martes, 13 de abril de 2010

Odio amarte "Cap 01" - Kokoro Black

Summary: Bella había estado enamorada de Edward, pero él la había utilizado para vengarse de la mujer que realmente amaba. Años después él estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para que Bella volviera amarlo, a pesar de que ella parecía estar interesada en otro.

Disclaimer: Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha

MALDITA MEYER! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!Todos los personajes y nombres le pertenecen a Stephenie Meyer, aunque en las noches Jacob es mío, en el día Edward, y también me presta a Ian, a Jared y a Gabe… para los fines de semana… hahaha. MALDITA MEYER!! PORQUE HACE HOMBRES TAN IRRESISTIBLES!!!


--

Odio amarte

Capítulo I – ¡Aléjate!

--


--

Bella

--

Vi el Volvo plateado aparcado en el sendero. Aceleré deliberadamente y pasé junto a la caseta de vigilancia de la enorme finca Cullen, en las afueras de Forks, en Washington. Conocía el coche demasiado bien para equivocarme y sabía quién lo conducía. A pesar de mis esfuerzos por controlarme, mi ritmo cardiaco se aceleró. Tenía motivos de sobra para odiar al propietario del coche.

Mis delgadas manos se tensaron sobre el volante. Respiré varias veces a fondo antes de dejar de temblar, hasta que la aprensión desapareció de mis grandes ojos marrones.

Sin saber adónde iba, me interné en una larga y tranquila avenida flanqueada por arboles. Forks estaba formado por una serie de pequeñas comunidades, cada una con personalidad propia y vecinos que casi formaban una familia. Con frecuencia, había deseado poder vivir con mi padre en el pueblo, en vez de la hacienda. Pero en la casa que vivíamos no teníamos que pagar alquiler mientras viviera mi padre. Era una especie de beneficio suplementario para los empleados de los Cullen. En la inmensa hacienda vivían docenas de empleados: carpinteros, mecánicos, granjeros, un veterinario y un entrenador con sus respectivos ayudantes, un herrero… La lista era larga. En la granja había dos caballos de carreras que habían sido campeones. Uno había ganado la Triple corona. Había también una selecta colección de toros de raza Angus.

Mi padre era un buen carpintero. Alternaba la reparación de los edificios ya existentes con la colaboración en la construcción de otros nuevos. Tres meses antes había sufrido una mala caída y se había roto la cadera. En la actualidad, se recuperaba siguiendo una intensa rehabilitación. Los Cullen habían cuidado de él, pagando su seguro y todos los gastos, a pesar de mi negativa. Su puesto de trabajo seguía esperándolo para cuando se pusiera bien, lo que según los doctores sería pronto. Mientras tanto, yo lo cuidaba dando gracias a Dios de que no se hubiera matado. Él era todo lo que tenía.

En mi adolescencia, me había enamorado de la enorme casa blanca con largos y abiertos porches y elegantes columnas. Y, sobre todo, me había enamorado de Edward Cullen. Aquello había sido mi ruina. Sin embargo, los cuatro años de estudios de Enfermería en Phoenix me habían hecho madurar. Mi decisión de aceptar una plaza en un hospital privado de Seattle había sido una prueba de dicha madurez. Cuatro años antes, había sucumbido al encanto de Edward y había aceptado una humillante cita con él sin conocer sus auténticos motivos para salir conmigo. Desde entonces, lo había odiado. Hablaba con él únicamente cuando no podía evitarlo y nunca me le acercaba. Me había costado mucho tiempo superar lo ocurrido y solamente ahora comenzaba a vivir de nuevo.

Lo que me sorprendía era que Edward había estado actuando de un modo extraño desde que yo había vuelto. No parecían importarle ni mi desdén ni mis miradas de odio. No dejaba de visitar a mi padre en casa. Los dos hombres habían hecho amistad y a mí me asombraba la cantidad de tiempo que pasaba con mi padre. Era muy extraño porque él atendía diversos negocios y se suponía que debía estar muy ocupado.

