miércoles, 24 de febrero de 2010

Rendirse al corazón "Oneshoot" - Jazzy W.

Los personajes son de Stephenie Meyer

Rendirse al corazón

Tanya dio un paso hacia la entrada principal de la casa de los Cullen, pero no le fue necesario abrir la puerta ya que Alice ya había hecho el movimiento y la recibía con una enorme sonrisa

-Sabia que vendrías-, exclamó mientras la vampiresa estrechaba a la pequeña vidente

-No lo dudo-, susurró sonriente

-Me alegra que hayas venido a visitarnos-, siguió Alice mientras caminaba juntas hacia el jardín trasero de la casa, ahí todos los Cullen se encontraban reunidos, junto a los lobos, igual que la ultima vez que Tanya estuvo en esa casa, igual salvo la preocupación por la pequeña hija de su querido amigo que al verla corrió a saludarla

-Tía Tanya-, gritó Nessie, en el año que la había dejado de ver había crecido bastante, su cuerpo era el de una niña de 6 años mínimo, seguía hermosa y grácil

Tanya la estrechó entre sus brazos, cuando se separó Carlisle ya la esperaba para recibirla con un abrazo seguida por Esme y después…

-Hola Edward-, lo saludó estrechándolo fuertemente, no pudo evitar alegrarse al volverlo a ver, siempre le pasaba era quizás el hecho de que el jamás la trato solo como una mujer hermosa, era su amigo, y si, su hombre ideal, uno que ya había encontrado a su pequeña mitad.

Hermosa y más fuerte que nuca, la esposa de Edward la saludó con una sonrisa amable, esa antes humana que tanto lo había hecho sufrir en un principio

A Tanya le constaba entender que se pudiera sentir algo tan fuerte como para sacrificar todo lo que Edward había entregado para luchar, incluso contra la misma sed, contra la misma naturaleza que guardaban en su interior

¡Rendirse ante un humano!

-Nos alegra que estés aquí-, saludó Bella mientras se acerca a su esposo, inmediatamente Edward le rodeó la cintura con sus brazos, de pronto Tanya supo que no había sido una muy buena idea venir, y no eran solo ellos, al girarse, Rosalie y Emmett jugaban cartas sonrientes, Esme estaba con Carlisle parecían ver mas allá hacia los bosques, Alice había entrado a la casa de nuevo y la podía escuchar hablar con Jasper sobre un programa de televisión, hasta Nessie estaba jugueteando con su gran lobo.

De lo que había huido en Alaska, eso mismo lo encontraba allí

-¿Qué pasa Tanya?-, la voz de Edward la saco de sus pensamientos, lo encaró para encontrarlo solo, ya que Bella les había dado algo de espacio, yendo junto a su hija y el peludo

-¿Por que tendría que pasar algo?-, replicó ella

-Porque no te esperábamos, y con eso no quiero decir que no nos alegremos de tenerte aquí-, siguió Edward algo revuelto con las palabras y ella rió

-Hace un año no fue una visita de cortesía, con una batalla contra…ya no importa, esta vez quería pasar unos días con ustedes en paz-, siguió ella mientras el vampiro asentía

-Claro, solo recuerda que puedes contar conmigo-, respondió Edward mientras Tanya asentía

-Lo se-, le contestó dándole un beso en la mejilla y entró a la casa.

Tanya no sabia lo que le pasaba, solo se sentía asfixiada y envidiosa, envidia de tantas parejas, tanta felicidad, primero había sido ver a Carmen y a Eleazar, jamás había estado tan pendiente de la forma en que se complementaban hasta ahora, después Garret y Kate, el nómada había sido para su hermana todo, después de lo de Irina, las dos habían quedado demasiado heridas, pero Kate lo tenia a el, no lo soportaba, pues se sentía demasiado vil deseando que su hermana fuera infeliz como ella, así que había ido con los Cullen, grave error…

Sin los Vulturi ni demás locos vampiros, la vida en ese pequeño pueblo de Forks había seguido feliz.

Estaba asqueada y harta.

Los días pasaron y su sentimiento no disminuía, y no lograba relajarse, tanto amor, ¡Amor!

El amor era un lazo muy poderoso y Tanya lo sentía, amaba a Kate igual que amó a Irina, siempre lo haría.

