miércoles, 2 de septiembre de 2009

Amor en subasta "Cap 09" - Kokoro Black

Disclaimer: Adaptacion de la novela de Emilie Rose: Superando secretos. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephanie Meyer, aunque Jacob es todo mio.

Amor en subasta

Capitulo IX – Vacaciones de sexo.

EDWARD POV

No quería pensar en como mi padre bebía a través de una pajita, porque no podía beber de su vaso sin mancharse entero. No quería pensar en que tenían que servirle la comida en pequeños pedazos porque no podía manejar un cuchillo. No quería pensar sobre lo que le pasaría a Yates Cullen cuando yo regresara a New York. No quería pensar en nada.

Lo que quería y necesitaba era otra noche de sexo para distraerme del dolor que me había provocado volver a ver a mi padre. Además, quería seguir intentando convencer a Bella de que se mudara conmigo a New York.
En el camino de cemento que nos llevaba a su casa, Bella se detuvo en una de las regaderas para quitarse la arena de los pies. Acerque mis pies a los de ella bajo el chorro de agua y le acaricie el tobillo, el talón, la planta… ella contuvo el aliento.
-¿Qué estás haciendo?-
Le toque las manos, con nuestros cuerpos separados solo por unos milímetros.
-lavándome los pies. Y los tuyos-
-No lo hagas, Edward- rogó ella.
Sonreí al percatarme de que con un simple gesto podía perturbarla.
-¿Hacer qué?-

- No me tientes para llevarme a la cama-

-¿Eso es lo que estoy haciendo?- pregunte con una sonrisa maliciosa.

Bella dio un paso atrás, poniendo distancia entre nosotros y me miro a los ojos.

-Se que estas disgustado. La noche de hoy debe de haber sido difícil para ti, pero no estoy interesada en tener una aventura temporal-

-¿Quién dijo nada de temporal?- dije tras cerrar el grifo del agua.

-Tú. Has dicho que vas a irte-

-Ven conmigo a New York- pedí mirándola a los ojos.

Bella abrió los ojos como platos. Antes de que pudiera comenzar con su cantaleta de objeciones, le tape la boca con un beso. Al entrar en contacto con sus suaves labios, el deseo me atravesó. Me apreté más contra ella, tomándola por la cintura.
Quería que Bella notara mi erección. La deseaba tanto. Ninguna otra mujer había sido capaz de producir en mí esa respuesta tan inmediata. A ninguna otra deseaba complacer y satisfacer. Ninguna otra me robaba el aliento y la concentración. Si eso no era amor, ¿Qué era?

Nuestras lenguas se entrelazaron con ansiedad. Tome uno de sus pechos y le acaricie el pezón con el pulgar. Ella gimió y aparto la boca, ofreciéndome el cuello. Disfrute saboreándola. ¿Cómo había podido vivir sin ella ocho años?

-Para- ordeno Bella, apartándome de pronto.

-¿Parar qué? ¿Esto?- dije y le mordisqueé con suavidad el lóbulo de la oreja. - ¿O esto?- pregunte y le acaricie el pezón con el pulgar.

-La-las dos cosas- Balbuceó ella, sonrosada por el deseo.

-Déjame hacerte sentir bien Bella-

-¿Para qué? ¿Para que luego puedas volver a lastimarme?-

-No te lastimare, cariño. Confía en mí-

Bella se soltó de mi abrazo y corrió escaleras arriba. Luego se giro para verme subir despacio.

-Ese es el problema, Edward- dijo ella, y abrió la puerta de su casa. Recogió del suelo mis zapatos y me los aventó.

-Vete-

-Bella…-

-Vete, Edward-

De acuerdo, quizás estaba yendo demasiado rápido para ella. Me quedaban seis semanas para hacerle cambiar de opinión. Podía permitirme un poco de paciencia.

-Te veré por la mañana-

-No, si puedo evitarlo- refunfuño ella antes de cerrar la puerta de su casa de un portazo.