Ahora que su padre, Carlisle Cullen, comenzaba a notar la edad, Edward había asumido la mayor parte de las responsabilidades. Era hijo único. Su madre había muerto muchos años antes y los dos hombres vivían solos en la enorme finca.

Pasé junto al prado y recordé haber ido a verlo con Edward tiempo atrás. ¡Qué ingenua había sido, qué enamorada había estado de él! Bueno, todo había terminado ya. El propio Edward me había curado. Pero la experiencia casi me había costado la vida. Me había sentido como muerta durante muchísimo tiempo. Sin embargo, gracias a Jake volvía a sentirme viva. Lo había invitado aquella noche por primera vez para que conociera a mi padre. Confiaba en que a Edward no se le ocurriera visitar a mi padre precisamente hoy para jugar la acostumbrada partida de ajedrez.

Quería que Jake y mi padre tuvieran la oportunidad de conocerse bien. Pensé irritada que Edward… sólo sería un estorbo.

Sonreí divertida al recordar mis primeros encuentros con Jacob Black. Había sido paciente mío y me había tomado a broma sus invitaciones, pensando que se le pasaría cuando dejara el hospital. Pero no había sido así. Primero me mandó flores. Luego dulces. Me había sentido conmovida con sus atenciones y había bajado la guardia. Él había aprovechado la oportunidad, sonriendo como un personaje de tira cómica, con su cabello negro y sus ojos brillantes y divertidos al ver mi asombro.

—¿Qué hay de malo en mí? —me había preguntado—. Soy soltero, rico y sexy. Estoy algo grueso, ¿y qué? ¿No soy lo suficientemente divertido? ¿Es eso?

Había intentado explicarle que mi padre y yo no éramos ricos y que no me parecía buena idea comprometerme con él.

—¡Tonterías! —había contestado él secamente—. No te estoy proponiendo matrimonio. Sólo quiero que salgas conmigo.

Yo había accedido, pero lo había invitado a cenar en mi casa en vez de en un restaurante. Tal vez se desanimara cuando viera cómo vivía.

Era un hombre agradable y a mí me gustaba. Pero no quería comprometerme. Edward me había curado del romanticismo y de todas esas tonterías. Ahora conocía muy bien las consecuencias de entregar mi corazón, de confiar en que un hombre correspondiera a mi amor.

Mi padre no tenía la menor idea de mi pasado con Edward y prefería que siguiera ignorándolo. Sólo habíamos salido una vez, una noche en la que yo había creído en las hadas, en los hombres lobo y en los vampiros. ¡Qué lástima no haber sido más sensata! Pero me había quedado tan atónita por el interés de Edward, que no había dudo ni un instante. No había sospechado siquiera que Edward me utilizaba para recuperar a la mujer a la que realmente amaba.

A menudo me preguntaba qué habría sido de Tanya Denali. Edward había anunciado su compromiso con Tanya a la mañana siguiente de nuestra cita. Al oírlo, había estallado en lágrimas. Edward había intentado hablar conmigo, pero me había negado a salir de mi habitación. ¿Qué había que hablar? Él había conseguido lo que deseaba.

Dos meses más tarde, la pareja había roto su compromiso y habían seguido cada uno por su lado. A mí, que asistía por entonces a la escuela de enfermería de Phoenix, la noticia me sorprendió. En mi opinión, Tanya habría sido una esposa perfecta para Edward. En la actualidad, el nombre de Tanya Denali no se mencionaba nunca.

Seguí conduciendo durante media hora más, hasta que calculé que Edward se habría marchado ya. Pero aún seguía allí. No podía seguir evitándolo porque Jake iba a presentarse a las seis y media. Ya eran las cuatro.

Aparqué detrás del Volvo y apagué el motor. Con la toca de enfermera en la mano, entré en la casa y luché por controlar el nerviosismo que siempre me causaba ver a Edward.

