Esta vez si "Cap 10" - Jazzy W.

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Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a mi amiga Jazzy W.

Capitulo 10

Disfraces

(Bella)

Cuando escuché la puerta cerrar, de mi garganta se escuchó un gemido agónico, estaba partida en mil pedazos…lo odiaba…lo odiaba.

Las lagrimas caían por mi cara mientras yo me dejaba caer frente a mi escritorio…de que había servido…aquí, en el lugar que yo consideraba mi espacio seguro, el lugar donde había sido la persona fuerte que deseé ser siempre, aquí, me había entregado al hombre mas ruin del mundo, ni siquiera podía creer sus palabras, lo odiaba por que después de tantos años me había destrozado de nuevo.

Solo había un sentimiento mayor al que sentía contra el, ¿Quién es su sano juicio hacia lo que yo había hecho?, aun sentía su piel con la mía, lo sentía en mi, y esa era la sensación mas dolorosa, por que todo lo que creí que pasaba entre nosotros ya no valía.

Creí que solo éramos dos adultos, dos personas maduras que después de una situación completamente infantil, la vida les daba otra oportunidad, pero ahora sabia que eso era una completa mentira, yo solo quería que el desapareciera, que se llevara los años de preparatoria, y todo lo que había pasado desde que nos volvimos a encontrar.

Alguien que había destrozado mis sueños no podía amarme como decía…no podía.

Después que terminaban las clases del instituto tenia que esperar casi una hora para que se reuniera el comité de lectura, no me apetecía regresar a casa cuando Charlie no estaba, había encontrado un lugar perfecto para hacer lo que mas me gustaba…escribir.

Detrás del ultimo edificio, a un lado del gimnasio había un jardín natural, el césped estaba cortado moderadamente, la luz natural lo iluminaba a cualquier hora del día, cuando terminaban las clases, caminaba hasta ahí y me sentaba a escribir en mi cuaderno, había sido muy cuidadosa que nadie lo viera, ese cuaderno contenía todos mis sentimientos, la época en que mamá empezó a salir con Phil, su nuevo esposo, cuando vine aquí, tenia hasta mi primera impresión de Edward, la verdad era algo intimidante pero aun así atrayente, había dedicado varias hojas describiendo a un vampiro con el corazón mas hermoso, que se rehusaba a matar personas, todo aquello inspirado en el chico que conocí en aquel pasillo, mucho antes de conocerlo realmente, mucho antes de todas sus bromas y sus burlas, escribía sobre Jacob y la forma que me hacia sentir, a veces triste y otras alegre…escribía sobre como se sentiría amar a alguien que te correspondiera…un amor perfecto.

Unos meses antes de la graduación había llegado a mi pequeña guarida y comencé a escribir como siempre, me sentía especialmente inspirada, era un extraño sentimiento que venia desde mi estomago, la necesidad de escribir y expresar mis sentimientos me hacia sentir viva, la mayoría de las veces perdía la noción del tiempo y el espacio.

-Mira quien esta por aquí-, murmuró Leah, levanté la mirada sobresaltada, estaba frente a mí de pie con Rebecca a su lado, cerré mi cuaderno y Rebecca sonrió mientras la novia de Jacob miraba mis manos.

-¿Qué es eso?-, preguntó sonriente, me levanté trastabillando, traté de meter el cuaderno en mi mochila, pero Rebecca me la arrebató mientras Leah me quitaba el cuaderno de las manos, el miedo de lo que pudiera hacer con el me heló la sangre.

Comenzó a hojear las páginas con una sonrisa burlona en el rostro.

-Mira Beck…pecas tiene un diario-, le dijo mientras hojeaba las páginas.

-Dámelo por favor-, murmuré, pero ella dio un paso hacia atrás.

-No seas mala déjame cuando menos leer algo-, se burló mientras Rebecca levantaba la mirada.

-¿Qué hacen?-, preguntó una voz a mis espaldas, cerré los ojos y luché por que las lagrimas no cayeran, miré como Rebecca se enroscaba a un lado de Edward, Alice se mantenía a cierta distancia, me miró y luego a su hermano.

-Parece que a Pecas le gusta escribir…-, se burló Leah mientras Edward miraba el cuaderno.

-Tenemos que irnos Leah, además Pecas esta apunto de llorar y sinceramente es algo que no quiero ver-, murmuró el sin mirarme.

-Espera…esto promete…

¿Cómo es un amor perfecto?
siempre me he preguntado eso.
He intentado buscarlo,
pero simplemente no lo encuentro,

Como saber si eres tu, donde estas escrito

Que yo no puedo verlo.

Es algo que siento dentro,
algo que necesita salir,
y que debes conocer,
tal vez quieras escapar,
gritar o simplemente callar

¿Y si tu me amaras también?.

