miércoles, 9 de septiembre de 2009

Inevitable por Jazzy W "Cap 03"


Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer y la historia de mi amiga Jazzy W.

El primer suspiro de amor es el último de la razón.

Capitulo 3

FORKS

-Bella, despierta dormilona…..-oí un susurro detrás de mi oído que me hizo sentir cosquillas, pero aun así estaba muy dormida aun para separar mis ojos.

-Me vas a obligar a usar medidas drásticas…-dijo con voz ronca aun en mi oído, sonreí aun con los ojos cerrados.

-Ves, no estas dormida, anda no seas floja-, su voz se había alejado de mi oído pero ahora sentía su respiración mas cerca de mi cara. Abrí los ojos lentamente mientras todo a mí alrededor se empezaba a iluminar un poco, no debería ser tarde ya que la luz en la ventana apenas era tenue, quizás estaba amaneciendo. Edward estaba arrodillado con la cabeza sobre la cama, viéndome con una media sonrisa en el rostro.

-Por favor es temprano…estoy muerta, Alice te dejo sin hermana ayer-, dije tomando la sabana que descansaba en mi cintura y colocándola hasta mis hombros, para después volver a cerrar los ojos.

De verdad estaba cansada, Alice había aprovechado mi prueba de vestido para su boda, y realizo compras por todo el centro comercial, a las que literalmente casi me arrastro, la verdad era que no me disgustaban las compras, a veces hasta eran divertidas, dos o tres tiendas esta bien, pero con mi amiga eso era solo el empiezo de un maratón de ligas mayores.

-Sigo sin creer que tu pequeña amiga logre hacer todo lo que me contaste ayer-, dijo con tono burlón, abrí los ojos para verlo en la misma posición que hacia unos momentos.

-Ya me las arreglare para comprobártelo….y que haces parado tan temprano-, pregunte algo confusa, aun no entendía por que me había despertado tan temprano y en sábado, ya habían pasado dos semanas de la llegada de mi hermano y hoy tomaríamos un vuelo por la tarde para visitar a nuestros padres, y pasar con ellos el domingo.

Edward se levanto y se sentó en el borde de la cama con la espalda recargada en la cabecera, mientras yo me acomodaba para posar mi cabeza en su regazo...

-Pensé que podríamos darle una sorpresa a papa y mama-, dijo mientras pasaba su mano por mi cabello.

-Ah si???-, solo me limite a responder con los ojos cerrados nuevamente.

-Mira, si partimos ahora mismo llegaríamos poco después de la comida y ellos esperan recogernos por la tarde en el aeropuerto, podríamos sorprenderlos y pasar un tiempo más con ellos, para poder regresar mañana poco después del desayuno y poder descansar en casa después de nuestro viaje “Express”-.

-Eso suena muy bien, pero no quita que todavía me este muriendo de sueño-, dije casi en un susurro, me estaba quedando cómodamente dormida de nuevo cuando sentí como Edward se levantaba para dejar mi cabeza sobre la almohada, para segundos después sentir su respiración en mi oído, -Eso no es problema, nadie dijo que tenias que levantarte, solo quería que supieras el cambio de planes...-, sentí de nuevo una extraña sensación de hormigueo en todo mi cuerpo pero no pude contestarle pues me tense al momento que sentía como me levantaba y me llevaba en brazos saliendo de la habitación.

-Edward, ¿Qué haces?-, le pregunte tratando de sonar molesta pero al verlo con una sonrisa juguetona en el rostro solo pude hablar con un tono de emoción un tanto divertido.

-Tenemos que salir ya, para llegar a tiempo-, se limito a decir mientras seguía avanzando hacia la puerta del departamento donde estaba la mochila que el había preparado ayer junto con una pequeña maleta con mis cosas, pues nos quedaríamos una noche en casa de nuestros padres.

-Vale, ya entendí bájame no voy a viajar en pijama-le dije viendo hacia la ropa que traía puesta, un pants y una blusa de tirantes, que no era de lo mas cubridora, lo que me hizo que me sonrojara casi al instante al darme cuenta de la situación.

Mi hermano me bajo lentamente, sin dejar de mostrar su encantadora sonrisa, gire sobre mis pies para dirigirme a mi habitación pero antes de que pudiera dar otro paso, su mano tomo mi brazo con delicadeza y se inclino para susurrarme al oído, -En mi opinión así estas perfecta-, casi puede ver su sonrisa burlona cuando no pude controlar el escalofrío que recorrió mi cuerpo, solo atine a darle un codazo con el que soltó el agarre y pude casi correr a mi habitación, para segundos después escucharlo reír por la acción.

Después de haber cambiado la pijama por unos jeans y un lindo suéter de cuello alto, ya que aun recordaba el clima de Forks, nos dirigimos a su auto, no puede convencerlo de usar el mío, se puede decir que me di cuenta quien tiene mas poder sobre el otro, claro yo no contaba con una sonrisa tan arrebatadora como la suya o el ingenio de esconder mis llaves.