Estaba en el salón, sentado frente a mi padre. Parecía fuera de lugar en aquel sillón viejo y deslucido. Cuando entré, se puso de pie. Su actitud de innata arrogancia y su débil sonrisa me hicieron sonrojar. Tenía el cabello rojizo, una especie de mezcla entre el cobre y el bronce, rebeldemente despeinado y los ojos tan verdes como los bosques de nuestro Forks. Sus pómulos eran altos y, sus facciones, de rasgos duros y muy definidos. La boca era fina, cruel y extrañamente sensual… en especial cuando hacía su famosa sonrisa torcida. Era delgado y larguirucho, pero yo conocía la fortaleza de su cuerpo.

—Hola, Edward —dije con voz firme y tranquila. Incluso le sonreí mientras me inclinaba a besar a mi padre en la frente—. Hola, papá. ¿Has tenido un buen día?

—Muy bueno —repuso mi padre con una risita—. Edward me ha llevado a la terapeuta, a Port Ángeles. Ella dice que podré volver al trabajo dentro de un mes.

—¡Estupendo!

Edward me observaba atentamente, como de costumbre.

—Tengo que irme, Bella. No hemos podido encontrar el último presupuesto que hizo tu padre para construir el nuevo granero. ¿Sabes tú dónde está?

Por eso se había quedado tanto tiempo.

—Desde luego. Voy a traerlo.

Entré en el pequeño estudio de mi padre y agarré la caja en la que él guardaba las facturas y los papeles de importancia. Al volverme, Edward estaba en la puerta. Se me cortó la respiración.

—¿Te he sobresaltado? Hacía años que no lo conseguía, ¿Verdad, Belly?

—No me gusta ese diminutivo —dije fríamente. Evitando su mirada, me senté tras el escritorio y busqué entre los papeles de mi padre hasta localizar el presupuesto. Se lo tendí a Edward.

Él se acercó.

—¿Cuánto tiempo vas a seguir tratándome con esa hostilidad? —preguntó suavemente—. Llevas años así.

—No tengo nada contra usted, señor Cullen —dije con expresión inocente.

—No me llames así. No me gusta.

—¿Por qué no? Tú eres el jefe, ¿no? Vivimos en una de tus casas y te proporcionamos… todo tipo de entretenimiento.

Él apretó los labios. Enrolló el papel, formando un tubo. Lo miró fijamente antes de volver a mirarme.

—¿Por qué has vuelto?

—¿Por qué no? ¿Esperabas que me quedara lejos de aquí durante el resto de mi vida para que no te sintieras incomodo?

—No me incomodas.

—Pues tú a mí sí —repuse mirándolo fijamente—. Detesto los recuerdos y te detesto a ti. ¿Por qué vienes aquí?

—Me agrada tu padre. Se accidentó trabajando y lo he estado cuidando cuando tú no podías hacerlo.

—Lo sé y te lo agradezco. Pero ya está bien prácticamente…

—Es un buen jugador de ajedrez. Me gusta el ajedrez —añadió él sonriendo pensativamente.

—Te gusta la estrategia —repuse—. Recuerdo muy bien cómo manipulas a la gente, Edward. Eres maravilloso para conseguir que la gente haga lo que deseas. Pero yo no. Ya no.

—No crees que pueda hacer nada si no es por un motivo egoísta, ¿verdad?

—Te olvidas de que yo conozco tus motivos.

—¡Dios! ¿No has cometido nunca un error?

—Desde luego. Contigo, aquella noche —repliqué acaloradamente—. ¡Y lo más irónico es que no obtuve el menor placer!

Él se puso rígido ante la acusación.

—¡Maldita seas! —musitó furioso, estrujando el papel.

—¿Duele? Perdóname por maltratar tu orgullo, pero es la verdad.

Eché hacia atrás un mechón de mi pelo castaño.

