miércoles, 25 de noviembre de 2009

Negocio Placentero "Cap 10" - Kokoro Black

Disclaimer: Adaptado en la novela de Mauren Child: Paternidad de conveniencia. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha
MALDITA MEYER!! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES


--

Negocio Placentero

Capítulo X –Hielo.

--


--

Bella POV

--

Cuando Jacob se marchó, fue como si me quedara sola en el diminuto y atiborrado despacho. Edward, aunque estaba físicamente presente, se había cerrado tanto que era como si hubiera olvidado que yo siguiera allí.

-Edward –me acerqué a él-. ¿Qué ocurre? ¿De qué hablaban Jacob y tú? ¿Y por que pareces tan enfadado?

-¿Enfadado? –Me miró con ojos fríos-. No estoy enfadado, Bella, solo ocupado –para dejarlo claro, levantó un montón de papeles, los cuadró y los introdujo en un archivador marrón.

-Ya. Demasiado ocupado para hablar conmigo, pero no para hablar con Jacob, ¿no?

Él giró en la silla, apoyó los codos en la mesa y juntó los dedos. Ladeó la cabeza.

-Tu hermano apareció y no tuve más remedio que hablar con él. Igual que no tuve más remedio que dejar mí trabajo cuando oí a ese niño gritar.

Encogí los hombros y sonreí. Pero no obtuve ninguna reacción de él.

-Danny estaba emocionado, nada más. Sus padres van a comprar la yegua para él y para su hermana, y era la primera vez que montaba.

-No he preguntado porque gritó el niño –dijo Edward. Agarró un bolígrafo de la mesa-. Solo he dicho que el ruido es una distracción. No estoy acostumbrado a que tanta gente entre y salga del rancho. Y no me gusta.

Me sonroje con un destello de ira. Tal y como hablaba, cualquiera diría que organizaba desfiles a diario. Un par de personas a la semana no era nada. Era normal. Y si él saliera de su despacho a charlar con ellos de vez en cuando, tal vez no lo odiaría tanto. Pero siempre estaba a solo, trabajando. Al teléfono, recorriendo el rancho a caballo o reunido con algún comprador.

Para él estaba bien dedicarse a sus negocios, pero no quería permitirme a mí el mismo privilegio. Mi trabajo era tan importante como el rancho lo era para Edward. Debería ser capaz de entender eso, al menos.

Pero no tenía sentido discutir con un hombre cuya expresión dejaba claro que buscaba batalla. Yo no quería pelear con él, sino llegar a su corazón. Llegar al Edward que había conocido de niña. El que siempre me había defendido y que yo sabía estaba encerrado en algún oscuro rincón.

Así que cuando hable lo hice con tono razonable. Controlando mi genio.

-Solo han venido unas pocas personas a la semana, Edward. Tienen que ver a los Gypsy en persona y yo tengo que comprobar cómo se portan con los caballos. No podría evitarlo aunque quisiera. Cosa que, por cierto, no quiero.

-No quiero a esa gente por aquí.

-lamento oírlo –no iba a rendirme. Lo quería, pero no iba a permitir que me dominara.

-Esto no funcionara, Bella –apretó los labios con un gesto de desaprobación.

-¿Esto? –Agité la mano en el aire-. ¿El qué? ¿Los caballos? ¿La gente?

-El matrimonio –repuso él.

Me eché hacia atrás, impactada por su respuesta. Se me encogió el estomago. Controle el dolor que atenazaba mi corazón y pensé rápidamente. Rememoré el día y lo único que se me ocurrió que podía haber provocado esa reacción era el grito de Danny. Entonces lo comprendí.

-Ha sido por Danny, ¿verdad? –Susurré con preocupación-. El grito de Danny inició todo esto.

El rostro de él pareció helarse y supe que había acertado. Debería haberme dado cuenta antes. Había perdido un hijo y el grito del niño lo habría rasgado por dentro, haciéndole recordar.