--

Bella consiguió evitarme durante un día y medio. Aquellas treinta y seis horas a mi me parecieron semanas. Estaba inquieto, no podía disfrutar de mi trabajo. Y pretendía poner punto y final a las tácticas evasivas de ella. Entre en su despacho, tomándola por sorpresa.

-Voy a llevar a Robby a pescar esta tarde- dije.

-¿Por qué?-

-No tenemos nada planeado y Robby dijo el otro día que le encantaba pescar- respondí.

-Pero Robby está en la escuela-

-Tu madre va a traerlo cuando termine la escuela-

-¿Mi madre está de acuerdo contigo?- pregunto Bella, parpadeando con incredibilidad.

-Si- repuse, pensando que Renée no se había atrevido a negarse. -¿Quieres venir?-

-Pero yo…-

-No tienes nada en tu agenda para esta tarde- interrumpí. –Le he pedido a Jessica que lo compruebe-

Me fije en el traje/pantalón que ella llevaba, todo negro. Si Bella pensaba que vistiéndose de monja me haría olvidar lo bien que estábamos los dos juntos, cuerpo a cuerpo, se equivocaba.

-Me dijo además que en el despacho guardas un traje de baño y crema protectora para el sol-

-Edward, no es buena idea. Quizás en otra ocasión…-

-Estate en el muelle a las tres o nos iremos sin ti- dije para después darme media vuelta e irme.

BELLA POV

¿Cómo me había dejado convencer? ¡Y a qué horas me daba cuenta de ello! Ya estaba en el muelle. Pero no podía permitir que Robby se apegara más a Edward. Edward se iría y Robby sufriría. Así que no me quedaba de otra más que embarcarme con ellos.
Edward hecho el ancla. No había ni un alma a la vista, a excepción de algún barco ocasional frente a la orilla.

Edward llevaba pantalones cortos rojos, dejando al descubierto sus piernas bronceadas y musculosas. Cada vez que pasaba frente a mí, se las arreglaba para rozarme, despertándome la libido. Aquel hombre producía un efecto fatal en mis hormonas.

Robby por otro lado, estaba en la gloria. No había dejado de charlar desde que habíamos salido del muelle. No había esperado que Edward tuviera la paciencia de un santo y que respondiera a todas las preguntas de Robby, por muy tontas y repetitivas que fueran, pero así fue. Sin duda, sería un buen padre.

¿Qué estaba pensando? Intente quitarme el pensamiento de la cabeza. Hacía ocho años, había pensado en Edward como el padre de mis hijos. Pero me había equivocado. Y había sido muy doloroso.

Robby ladeo la cabeza y rio por algo que Edward había dicho. Los mire y contuve la respiración un momento al comprobar lo mucho que los dos se parecían. Pensé que la culpa la tenía Edward por haber pensado que Robby era hijo suyo. Desde entonces, no había dejado de encontrar similitudes en los gestos, en la sonrisa, el brillo de los ojos… no era más que fruto de mi imaginación.

-Te estás poniendo roja- observo Edward, sacándome de mis ensoñaciones.

-Olvide ponerme crema bloqueadora- repuse y saque el tubo del bolso.

Edward me lo quito de la mano.

-Yo puedo hacerlo- proteste.

-No puedes ponértela en la espalda. Date la vuelta-

No era buena idea. Nada buena. Pero Robby me estaba observando y no podía negarme sin parecer grosera. Con resistencia, me gire. Edward se sentó detrás de mí. Con sus grandes y suaves manos empezó a recorrerme los hombros. Me quede sin aliento.

Cuando comenzó masajearme la espalda, maldije en silencio porque mi reacción me traicionaba. Tuve que cruzarme de brazos para ocultar el endurecimiento de mis pezones. Cuando me recorrió los costados, pasando muy cerca de mis pechos… sentí humedecerme…

Me sorprendí a mi misma recostándome sobre Edward. Abrí los ojos de golpe y me puse de pie. No tenía ninguna fuerza de voluntad en lo que se refería a Edward Cullen. No era justo que el único hombre en quien no podía confiar tuviera tanto poder sobre mí.