—Te di lo que había reservado para el hombre al que amara, y todo para averiguar luego que yo era sólo una excusa para provocar los celos de Tanya, para que se casara contigo. ¿Le contaste hasta dónde habías llegado. Edward? —le pregunté con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Lo hiciste?

—Baja la voz. ¿Quieres que te oiga tu padre?

—Entonces no tendría tan magnífica opinión de ti ¿verdad?—. Me eché a reír violentamente. —¡Su compañero de ajedrez! ¡Su ídolo! ¡No te conoce en absoluto! —añadí.

—Ni tú tampoco. Intenté explicártelo en su día y no quisiste escucharme. Desde entonces, lo he intentado varias veces. Incluso te escribí una carta.

—La queme sin leerla. ¿Qué podrías haberme dicho que ya no supiera? Me llamó la misma Tanya. Disfrutó contándome todos los detalles…

Se me quebró la voz. Tuve que morderme la lengua para no ponerme a gritar. Me volteé para que él no lo notara.

—De todos modos, como tú has dicho, ha pasado mucho tiempo. Uno de estos días lo olvidaré. ¿No tienes nada que hacer en tu granja? Ha sido un día muy largo y aún tengo que hacer la cena.

Él estaba en silencio y le oí encender un cigarrillo. Tenía la idea de que él había dejado de fumar. Mi padre no debía saber que volvía hacerlo.

Cuando él habló, su tono fue frío.

—No comprendí hasta mucho después cuánto me importabas. Y entonces ya era muy tarde para reparar el daño.

—No puedes imaginarte lo que significó para mi orgullo. Al menos no me quedé embarazada. A propósito. ¿Qué le pasó a tu prometida? ¡Yo esperaba que la arrastraras hasta el altar para que pronunciara el sí cuanto antes!

—¡No quiero hablar de Tanya!

Me encogí de hombros como si no me interesara hablar del tema y me dirigí a la puerta.

—Si todo lo que necesitas son esos papeles… Discúlpame. Tengo que prepararle la cena a mi pretendiente.

—¿Tu pretendiente?

—¿Te asombra? No esperarías que me pasara la vida llorándote, ¿verdad? Sí, tengo novio —mentí—. Es encantador, atractivo y rico.

—¿Rico?

—Probablemente lo conozcas. Es Jacob Black.

Él se sonrojó violentamente.

—¡No seas tonta! ¡Es un conocido donjuán! ¡Lo han pillado haciéndolo de todas maneras menos colgado de la rama de un árbol!

—¡Qué interesante! ¡Apenas puedo esperar!

—¡Maldita seas! ¡Escúchame! ¡Sólo quiere pasar un buen rato!

—Como tú.

Crucé los brazos sobre el pecho.

—Adelante, jefe, adviérteme de las consecuencias. Aleccióname sobre los hombres ricos que utilizan a las chicas pobres para satisfacer sus deseos. Tú debes de saberlo perfectamente.

Él estaba a punto de explotar.

—¡Bella!

—Tranquilízate. Te va a subir la presión sanguínea, pobrecito viejo.

—No soy viejo —replicó él entre dientes—. —¡Sólo tengo treinta y cinco años!

—Bueno, pero eres trece años mayor que yo —le recordé—. Una generación de diferencia —añadí con un suspiro—. Es una lástima que hace años estuviera tan enamorada de ti que no lo notara. Pero ya se me ha pasado. Deberías sentirte aliviado de que ya no te persiga. ¿No te hace sentir mejor?

Él no parecía feliz ni especialmente entusiasmado.

—Jake es dos años mayor que yo —comentó con voz tensa.

Me encogí de hombros.

—Sí, pero tiene una mente joven.

Sonreí al ver la expresión incrédula que mostraba Edward.

—Y, para colmo, no es mal chico —añadí y fruncí los labios soñadoramente—. ¿Un donjuán dices? ¡Qué fascinante! Estoy impaciente por comprobarlo por mí misma.

