentido tantas veces durante nuestro matrimonio. Estaba hablando con mi madre y sonreía como en otros tiempos…

Me alegraba de que hubiera ido. Aunque estaba encantado con la felicidad de mi hermano, oír a Emmett y Rosalie hacer planes de boda no era siempre agradable cuando uno está en medio de un divorcio.

El vestido color azul que llevaba abrazaba sus curvas con discreta elegancia, dejando al descubierto solo sus piernas. Unos mechones de pelo escapaban artísticamente del moño, enmarcando su cara… pero cuando cuando volteó para tomar el canapé que le ofrecía un camarero, estuve a punto de atragantarme.

El maldito vestido dejaba la espalda al descubierto… y la piel de Bella brillaba con una cualidad translucida que me recordaban a las magnolias que flotaban en la piscina.

-Bonita fiesta, mamá -dije, acercándome-. Hola Bella.

¿Qué era ello que tenía en el hombro? ¿Brillo plateado? Su piel brillaba como un diamante.

-Buenas noches, Edward. Estaba preguntándole a tu madre el nombre de la empresa de catering.

-Y yo le estaba diciendo que me alegro mucho de que haya venido –Mi madre miraba de uno a otro sin disimular su curiosidad.

Sabía que no podría evitar un interrogatorio después. Mi madre podía ser implacable, el epitome de la magnolia de acero.

Y hablando de mujeres de carácter… ¿Cuándo pensaba Bella dar la noticia de su embarazo? Aunque yo prefería esperar hasta que pudiéramos contarle a todo el mundo que volvíamos a estar juntos. No quería que Bella se acostumbrase al papel de mujer soltera.

Y, desde luego, no quería que se fuera a Phoenix.

-Ah, ahí está el juez Volturi con su nueva esposa –dijo mamá-. Tengo que ir a saludarlos. Pásenlo bien, chicos.

Bella volteó hacia mí en cuanto nos quedamos solos.

-Te agradezco que no le hayas contado nada a tu familia. Sé que no es fácil para ti.

-Soy mayorcito. Lo contare cuando tenga que hacerlo.

-Si, claro.

Bella se había quejado frecuentemente de mi carácter reservado porque me negaba a discutir algo si no lo tenía claro del todo, si no había sopesado los pros y los contras. Pero, habiendo crecido con dos hermanos muy discutidores, me resultaba más fácil hacer las cosas así.

-Voy a contarte un secreto –dijo Bella entonces-, pero tienes que prometer que no vas a contárselo a nadie.

Rocé su pecho “accidentalmente” con un dedo para hacer una cruz.

-Te lo juro.

Ella se apartó de un salto, cruzando los brazos.

-Ya no puedes hacer eso.

Como si necesitara que me lo recordara…

-¿Cuál es ese secreto?

-Estoy convirtiéndome en adicta al chocolate blanco. Gracias a ti.

-De nada –me eché para atrás. Ver ese polvillo plateado sobre su piel e imaginar hasta donde se lo habría echado era suficiente por el momento-. Puedes descruzar los brazos.

-Y tú puedes dejar de tontear conmigo.

-Mientras no hagas las maletas para irte a Phoenix…

-Estaba preguntándome cuanto ibas a tardar en sacar el tema.

Emmett y Rosalie aparecieron entonces en el porche y yo, salvado por la campana, volví a tomar mi vaso de refresco.

Rosalie, una mujer discreta y extremadamente hermosa, tomó una copa de champan mientras Emmett pasaba un brazo por los hombros de Bella.

-¿Mi hermano se está comportando? –le preguntó.

-El comportamiento de tu hermano es más o menos aceptable –sonrió Bella.

-¿Solo aceptable? –reí, pasando el vaso por su brazo.

-Aun no te he tirado a la piscina, pero lo hare si vuelves a hacer eso. –amenazó ella.

Tomé un sorbo de refresco.

-Lo de la piscina podría ser buena idea – murmuré, volteando hacia mi hermano, que nos miraba de uno a otro con cierta confusión-. Emmett, será mejor que estés atento.

-¿Por qué?