Íbamos saliendo de Phoenix cuando no pude evitar soltar un bostezo, pues si bien es cierto que Edward había logrado sacarme de la cama todavía estaba de verdad muy cansada.

-Estoy pensando seriamente en alejarte del pequeño duende...-dijo mi hermano riéndose, -pareciera que hubieras ido a un campo de concentración y no de compras.

-Sigue burlándote hermanito puedo convencer a Alice que necesitas un traje nuevo pues quieres estar perfecto en su boda y quien mejor para ello que mi amiga no??-

Le dije riéndome a lo que el solo levanto la mano, -Esta bien no mas bromas sobre tu excelente capacidad para aguantar el ritmo del pequeño duende-…hizo una pausa y estiro su brazo hacia mi, como dando pie a que me acercara mas a el, -anda nadie dijo que deberías de mantenerte despierta-, yo solo puede sonreír, me incline hacia el, recostando mi cabeza en su antebrazo, cuidando que no fuera a estorbarle mucho para los movimientos de conducción, subí mis piernas en el asiento para acomodarme mejor, finalmente levante un poco la vista para verlo sonreír. Poco a poco el cansancio y su olor tan particular me hicieron caer en un profundo sueño….

-Bella, levántate hermanita, tomemos un café-, oí su voz un poco lejana, para poco a poco ir recordando donde estaba y quien me llamaba.

Abrí lentamente los ojos, el sol ya pegaba de lleno, habíamos aparcado en una cafetería sobre la carretera, debí dormir por lo menos unas dos horas, me estire un poco y oí a mi hermano reírse para después abrir la puerta del auto y salir, a lo que yo hice lo mismo.

Entramos a la cafetería y nos sentamos en una mesa de las que están pegadas a la ventana, segundos después vino hacia nosotros una señora de unos 40 años bajita y regordeta, con un gesto cordial…

-¿Qué les puedo ofrecer jóvenes?-, dijo con una sonrisa mientras pasaba su vista de mí a Edward y viceversa.

-Dos cafés americanos por favor-, le dijo mi hermano con una sonrisa para después voltear hacia mi, lo que acto seguido hizo la camarera, -te gustaría comer algo-, yo solo negué con la cabeza y volví mi cara a la señora dándole una sonrisa, -Solo los cafés por favor-, ella asintió y se alejo.

-En serio no quieres comer nada, todavía faltan unas tres horas de camino, estaremos llegando a Forks alrededor de las 2 de la tarde-.

-No de verdad estoy bien pa…pa…-, le dije mientras le sacaba la lengua a lo que el se limito a sonreír.

Minutos después la camarera nos trajo los cafés y nos regalo otra tierna sonrisa, Edward me platico algunas historias sobre sus alumnos, me encantaba ver a mi hermano tan entusiasmado, parecía que se había ganado la confianza de sus alumnos y puedo decir que ellos su corazón, estuvimos en el café poco mas de media hora que la verdad se paso muy rápido, Edward pidió la cuenta a la camarera y ella en seguida vino con el total, en el momento que se disponía a pagar sonó su móvil.

-Es papa, creo que iré afuera a contestar, le diré que salimos a desayunar y que nuestro vuelo sale como estaba planeado-, me dijo mientras se levantaba.

-Anda pinocho, yo pago-, me limite a contestar y el se río dirigiéndose a la puerta.

Saque de mi bolso la cartera, justo cuando la camarera que nos había atendido se acerco hacia mí con una sonrisa en su rostro.

-Cariño, por esta vez la casa invita-, dijo quitando la charola con la cuenta de la mesa a lo que yo fruncí el ceño, -mis compañeras y yo hablamos, los cafés corren por nuestra cuenta-dijo mientras volteaba hacia la barra, mi vista viajo hacia allí para encontrarme con una señora un poco mayor casi de su misma complexión y otra un poco mas joven y delgada que sonreían en nuestra dirección. La camarera se inclino hacia mi como si me fuera a contar un secreto, -Tu novio es bastante apuesto, tienes mucha suerte, a nosotras nos hizo empezar con una sonrisa la jornada, espero que no te moleste, hacen una linda pareja-, dijo mientras levantaba la vista en dirección a Edward que se encontraba fuera con el móvil en la mano recargado sobre el auto.

Se formo una sonrisa en mi rostro que no pude disimular, había dicho novio???, la situación era bastante cómica, que pasaría si le explicara a esta mujer que el era mi hermano, los cafés seguirían siendo gratis, volví a sonreír por mis razonamientos, decidí que seria mas complicado negarlo, solo me limite a sonreír de nuevo y me levante del asiento...

-No se preocupe, muchas gracias por los cafés-.

Salí de la cafetería para dirigirme al auto, entre y segundos después entro Edward,

-Papa dice que hoy trabajara hasta las tres y que nos irán a recoger a las 7 como estaba pactado... si nos damos prisa podríamos interceptarlo en el hospital y llegar con el a casa-, dijo mientras metía las llaves y encendía el vehiculo.