Él giró sobre sus talones y salió precipitadamente sin añadir nada más. Contuve la risa. Había herido su orgullo. Ahora era capaz de protegerme de él. No quería correr el riesgo de volver a enamorarme. No volvería a ser tan estúpida. ¿Y por qué habría de importarle a él lo de Jake? Probablemente lo irritaba que pudiera acostarme con otro hombre.

"Bien" pensé mientras pasaba al otro cuarto. "¡Qué se moleste! ¡Será una pequeñísima compensación por el dolor que me causó!".

—Viene a cenar Jacob —anuncié a mi papá, sonriente.

—¿Sí? —mi padre me observó sonriendo—. Por fin tendré oportunidad de conocerlo.

—No acepta un no por respuesta. He tenido que rendirme.

—Me parece estupendo.

Frunció el ceño. Se parecía mucho a mí, salvo por el pelo blanco y las arrugas.

—¿Has discutido con Edward?

—¿Por qué me lo preguntas?

—Ha salido de aquí como un torbellino, musitando algo sobre una cita. Esta noche íbamos a jugar al ajedrez.

—Se me había olvidado.

Era la verdad.

—No le haces ningún caso últimamente. Recuerdo cómo lloraste cuando se comprometió. Aquella misma semana te fuiste a estudiar a Phoenix.— Comenzó a llenar su pipa, consciente de mi rubor.—Bella, no creo que venga aquí a verme a mí—añadió.

—No vas a convencerme de que está loco por mí —añadí.

—Se ha quedado más tiempo para esperarte. ¿No te has dado cuenta?

—No quiero darme cuenta. No hagas de Cupido papá. Edward no me interesa en absoluto. Ya no. Jacob es otro asunto.

—¿Crees que seguirá viniendo por aquí cuando vea cómo vivimos?

—Desde luego —dije con una sonrisa—. Él no es presuntuoso.

Mi padre comenzó a balancearse en la mecedora mientras encendía la pipa.

—Si no te importa, esperaré a formarme mi propia opinión.

—Si crees que la casa necesita mejoras, pídeselas a tu amigo el rico granjero —le dije—. Utiliza tu influencia.

—¡Jamás lo haría! Deberías recordar que tu padre ha trabajado toda su vida para conseguir el dinero. La granja Cullen es… ¿Dónde vas?

—Ya he oído ese sermón otras veces. Lo sé todo sobre los Cullen. Más de lo que quiero saber. Tengo que hacer la cena.

—Podrías ser más amable con mi compañero de ajedrez.

—Haré un esfuerzo. Incluso le haré una reverencia cuando entre.

—No te hagas la lista —gruñó mi padre.

—De acuerdo. Lo trataré con el respeto debido a su edad. Después de todo, comparada con él, soy una chiquilla. Voy a hacer espaguetis. ¿Te apetecen?

—Me parece muy bien. Pero, ¿le gustaran a nuestro altivo invitado?

Lo miré desde la puerta de la cocina.

—Debería darte vergüenza. Tienes prejuicios porque es rico.

—Sí, lo mismo que tú con Edward.

Le saqué la lengua.

—¿Por qué te desagrada tanto?

Me incliné con aire confidencial.

—Tiene pecas. Detesto las pecas —susurré. Y mientras mi padre reía, entré en la cocina.


¡Hola bonitas! ¡Lo prometido es deuda! Sera otro fic corto… ya saben… 11 capitulos Jojojo. Espero disfruten esta historia y odien y amen a Edward Cullen así como Bella… ¿Aullidos para esta lobita Alpha?