Entonces, recordé su propuesta de que lo acompañara a New York. Si de veras quisiera estar conmigo, me contaría la verdad. Y, hasta que yo no supiera la verdad, no podía a arriesgarme a tropezar dos veces con la misma piedra. Lo que había causado que Edward se marchara hacia ocho años era como un fantasma que me acosaba en las sombras.

-Yo puedo ponerme el bloqueador por delante- dije quitándole el tubo.

Edward poso su mirada en mi rostro, bajando hacia mis pechos, mi cintura y más abajo. Mi cuerpo reacciono como si me hubiera tocado.

-¿Seguro que no quieres que te ayude?- pregunto Edward con voz ronca.

-No-

-Si cambias de idea, dímelo-

-No cambiare de idea- replique. Aunque deseaba hacerlo.

-¡He pescado algo!- grito Robby.

Edward corrió al lado del niño para ayudarle con la caña. Con alivio me tumbe de nuevo. No tenía idea de cómo iba a poder sobrevivir seis semanas más sin lanzarme a los brazos de Edward Cullen.

--

-Necesito un favor-

Levante la vista del informe que estaba leyendo. Rosalie Hale, una de mis mejores amigas y compañera de subasta, estaba en la puerta de mi despacho.

-Claro. Dime-

-Emmett se niega a verme- dijo Rosalie tras cerrar la puerta. –Se que suena infantil, pero es muy, muy importante. Necesito que vayas a su bar y compruebes si él está allí. Te esperare fuera. Si lo ves, llámame a mi móvil y yo entrare antes de que él pueda esconderse de nuevo-

Rosalie, consultora de un banco, había comprado al “chico malo” de la subasta con la esperanza de aprender a divertirse pero, por la expresión de estrés que mostraba, no parecía estar divirtiéndose mucho.

-Parece fácil. ¿Estás bien? Estas pálida-

-Sí. No. No lo sé- respondió Rosalie. – No puedo hablarte de ello todavía. Pronto lo hare, ¿de acuerdo?-

-si-

Necesitaba, más que nunca, hablar con alguien.

-¿Y Edward y tú?- pregunto Rosalie, como si me hubiera leído la mente.

-Dormí con él- confesé, sin saber por dónde empezar. –Fue… increíble. Pero no puedo arriesgarme a amarlo de nuevo porque él solo habla de volver a New York. Incluso me pidió que me fuera con él-

-¿Estarías dispuesta a irte con él?- inquirió Rosalie, arqueando las cejas.

-Claro que no. Todo lo que importa, mis amigas, mi familia, mi trabajo, está aquí en San Diego. Ya ni siquiera en Forks, donde nací. Todas mis bases están aquí. Y no puedo dejar a Carlisle en un momento como este. Además, Edward no lo dice en serio. Solo quiere llevarme otra vez a la cama-

-Y tú también quieres-

-Bueno… si. Pero él se va a ir- repetí. –Otra vez-

-¿No fuiste tú quien me aconsejo comprar un soltero solo para disfrutar de tener buen sexo?-

-Bueno… fue más idea de Alice-

-Pero contribuiste ¿cierto?-

-Si- admití. –Pero fue porque estas a punto de comprometerte a la fuerza con un tarado como Royce King. Con él nunca arriesgaras nada, ni sentirás nada, así que es mejor que te arriesgaras un poco ¿y porque no? Disfrutaras de un buen sexo, antes de que tuvieras que renunciar a ello-

-¿Y no eres tu quien dijo que las mujeres deberíamos ser igual que fuertes que los hombres y aprender a mantener separados el sexo y el amor?- continuo Rosalie.

- Quizá yo dije eso pero…-

-Nada de peros- espetó Rose. –Practica tus creencias y duerme con Edward mientras tengas la oportunidad. Solo sexo, del bueno. Pero temporal. Como unas vacaciones de sexo.