-Me parece bien….-, le dije con una sonrisa, -Sabes recuérdame invitarte a tomar café mas seguido-, el me miro con el ceño un poco fruncido, a lo que yo me mordí el labio moviendo la cabeza...

-Nada hermanito, no me hagas caso-.

Ese café “gratis” me sentó de maravilla, el camino restante se hizo muy corto y cuando me di cuenta ya estábamos en Forks, nos dirigimos hacia el hospital, volví mi cara a Edward para verlo sonreír, sonreí con el y fije mi vista a la ventana, extrañaba mucho mi hogar, el lugar de mis mejores recuerdos, todo el verde alrededor.

Al llegar al hospital nos dirigimos hacia la oficina de mi padre, desde el pasillo visualizamos el escritorio de su siempre fiel secretaria, Jane, era una mujer un poco mayor que mama, llevaba trabajando con papa desde que tenia memoria, algunas noches cuando éramos niños ella y su esposo Félix nos cuidaban, no tenían hijos, pero Jane tenia un gran instinto maternal detrás de esa postura algo seria y reservada. No la había visto desde que había iniciado la Universidad, otra persona que quería y de la que me había alejado, de la que nos habíamos alejado…

-Buenas tardes, Srita…-, dijo Edward mientras nos parábamos frente su escritorio. La aludida no levanto inmediatamente la cara pues siguió entretenida mirando un reporte medico.

-Buenas tardes, Sr. Le puedo ayudar en algo-, dijo aun sin levantar el rostro.

-Vamos Jane hace solo unos años nos decías que éramos tus niños favoritos, no estoy tan viejo aun-. Sonreí ante el comentario de mi hermano y Jane levanto el rostro inmediatamente al oírlo, su cara mostró confusión, luego meditación y después asombro, todo solo en unos segundos.

-Dios mío, pero si son ustedes, mis niños-, se levanto y recorrió su escritorio hasta quedar frente a nosotros, para abrazar a Edward y luego a mi.

-Pero mírense, están hermosos-, mi hermano mostró mi sonrisa favorita y yo solo moví la cabeza ante su adjetivo.

-Hola, Jane como haz estado y Félix-, pregunte, dándole una sonrisa.

-Bien, Bell, solo estamos un poco mas viejos, pero aun seguimos tan felices como siempre-, dijo rozando mi cara con su palma.

-Nos da gusto oírlo Jane…. queremos darle una sorpresa a nuestros padres, nos esperan por la tarde, ¿Papa esta en su oficina?-, dijo Edward mientras observaba la puerta de la oficina de papa.

-OH…no, el esta acabando su ultima ronda para poder partir a su casa, por eso me sorprendió verlos aquí, su padre no habla de otra cosas que no sea la visita de sus hijos esta tarde-, dijo Jane con una sonrisa mientras volvía a su asiento.

-Perfecto, Edward tengo una idea-, voltee a verlo y el solo me miro divertido, -Jane vamos a esperarlo en su oficina y cuando llegue le informas que dos personas lo esperan para una ultima consulta, OK?-.

-Claro mi niña, pasen-

Entramos a la oficina de papa, casi no había cambiando nada, seguía tan acogedora como siempre, te inspiraba tanta confianza como lo hacia el.

Fui hacia un librero al costado de la habitación para mirar algunas fotos que tenia allí, minutos después se acerco Edward, puede sentir su respiración sobre mi hombro, pase mi vista por cada una de las fotografías, tantos recuerdos felices, tantas historias y en todos esos recuerdos estaba el, mi hermano, estaba ahí, como ahora, como siempre.

Minutos después nos sentamos frente a su escritorio, no queríamos que papa nos reconociera de inmediato así que cuando abriera la puerta nos encontraría de espaldas.

-Bella…..-, hablo mi hermano y yo me gire para ver su rostro, -Estas han sido las 2 semanas mas felices de mi vida desde hace mucho tiempo, estoy feliz de tenerte cerca-, tomo mi mano y nuestros dedos se entrelazaron, sentí un hormigueo en mi estomago difícil de describir, levanto nuestras manos y besos mis nudillos para después regalarme una bella sonrisa. Yo solo sentí mis mejillas arder, mientras bajaba nuestras manos aun entrelazadas, cuando oímos como se abría la puerta separamos nuestra unión al instante, casi instintivamente, como si hubiera sido un secreto lo acontecido hace algunos momentos, como si ese momento solo fuera nuestro y no quisiéremos que nadie lo notara.

-Buenas tardes, soy el doctor Carlisle Cullen en que puedo ayudarles-, oí a mi padre mientras cerraba la puerta, mire de reojo a Edward quien me guiño el ojo.