-Porque te debo una. ¿Recuerdas que me tiraste a la piscina en la fiesta que dio mamá cuando Bella y yo nos escapamos?

Rosalie pasó un brazo por la cintura de su prometido.

-A los paparazzi les encantaría conseguir una fotografía tuya tonteando con Bella.

-Aguafiestas –murmuré. Mi discreta cuñada sabía como salirse con la suya. Y quizá sería mejor dejar de tocar a Bella por el momento-. Bueno, Emmett, ¿sigues teniendo tiempo para jugar golf este fin de semana?

Con un poco de suerte, mi ex mujer se daría cuenta de que iba a tomarme el fin de semana libre, algo que me había pedido muchas veces cuando estábamos casados.

Emmett volteó hacia Rosalie.

-¿Lo tengo?

-A mi no me mires. No soy tu jefe.

- Chance y a lo mejor tenias planes conmigo y velas… y…

-¡Emmett! – lo frené rodando los ojos.

-Ya pues. Está bien, iremos al golf.


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Bella POV

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Rosalie se quejaba en la tonalidad roja. Se abrazaba más a Emmett y se sonreían mutuamente. Viéndolos tan felices, no pude evitar sentir cierta envidia. Aunque me alegraba por ellos, esa felicidad en contraste con mi situación me dolía un poco.

Pero estaba cansada de autocompadecerme. Estaba cansada de llorar. Mi vida no era perfecta, pero tenía muchas cosas por las que sentarme feliz. Tenía que pensar en mi hijo, por ejemplo.

Y en reavivar la pasión de mi ex marido.

¿Que rayos pensaba?

¿Me atrevería a atizar ese fuego otra vez?

Los dos habíamos sufrido y… ¿Cuándo me había vuelto mas tímida de lo normal?

Fue después de perder a Claire. Entonces dejé de tener ganas de pelear. Qué triste legado en nombre de aquella preciosa niña que me había dado tanta alegría.

Me erguí entonces, preguntándome cuanto tiempo llevaba encogida. Demasiado.

No sabía dónde iban las cosas con Edward. Seguramente a ninguna parte. Aunque imaginaba que él, dado su sentido del honor, querría volver a casarse por el niño. Pero yo no estaba de acuerdo. Nos habíamos quitado las alianzas y habíamos pasado página. Ni siquiera sus coqueteos podrían caminar eso.

Pero, a pesar del divorcio, aparentemente seguía habiendo algo entre nosotros… algo que teníamos que solucionar antes de que naciera el bebe. Miré sus anchos hombros, su postura tan masculina… y, de repente, sentí el deseo de explorar aquella nueva atracción.

Me había cansado de mantenerlo a distancia.

Estaba sexualmente frustrada y era hora de que Edward dejase de toquetearme o reconocería lo mucho que yo lo deseaba.

17 comentarios:

  1. muuy buenoo!!!

    besitos

    Mel♥

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  2. ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
    LO AMOOO!!!! XDDDD

    bueno mi koko genial como siempreee!!!
    mil besotess

    tiwii

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  3. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    ahora amo el chocolate blanco

    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    no puedo esperar para lo ke sique

    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    chao waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    besos waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    tkm waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    adios waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


    jejjejeje

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  4. Fantastico!!!
    Ahora parece que ambos están dispuestos a recomenzar...
    Es fantastico!!! No puedo esperar a saber más ^^

    Besitos y aullidos!!

    aaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!

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  5. WOWW!!! porfin Bella cayó a los encantos de Ed, es q asi cualkiera, un hombre q te regale tanto chokolate... y blanko... como el ... mmmm q riko :P
    jajajajajjaja
    un besito Kokoro q etes bn y te pasaste con este cap. y no dejes q Bella se vaya a Phenix, o mejor si, un pokito de drama no le vendria mal, besitos byeeeee ;***

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  6. Koko, como estas?
    Me encanto el cap... limites y frustraciones? Parece que Edward no tiene limites, no puede mantener sus manos para si mismo, jaja Aunque... era conciente Bella de la reacción que traería en Edward verla con ese vestido?
    Te adoro Koko
    Besotes, Dany

