jueves, 22 de abril de 2010

Odio amarte "Cap 02" - Kokoro Black

Disclaimer: adaptación de la novela: El ojo del tigre de Diana Palmer. Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha

MALDITA MEYER! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!


--

Odio amarte

Capítulo II – Fuego y miel

--


--

Bella

--

Jacob llegó puntualmente, Lo recibí en la puerta con una brillante sonrisa. Esperaba verlo con unos pantalones corrientes y una camisa, como vestía normalmente Edward cuando nos visitaba. Pero Jacob se presentó vistiendo un chaleco azul marino con pantalones blancos, camisa blanca y corbata. Pareció sorprenderse por los pantalones y la sencilla blusa que vestía.

—Lo siento, Bella. ¿Me he arreglado demasiado? —preguntó en tono de disculpa.

Parecía ligeramente incómodo mientras observaba el vestíbulo con la pintura estropeada, el gastado suelo de linóleo y la desnuda bombilla del techo.

—Por aquí somos bastante informales —dije con una débil sonrisa—. Como mi padre es un empleado antiguo, los Cullen nos dejan la casa libre de alquiler. Solemos olvidarnos de su aspecto y nunca encontramos el momento para arreglarla.

—Espero no haber sido impertinente —dijo él, sonriendo—. Mi mundo es un poco distinto, pero eso no significa que sea mejor, ¿verdad?

—No —dije riéndome—. Eres una persona estupenda.

—Eso es lo que intentaba decirte.

Retrocedí para dejarle pasar, tragándome la vergüenza por el destartalado mobiliario. El cuarto de estar también necesitaba una mano de pintura. ¿Por qué no me había dado cuenta antes? Y la alfombra… ¡Dios bendito! ¡Estaba hecha jirones! No le había prestado la menor atención al estado de la casa desde que había vuelto. El trabajo y el cuidado de mi padre apenas me dejaban el tiempo suficiente para mantener la casa limpia y ordenada.

Recordé, conteniendo un gemido, que mi padre debía llevar el suéter con el agujero en el codo. Los tenía mejores, pero aquél era su favorito. Sonriendo, Charlie Swan le ofreció la mano a Jacob, ajeno al aspecto desastroso que le conferían los viejos y enormes pantalones, la descolorida camisa y las zapatillas.

—Encantado de conocerlo, señor Black. Disculpe que no me levante, pero he tenido problemas con la cadera y sentado me encuentro mejor.

—Sí, su hija me contó lo de su caída —replicó Jacob—Espero que esté mejor.

—Podré volver al trabajo el mes próximo. Los Cullen se han portado estupendamente conmigo.

—Conozco a los Cullen. Edward es todo un carácter, ¿verdad? Es un buen tipo.

A mi padre se le iluminó la cara inmediatamente. Cualquier persona a la que le gustara Edward se convertía automáticamente en amigo suyo.

—Con frecuencia viene a jugar al ajedrez conmigo —dijo mi padre con orgullo.

Jacob enarcó una ceja y sonrió.

—No me lo imagino sentado demasiado tiempo. Siempre está en movimiento.

—Pues es un estupendo ajedrecista —comentó papá con una sonrisa.

Agarré a Jacob del brazo.

—¿Pasamos al comedor?

No deseaba que mi padre se extendiera en elogios hacia el hombre que yo deseaba olvidar.

—Espero que te gusten los espaguetis, Jacob. He trabajado de siete a tres y no he tenido tiempo de preparar nada más.

—Los espaguetis me parecen muy bien —dijo Jake—. Podría haber traído una botella de Chianti, o de rosado. ¿Qué tienes?

Lo miré sorprendida.

—¿Perdón?

—Vino.

—¡Oh! Nosotros no bebemos alcohol —contesté sonrojándome.

—Ya me encargaré yo de aficionarte, pequeña inocente. Shhh… No queremos que tu padre piense que soy un libertino o mala influencia, ¿verdad? —añadió en un susurro.

Mi padre, feliz con la atención que le prestábamos, se sentó sonriendo. Agradecí con una sonrisa que Jacob me retirara la silla, pero me sentí incomoda. No estaba acostumbrada a los convencionalismos sociales. Sin pretenderlo, Jacob me hacía sentir como una torpe campesina.

No fue la mejor noche de mi vida. Aunque mi padre hizo todo lo posible por animar la velada, me sentía muy incómoda. Cuando serví el pastel de manzana casero con helado, estaba deseando que Jacob se marchara.