Amaba a su madre aun después de que muriera, amaba los Cullen y a Nessie, esa pequeña despertaba en ella una calidez diferente, algo que no había sentido antes, pero no lograba entender la forma de entregarte a una persona a tal grado que todo el mundo alrededor desparezca

Por algún tiempo ella creyó estar enamorada de Edward pero ni ella misma se engañaba, jamás había amado a un hombre, para que, demasiadas complicaciones, además los humanos servían a sus necesidades perfectamente sin que tuviera que soportarlos mas que una horas.

-¿Qué piensas Tía?-, le preguntó Nessie con el ceño fruncido estaba casi anocheciendo y ya era la hora de que Edward llevara su familia a la pequeña cabañita a unos metros de la Casa de Carlisle

-Nada mi niña, ¿te vas?-, le contestó Tanya y Nessie asintió

Cuando la vampiresa de melena rubio fresa se agachó para abrazarla y despedirse, la niña le mostró el bosque y luego a ella, su cara estaba triste, era una Tanya sola, y eso le partió el corazón de la vampiresa…

Estaba cansada de estar sola

-No te preocupes Nessie, te quiero-, le dijo y la niña le dio un beso en la mejilla antes de irse

No podía seguir ahí, no quería preocuparlos o que alguien mas notara lo que ella misma consideraba una debilidad

Así que después de que Edward, Bella y Nessie partieran fue a despedirse de Carlisle y Esme y pidió que la disculparán con el resto de su familia…

El bosque fue algo mas relajante así que en lugar de correr rápidamente y avanzar sin siquiera notar nada, avanzó lentamente disfrutando de los sonidos de la noche, caminó perdiendo la cuenta del tiempo y de sus absurdos sentimientos

-Eres mas fuerte que esto Tanya-, se recordó a si misma mientras levantaba la barbilla, para inhalar el aire y que su garganta estallara en llamas

Demonios, sangre, sangre humana

Debía alejarse, correr lo que mas pudiera y olvidarse de ese lugar, pero sus pies estaban clavados al piso, además su naturaleza la llamaba, era su alimento.

¡NO!, esa ya no era su vida, sin embargo, sangre significaba que alguien estaba herido…¿muerto?, no podía solo dar la media vuelta, se odió por haber pasado demasiado tiempo con Carlisle Cullen y su gran corazón, avanzó siguiendo el rastro del maldito exquisito olor y lo encontró…

Un hombre yacía sentado a metros de un acantilado, maldecía una y otra vez, y lloriqueaba, solo un poco, su pierna estaba herida, el hueso sobresalía un poco, parecía que se hubiera caído estando escaldando pues la cuerda del arnés colgaba de su cintura.

Se acercó un poco más e hizo algo de ruido, no quería que se muriera del susto.

El levantó los ojos y trató de enfocar en la oscuridad

-Hola-, gritó y Tanya avanzó dejando que luz tenue de la luna la iluminará

-Gracias a Dios-, exclamó el con los dientes apretados.

-Puedes ayudarme, me caí y he estado todo el día aquí y…-, el gimió y Tanya rodeo los ojos, pero su cuerpo estaba tenso y su garganta ardía, ¡Vete!, gritaba su interior, rugía desaborido.

Miró al hombre, su cabello rubio como el trigo estaba pegado a su frente a causa del sudor y sus ojos azules de un tono muy claro la miraron de nuevo…ya lo había visto…antes

-¿No viniste con nadie?-, se esforzó ella por hablar y el negó.

-No, ya se que fue imprudente venir solo, pero...al diablo, ¿me piensas ayudar o no?-, gritó el y ella se tensó aun mas.

-¡Que crees que estoy haciendo!-, le respondió ella

-Quedándote ahí parada sin hacer nada…-, le espectó el y ella cerró los ojos…diablos, seguramente alguno de los Cullen lo conocía, si no por que estaría en la boda de Edward y Bella, ahí lo había visto, tenía que ayudarlo, y eso apestaba

Se acercó contendiendo el aire y lo ayudó a levantarse.

-No podrás con mi peso-, le replicó el maldiciendo, ella casi se rió pero no tardaría en perder la conciencia, le apoyó una mano en sus hombros y lo puso de pie quedando casi a la misma altura.

-Quieres apostar niño guapo-, le dijo ella siseando y el la miró.