-Vera doctor mi hermana sufre un desequilibrio natural desde pequeña y realmente estoy preocupado por su integridad y la mía….-, solo me limite a rodear los ojos y le di un codazo, los dos reímos mientras nos levantábamos de las sillas y nos girábamos hacia nuestro padre que aun seguía a unos pasos de la puerta, pude ver en su cara casi las mismas expresiones en su rostro que en el de Jane, para segundos después verlo esbozar una sonrisa calida y decir con la voz un poco entrecortada…-Hijos…-.

Acorte nuestra distancia y le di un fuerte abrazo, -Hola papa, te extrañe mucho-, el me respondió el abrazo al instante.

-Yo también hija, yo también-.

Me separe de mi papa, para que Edward pudiera acercarse, mi papa se limito a decir “Hijo”, para después ver a los dos hombres que mas quería en esta vida abrazarse con fuerza y ternura a la vez.

-Así que llegarían a las 7, Edward-, dijo mi padre a mi hermano mientras se sentaba en su sillón frente a su escritorio.

-Vamos papa te sorprendimos y espera a que lleguemos contigo a casa-, dijo mi hermano, no podía esperar para ver a mama.

-Tienen la intención de dejarme viudo de la impresión que le van a causar a su madre-, dijo papa con una sonrisa.

-Papa, no seas melodramático, ¿te falta mucho para salir?-, dije mientras miraba el reloj.

-No, de hecho “ustedes”, eran mi ultimo pendiente, podemos irnos cuando quieran-, dijo mi padre refiriéndose a la broma de la consulta.

-OK, entonces te seguimos en el auto-, dijo Edward mientras nos levantábamos de los asientos.

-¿Viajaron en auto?-pregunto mi padre con el ceño fruncido, mirándonos con un poco de reproche.

-Papa, estuvo bien, el viaje no es tan largo y si partimos temprano las carreteras son tranquilas.- Argumento mi hermano,

-Papa, por favor….-reproche.

-Bien, bien… a veces se me olvida que mis hijos ya son adultos,- dijo con una media sonrisa…- Vamos, aun recuerdan como llegar a casa cierto-.

Edward y yo solo nos miramos rodeando los ojos mientras salíamos de la oficina, nos despedimos de Jane y salimos del hospital, partimos justo detrás de papa rumbo a la casa que nos había visto crecer, la casa donde pase los mejores años de mi vida.

Mis padres vivían a las afueras de Forks, un poco dentro del espeso bosque, era una casa realmente hermosa, por fuera y aun más por dentro, la recordaba acogedora y con el toque característico de mama.

Papa aparco el auto y a su lado Edward hizo lo mismo, bajamos y el primero se adelanto a la puerta dirigiéndonos una sonrisa, lo seguimos unos pasos atrás, toco el timbre y segundos después abrió mama, justo como la recordaba, bella y calida, al parecer no nos noto de inmediato pues rodeo con sus brazos el cuello de papa y le dio un tierno y lento beso, mire a Edward y el a mi, los dos nos apretábamos los labios para contener la risa, papa se separo un poco sin dejar de mirar a mama.

-Ese recibimiento merece una recompensa-, dijo mi papa al momento que se apartaba para que ella pudiera vernos.

Me sorprendió que ella reaccionara de inmediato, me espera reacciones similares a las de Jane o papa pero no, camino hacia nosotros y nos rodeo con una brazo a mi y con el otro a Edward.

-Hijos…-, levanto su cara y sus ojos estaban empezando a llenarse de lagrimas, los míos ya eran cristalinos y Edward nos miraba con ternura como queriendo protegernos.

-Sorpresa mama-, le dije mientras la abrazaba mas, -Te extrañamos-, dijo ahora mi hermano y me sorprendió lo mucho que me gusto que hablara por los dos, como si en realidad fuéramos uno solo.

-Yo también mis hijos, no saben lo feliz que me hacen que estén aquí, verlos juntos-, dijo mientras nos abrazaba mas fuerte. Después de unos minutos entramos a la casa, estaba justo como la recordaba, prácticamente no había un cambio significativo, papa subió nuestras “maletas” a las habitaciones que aun seguían como las dejamos según mama.

Nos dirigimos a la cocina, mi segundo lugar favorito en la casa después del salón donde estaba el piano de Edward y al que no había entrado desde que el partió a Londres. Me encantaba la cocina de mama, prácticamente podías preparar cualquier platillo en ella.

Edward y yo nos sentamos en unas sillas en el desayunador mientras mama se sentaba frente a nosotros haciéndonos preguntas acerca de las ultimas semanas, se alegro mucho al ver que nuestras relación de hace años estaba intacta.

-Y bueno que quieren que les prepare, debe ser una cena especial-, nos pregunto mama con una sonrisa.

-Mama, no vas a cocinar hoy-, le dijo Edward con lo que estuve en total acuerdo.

-Por que no nos dejas cocinar a nosotros, apuesto a que te sorprenderíamos-, le dije. La verdad es que me encantaba cocinar y yo misma me había sorprendido estos últimos días al comprobar que mi hermano también lo hacia bastante bien.