Él estrechó la mano con mi padre y salió al porche conmigo.

—No ha sido una velada muy agradable, ¿verdad? —comentó con una sonrisa apesadumbrada—. Lo siento, Bella. ¿He herido tus sentimientos?

—Sí —dije sorprendida por su percepción—. Pero no es culpa tuya. Es que… bueno, supongo que nuestras vidas son tan diferentes…

—No seas relamida.

—¡No lo soy! —protesté sonrojándome.

—Me pareces encantadora, Bella Swan —dijo mirándome intensamente—. Una persona estupenda y una mujer muy sexy. Y me gustas. No he venido a tasar tus muebles —añadió con una sonrisa.

—Lo siento —musité bajando la mirada—. Supongo que me he sentido un poco incomoda. Eso es todo.

—Deja de preocuparte por las diferencias y concentrarte en las cosas que tenemos en común. ¿Cenamos juntos mañana?

Vacilé un momento.

—Vamos, Bella. Me apetece mucho.

Se inclinó para besarme ligeramente en la boca.

—Vamos, Bells, sal conmigo —insistió.

El apodo tenía un sonido especial en sus labios. Le sonreí soñadoramente. A pesar de su riqueza y su posición social, era un hombre encantador.

—De acuerdo.

—Buena chica.

Tomó mi cara entre sus manos y volvió a besarme con sensualidad. Aunque faltaba cierta chispa, lo ignoré. Era muy agradable besarlo. Me relajé y me entregué a sus besos.

—¡Vaya! —comentó él sin aliento cuando nuestras bocas se separaron—. Bells, eres deliciosa.

Me eché a reír. Jake me hacía sentir especial y muy femenina.

—Y tan inocente —murmuró él. Me acercó y apoyó la barbilla en mi frente—. Me gusta. Me gusta estar con una mujer inocente para variar. Es excitante.

Él me suponía inexperta. En cierto modo, lo era. Pero estaba presuponiendo una inocencia que era falsa y yo no sabía cómo corregir su opinión. Eché la cabeza para atrás y lo miré con ojos preocupados.

—¿Y ese ceño fruncido? —murmuró él—. No, Caperucita Roja, no soy un lobo. Te trataré con cariño y tendrás todo el tiempo que haga falta. Ahora, vuelve dentro. Hace frío. Te llamaré mañana, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—He disfrutado de la cena —murmuró él—. Pero el postre ha sido lo mejor.

Inclinándose, me abrazó y besó apasionadamente.

Tenía que habérselo contado… bueno, ya tendría tiempo más adelante. O podría no contárselo nunca. No planeaba tener una aventura con él y no creía que fuera su intención tampoco. Él parecía ir en serio. Sería un cambio agradable en mi vida tener a alguien siempre para mí. Le devolví el beso.

Si pudiera olvidar lo que había sentido cuando Edward me había besado…

—Buenas noches, Bells —dijo él en un tembloroso susurro antes de bajar los escalones.

Subió al Mercedes descapotable y lo puso en marcha. Se despidió con la mano. La brisa nocturna agitó su pelo oscuro mientras se alejaba a toda velocidad.

Entré en la casa, sintiéndome algo ajetreada de la realidad. No había sido una noche desperdiciada totalmente. El futuro podía reservar algo estupendo.

—Es un hombre agradable —dijo mi padre amablemente—. ¿Va en serio?

—¿En serio? ¿Con una cita y ya estás pensando en las invitaciones de boda?

—Estoy tan ansioso por verte felizmente casada… ¡Y con hijos! ¡Ya no soy joven!

—¡Al paso que vas, me sobrevivirás! —repuse.

El gruñó algo entre dientes. Recogió un libro y comenzó a leer, ignorándome deliberadamente. Me dirigí a la cocina a lavar los platos riéndome.

***

Como había trabajado nueve días seguidos para suplir la falta de personal debida a una epidemia de influenza, tuve el día siguiente libre. Jacob llamó a primera hora para decirme que debía cancelar nuestra cita para cenar debido a un asunto de negocios. Iba a estar ocupado hasta el fin de semana, pero me pidió que lo acompañara a una fiesta el sábado por la noche, en una finca cercana.

Contuve la respiración mientras pensaba en quien podría sustituirme en el trabajo. Finalmente, acepté. Él dijo la hora a la que pasaría por mí y colgó.