-¿Por qué has cambiado tanto?- pregunte sorprendida, frunciendo el ceño. -¿Qué has hecho con mi amiga? ¿Es que el sexo con Emmett es tan bueno?-

-Tu amiga está empezando a abrirse un poco y, si, hacer el amor con Emmett es mejor que cualquier fantasía que yo pudiera haber imaginado. Nunca volveré a ser feliz con menos- afirmo Rose. – Bueno… ¿puedes escaparte ahora? Tengo que hablar con Emmett.

-Iré por mis llaves-

EDWARD POV

-¿Qué está pasando?- pregunto Bella al verme en el pasillo, con una carretilla llena de cajas.

-Voy a mudar mis cosas al despacho de mi padre- repuse

Odiaba trabajar en el despacho de mi padre, pero pensé que era una mejor manera de ganarme a Bella que estando en el muelle.

-¿Puedo hablar contigo cuando tengas un momento?- pregunto Bella.

-Ahora puedo- para ella siempre podría.

La seguí a su despacho. Ella cerró la puerta.

-He cambiado de opinión respecto a la cena-

-¿Por qué?- pregunte sorprendido.

-¿Es necesario tener una razón?-

-Bella, tú siempre tienes una razón, es más… una lista completa de razones-

-Sí. Bueno- dijo ella, sonrojada. –Me gusta terminar lo que empiezo. Te compre en la subasta y seguiré con mi paquete de citas hasta el final-

-Reservare mesa en el restaurante- dije, pensando que tenía que aprovechar la oportunidad.

-Pero quiero pedirte algo. Me gustaría que lo pase entre nosotros no llegue a oídos
de los empleados ni de Lauren Mallory. Mi vida personal es estrictamente personal-

Me sentí culpable. Cuando había dejado a Bella, nuestra relación debió haber sido la comidilla de todos en Yates Cullen. Pero Bella ya no tendría que soportar los desagradables cotilleos, porque pensaba llevármela a New York.

-De acuerdo. Sera algo privado ¿Cuándo quieres que salgamos?-

-Cuanto antes, mejor-

-¿Esta noche?- pregunte sorprendido.

-De acuerdo- respondió ella, y me miro a los ojos. –Y prepara tus cosas para pasar la noche fuera-

Me quede boquiabierto, mi sangre se calentó. No sabía a que estaba jugando Bella, pero no tenía ninguna intención de discutir, pues estaba de acuerdo del todo en pasar la noche con ella.
-Sí, señora-

BELLA POV

Unas vacaciones de sexo. Era la cosa más loca que había hecho nunca. Tener puro sexo, nada más. Yo sabía que una mujer podía irse a la cama con un hombre sin esperar campanas de boda, pero nunca había intentado tener una aventura sin significado. Hasta ese momento.

Puse la mano en el pecho, tome aliento y abrí la puerta de mi casa. Edward estaba allí, con una pequeña bolsa de viaje al hombro y dos bolsas de compras en las manos. Estaba muy guapo, con una camisa blanca y pantalones negros. Y olía de maravilla, a limpio, con un toque cítrico.

-¿Qué es todo eso?- pregunte señalando las bolsas.

-Nuestra cena-

-¿No vamos a ir al restaurante?-

-Pensé que podríamos pasar la noche en casa- replico él con una seductora sonrisa.

-Pues espero que hayas comprado bastante comida porque no tengo nada en la cocina-

-Tengo comida… y más cosas- afirmo él. –Estas muy hermosa y muy sensual, señorita Swan-

-En…entra- invite, sonrojada y excitada por cómo me miraba.

-La cocina esta por aquí. Deja que te ayude a sacar las cosas-

-No-

-¿Cómo?-

-Yo hare todo. Tú ve al sofá y relájate- dijo él y me llevo hasta el salón. –Siéntate. Te traeré un vaso de vino-

Me senté. El sofá estaba de espaldas a la puerta. Oí el sonido de una tela detrás de mí y sentí algo sobre los ojos ¿Una venda?