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  7. Wiiiii
    hermoosoooo
    OME OME OMEEE porque
    ja j a
    quiero mass y masss
    besosss mordiiiscosss

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  8. si!!!!!
    por fin, la espera volvio a valer la pena
    me encanto el kapi, Bella, siento
    que es custion de tiempo para que sucumba
    ante el sexy de su su ex-marido...
    yo cederia...¿¿y quien no???
    quien no lo hiciera es por que sta mal de la
    cabeza, por lo tanto empiezo a pensar
    que Bella eta enferma de la mente en este fic..
    uff, noi dios lo quiera...

    no me hagas caso, me hizo daño algo que tome hace rato y no digo mas que puras tonterias...
    jeje
    bueno me despido
    se cuidan y bonoti kapi Koko...

    BESOSOS Y MORDISCOS

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  9. Holaaa!!!! Desde hace unos dias descubri estos fic, y la verdad es que me encantan todos!!!!! Y bueno estoy deseando de leer el capitulo siguiente ha este jejejej no veo la hora de que llegue el proximooo!!!!!!! Bss

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  10. ELECTRICA CULLEN BLACK
    genial como siempre, me encanta como Edward coquetea y la va conquistando. Yo quiero eso para mí. Donde se quedó mi Edward?

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  11. hola!!
    yo tmb amo el chocolate blanco XDXD
    el capiitulo geniial cm siempre ;)
    BESOS DULCES Y AULLIDOS FUERTES

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  12. Qué bello el lobito oteando desde la roca a la luna.
    La pasión, el amor nos hacen llegar a tocar el cielo, a sentir la grandeza del universo. Ese que creas tú para nosotros, ese que nos hace aullar a la luna AUUUUUUU!!! mi "diosa del amor". Besotes

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  13. hola escribes muy bien no me kanso de desirlo
    tus historias son muy buenas las amo
    en fin
    oie te gusta la serie diario de un vamoiro
    alomejor ya sabias lo k voi a desir
    eske me meti a un blog donde tu estas kmo agregada y tiene un fondo de diario de un vampiro de esteban,damian y la mujer los vampiros y la chava entonses me dije o no
    a ellas les gusta crepusculo el punto es ke una amiga k veia la serie (ia no la ve a peticion mia no eske le desagrade) me comento k en uno de sus capitulos donde el tal damian estava acostado en la cama de una rubia el estava leyendo un libro de crepusculo y dijo que tiene de especial esa bella edward esta tan abatido ah echo de menos a anne rice ella si que savia y tambien la chava le pregunta k si sus mordiscos la convertiran en vampira y el dise tendria k morderte despues tu me muerdes y despues mueres este libro esta mal (no tengo nada pero nada enkontra de anne rice) pero no me gusto ese comentario no se ati k te paresca kreo fue el capitulo 4 donde tenia una cena en el pueblo o algo asi eske lo vi para confirmar te dejo la pagina por si kieres ok

    http://twilightersmexicanos.blogspot.com/2009/10/vampire-diaries-parte-4-exclusivo-de.html

    bueno la verdad ami no me parese k digan eso kada kien kon sus historias no? si sthepanie kiso kambiarla a su historia muy su problema o no?
    aparte el estilo de stefan o estevan se me hace muy copia de edward

    bueno esa es mi opinion alomejor se estuvo de akuerdo kon ese kmentario o aiga pelea entre libros en fin k no se metan kon la saga twilight

    at2:nayeli xoxo

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  14. Guauuuuuu¡¡¡ Fantastico!!

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  15. auuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
    jaja
    xdd
    see reconsiliaran :D
    :P
    Subee prntoo*.*

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  16. esta historiaaa estaaa buenisiiimaaaa!!!! cuando subes ls otro capitulos espero que pronto plisss un besitooo!!! sigueee escribiendooo vas biennn

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  17. tus escritos son buenisimos!! koko.. siempre estoy al pendiente de tus historias!! sigue asi;;; ah !! hoy es jueves.. y solo espero saber que sucedera en el cap de hoy .. emocion!!

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...