24 comentarios:

  1. mee enkantooo.. ke enkantooo me facinoo jajaja .. buenoo kreo ke el datoo es ke me gusto muchisiimoo juju.... aii bella me enkantaa en estee fic... el aire ke tienee asi komo ke todoo lo de ed le vale (bueno aparentemente) me gustaaa muchooo, kreoo ke esoo de ke haga kon ed lo ke kieree es buenoo, por lo menos por el momentooo no hace todo lo ke ed le dice komo lo es siempree jajaja.. y buenoo de jakeee kien puede rendirse tantoo a sus enkantoss, sin importar la edad que tenga es perfecto jajajaj ..
    bueno hermosaaa kee bn kee komenzastee kon un nuevoo fic, al kual ovbioo leeree =), nos estamos leiiendoo.. te amooo muchisiimooo... kuidateee, un besoo =)

    pd: espero komprendas lo ke kise decir, kreo ke la emocion no me dejo escribir koherentemente jajajaja

    ResponderEliminar
  2. Bueno mi kooo!!! que decir??? Buen comienzo... que Bella mas segura de si misma, me gusta esta Bella... y edward?? celoso!!! si amo a ese edward! ja ja... besotes hermosa y retornaste con todas las ganas eso me gusta! Te admiro y espero que todo salga bien, ya sabes que tenes todo mi apoyo, besotes enormes y cuida a mi little bob esponja, besotesssssss

    ResponderEliminar
  3. wouuu..!!!espero q sea una linda historia...aunque si jake aparece y resulta todo bien...seguro lo sersa..jajajaja

    lo amo lo amooo....mi lobo hermosoo..!!

    besos enormes..!!!

    ResponderEliminar
  4. KoKoRoooooo a.a.a.a.a.a.a.a.a m e mooooriii enserioooooo enserioooooo me moooriiii me encaaantaa
    ensero me ha tramaadoo mucho este capitulo que ya quiero mas y mas y mass a.a.a.a

    ResponderEliminar
  5. Hola kokoro, regresas y regresas con muchas ganas verdad??? ME ENCANTO la historia, que buena trama tiene me cautivo totalmente aaaahhh y me gusto mucho la frase de jake: Soy SOLTERO, RICO Y SEXY. Solo le falto y HETEROSEXUAL, jajaja. Dioooooosssss, que mas puede uno pedir.

    Y Edward, bueno, lo amo a pesar de todo, solo que no me agrado lo que hizo aki... pero obvio que lo va a componer, verdad??? en fin, ya quiero leer mas.

    Un beso koko, desde Monterrey, NL.

    ResponderEliminar
  6. Aww Koko
    Esta Geniial!!
    De verdad
    wow 13 años,pff
    15 mas Jake qe bells!
    Waa me encanta
    Ya qiiero leer el sig
    Cap!
    BEsos:)

    ResponderEliminar
  7. kokoro me ecanta!!!! cuando discuten la sangre me hierve jajaj es tan romantico... difrutare de esos 11 capitulos como loca seguro. me tienes enganchada! jaaja bss lobita !!!!

    ResponderEliminar
  8. bueno ha sido un gran comienzo, este fic me va a encantar, estoy como loca por el proximo capitulo.
    gracias por estos maravillosos fic
    besossss

    ResponderEliminar
  9. wow esta genial espero ke pronto subas el siguiente capi

    ResponderEliminar
  10. hay me encantooooo!!!! koko esta buenisimo!!!! toco cada una de mis emociones me encanto en serioooooo siiiiii

    ResponderEliminar
  11. Me encanta Koko!!! Buenisima :-)

    ResponderEliminar
  12. Aaaaaaaaaaaaaah....
    ameee lo ameee me encantoo
    dios dios nooo ahhhhhhh
    me encantaaaaaaa jijijijiji ya kiero
    sabeeer q pasaaa =D <3

    ResponderEliminar
  13. me encanto!! sencillamente me conquistó? adoro la actitud de bella. "detesto las pecas" ohhhhh adore esa frase wiii me encanto en serio espero que vuelvas con energías renovadas

    ResponderEliminar
  14. harumi\

    estuvo genial espero pronto subas mas fics\\\

    nos vemos

    xoxox

    ResponderEliminar
  15. Hola Kokoro, yo ya habia leido la novela de "El Ojo de Tigre" de Diana Palmer pero es interesante ver como lo describe Bella y Edward, suerte y me agrado mucho
    xoxo