-Espera un momento- dije llevándome las manos a la tela que me tapaba los ojos.

-Confía en mi- susurro él.

Nerviosa, baje las manos. Aquella noche debía concentrarme solo en el placer físico. Y, si Edward quería practicar juegos sexuales, le seguiría el juego. Me anudo el antifaz detrás de la cabeza.

-Es una locura-

-Confía en mí- repitió Edward, y me recorrió el lóbulo de la oreja con la lengua.

El problema era que no confiaba en él. No del todo. Sabía que no me lastimaría físicamente, pero no podía confiarle mi corazón. Sin embargo, en esa noche, el corazón no tenía nada que ver. Lo había puesto a bajo candado ¿o no?
Nada de amor. Solo sexo. Si me lo repetía lo suficiente, acabaría convenciéndome de ello.

Entonces Edward comenzó a besarme el cuello y perdí la capacidad de pensar. Con la punta de los dedos, me acaricio los hombros, la clavícula y el borde del escote del vestido. Se me tensaron los pezones, pero Edward aparto las manos, dejándome con un hambre insatisfecha.

Oí las pisadas de Edward hacia la cocina. Oí como abría y cerraba armarios y como descorchaba una botella. Oí acercarse las pisadas y se me acelero el pulso. El borde de un vaso toco mis labios. Bebí con cautela. Era un chardonnay frio, del bueno. Edward me tomo la mano y me coloco el vaso. Luego, regreso a la cocina.

Bebí vino mientras escuchaba los sonidos poco familiares de un hombre en mi cocina. Después, Edward se reunió conmigo y se sentó a mi lado. Inspire pero, antes de que pudiera identificar los tentadores aromas que me rodeaban, algo templado y húmedo me rozo el labio. Saque la lengua para probarlo. ¿Sería mantequilla?

-Abre-

Obedecí y Edward me dio un pedacito. Solo tarde dos segundos en identificar mi comida favorita, ravioles. El siguiente bocado eran camarones en mantequilla, seguidos de una cucharada de pasta Alfredo. Edward había recordado cuales eran mis platillos favoritos.

Bocado tras bocado, Edward acrecentó en mi otro tipo de apetito, al sentirlo tan cerca, con sus muslos rozándome y los dedos de él tocándome de vez en cuando el labio.

Cuando Edward se alejo de nuevo, me acomode en el sofá y apreté los muslos. ¿Cómo podía dejarme seducir por aquel juego de niños? Era ridículo lo fácilmente que él me manipulaba.

Note que Edward volvía a sentarse a mi lado y el pulso volvió a acelerárseme. Algo frio toco mis labios. Abrí la boca. Un pedazo de helado de vainilla, rico, cremoso y delicioso, se derritió en mi lengua. Pero, tras un par de cucharadas mas, levante la mano.

-Ya no puedo comer más-

Edward dejo el plato y sus labios se apoderaron de los míos, con un beso caliente en contraste con el postre frio. Apreté los puños, forzándome a no rodearlo con los brazos. El deseo me nublo la razón. Solo sexo, me recordé.

-Enseguida vuelvo- dijo Edward, tras apartar su boca.

Lo oí moverse en la cocina. Lo oí sacar algo de una bolsa y subir las escaleras. ¿Qué estaba haciendo? ¿Y porque no me sentía molesta por tenerlo andando a sus anchas por mí casa?

Confiar en el… Y me di cuenta de que confiaba en él de un modo en que nunca había confiado en ningún hombre.

Después de cinco minutos que duraron una eternidad, Edward se acerco, me tomo de las manos y me puso en pie. Me llevo escaleras arriba y percibí el sonido de agua corriendo. En el baño, inhale una mezcla de especias y flores. No eran mis perfumes ni mis sales de baño. Edward me soltó y escuche que cerró el grifo. Me acaricio la espalda, los hombros y los brazos. Se acerco a mí por detrás y me rozo con su erección. Gemí, llena de deseo.