-De ninguna manera, no voy a dejar que cocinen…-, comenzó mama pero fue interrumpida por papa que se encontraba recargado en el marco de la entrada.

-Por que no cocinamos todos...-

-Eso seria interesante papa-, dijo Edward con una sonrisa, -hasta donde recuerdo no podías ni hervir agua-.

Mama trato de contener su risa igual que yo, y papa rodeo los ojos, -Vale yo lavaría los platos-, sugirió.

-Entonces suena perfecto-, dije pero una pregunta vino a mi mente, -¿Qué cocinamos?-

Vi la expresión pensativa de mama para que segundos después se dibujara una sonrisa en su rostro, -Aun les gusta la comida italiana ¿No?-.

Cuando me disponía a contestar oí a Edward susurrar –Demasiado-, voltee a verlo, el estaba asintiendo lentamente con la cabeza pero su expresión era como de asombro y reproche, como si lo que hubiera respondido no precisamente fuera la respuesta a la pregunta de mama sino a otra diferente, me mordí el labio, no me atreví a preguntar. Volví a ver hacia mama que había abierto el refrigerador y observaba el interior.

-Que les parece lasaña, solo necesito algunos jitomates y mas pasta, seria bueno ir al supermercado-, dijo viendo a papa.

-Esta bien ahora vengo-, dijo el, pero después caí en la cuenta que debía estar cansado, su jornada debió ser extenuante para terminar antes.

-Yo voy papa quisiera recorrer un poco la ciudad-, le dije y el solo sonrío.

-No creo que debas ir sola-, me respondió segundos después.

-No ira sola, desde luego no conducirá mi auto-, dijo mi hermano, solo me limite a sacarle la lengua.

Papa asintió, nos despedimos de el y de mama después de que nos digiera que era exactamente lo que debíamos comprar.

Llegamos al supermercado de Forks que estaba sobre la carretera, Edward bajo del carro después de regalarme una sonrisa a la que yo correspondí, no habíamos dicho casi nada en el camino pero supongo que cada uno sabia como se sentía el otro, sobraban las palabras.

Estaba escogiendo algunos tomates rojos para la salsa, mientras que mi hermano estaba recargado sobre el carrito del supermercado a unos cuantos pasos de donde yo me encontraba.

-Lo... lo siento-, oí una voz de mujer en la dirección donde se encontraba Edward, voltee a verlo para observar a una mujer que parecía ser de mi edad, bastante guapa, rubia y con menos ropa de la que yo acostumbraría en Forks, estaba sosteniéndose del pecho de mi hermano, muy cerca de su cara, mientras le daba una sonrisa. Mi estomago se contrajo de una manera inusual, el corazón me comenzó a latir rápidamente, y apreté los dientes instintivamente...

-Descuida… ¿Estas bien?-, dijo Edward recuperando su postura, ella soltó su agarre, y le regalo otra sonrisa ¡seductora!

-Si, lo siento es que estaba “distraída”-, dijo ella usando un tono bajo, era claro cual era, o mas bien quien era su distracción.

-No te preocupes-, dijo mi hermano amablemente.

-Me llamo Jessica, es un gusto conocerte-, se presento con el mismo tono de voz que estaba llegando a irritarme.

Termine de meter los tomates en una bolsa y camine hacia el carrito.

-Mucho gusto Jessica, soy Edward y ella es Bella….-, en ese momento la tal Jessica presto atención hacia donde me encontraba por primera vez, pude ver su mandíbula tensarse, volvió su vista a mi hermano, con una expresión interrogante, a lo que Edward prosiguió, -mi hermanita-, la “despistada” mujer mostró una sonrisa de oreja a oreja, mientras que por primera vez en mi vida escuchar la palabra “hermanita” de la boca de mi hermano me hizo sentir una fuerte opresión en mi pecho que jamás había sentido.

Ella volvió su rostro hacia mí, camino unos pasos y me estiro su mano, estire la mía en gesto cordial, ella la estrecho y se inclino para darme un beso en la mejilla.

-Mucho gusto Bella, por poco y le hago daño a tu apuesto hermano-, dijo ella mirando a Edward, como mirando un pedazo de carne, solo le falto lamer sus labios.

Yo solo rodee los ojos y puse la bolsa de tomates dentro del carrito, mientras acomodaba un poco las cosas que habíamos colocado dentro.

-Bueno de haberle hecho daño, ya no estarías aquí-, le dije aun mirando hacia el carrito.

Escuche una risa fingida de su parte, -Que graciosa-, dijo en un tono un tanto sarcástico, levante la vista y mire a Edward que estaba sonriendo con de mi forma favorita hacia mi.

-¿Viven aquí?-, pregunto Jessica acercándose a mi hermano nuevamente.

-No solo estamos de visita, aquí viven nuestros padres-, se limito a contestar “mi apuesto hermano”.