-El niño no tiene nada que ver con esto.

-Creo que te equivocas.

-Ya sé que lo crees, pero eso no importa.

-Si importa, Edward –avancé un paso más hacia él. Mi ira se convirtió en compasión-. Oír a Danny te hizo pensar en Anthony.

Edward se puso de pie y se encaró a mí antes de que pudiera decir nada más.

-No tiene que ver con mi hijo. No mezcles el pasado con esto.

-El pasado influye en lo que tenemos ahora –argumenté.

-Puede que en tu mundo si, pero el pasado no influye en el mío – me miró con frialdad y comprendí que él realmente creía esa mentira. Sin embargo, sabía que el grito de Danny lo había removido por dentro, sacando a la luz algo que mantenía oculto, encerrado bajo llave.

-Esto no tiene que ver con el niño, sino con el trato que hicimos. Sé que llegamos a un acuerdo –dijo con ojos fríos y voz inexpresiva como la de un robot-, y creo que admitirás que he hecho lo posible por cumplir mi parte.

-Si –acepté, intentando ignorar la oleada de calor que sentí al pensar en las noches que había pasado en sus brazos. Si no hubiera utilizado el diafragma religiosamente, sin duda estaría embarazada. Mi madre siempre había dicho que las mujeres de la familia eran muy fértiles y Edward había puesto todo de su parte para crear ese bebe-. Lo has hecho. Y yo también –añadí.

-Cierto. Pero, dado que llevamos casados más de dos meses y aun no estás embarazada, creo que es hora de reconsiderar nuestro trato.

-¿Qué? – no esperaba eso. No había imaginado que Edward quisiera renegar de un pacto que le otorgaría la escritura de la tierra que tanto deseaba. Pero si quería hacerlo, no tenia forma de impedírselo. Era obvio que no había conseguido llegar a él. Tal vez pretendía que recogiera mis cosas y me fuera. Que olvidara el tiempo pasado con él y siguiera con mi vida.

Me estremecí por dentro.

Como si necesitara más espacio para mantener esa conversación, Edward salió al establo. El olor a caballos, heno y madera vieja era casi reconfortante. Salí a reunirme con él y seguí mirándolo incluso cuando él giró la cabeza hacia las puertas abiertas que daban al soleado jardín.

-¿Quieres poner fin al trato? –Pregunté, avergonzándome por lo débil e inquieta que sonó mi voz-. Porque no pienso acceder.

Debería acceder, por supuesto. Me pregunté que clase de mujer se quedaría con un hombre que no la quería a su lado. Solo una dispuesta a renunciar a su dignidad y a su orgullo.

Sin embargo, sabía que mi orgullo había sucumbido al amor. Me justifique diciéndome que no había sido por gusto. Nadie elegía a quien amaba y yo llevaba enamorada de Edward casi toda la vida. A veces me sentía como si hubiera nacido amándolo. Y el tiempo pasado con él los últimos meses había reforzado mis sentimientos.

Pero no era idiota. Sabía que él no era perfecto; de hecho, estaba lejos de serlo. Podía ser frio y calculador. No era fácil llevarse bien con él, pero tampoco era cruel o desagradable a propósito. Sus ojos estaban ensombrecidos por un dolor que rara vez mostraba y sus escasas sonrisas me derretían el corazón.

No, no era perfecto. Pero siempre había sido perfecto para mí. Y, al fin y al cabo, en eso consistía el amor.

Él volvió a mirarme y deseé poder leer sus ojos. Pero era experto en ocultar sus emociones. Era demasiado buen negociante como para permitir que su oponente interpretara sus intenciones.

-No, no quiero poner fin al trato –dijo él por fin.

Inspiré lentamente, con alivio, aunque mi ansiedad no se disipó. Seguía inquieta.

-De acuerdo. Entonces, ¿Qué pretendes?