    ResponderEliminar
  16. TIENE PECAS jajaja mori de risa
    y envio mensaje desde el mas alla
    lo AMO KOKO enserio es GENIAL
    este nuevo fic te felicito mi
    lobitha sin duda vienes kon
    todas las pilas recargadas y eso
    no sabes komo me alegra dejando de
    lado ke escribes mas... me alegra
    ke estes emjor sentimental
    y emosionalmente porke eso
    desmuestra a todos ke jamas te
    das por vencida ante nada y ante
    NADIE =D TE MEGA AMO MI KOKO...

    y a seguirle dando a esto BESOS^^

    ResponderEliminar
  17. jiji tiene buena pinta ya me emocione!!!!!! y eso q es el primer capi!!! jiji ah koko sos una genia........me encantan tus historias
    saludos de mi lindo ecuador

    ResponderEliminar
  18. jiji tiene buena pinta ya me emocione!!!!!! y eso q es el primer capi!!! jiji ah koko sos una genia........me encantan tus historias
    saludos de mi lindo ecuador

    ResponderEliminar
  19. jiji tiene buena pinta ya me emocione!!!!!! y eso q es el primer capi!!! jiji ah koko sos una genia........me encantan tus historias
    saludos de mi lindo ecuador

    ResponderEliminar
  20. Me encanta!!!! Es genial, me gusta muchisimo esta historia... tnego ganas de saber que pasa!!!! aaahahahaha!! y solo es el 1º capi.... me volvere loca sin sberb que pasa hasta el final!!!! Joooo...
    Me alegra que vuelvas con energias renovadas, eso estu`pendo, muchos animos y que sigas escribiendo asi de genial, y siendo una magnifica persona... Besotes

    ResponderEliminar
  21. wow
    vuelves a dejarme sin palabras
    es genial
    y valla ke fuie demaciada informacion para un solo cap
    primero edward le lleva 13 años...wow
    luego fue el primer hombre en su vida...
    y tercera...ke fue de tanya??
    ke fue lo ke sucedio despues de akeya sita?
    xke se rompio el compromiso
    xke nos dejas en suspenso??joijjojojjo
    eso ya es de otro tema jajja

    pero el fic se ve genial
    y creeme cuando te digo ke lo seguire con debocion...
    jajja
    ya sabes ke te kiero
    pero de todos modos te lo repito
    tkm

    bye

    ResponderEliminar
  22. Hola!!! yo quiero mas!!!
    Me gusto mucho el capi y la historia como todas las que se ponen en este super blog, esta genial!!!
    WOooww Bella siendo tan chica... Oo el 31 y ella 18 mas o menos es el calculo correcto de cuando se citaron Oo omg
    Esta muy bueno!!!! quiero mass!!!
    u.u creo q soy adicta a leer este blog!!!!! WIIII
    xD

    Se me cuidan muchio y yo sigo leyendo con limonada en la mano!!! BBESHOOO!!! aaauuuuuuuuuu
    Gabys

    ResponderEliminar
  23. fantastico como siempre, de verdad que tienes un gran talento para escribir, esperare con ancias el proximo capitulo. una pregunta, si vas a continuar el de contigo al alba:recuperando la eternidad?, espero que si por que esta muy, muy requete bueno

    ResponderEliminar
  24. dado que desconozco la razon por la cual no puedo
    dejar review de forma general sobre la historia
    lo hare aqui en el primer capi Dx (espero no molestarte por eso u.u y si es asi mil disculpas) ya habia leido antes esta historia pero bueno vuelvo a opinar solo que ahora aqui en el blog !!!
    Me encanta esta historia me encanta por que si bien Bella no es como que oponga asi mucha resistencia si le hace ver su suerte a Edward varias veces y mas cuando comienza a salir con Jacob hay me encanta omo Edward la intenta prevenir xDDD tan lindo el

    ResponderEliminar

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...