Llamé inmediatamente a mi amiga Alice al hospital. Si yo la sustituía el viernes, ella me cubriría el sábado.

—¿Puedes suplirme el sábado por la noche si yo te cubro el viernes? —le pregunté a mi amiga cuando ésta contestó la llamada—. Tengo una cita.

—¿Una cita? ¡Me levantaría de mi lecho de muerte para sustituirte si realmente vas a salir con un hombre! ¿Es un hombre? ¿No será un viejecito que te ha dado lastima?

—Es un hombre. Jacob Black.

Alice hizo una pausa.

—Bella, espero que sepas lo que estás haciendo. Jacob no es un hombre. Es un mujeriego.

—Ya soy mayor.

—Eres como un bebé perdido en el bosque.

—Ya no. En absoluto.

Alice suspiró.

—Está bien. Lo haré. ¿Adónde vas?

—A un coctel en la finca Mallory.

—¡Los Mallory poseen la mitad del condado!

—Sí, Lo sé. Estoy muy nerviosa. He pensado ponerme el traje negro de coctel que usé en la fiesta de navidad…

—¡Ni hablar! ¡Hace tres años que lo tienes! Tengo uno precioso de seda azul. Te lo dejaré. Es de tu talla. Y tengo un bolso y zapatos a juego. No admito discusiones. No voy a permitir que vayas a casa de los Mallory hecha una pobretona.

Vacilé, pero terminé cediendo. Realmente quería ir a la fiesta con Jacob para conocer aquel otro mundo de lujo y riqueza. Y mi vestido negro estaría fuera de lugar.

—De acuerdo —le dije a Alice—Eres una buena amiga. Me gustaría hacer algo por ti.

—Ya vas a hacerlo. El viernes por la noche podré ir al cine con Jasper a ver la nueva película de vampiros. Pásate por casa el sábado para probarte el vestido.

—Estaré allí a las nueve, compraré café y bizcochos ¿Te parece una demostración suficiente de amistad?

—Eso es una amistad sincera. Hasta entonces.

Muy excitada, le conté a mi padre los planes para el sábado. Estaba en la cocina lavando los cacharros del desayuno cuando oí detenerse un coche. Me asomé al cuarto de estar. El corazón me dio un vuelco al ver entrar a Edward con aire preocupado. Se sentó y empezó a hablar con mi padre sin mirar hacia la cocina. Yo reanudé mi tarea.

Estaba demasiado lejos para oír lo que hablaban, pero tuve la impresión de que tenía que ver conmigo. Bien, les dejaría hablar. No podía impedirlo. Me gustaba Jacob. Quería vivir la vida antes de convertirme en un vegetal o en una solterona. Y si a Edward no le gustaba, era problema suyo.

Se abrió la puerta de la cocina y entró el objeto de mis pensamientos con las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones claros. Lo miré de reojo antes de volver a concentrarme en los platos.

—¿Qué quieres?

—Tu padre me ha dicho que vas a una fiesta en casa de los Mallory con tu nuevo amigo.

—¿Y qué?

—Vas a sentirte fuera de lugar, pequeña. Te comerán viva.

Me puse roja de ira. Dejé a un lado el estropajo y me volví hacia él.

—Crees que no sé comportarme como una dama, ¿verdad? —pregunté, mirándolo fijamente—. No te preocupes, Edward. No tendrás que soportar mi humillante presencia. Y estoy segura de que los Mallory se las ingeniaran para no reírse de mí.

—No quería decir eso. ¡Maldita seas! ¿Quieres dejar de poner palabras en mi boca? Estoy hablando de Black. Ya te dije que es un lobo. Un lobo rico y bien alimentado con un gran billetero, que busca una chica ingenua que le caliente la cama.

—Lo mismo que tú —dije antes de volverme hacia el fregadero—. ¿Por qué te preocupa tanto mi virtud? Si quiero ser seducida por algún otro, es asunto mío.

—Bella, estás intentando entrar en un mundo que no puede ofrecerte nada de valor.

—¿Cómo el tuyo?

—¡Estoy hablando de ti y de Jacob Black! ¿No comprendes por qué anda a tu alrededor?

Esas palabras me molestaron profundamente.

—No soy una ramera, por mucho que te esfuerces en que me sienta como si lo fuera —repliqué entre dientes.

—¿Cuando he hecho algo así, Bella?

No quería recordar aquella noche.