Edward bajo la cremallera de mi vestido. Temblé al sentir el aire en la espalda. Me quito los tirantes y me dio la mano mientras sacaba los pies del vestido, dejándolo en el suelo.

Enderece la espalda ¿Qué pensaría él de mi ropa interior minúscula y negra? El gemido que Edward emitió me sirvió de respuesta.

-Eres ahora todavía más hermosa que hace ocho años-

El recuerdo de otros tiempos hizo que me sintiera un poco incomoda, pero luche para ocultarlo. Debía seguir con el juego de seducción.

Sentí el roce de la camisa de él mientras se agachaba y el contacto de sus dedos alrededor de mi tobillo. Me quito un zapato y luego el otro. Me recorrió las piernas con los dedos, levantándose. Volvió a colocarse tras de mí y me puso las palmas de las manos sobre el vientre, apretándome de nuevo contra su erección. Me volví hacia él he imagine como Edward nos estaría viendo, reflejados en el gran espejo del baño. ¿Me acompañaría él en la bañera? La cadencia de la respiración de Edward se acelero y se hizo más profunda.

El deseo me poseyó con una fuerza abrasadora. Nunca había estado tan excitada en toda mi vida. Sentí ganas de tomarle la mano y llevármela entre las piernas para mostrárselo.

Introdujo los dedos por el borde mi ropa interior. Me contraje y tome aliento. Él desabrocho el sostén y tomo ambos pechos en las manos. Me recosté en él, saboreando sus caricias y sintiendo como el corazón de mi amante se aceleraba. Levante la mano para acariciarle la cara y me encontré con una piel dura pero a la vez suave y recién afeitada.

Edward me acaricio los pezones con los pulgares, haciéndome gemir. Luego, me quito el sostén de los hombros, me beso la nuca y fue bajando vertebra a vertebra, hasta llegar a mis pantaletas y las bajo por las piernas. Saque los pies del pedazo de tela y me quede esperando, temblando al pensar en cuál sería el próximo movimiento de mi amante.

-Entra en el agua- ordeno él, tras llevarme hasta la bañera.

No me soltó hasta que me sumergí en el agua caliente. Comenzaron a funcionar las burbujas del hidromasaje. Pero yo no quería burbujas. Yo quería a Edward.

-Volveré dentro de diez minutos. Relájate- dijo él, me beso con intensidad y me puso el vaso de vino entre los dedos. –Déjate el antifaz y no te muevas. No quiero que te hagas daño-

Entonces, se retiro. Me incorpore un poco y levante una esquina del antifaz. El baño estaba iluminado por una docena de velas, cada una en un plato de plata. Edward debía de haberlas traído. El romántico gesto me llego al corazón.

No debía enamorarme de él de nuevo. Lo más probable era que toda aquella demostración no fuera más que algo que Edward había aprendido a hacer con más de una docena de mujeres después de haberme dejado.

Me recosté en la bañera e intente recordar todo el dolor y la confusión que había sentido cuando él se había ido, pero ya no podía recordarlo con tanta nitidez como antes.

Me coloque de nuevo el antifaz y deje el vaso de vino aun lado. Si Edward pretendía seducirme, lo estaba haciendo muy bien, ¿pero por que se molestaba él en hacerlo cuando ya sabía por anticipado que íbamos a terminar en la cama?

Sentí un soplo de aire en los hombros y las burbujas se apagaron. Edward había vuelto. Se me acelero el pulso.

¿Qué sucedería ahora?

¿Qué habría él planeado?

Esta nerviosa y ansiosa. Lo deseaba con toda el alma. Jamás había experimentado tanta necesidad por un hombre que no fuera él. ¿Pero como no hacerlo? Si era el único que me hacía ver estrellas al llegar al orgasmo, el único que me hacia olvidar hasta mi propio nombre, el único al que de verdad había amado y entregado mi corazón…
Intente enfocarme. Solo sexo… el mejor sexo.