-Creo que sería mejor para ambos redefinirlo, nada mas –afirmó él con voz queda-. Aun no estás embarazada…

-Solo han pasado poco más de dos meses – justifiqué.

-Cierto. ¿Pero si tardamos un año? ¿O dos?

No contesté, aunque sabía que a mí no me habría importado. Cuanto más tiempo pasara con Edward, más posibilidades tendría de llegar a él, de hacerle comprender lo bien que estábamos juntos.

-Lo que quiero decir –Edward se apartó el pelo de la frente-, es que creo que habría que fijar un límite de tiempo a nuestra empresa.

-¿Empresa?

Él ignoro el sarcasmo de mi voz.

-Si no estás embarazada cuando llevemos juntos seis meses, acabaremos con esto. Cada uno seguirá su camino y…

-¿Tu consigues tu tierra y yo nada? –barboteé, moviendo la cabeza.

-No había terminado –arrugó la frente y siguió-. Si no estás embarazada entonces, pondremos fin al matrimonio y al trato. Ambos saldremos perdiendo.

-¿Renunciarías a la tierra que tanto deseas? –me pregunté si ansiaba tanto librarse de mi, si nuestro matrimonio era tan horrible para él.

Era como si ni siquiera hubiera rozado su corazón.

Pero sabía que si. Lo notaba en sus caricias todas las noches. Lo veía en el destello de deseo y necesidad de sus ojos cuando llegaba a la cama. No entendía por qué luchaba contra eso, por que tenia tanto empeño en alejarme. Tal vez no quisiera arriesgarse a ser feliz conmigo.

Tampoco entendía porque seguía yo allí. Por que amaba a un hombre que anhelaba en librarse de mí.

-Encontrare otra forma de conseguir la tierra. Tu padre cambiara de actitud, antes o después –se metió las manos en los bolsillos traseros y sacudió la cabeza.- Es la única forma, Bella. ¿Qué sentido tendría alargar esto? Solo estaríamos poniéndonoslo difícil a nosotros mismos.

-Muchas gracias –rezongué.

Los labios de él se curvaron lentamente, sin llegar a esbozar una sonrisa. Lo lastimoso fue que a mí me dio un vuelco el corazón al verlo.

-Me gustas, Bella. Siempre me has gustado. La verdad, preferiría acabar con esto mientras sigamos cayéndonos bien. Si transcurridos seis meses no estás embarazada, ninguno de los dos estaremos satisfechos con el acuerdo.

-Te gusto.

-Si.

Me traguee una risa amarga. Yo lo amaba. A él le gustaba. Una gran diferencia.

-Creo que lo más justo será acabar transcurridos seis meses y asumir nuestras pérdidas. Además, así tendremos un plazo final y podremos hacer planes teniéndolo en cuenta.

-Entiendo –asentí, tragueé saliva a intenté controlar la burbuja de frustración que me quemaba la garganta-. El gran negociador presenta su plan maestro. Buena idea, Edward. No estaría bien tomárnoslo con calma y relajarnos.

-Bella…

-No, ¡no! –alcé ambas manos y empecé a andar.

No podía aguantar quieta un minuto más. Lo cierto era que no sabía quién se merecía más recibir una patada, si Edward o yo. Él era un cabezota y yo… masoquista, tal vez.

Me alejé unos pasos, lo pensé mejor y regresé.

-¿No te das cuenta de la locura que es eso? No, claro que no. Aun no estoy embarazada, y me pones un plazo para conseguirlo; así seguro que no me siento presionada –alcé las manos y luego las dejé caer sobre mis muslos con una palmada-. ¿Qué te parece que les mande un mensaje a mis óvulos? Algo corto y dulce como: “Pónganse en fila para ser fertilizados. ¿Qué los está deteniendo?”.

Él hizo una mueca airada que no tuvo ningún efecto; estaba más que acostumbrada a verla.

-El sarcasmo no soluciona nada, ¿no crees?