—Si quieres quedarte a comer, voy a hacer sándwiches de jamón —dije con brusquedad.

Él se acercó. Podía sentir su olor. Se había quedado en mi cuerpo aquella noche. A la mañana siguiente, al despertarme, hasta la almohada me olía a él.

—Aquella noche te traté con cuidado —dijo él con voz suave como el terciopelo—. Con más cuidado que a ninguna otra mujer. Incluso después, fui tierno. Nunca he podido olvidar tu violento deseo, tus temblores y tus gritos cuando te hice daño.

—Por favor —murmuré cerrando los ojos—, ¡no quiero recordarlo!

—Gritaste —musitó él.

Me rodeó la cintura con las manos y me hizo recostarme contra su fuerte cuerpo.

—Gritaste cuando te poseí, mirándome directamente a los ojos. Cuando comprendí que eras virgen, intenté detenerme, pero ya había ido demasiado lejos…

—¡No!

Él me besó en el pelo. Sus manos temblaban.

—Fuiste como fuego y miel entre mis brazos —susurró él—, recuerdo haber gritado porque el placer fue agónico.

Me escapé de sus brazos y me refugié tras la mesa, mirándolo con expresión dolida.

—¡Vete!

—Lo haré, pero los recuerdos no —dijo él con voz ronca.

—Me utilizaste. Te peleaste con tu sofisticada novia y saliste conmigo para vengarte. Y yo fui tan estúpida de creer que te gustaba. Hasta que todo terminó, hasta que fue demasiado tarde, no me dijiste la verdad. Te odié entonces y te odio ahora. ¡Te odiaré hasta mi muerte, Edward Cullen!

Él miró el gastado linóleo.

—Sí, lo sé.

—Vete, por favor —dije sin mirarlo—. Mi vida no es asunto tuyo. Nada de lo que yo haga es asunto tuyo.

—¿No quieres tener nada que ver conmigo?

Fui hasta la puerta y la abrí.

—Adiós. Lamento que tengas que irte tan deprisa —dije con una amplia y vacía sonrisa.

—Creía que estaba invitado a comer.

—¿De verdad te gusta el arsénico? Porque en mi vida no he sentido una tentación mayor.

—Ni yo tampoco. —dijo él con voz ronca, observándome fijamente—. Eres exquisita, Bella. Siempre lo has sido pero la madurez ha hecho cosas sorprendentes con tu cuerpo.

—Soy bastante más que un cuerpo —dije secamente—. Soy un ser humano con pensamientos y sentimientos, y algunos talentos menores.

—Lo sé también. ¿Te gustaría tener un ángel guardián?

Pestañeé confundida.

—No comprendo.

—Lo harás —dijo él con una irónica sonrisa—. Al menos, mantente alejada de su apartamento. ¿Lo harás? He oído decir que tiene una gran cama.

Tuve que morderme la lengua para contener la risa.

—Bueno, debe de ser más cómoda que el asiento trasero de un coche, ¿verdad?

Él suspiró.

—Nunca lo dejarás, ¿verdad? Supongo que no vas a creerme si te digo que estaba tan fuera de mí en aquel momento que no podía pensar más que en ti.

—Aciertas por primera vez —dije sonriendo con indiferencia—. ¿Quieres el sándwich o no?

Él sacó un cigarrillo del bolsillo y lo encendió.

—Voy a atravesar el muro que has levantado de un modo o de otro.

—Será mejor que te compres un misil o un par de granadas —dije con una sonrisa burlona—. Te van a hacer falta.

—No te importa tu padre, ¿verdad? Está preocupado.

—Algún día tendrá que prescindir de mí.

—¡No estarás pensando que Black va con buenos propósitos! ¡Por amor de Dios! ¿Casarse contigo? ¡Ni lo sueñes dulzura!

—¡No soy tu dulzura!

—Lo fuiste. Fuiste lo más dulce que he probado en mi vida.

—Pues ahora tendrás que saciar tu apetito en otro lugar.

—No hay otro lugar —dijo él, observando el cigarrillo—. No lo ha habido desde hace mucho tiempo.

—No creo en los cuentos de hadas. Si has terminado, tengo cosas que hacer.

Él se encogió de hombros.

—Me arrojas a las tinieblas exteriores, mujer sin corazón.

—Es de día. No hay tinieblas. Y tú no eres la persona más adecuada para acusarme de no tener corazón.