Edward le quito la libreta mientras ella soltaba risotadas, Rebecca me miraba con aires de grandeza y yo giré mi cabeza tratando de que no me vieran llorar, esos eran mis pensamientos, eran míos…

-Yo no voy a ser parte de esto-, le espectó Alice a Edward mientras se daba la vuelta, me miró pero solo atino a abrir la boca antes de irse.

-Jake-, gritó Leah, me giré para verlo caminar hacia nosotros desde el gimnasio, el y James venían hacia nosotros, Leah trató de quitarle de nuevo la libreta a Edward, el seguía leyendo, levantó el brazo esquivándola y me miró…negó con la cabeza y sonrió a Leah.

-“Li”, deberías ser mas inteligente, que pasaría si tu Jacob lee esto y se enamora de pecas, la verdad no sabemos si puedan gustarle las cursilerías-, dijo mientras Leah y Rebecca se burlaban, cogí mi mochila mientras comenzaba a caminar ya no me importaba solo quería salir de ahí, Edward arrancó la hoja de un solo tirón y me devolvió la libreta, la tomé y caminé mientras abrazaba mi cuaderno…

Esa fue la última vez que escribí…

Los ruidos de la puerta me devolvieron al presente, la oficina estaba oscura y aun tenia el resto de mi ropa en las manos, Tanya abrió y me llamó de nuevo, encendió las luces y soltó un grito ahogado.

-Bella… ¿Qué paso?, en vigilancia me dicen que no has salido en horas-, murmuró mientras yo me limpiaba el rostro ya sin nada que quitar.

-Bella, que haces así…háblame por Dios-, sus manos trataban de buscar algo, me sostuvo por los hombros mientras yo la abrazaba.

-Lo odio-, murmuré sin decir mas, puede de nuevo aun cuando crees que ya no hay nada….las lagrimas vuelven a escapar.

Tanya me llevó a su departamento, toda esa noche y el siguiente día no pude pensar o hablar, solo quería dejar de sentir y dejar de recordar, sus burlas y sus caricias, tantas contradicciones y todas dolorosas.

-No puedes seguir así-, me dijo ella al siguiente día, la miré mientras me cubría con la bata que ella me habría prestado para ducharme.

-Lo se-, le dije en tono bajo.

-Podrías tomarte una variaciones…podríamos viajar y…-, comenzó pero yo trate de sonreír negando.

-No me voy a esconder-, repliqué mientras ella me miraba.

-No por el...por ti-, remarcó ella, Tanya me escucho sin decirme nada cuando le conté lo que había pasado entre Edward y yo…solo estuvo ahí.

-Estoy bien-, insistí pero ella caminó unos pasos más hacia mí.

-No…no lo estas-, insistió

-Ahora tu me conoces mejor que yo…estoy bien…no es la primera vez que Edward Cullen me destruye-, le dije desviando la mirada, Tanya salió de la habitación molesta y yo me impedí llorar de nuevo.

Cuando logré tranquilizarme, le pedí perdón y fui a mi departamento, por primera vez me sentí sola, al final no había conocido a nadie que me amara de la forma en que yo soñaba…ellos tenían razón solo escribía puras cursilerías.

Como supuse, el termino del contrato y la entrega del sistema fue realizado por Garret, el socio de Edward, una persona con una labia increíble, al final toda relación con ProgFly quedo terminada.

Había veces como ahora que quedarme sola en la oficina me asfixiaba, aun después de días, parecía que podía sentirlo junto a mi, y lo que mas me aterraba es que aun con todo el dolor yo deseaba que fuera así, ¿Por que no pudo decírmelo?, ¿Por que no se olvido de todo y fue mi amigo?, ¿Por que no nos conocimos en otro momento?, en otro mundo donde fuéramos solo el y yo, sin pasado y sin rencor.

Tuve que quedarme a trabajar un poco mas pues había algunos problemas con dos marcas publicitarias, cuando por fin llegué al departamento solo deseaba darme un baño caliente y dormir, no me apetecía comer, desde hace días, solo parecía que mi cuerpo actuaba por pura costumbre.

Sola en la ducha no pude evitar derramar lo que aun quedaba en mi, las lagrimas se difuminaban con el agua caliente, “Me gusto hacer el amor contigo…mas de lo que pudo decir”.

(Edward)

Cuando aparqué el auto me imaginaba mil y un escenarios diferentes, lo mas sensato seria dejarla en paz, de una vez por todas renunciar a ella y dejar de hacerle daño, parecía que entre mas la amara, mas daño podía infligir, que clase de amor era ese…uno que jamás debió existir.