-No creo que sea su función –repliqué-. El sarcasmo es un fin en sí mismo –eché la cabeza hacia atrás y lo miré fijamente-. Edward, ¿no lo entiendes? Poner plazo no ayudara. Necesitamos estar más unidos, no más centrados en el maldito tictac de un reloj.

-Si no recuerdo mal, hemos estados malditamente unidos casi todas las noches de los últimos dos meses –apuntó él alzando una ceja.

-Eso es típicamente masculino –moví la cabeza-. Asumes que practicar el sexo es estar unido.

-¿Y no lo es?

-¡No, claro que no! –Alcé la mano y me tiroteé del pelo, de pura frustración-. ¿Qué diablos les pasa a los hombres?

-Espera un minuto…

-NO. Espera tu –solté el aire e intenté recuperar la calma-. Edward, ¿no lo entiendes? Estamos juntos, pero no lo estamos. Dormimos juntos y me ignoras durante el día. Me haces el amor por la noche y a la mañana siguiente me alejas de ti. ¿Cómo diablos se supone que vamos a relajarnos lo bastante para crear un bebe?

Las facciones de él se volvieron rígidas y frías. Como era habitual.

-Por si lo has olvidado, esto no es un matrimonio típico.

-¿En serio? –di unos pasos hacia atrás con aire dramático y me llevé una mano al pecho-. ¿No lo es? Vaya. ¡Eso explica muchas cosas!

-Si no estás dispuesta a hablar de esto como una persona racional…

-¿Qué harás? –Pregunté golpeando el suelo de cemento con la punta de la bota-. ¿Contratar a alguien para que hable por mí? NO, espera. Sera mejor que contrates quien hable por ti. Así ni siquiera tendrías que mirarme hasta que llegara la hora de ir a la cama y cumplir tu tarea para con la dinastía y el rancho Cullen.

-¿Piensas que hago el amor como si fuera una tarea? –Edward rechinó los dientes.

-¿Acaso no lo es para ti? –deseé haberme mordido la lengua. Era mejor no preguntar si uno temía que no iba a gustarle la respuesta.

Pero ya era demasiado tarde.

Edward parecía disfrutar haciéndome el amor, pero podía estar equivocándome también en eso. Tal vez solo estuviera cumpliendo con su parte del trato. Cabía la posibilidad de que ni siquiera hubiera llegado a él en la cama. Si era el caso, mejor saberlo. Y para eso tenía que presionarlo.

-Hicimos un trato –lo acusé, deseando con toda mi alma que negara lo que estaba pensando-, y vienes a mi cada noche para tachar el sexo de tu lista de cosas de hacer en el día.

-Lo que has dicho es una insensatez –dejó escapar una risa desdeñosa.

-¿Si? Entonces dime que me quieres, Edward. Dime que hacerme el amor es algo más que una tarea. Más que el cumplimiento de tu parte del trato – me acerqué a él y sentí el calor de su cuerpo-. Demuestra que me equivoco, Edward –lo reté-. Si soy más que eso para ti, demuéstramelo.

Pasaron los segundos mientras seguía mirándolo. Vi chispas surgir de las profundidades de sus orbes verdes y me pregunté si lo había presionado demasiado.

Entonces él me agarró, me apretó contra si y atrapó mi boca con fiera agresividad que derritió cada hueso de mi cuerpo.

Por lo visto, había presionado lo justo.


--

Edward POV

--

La ira que me había estado ahogando se estaba perdiendo en un mar de deseo. La rodeé con ambos brazos y me entregué a la necesidad que me atenazaba. Ella abrió la boca e introduje la lengua en su interior. La saboreé como si mi vida dependiera de ello. Bella era pura contradicción en muchos sentidos. Dulce pero también desafiante. Sexy y cálida, pero con mucho genio. Ella descontrolaba mi vida. Llevaba caos al orden. Arrastraba a desconocidos a mi propiedad. Me hacía sentir demasiado. Desear demasiado.