—¿Crees que yo no lo tengo, Bella? —dijo él riéndose—. Podrías sorprenderte si vieras lo magullado que está.

—Lo dudo.

—Se supone que las enfermeras son compasivas.

—Y lo soy. Con aquéllos que se lo merecen. Tengo platos que lavar, sándwiches que hacer…

—Lava tus malditos platos y no prepares ningún sándwich para mí —rezongó él volteándose—. Con la mala suerte que tengo, harías el mío con el maldito cerdo vivo.

Oí cerrarse la puerta. Mi corazón tardó un rato en calmarse. Le agradecí a la Providencia que me hubiera librado de mi incómoda presencia. No quería recordar aquella noche.

¿Por qué Edward no se mantenía lejos y me dejaba olvidar?

Verlo era un constante recordatorio, un continuo hurgar en la herida. Cerré los ojos y seguí con mi tarea.


(¡¡Ahh si!! Jacob no es malo… ¡sobre mi cadáver! Sólo es rico y de un mundo algo aparte, pero eso no lo hace malo XP. Así que para las que me lo preguntaron… No, Jake no será un malnacido.) Ahahhahahhaha ¿Odiando y amando a Edward Cullen chicas? Millones de besos. ¿Aullidos para esta lobita Alpha?

25 comentarios:

  1. mAS BIEN AMANDO A EDWART (COMO SIEMPRE) PERO EL CAPI ESTA BUENISIMO, Y NI MODO JACOB TENDRA Q RECORDAR Q SU DESTINO ES UNA LOBITA ALFA NO?
    jAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    cuidat chica y espero el siguiente cap.
    (plus que ma propre vie)

    ResponderEliminar
  2. aaahhh menos mal q mi jake no es malooo..!!! ni aun en los sueños podria serloo.!! mi vidaaaaaaaa.
    ojala bella se quedara con el pero por lo que veo la historia no va por ese lado no..??? jajjaa

    bueno de todas formas ha sido un buen capitulo...muy dulce y tiernooo.!!!

    besos enormes..!!!

    ResponderEliminar
  3. Hay Koko, ya me estabas asustando de que Jake fuera asi de malo... pero claro que nooo!!!

    Y Edward, bueno la verdad sii, cae mal de repente pero aun asi LO AMOOOO...

    Como siempre Koko, genial el capitulo, espero el siguiente, besos.

    ResponderEliminar
  4. me encanto este cap, aunque edward ya esta grandecito 13 años mas grande
    pero no importa es un papasito wii
    me encanto la falta de personal por la influenza hahaha
    sigue asi chica me encanta tus fic :)

    ResponderEliminar
  5. Quien dijo que Jake es un malnacio yo creo que es un bien nacidooooo... Maalooo en donde Si lo que esta es bien buenooooo(perdon Koko no me mates es una apreciación)
    En fin siii Rooo, Edddd bendito por tu culpa nos tiramos al vicio...y pues suspiro a veces somos asi como los de tu historia nos hacemos als ruda y por dentro gritmaos y chillamos por ellos... pero mi ALpha que capitulo el que nos has dado... he vuelto a respirar y yo no me molesto con un jake picante y travieso ademas que sea mujerigo no lo hace mala persona.. a muchas no nos importa jijijiji...
    te amooooo
    mi ALPHA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU

    ResponderEliminar
  6. hay nooo !! jamas podria odiar adward!!! hay pero me encanta la historia se mme termina rapido el capi cuando me quiero dar cuanta ya no hay mas te parece justo? jajajajaj besitossssssssss y me encantaaaaaa

    ResponderEliminar
  7. AAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!
    Me encanta este fic, Koko, bueno en realidad me encantan todos tus fic, jajaja!!!

    ResponderEliminar
  8. Ya me veo pegada a la computadora esperando cada capitulo!!!

    Logras sacar la Sky adicta en mi hahahaha...! Tu y tus locuras mi Kokoro me vuelven loca!!

    Este fic suena mas que prometedor, sin dudas llevas una nueva fan al mundo de los Fics, bueeeno... nueva en los Fics no, pero en este tuyo si. Hoy lo he leido y me haz dejado fascinada!!!