***************************************

OH DIOS!! Y LO QUE VIENE CHICAS!! Ahahahahahahahahaha ahh!! Solo fue una pequeña entrada para que se queden emocionadas por lo que viene…. Jojojo ¿Quien se muere por saber que hará Edward? Jojojo besooos!!!

Kokoro Black

28 comentarios:

  1. realmente preciosoooo y obvio k me muero x saber k hara u.u ... mil besos te re adoro

    ResponderEliminar
  2. ahi dios mio eres genial
    te queria decir que me encantas como escribis y que sigas asi porque lo haces muy bien y que sos una gran escritora.
    besos y mordidas a todos.
    te quiero

    ResponderEliminar
  3. aaaawwww!! yo queiro saber ! <.< porq siempre me dejan con la intriga? D:

    ResponderEliminar
  4. uuuiiii k lendoo
    todoo que romantico aaa
    k envidia jejeje
    esperooo saber que hara a hora
    mmmm ... sera eterna la espera xD
    saludoss

    ResponderEliminar
  5. ashhh que intriga tan isoportable jajaja
    me encanta sigue asii eres una gran escritora!!!!
    y esto de uno por semana tenaz!! pero espero el siguiente capi
    eres genial♥♥♥

    ResponderEliminar
  6. Hola Koroko: Muy mal, pero que muy mal, cómo crees que vamos a estar con esta venda hasta el miércoles, mala, requetemala jejeje. Bueno ahora en serio ya te dije que eres la filósofa del Lemmon, cada palabra es sentir, es pasión y fuego; en fin eres tú. Un besote.

    ResponderEliminar
  7. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!
    porque hayq ue esperar hasta el miercoles... que intriga, Koroko: vos buscas que yo muera de la intriga y de un infarta orgasmico? Porquer te digo que tu blog, se convirtio en la cabecera de muchas ideas sexuales paa mi y mi chico, y bueno para muchos de la oficina de él, me cabe tambien decir... jaja
    me matan tus lemmon!!
    Porfavor tenes que publicar aunq sea 2 veces por semana esta historia!!
    Besitos ♥

    ResponderEliminar
  8. Noooooooooo kokoro como me dejas asi minimo keria un descripcion exacta de esa noche de pasion nooooo como me dejas asi me tengo q aguantar una semana una semana completa ayyyyyy
    saludos
    Lady Masen Cullen

    ResponderEliminar
  9. me encanto pero porque hay que esperar buuuuuuu

    ResponderEliminar
  10. Simplemente perfecto, maravilloso!! (te digo lo mismo en todos los capis, verdad?) es que todos son perfectos, uno mejor que el otro!! Te amo Kokoro!!! Team Kokoro x siempre!! Eres la mejor!!

    ResponderEliminar
  11. me como las uñas!! no kokoro como hace esa malda!! dejarnos cortas!! jajajaja diiioooosss!! ya quiero el otro quiero saber q hara edward!!! jiiji me muero!! ya quiero que ser miercoles de nuevo jajaja!!! cada dia q pasa esta historias me mata!! jajajja me gusta kokoro esta buenisima!!! ya quiero el proximo cap :( no aguanto!! hay koko como me vas a dejar con este calor!!! jajajaj muy bueno como chiempe q dios te ilumine y te bendiga!! salud sexo y amor!! team edward!! jajaja =D xoxo (",) (K) te leo pronto!!!!!!!!!!! no quiero esperar!!!

    ResponderEliminar
  12. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!! D:
    Km nos vas a dejar asi!!! No kokoo! xD Yo que estaba tan emocionadaa y PUM! el final! km es eso? no no no!!km esperas que llege al miercoles sin explotar? xD De verdad que me encantoo!! Meee mueroooo x leer el otroo!!! :S BESOSSS! xoxo (k)

    AndreaG! :D

    ResponderEliminar
  13. noooooo..!!
    ke malll... wuaa.. esta super peroo.. me kede cortaaa.... ahhh.!! sniff, sniff...
    no seas asi de mala kokooo...!!!
    besoss...!! XD