Enredó las manos en mi cabello y echó su cabeza atrás, dejándome tomar cuanto me ofrecía. Era como una droga que se hubiera introducido en mi sistema. Llenaba cada célula y despertaba cada terminación nerviosa.

Era peligrosa.

Ese pensamiento me sacó de mi hechizo e interrumpí el beso como un hombre que emergiera a tomar una última bocanada de aire antes de ahogarse. La solté y ella se tambaleó un segundo. Después se llevó una mano a la boca y me miró con ojos vidriosos.

Me esforcé para llenar mis pulmones de aire. Luché para ignorar el latido que sentía en la entrepierna, la frenética exigencia de llegar al final que clamaba en mi interior.

-No eres una tarea, Bella. Pero tampoco eres permanente. No puedes serlo –dije cuando recupere el aliento.

Vi un destello de pánico en los ojos de ella y me endurecí. No dejaría que me afectara. Mantendría el rumbo que me había fijado cuando había aceptado el trato que había dado al traste con la pacifica soledad de mi vida.

-¿Por qué, Edward? –Su voz sonó suave y tan dolida como sus ojos-. ¿Por qué estas empeñado en no sentir nada? Estuviste casado antes. Querías a Tanya.

-No sabes nada de mi matrimonio –dije molesto. El fuego que había surcado mis venas se transformó en hielo. El más congelado de los hielos. Solo deseaba que Bella dejara el tema.

-Se que se ha ido. Sé que el dolor que sentiste al perder a tu esposa y a tu hijo nunca desaparecerá.

-No sabes nada.

-¡Entonces háblame! –gritó ella-. ¿Cómo puedo saber lo que piensas si te niegas a hablar conmigo? Déjame acceder a ti, Edward.

Moví la cabeza, sin palabras. No quería darle acceso. Solo quería el trato impersonal que habíamos sellado. Mi pasado me pertenecía. Yo no tomaba decisiones basándome en la culpabilidad, el dolor o cualquier otra emoción que pudiera nublarme el juicio.

Dirigía mi vida como dirigía al rancho Cullen: con frio y sereno raciocinio. Algo a lo que, obviamente, Bella no estaba acostumbrada.

-He visto las fotos de tu familia en la escalera y en toda la casa –sus ojos achocolatados me miraron suplicantes-. Son de ti y de tus hermanos. Tus padres. Tus primos. Pero… no hay ninguna foto de Tanya ni de Anthony. ¿Por qué, Edward?

Hice acopió de todas mis fuerzas y mantuve la voz serena y mis sentimientos ocultos.

-¿Preferirías que llenara la casa con sus fotos? ¿Crees que quiero ver fotos de mi hijo y recordar su muerte? ¿Eso te parece divertido, Bella? Te aseguro que a mí no.

-Claro que no –agarró mi antebrazo con ambas manos. Sentí que su calor me traspasaba hasta el hueso… como su fuera fuego.- ¿Pero cómo puedes negar lo ocurrido? ¿Cómo puedes negarte a recordar a tu propio hijo?

Claro que recordaba. En ese momento la imagen de Anthony apareció en mi mente. Pequeño, con pelo rubio como su madre y los ojos verdes como los míos. Siempre sonriente, así lo recordaba. Pero eso era privado. No lo compartía.

Lentamente, liberé mi brazo y di un paso atrás.

-Que no me rodee de recuerdos físicos no implica que pueda o desee olvidarlo. Pero los recueros no dirigen mi vida, Bella. Ni mi futuro –me obligué a mirarla y a distanciarme de la decepción y desilusión que brillaba en sus ojos.

Ella había sabido desde el principio que yo no buscaba amor, si había llegado a tener la esperanza de conseguirlo, yo no tenía la culpa.