-Ohh..que lastima, pensé que podría habré hecho nuevos amigos, me acabo de mudar y prácticamente no conozco a muchas personas-, dijo haciendo un puchero, pero este no era adorable como los de Alice, su expresión y tono gritaban por atención, era como si esperara que Edward la estrechara en brazos por sentirse taaaaaaan sola, patético en mi opinión.

-No te preocupes aquí todos son muy amables, te acoplaras pronto-, mi corazón dio un pequeño salto al observar que mi hermano era inmune a sus chantajes, no pude contenerme de sonreír.

Ella mostró una expresión de enojo o frustración por unos segundos para luego recomponerse y esbozar otra sonrisa “sensual”.

-Bueno pero siempre podrían darme su teléfono para estar en contacto y salir la próxima vez que vengan-.

No creí ni por un segundo que quisiera mi teléfono, esta mujer estaba sacándome de quicio, que no notaba que era bastante obvia, mira que pedirle el teléfono a una “presa” en un supermercado. Edward me miro con gesto divertido, como lo hacia cuando tramaba algo, yo solo lo mire confusa.

-Por que no me das el tuyo, así yo te aviso cuando viajemos de nuevo.-, dijo el con una sonrisa, no era la mía pero si encantadora.

Una deslumbrada Jessica que tardo en reaccionar un poco, pronto saco papel y pluma de su bolso, escribió unos números y se lo entrego a mi hermano, el solo se limito a sonreír nuevamente, mientras yo estaba atónita, el le había pedido su teléfono, de verdad quería volver a verla, por dios ella era, era …insoportable, al menos para mi.

-Bueno Bella, un gusto…-, se dirigió a mi con una sonrisa de suficiencia en su rostro, y me beso la mejilla, volvió hacia Edward, le dio otra de sus típicas sonrisas y solo menciono –Entonces estamos en contacto guapo-, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Edward se volteo hacia mi y empezó a mover el carrito, yo seguía parada en mi posición, el esbozo una sonrisa, me limite a rodear mis ojos y empezar a caminar.

-¿Queee?-, pregunto el divertido.

-Nada-, sisee y seguí mi camino, para escucharlo reírse a mis espaldas. Bufe por lo bajo, así que le gustaban las rubias tontas no??.

Terminamos de hacer las compras, nos dirigimos a pagar y salimos rumbo al auto, cargamos las compras y me subí sin siquiera mirarlo. Mi hermano subió minutos después, encendió el auto y salimos del estacionamiento, nos encaminamos a casa, tenía mi vista fija en la ventana, no sabia por que estaba tan molesta, pero lo estaba.

-Ten, gruñona-, lo oí decir divertido, volví la cara y tenía la vista en el camino, el brazo estirado sosteniendo un papel en la mano, el papel, era el teléfono de su “nueva amiga”.

-Creo que encontramos a la Sra. Bravo-, me dijo ahora viéndome a la cara, tarde unos segundos en asimilarlo, la Sra. Bravo, esto tenia que ver con Mike, “El Jhonny Bravo humano”, según Edward, no pude evitar sonreír al darme cuenta de lo tonta que había sido, mi hermano me estaba diciendo entre líneas que consideraba a Jessica una “rubia tonta”, digna de nada mas y nada menos que mi ex “casi algo”. Tome el papel y moví la cabeza aun con una sonrisa difícil de disimular.

-Vaya si eres bipolar-, se burlo.

-Muy gracioso, por un momento pensé que ella de verdad te gustaba.-, le dije aun divertida.

-Digamos que no es mi tipo-, se limito a contestar, aun sonreía pero ahora su expresión era confusa, como si su respuesta guardara otra que le costaba asimilar, que le doliera. Era la misma expresión que su respuesta sobre la comida italiana.

Pensé que quizás estaría recordando a Tania, de pronto quise saber como era ella, tal vez mas bonita que Jessica, pero si ella no era su tipo Tania no se parecería a ella, sentí una curiosidad que me carcomía, me di cuenta que ese tema era el único que no compartía con el, no sabia nada sobre sus “gustos” femeninos, creo que nunca me había puesto a pensar que llegaría un día en que el encontraría a alguien que le gustara, alguien a quien amara, se casaría, tendría hijos, seria feliz, deseaba que fuera feliz, pero por alguna extraña razón mi pecho no deja de doler ante la verdad, tarde o temprano se iría.

No dijimos nada mas hasta llegar a casa, trate de despejar mi mente, no quería sentirme mal y que Edward, papa o mama lo notaran.

La tarde fue muy divertida, disfrutamos cocinando juntos, haciendo bromas, jugando un poco con la comida, aunque no bastante, mama no lo permitía, cenamos poco después de asearnos, en realidad la comida había quedado bastante bien, platicamos un poco mas, ahora papa y mama nos contaron unas cuantas historias, después de la cena nos dirigimos al saloncito de piano, mama pidió a Edward que tocara un poco y este accedió feliz.