    ResponderEliminar
  14. aaaaaaaahh quiero saber quiero saber!!!!!!!!!!!!!!!! estoy intrigada...jajajajajaj, uf hace mucho que no pasaba por aqui, pero sigo siendo fiel y me acabode leer todos los capis que me faltaban, gracias por todo kokoro, porque gracias a ti pude por fin crear mi blog.. te quiero, bye y te regaare un one shoot...xD de Jake y nessie aun que me demorare un poco...xD

    ResponderEliminar
  15. PORQUE NOS DEJAS ASÍ? ES COMO PRENDER EL BOILER Y NO METERSE A BAÑAR, A NO SEÑORITA, AHORA NOS CUMPLE Y NOS ADELANTA EL CAPITULO PORQUE SI NO COMO BIEN DICE OTRO COMENTARIO VAMOS A MORIR DE UN INFARTO ORGASMICO (BASTANTE CREATIVO POR CIERTO.JAJAJA)

    NANCY DE MX

    ResponderEliminar
  16. dioss!!!
    falta toda una semanaaa u.u
    vos vas a ser culpable de mi insomniooo!
    no voy a dormir si nose como continúaa!
    un besooo!

    ResponderEliminar
  17. aahhh!! que mala persona! como nos dejas asi... faltan 7 benditos dias y no aguanto!
    jaja koko genail cap!...aunque injusto
    mil besiños, cuidate mucho loca black!

    ResponderEliminar
  18. Bella Swansea Team Jacob2 de septiembre de 2009, 20:56

    Nooooooo!!!! voy a llorar!!! porque me dejas asi de picada??? ere mala lo sabias??? pero bueno ya que tendre que esperar hasta la proxima semana!! ahy kokoro de verdad que me has hecho adicta a tus historias!!

    ResponderEliminar
  19. Kokoro:
    Maravilloso el capítulo!!! Me fascinó el juego erótico entre los personajes....40 grados y vamos por más, jaja!!!!
    No puedo esperar hasta el próximo capi. Has dejado mucho calor en el ambiente. Demasiado!!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  20. NOOOOOOOO!!!!! No me podes dejar asi!!! Es cruel! jajaja
    Muy bueno el cap, pero quiero el siguiente!!! Muchos besos!!! Te re adoro!
    Me conecto el finde!
    Naty Celeste

    ResponderEliminar
  21. kokorooo!!
    nos haras esperar una semana??!!
    el capi esta excelente pero no se si podremos aguantar tanto!!
    gracias y mil gracias otra vez!

    nenys writter cullen

    ResponderEliminar
  22. haaaaaaaaaaaaa.no peden escribir ago asi van a matar a algien de un infarto ppoooorr diosss q klor uuuuuf :) XP

    ResponderEliminar
  23. diosssssss!!! me encanta!! precioso!! escribes de fabula!! espero con ansias el siguiente! xD

    ResponderEliminar
  24. ooooooooooooooo dios me muero por saber que pasa despues porfavor da almenos un adelanto de que va a pasar despues de verdad quiero saber que va hacer edward ahora

    ResponderEliminar
  25. Hola Kokoroco´s me encanta tu fic. Hace un monton de tiempo que no pasaba por aqui. Leí contigo en el Alba y luego tu resumen del comic con, creia que solo yo perdia las bolsas en los sitios mas inoportunos, es un consuelo saber que estamos muchas je je je. Bueno me encanta "Amor a subasta" y estoy deseando que escribas sobre Isla Esme estoy segura de que va a ser muy lemmon Je Je Je.

    ResponderEliminar
  26. diosssssssssssss
    waaaaaaaaaaaaaa
    waaaaaaaaaaaaaaaaaa
    me imagino lo ke sigue pero ya no puedo seguir leyendo x hoy dios
    dios
    jajja FELIZ CUMPLE!!!!!!
    jejje ke te la pases muy bien
    gracias por tus historias bye
    tkmmmmmm

    gracias gracias gracias!!!!!!11

    ResponderEliminar
  27. auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu q romantiko

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...