Bajé del auto y entré al edificio, toqué en el primer departamento y pregunté por ella, una mujer mayor me indico su numero, aun frente a su puerta un rincón de mi mente pedía que saliera de ahí antes de que lo arruinara completamente, pero como siempre me pasaba con ella, cuando se trataba de Isabella Swan, jamás había razones lógicas, acciones guiadas de forma pensante, no lograba olvidar cada momento de la tarde que pasamos juntos, su conversación, su risa, la forma en que se entregó a mi y la forma en que sus ojos brillaron cuando me miró, necesitaba que ella me mirara de nuevo, lo necesitaba antes de volverme loco.

Segundos después de haber dado dos toques a la puerta, ella salió con un albornoz de tamaño mediano, sus piernas eran visibles debajo de la bata.

-¿Qué haces aquí?-, preguntó, permaneció entre la puerta evitando que yo lograra entrar.

-Necesito hablar contigo Bella-, pedí mientras ella desviaba la mirada.

-No hay nada de que hablar el contrato termino-, murmuró intentando cerrar la puerta, puse la mano evitando que la cerrara por completo.

-Necesitamos hablar…sobre lo que paso esa tarde Bella…cada palabra es cierta…-, le dije mientras ella evitaba mirarme, durante unos segundos su agarré a la puerta perdió fuerza, después cuando su mirada se topo con la mía, reconocí a la mujer de la fiesta, a la que buscaba una revancha…a la que aun no podía perdonarme.

-No hay nada que hablar, somos adultos, y “dormimos juntos”…solo una aventura entre dos compañeros de trabajo-, dijo mirando hacia un punto lejano, no se que sentimiento cobró mayor fuerza, si el dolor o la ira, no podía hablar así, ella no…

Forcé la puerta y ella bajo los brazos dando un paso hacia atrás.

-No puedes hablar en serio…te conozco…no eres así-, hablé con la voz contenida, di un paso hacia ella mientras Bella levantó la mirada.

-Soy exactamente la que ves ahora…deberías reconocerlo…soy la persona que tu creaste-, gritó con los ojos llenos de lagrimas, si alguien me dijera que podía hacer, como le explicaba que yo la amaba, que la vida no me alcanzaría para arrepentirme de todo lo que hice, de tener la oportunidad habría estado con ella, habría sido su amigo, la abría amado como nadie…

-Bella-, llamé mientras ella se limpiaba las lágrimas.

-No tienes nada que hacer aquí, a no ser que sea un asunto laboral yo no tengo nada que hablar contigo-, murmuró mientras yo cerraba los ojos.

-Ya basta…no eres un robot, grítame, dime cuanto me odias pero no me hables como si no te importara-, le dije mientras ella se giraba dándome la espalda.

-Es que no me importa…no significó nada Edward…es solo un punto que deseo olvidar en mi vida…soy feliz, tengo un gran puesto, un departamento y una persona a quien amar… ¿que tienes tu?-, me espectó aun con la voz temblorosa.

-Nada…y tu tampoco-, le gruñí tomándola por los antebrazos

-Te encantaba la escritura y ahora trabajas firmando contratos, no te importaba el maquillaje o la moda y ahora te escondes en ellos…-, reclamé de manera ilógica y ella me tomó de las muñecas.

-Te odio-, murmuró con lágrimas en sus ojos.

-Lo se-, le dije mientras ella lloraba aun aforrándose al agarre de mis brazos.

-Yo también lo hago-, limpié su mejilla y ella me miró mientras no podía evitar acércame, sus manos me apretaron con mas fuerza

-Perdóname-, murmuré con la frente pegada a la suya, sentí su aliento y el roce de su nariz, antes de que ella se separara.

-Te pedí que te fueras Edward, no vuelvas a buscarme, por favor-, pidió y yo asentí derrotado, ni por un segundo en todas las situaciones que imagina me veía triunfador…en ninguna.

La puerta se abrió mucho antes que yo llegara hasta ahí, un hombre alto de cabello oscuro vestido con un traje negro nos miró desde la entrada, las llaves bailaban en su mano mientras yo cerraba los ojos…

-¿Pasa algo amor?-, preguntó mientras yo seguí mi camino al tiempo que ella contestaba

-Nada Marco…nada-, murmuró ella

Cuando llegué al auto me faltaba el aire, la vista se me nublaba mientras el motor volvía a la vida…

-¿Cómo es un amor perfecto?, siempre me he preguntado eso. He intentado buscarlo, pero simplemente no lo encuentro.

-No existe…el amor perfecto no existe Bella-, murmuré mientras perdía de vista mi vida entera…

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N/A: Hola chicas…si como dicen por acá “No andaba muerto…andaba de parranda”

Jajaja…

Gracias por todo su apoyo, nos seguimos leyendo

Las quiero

Jazzy