-Tenemos un trato de negocios, Bella –seguí, al ver que ella no respondía-. Nada más. No esperes de mi lo que no puedo dar y al final los dos obtendremos lo que deseamos.

Y así, frio como el hielo me protegí de ella… y de lo que me hacía sentir.

--


¿Así o más idiota? Ahh!! No me odien… le juro que todo esto tiene su porque… me veo en la necesidad de anunciarles que… en dos capi mas… se nos acaba… y que es probable que les tenga una sorpresa por ahí… jojojo, todo depende de cómo quede la cosa^^ Muchas gracias chicas!! ¿Aullidos para esta lobita Alpha?



25 comentarios:

  1. ohhh dios mio!!!! solo dos capis mas???? creo q va a ser muy corto. jejeje

    esta historia te esta kedando de lujo.

    mis felicitaciones

    ResponderEliminar
  2. Es tan fuerte, tan apasionada, tan impresionante, que simplemente me quedé dura!!!

    Ella si en verdad es una masoquista y él el mas grande idiota!!! (perdón por el vocabulario)

    Pero en verdad son dos imbesiles... aunque pobre Edward haber pasado por eso y para colmo tener a alguien que te lo recuerde... y ella se lo buscó... aunque buena tactica... jaja meter el dedo en la yaga hasta que queme...

    Kokoro presiosa, eres mi idola.......^^
    AAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!

    Gracias por compartir tu Don con nosotr@s

    Besitos ♥

    ResponderEliminar
  3. jo,me encanta este fic.y ademas de que se me ha echo muy corto no he podido disfrutarlo mucho porque solo es un capi x semana y ademas es corto.de verdad que eres buena escribiendo,me tienes enganchada a todos tus fics.jeje

    ResponderEliminar
  4. uf estuvo buenisimo el capi como Edward se puede negar a sentir???????? pero no es justo esta recortito... me facina tu forma de escribir...

    ResponderEliminar
  5. ELECTRICA CULLEN BLACK
    AAAAuuuuuu!!!!
    Tengo lágrimas es los ojos, te lo juro mi Alpha.
    Revisa tu correo te mandé la introducción y los cuatro primeros capís de tu regalo de cumpleaños. Me falta el último, no pretendo ser mala (ni vengarme de las veces que me dejastes a medias, jaja) es que no podía esperar más y voy muy lenta escribiendo, lo siento. Pero ya emeze a pasarlo al Word.

    ResponderEliminar
  6. me encanto y que sonrpresa sera pobre edward con si hijo y pobre bella pero edward por que no quiere recordar a su hijo como dice bella bueno adiosss continua pronto plissssss

    besos

    ResponderEliminar
  7. EN DOOOOOOOOOS? no porfavor!!!!
    amo este fic, no lo puedes terminar asi =( tan rapidito, Kokoro demasiado bueno, te felicito, Edward es un terco, pero lo amo, te juro q me lo imagino todo frio evitando a Bella.
    un besito q estes bn byeee ;***

    ResponderEliminar
  8. AAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!
    o por dios!
    cada vez mejor mi keridisima kokoro!!

    kajkjakjakajkaja me encanta escribes genial!!
    jejejeje
    solo sige asi!!
    animo!!

    y gracias por compartir todo esto con todos!!

    saludos chris!

    ResponderEliminar
  9. bueno ahora espletamente conciente de ke falta poco para el final pero diso kiero ke llege y no porke seria genial saber en ke termina pero dios, no kiero ke sea cabae me encanta esto la amo

    bueno nimodo lo mejor ske ya pronto sabre ke pasa con esa decidiosa pareja

    ajjaja tkm besos

    ResponderEliminar
  10. sorpresa?? aaaaaaaahh basta de eso jaja
    que ganas de darle una buena paliza al edward en serio me esta molestando, wow bella lo debe amar demaciado jaja
    me encanta este fic!! todo ese dramatismo ...aff y el lemmon obvio ...me encanta leerlo!!
    mil besos koko :D

    ResponderEliminar
  11. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! porque es asiii con ellaaa ke malooo!!! pero confio en ti koko!! confio en ke esta historia tendra un excelentee final... me encantaaaa!! es una de mis favoritas xD...

    mil besoss y AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!


    tiwii

    ResponderEliminar
  12. Noooooooooooooooooooooooooo que malvado.... de verdad... y 2 capis que corto... gracias por compartir tu talent y por fa no dejes a Edward como el malo que me duele...

    AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU

    ResponderEliminar
  13. Dios No!
    En dos capitulos???
    Pooorfa Koko .. alargalo un poquito más que muero!!!
    Me encana esta historia.... por favor...!
    Amo a este Edward no se porque...
    .... Por fa!

    Alargalo
    y este cap me encanto!
    bueno..
    cuidate!

    ResponderEliminar
  14. Hola Koko! He vuelto y estoy feliz... me quedan pocos días de clase, ya llegan las vacaciones (al menos de la universidad, el trabajo es otra cosa, jaja)
    Ya casi estamos en el final de la historia... Y Bella esta tan cerca de derretir el hielo que protege el corazón de Edward, no veo la hora de verlo finalmente como un completo enamorado xD
    Por otro lado me estaba preguntando si Edward se dara cuenta en algun momento que Bella se esta cuidando para no quedar embarazada, estoy segurísima que eso lo va a hacer enfurecer...
    Nos estamos leyendo
    Besotes, Dany

    ResponderEliminar
  15. dios, buenisimo kapi....
    pero, ya se acaba????
    tan pronto mmmm, nimodo esta historia de verdad
    me gusta y me hubiera gustado seguirla leyendo
    un poco mas, pero bueno tu tienes tu tiempo
    para el, y si asi lo decidiste, ps asi sera...

    me despido Koko y te o portas bien....
    nos leemos...

    BESOSOS Y MORDISCOS

    ResponderEliminar
  16. Dos capis?? =( bueno mi loba la experta eres tu asi que seguro dos sera mas que suficiente para dejarnos locas jajajajaja.

    Esta historia me encanta, me parece atrapante desde que lei las primeras letras.

    Te adoro mi Koko.

    ResponderEliminar
  17. Si en dos capis la historia acabará sé que amor a raudales nos darás y con èl a otro mundo nos transportarás. Besotes miles mi Koko

    ResponderEliminar
  18. auuuu auuuuu me haras llorar mi koko!!
    te adorooo saludos y cariños mis NTLS!!

    ResponderEliminar
  19. AUUUUUUUUUUUUUUUUU! jajaj xdd
    Yaa lo dejee, damee a mi Edward pss...
    :D
    lo esperr
    :D
    jajaj
    estaa chidooo(y)
    perooo quier q admitaa mi querido Edward lo q sientee x Bella -.-'

    ResponderEliminar
  20. me encanto este fic, edward es demasiado malo, frio, sin alma o.O a-m-a-r-g-a-d-o XD

    ResponderEliminar
  21. espero que al pasar de las historias de un cambio, estoy mala de los nervios yaaaaaaaa. por favor que Edward cambieeeeeeeeee

    ResponderEliminar
  22. por faaaaaa subeeee mas capitulos estannn buenisimosss !!!!1

    ResponderEliminar
  23. ¡¡Es miércoles!!
    Hola... es primera vez que te escribo aquí, pero la desesperación me mata. Estoy mal. ¡¡Quiero cap!! ¿Por favor?

    ResponderEliminar
  24. por favor !! por favor !! no nos dejes con mas ancias amiga!! por favor queremos saber que pasa en el proximo cap!!

    ResponderEliminar
  25. Ouch! Pobre Bella, así o más directo el idiota de Edward (y conste que lo adoro), pero ella no puede seguir rebajandose así, ya que lo mande al demonio...
    Como es el amor de complicado...
    Excelente capi como siempre

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...