El tomo mi mano haciendo que mi corazón diera un vuelco y me sentó junto a el en el banco frente al gran instrumento, nuestros padres se sentaron en el sillón sonrientes, mi hermano comenzó a tocar suavemente, le toco a mama su canción favorita y la que el había escrito para ella, algunas que papa sugirió, y otra que no logre distinguir cual era exactamente pero que fue la que mas me gusto, el la interpreto de una forma particular, como si estuviera depositando todas sus emociones en aquella melodía, tenia los ojos cerrados, y no quise interrumpirlo con alguna pregunta, estuvimos así una rato mas para después darnos las buenas noches y dirigirnos a nuestras habitaciones. Mi cuarto estaba exactamente como lo había dejado al partir, lo que me trajo muchas recuerdos algunos tan alegras y otros tan dolorosos, los últimos años después de que Edward se fue, mi cuarto era el único que conocía mis noches llorosas, el único que sabia cuanto lo extrañaba en realidad.

Me metí a la cama para poco a poco quedarme dormida en un profundo sueño…

-Bella, ella es la mujer de mi vida, la amo-, me decía el con una felicidad que irradiaba por los poros, yo solo estaba ahí tratando que mi cara respondiera con algo parecido a una sonrisa pero nada..

-Bella, dime algo, necesito saber que estas feliz por mi-….hizo una pausa-Le pediré que se case conmigo, no quiero estar separado de ella nunca más.

Sabia que debía de decirle que eso me hacia feliz pero la verdad era otra, odiaba a esa mujer que no conocía, Edward me estaba diciendo que se iba de mi lado y eso me destrozaba el corazón sin poder comprender por que me dolía tanto y tan profundo…

Me desperté sudorosa, con la respiración agitada y unas lagrimas saliendo por mis ojos recorriendo mis mejillas.

Lleve mis manos a la cara y limpie las lagrimas, estaba amaneciendo y decidí salir de la cama, no podría volver a dormir, necesitaba despejarme me cambie la pijama y me puse un pants y una chamarra, salí de mi habitación, la casa estaba quieta, supongo que era muy temprano para que alguien estuviera despierto, camine fuera de la casa, y me adentre en el camino que se dirigía al bosque, estuve caminando entre ramas y troncos no se cuanto tiempo hasta que me sentí cansada, me senté en un grueso tronco, puse mis manos sobre las rodillas y suspire profundo, me dolía pensar en mi sueño, me dolía pensar que tendría que prepararme para poder sonreír cuando ese día llegara, cuando conociera a la mujer que le robara el corazón a mi hermano, pero simplemente dolía demasiado.

-De verdad eres bipolar-, dijo una voz a mis espaldas, que reconocí al instante. No voltee a verlo, su voz se oí un poco lejana y eso me daría tiempo de controlar las lagrimas que se empezaban a remolinar en mis ojos.

-A si y eso por que-, pregunte limpiándome un poco los ojos.

Sentí su reparación en mi oído, ahora ya estaba cerca, pero estaba un poco mas preparada para verlo, -Ayer me tarde horas sacándote de la cama, y hoy brincas de ella demasiado temprano-, susurro cerca de mi oído, a lo que yo solo sonreí y me gire para verlo, el estaba parado frente a mi con su pelo un poco mas desordenado de lo habitual, prueba fiel que se acababa de despertar.

-Quería caminar un poco-, me limite a decir, encogiéndome en hombros, mi hermano se sentó a mi lado y suspiro como preguntándose si continuar o no.

-Bella, ¿pasa algo?-, me dijo atrapándome con su mirada mientras llevaba unos cabellos detrás de mi oreja evitando esconderme de sus ojos verdes.

Quise responderle que todo estaba bien, que no se preocupara, pero el miedo a perderlo fue mas fuerte, no dije nada, solo me limite a rodear su cuello con mis brazos, el respondió el abrazo casi al instante, y froto mi espalda lentamente.

-Bella, háblame-, dijo en mi oído, yo lo abrase con mas fuerza no entendía por que este miedo era mas fuerte que yo, pero no quería estar nuevamente sin el, era una actitud de verdad egoísta, el merecía ser feliz, simplemente ahora no estaba preparada para afrontarlo.

-No quiero perderte,-dije con la voz entrecortada.

El me abrazo mas fuerte, -Tonta, yo siempre voy a estar para ti-, eso ya lo sabia pero como explicarle que no era suficiente, que me daba terror que hubiera una persona en su vida mas importante que yo.

-Lo se-, dije sin poder evitar escapar un sollozo.

-Ya no tengo la fuerza de estar separado de ti, nunca más podría vivir sin ti-.

Ya no respondí, solo me limite a sentirlo cerca, estuvimos abrazados unos minutos mas, lentamente nos separamos, el me regalo su perfecta sonrisa y yo le devolví el gesto.

Caminamos hacia la casa, para sorprender a papa y mama con el desayuno.