    Hahaha Te quiero koko! Que bueno saber que aunque han pasado mil cosas sigues escribiendo y haciendo que muchas chicas (y hasta chicos) sonrian al ver que has publicado algo ^^

    ResponderEliminar
  9. JAjaja imposiblke que Jake sea un malnacido...IMPOSIBLE!!
    aunque dios!!! Edward me mueve todas las hormonas con solo leerlo, ya me imagino como se le mueven a Bella con tocarlo
    jaajajaj
    AAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUU
    besos Alpha!! eres genial

    ResponderEliminar
  10. Que bueno... como me gusta los papeles que tiene cada uno en esta historia...hasta el de malote le va bien a Jake. Pero pobre Edward, no le tendrás mucho tiempo sufriendo, no?. Por cierto, me viene perfecta la edad de Edward, ya no me siento tan asaltacunas

    ResponderEliminar
  11. Diossssssssssssssssss me vas a matar....amo a Edward...auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu...escribe pronto no puedo esperar....

    ResponderEliminar
  12. Auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!

    ResponderEliminar
  13. muy ingeniosa la historia kokoro sigue asi auque con mas historias interesantes ,al proposito me gustaria q escribieras una historia pero alrevez q la historia de crepusculo q bella fuera el vampiro come hombres y edward el fragil humano. tienes mis aullidos.

    ResponderEliminar
  14. La historia esta increible...no puedo esperar al siguiente capi. y yo..ODIANDO A EDWARD CULLEN....es un desgraciado, para que la deja ps pavaso. Obviamente Jake tiene que ser bueno...me maté de risa al imaginarme a Jake con ropa formal jajajaja...querida creo que tienes competencia porq Ese lobito ES MIO. Osea jacob black tiene que estar con una hermosa peruana- como Io!!
    Amo tus historias me las he leido casi todas...para Jazzy, please termina "La ultima vez" que me estoy muriendo y tambn "Eligeme"...si descartar "En primera persona

    ResponderEliminar
  15. aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu se esta poniendo buenoooooo
    me encanta el fic koko esta grandioso como siempre :)

    ResponderEliminar
  16. Increible, es mas quiero saber si se clonan los Edward, por que quiero uno jajajaja!!!! un beso Koko!!!

    ResponderEliminar
  17. dios mio
    todo lo ke hace edward me encanta
    todo lo ke dice, y mas uan la forma en ke actua
    me encanta
    y jacob..bueno
    es todo lindo
    y mas lindo es cuando se porta si con bella

    me fasina

    y wowowowowowoowowow
    mmmm un angel guardian
    apuntenme para uno como edward!!!!!!

    besos
    tkm

    ResponderEliminar
  18. pues quie se atrevería a decir que edward es un mal nacido????? jajajja... y si si si... odio y a la vez amo a edward... pero dios!!!!!!!1 ajajaj... bueno excelente, ya muero por el capi siguiente =) besotes y nos leemos pronto =)

    ResponderEliminar
  19. hola kokoro
    amo las historias bella- edward soy asi es que para mi edward es unico y perfecto, asi que lo siento por jacob pero que se busque una lobita a quien querer.
    besitos guapa

    ResponderEliminar
  20. Hahha AHi Koko erees un Geniio; Edwward es interesantte desde tu puntoo de vistta y xo no creoo qe Jake seaa malo; soloo un pocoo especial en su formaa de seer peroo buueno asii lo qierees no ?? xP Esperoo y te encuentrees Biien y tambiien todaa tu family TQidaaz;

    Esperoo el Prox. Capii ^^

    ResponderEliminar
  21. amando a edward si!ni importa como sea,lo kiero para mi!jeje
    kokoro me alegra mucho ke hayas vuelto sabia ke lo harias,se ke te lo digo tarde pero no pude pasarme antes.un millon de abrazos

    ResponderEliminar
  22. ♠hola koko muaskkk que buena historia¡¡¡¡ k bueno ke jake no va a hacer de malnacido =) no me gusta muxo asi jajaja ;)♠

    ResponderEliminar
  23. No me dejes en las tinieblas durante mucho tiempo, esta historia me encanta, y espero que Edward termine con ella, porque Mmmmm, muero por sus huesitos.
    Es que ni de malo se le pasa el ser deseado hasta la medula.

    De veras no tardes mucho guapis

    ResponderEliminar
  24. kokoro tengo q ser franca estas peleas m encantan!!! jijijij el si y no en cada momento me ponen los pelos de punta jajaja
    besos y...
    auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

    ResponderEliminar
  25. Estoy volviendo a releer tus historias y omg
    es igual o mejor de bueno al leerlas nuevamente
    jaja pobre Edward, Bella no le dejara las cosas faciles

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...