No volvimos a tocar el tema, sabia que mi temor no se iría, quería que mi hermano fuera feliz, eso era lo importante, decidí que disfrutaría cada momento de mi tiempo con el, mientras durara, y estaría allí cuando el encontrara la persona que el debía amar, tenia que ser así….

Tienes que saber
que es lo último que pido,
que estoy desesperado
y según mis latidos
no me queda mucho
tiempo a mi favor.

Y antes de perder
de vista mi camino
quiero mirarte un poco
y soñar que el destino
es junto a tí, mi amor.

Quédate un segundo aquí
a hacerme compañía,
y quédate tantito más
quiero sentirte mía.

CORO
Y abrázame... y abrázame...
y abrázame... y abrázame...

Hoy me he dado cuenta
que no había sentido
tanto miedo antes,
que yo no decido
que Dios lo hace mejor.

Y antes de perder
de vista mi camino
quiero mirarte un poco
y soñar que el destino
es junto a tí, mi amor.

Quédate un segundo aquí
a hacerme compañía,
y quédate tantito más
quiero sentirte mía.

CORO

Dame una razón para quedarme
yo no quiero tu compasión,
quiero que estes conmigo
hasta que me haya ido...

CORO (x2)

Tienes que saber
que es lo último que pido,
que estoy desesperado
y según mis latidos
no me queda mucho
tiempo a mi favor...

La canción es “Abrázame” de Camila.

Un pequeñísimo adelanto del siguiente capitulo:

Esto esta mal, debí volverme loca, no puede ser, por dios, que diablos estoy pensando no puedo sentir esto por el, no me lo perdonaría.

La lagrimas bajaban por mis ojos sin poder evitarlo, trataba de convencerme de que estaba equivocada pero dentro de mi sabia la verdad….lo amaba, estaba perdidamente enamorada de el, como un hombre de una mujer

13 comentarios:

  1. ahh!! Como ven??

    ahh!!!!

    QUIEN NO CELARIA A ESE APUESTO HERMANO??

    Dios!! siento tantas cosas con esos hermanitos...

    ahhhhhh!!!!! JAZZY!!! eres mi droga!! ahahaha

    Ahhh en serio ke volver a leerlo me remueve mil emociones...

    las amo!! besooos!

    ResponderEliminar
  2. Dios Santo niña, este fic me tiene mas envuelta que un pastel, en verdad que es lo que hay con estos hermanitos??, es muy tierno este fic, pero a donde nos lleva ?????? sigue escribiendo te felicito

    ResponderEliminar
  3. No puedo esperar al proximo capi, me imagino que va a estar para pelos, solo con ver el adelantito, sigue adelante, eres superrrrrrrrrrrrrrrrr

    ResponderEliminar
  4. Cómo no dejarse arrastrar por tú historia. Esperando con expectación e intriga, ya que lo mejor está por venir. Un besote.

    ResponderEliminar
  5. WOWW KOKO TUS FICS ESTAN BUENISIMOS Y EL DE TU AMIGA ME ENCANTA. "QUE PASA CON ESOS HERMANOS" YA SUBAN EL OTRO.

    ResponderEliminar
  6. dios!! me encanta este fic es super tierno!! espero con ansias el siguiente!! bss

    ResponderEliminar
  7. ah dios esto esta cada dia mas interesante!! siii!!! ya no me pierdo mas ningun cap!! amo a este fic!!! pobre bella esta completamente e enamorada de su precioso y hermoso hermano edward ah igual yo!! jejej xD me gusta ya espero con ansias par leer el cap y si retraso!! xoxo que dios te bendiga kokoro y dale mi saludos a jazzy porq escribe de maravilla a igual que tu y adri y naty!! se les quiere mucho!! espero cap que dios las bendigas y me las ilumine siempre!! que le baje su muza!!! xoxo nos leemos prontico!! xoxo

    ResponderEliminar
  8. Joy.co-fundadora NTLS9 de septiembre de 2009, 14:55

    AIIIIIIII AME ESE CAP .. Y ED SENTIRA LO MISMO X BELLA?? :0 .. BESOS PRECIOSA ..

    ResponderEliminar
  9. de verdad que con este fic voy a quedar sin uñas jeje que nervios saber que pasara
    que es lo que les depara a estos hermanitos..
    alguna sorpresa debes de tenernos guarda..
    jejeje
    saludos

    ResponderEliminar
  10. wow que genial historia! jaja me pone de los pelos por los nervios ! cuanta quimica entre hermanos...ya quiero q pase algo...?:) eres genial escribiendo!
    mil saludos !

    ResponderEliminar
  11. joder....................que nervios nos dejais de lo mas alteraditas espero que pase algo con estos hermanitos segir asi teneis mucho talento y saludos besos

    ResponderEliminar
  12. waaaaw no lo puedo crrer esta super el capitulo
    sigue asi ok adios ♥

    ResponderEliminar
  13. (LLLLLLLL) Me encanto aunque ya sospechaba que los dos hermanos acabarían juntos =) , que morboso jajajajaja

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...