-Espero que seas real, así apostaremos mujer testaruda-, le dijo el mirándola y Tanya sonrió, por primera vez en días sonrió, mientras el devolvía el gesto y perdía la inconciencia, fue mas fácil llevarlo cargando hasta la carretera, como supuso una camioneta estaba aparcada en la orilla y el tenia las llaves en su bolsillo, podría haber llegado mas rápido corriendo al hospital, pero no podría explicar como era capaz de cargar a un hombre mucho mas pesado que ella…o la complexión que aparentaba

Cuando aparcó fuera del hospital, pidió que Carlisle anduviera por ahí, pero la suerte no estaba de su lado y otro medico salió a su encuentro la llevaron junto con el "insulso escalador" a la sala de urgencias, donde despertaron al bello durmiente mientras Tanya veía moverse a las enfermeras y el doctor.

-¿Puede oírme?-, preguntó el medico.

-¿Puedo irme?-, musitó ella y el medico le contestó con una mirada helada, ¡Esta bien!, tal vez solo esperaría un poco.

Su hasta ahora pesadilla se despertó y gimió de dolor.

-¿Cómo se llama?-, insistió el doctor

-Mike…Mike Newton-, murmuró el hombre mientras Tanya se removía incomoda.

El susodicho contestó todas las preguntas, no parecía haber sufrido algún daño en la cabeza, claro que no tuviera con anterioridad, pues no tardó en preguntar por la mujer testaruda.

-Esto dolerá-, musitó el doctor mientras acomodaba el hueso y después se alistaban para llevarlo a radiografía…

¡Vete!, de nuevo rugió su interior, pero en cambio Tanya se quedó apartada de la gente esperando saber algo sobre "Mike"

Una hora después la llevaron a la habitación del hombre, seria dado de alta por a mañana, su obra de caridad por ese siglo estaba hecha y aun así, entró para mirarlo sobre la camilla.

-¿Cómo me trajiste?-, peguntó el aun somnoliento.

-Te cargué-, le dijo ella esperando que lo tomará a broma

-No importa, agradezco que me ayudaras-, le dijo mientas Tanya asentía

-No fue nada, aunque te recomiendo que la próxima esperes al instructor-, siseó ella y el se rió haciendo una mueca.

-Yo soy el instructor-, gimió el riéndose

-No muy exitoso espero-, bromeó ella y el la miró

-No te preocupes, mi empresa no es muy famosa aun-, musitó el y ella se encontró sentándose en el sillón de espera.

¡Pero que diablos hacia!

-¿Tienes a alguien a quien llamar?-, preguntó Tanya y el negó

-Mis padres están tomándose unas largas vacaciones en las islas mexicanas, y mis novias, todas me han dejado-, bromeo mientras Tanya rodeaba los ojos

-¿Dinero para el taxi?-, preguntó ella mientras el se reía

-Ya haz hecho bastante por mi, no te preocupes, alguien me prestara-, murmuró Mike cerrando los ojos.

Ella lo miró, un mechón de cabello rubio se había puesto en su frente, el era muy apuesto, su rostro aun tenia un aire juvenil pero era varonil, una extraña y excitante combinación, sujeto su mano para no tocarlo, se enfurruñó en el sillón y esperó

Muy temprano, el medico de la noche anterior lo revisó y lo dio de alta.

-Maldición-, lo oyó jurar, Tanya había salido al pasillo mientras su pesadilla se cambiaba, había decidido dejarlo en su casa y ahora si correr a Alaska

Entró para encontrarlo con los pantalones a medias…genial

Su camisa estaba sin abotonar y sus boxer blancos solo la separaban de verlo desnudo

Ambos desviaron la mirada sin decir nada, al ya insoportable fuego en su garganta se añadió otro diferente, en esos momentos la vampiresa odió su libido

Avanzó hacia el y sin palabra lo ayudó a ponerse el pantalón rompiendo un poco la tela para que el yeso tuviera espacio

-Gracias-, susurró el y su aliento le chocó en el rostro, ella lo miró y el frunció el ceño

-Te había visto antes-, susurró Mike, fue una afirmación no una pregunta

-Si-, dijo ella alejándose, el se terminó de abrochar la camisa y esperó

-Estuve en la boda de Edward Cullen-, murmuró Tanya y el farfarruñó, "Cullen"

-Si, ya recuerdo-, terminó mientras la enfermera llegaba con la silla de ruedas, los acompañó hasta la salida y de nuevo el se apoyó en Tanya para llegar a la camioneta, ella contuvo el aire, no podía ni imaginarse como debía ser para Edward haber convivido tanto tiempo con su noviecita humana…

-No es necesario que hagas esto-, le dijo el mientras avanzaban por la carretera hacia donde Mike había indicado el camino

-No puedes manejar Michel-, murmuró ella y el rodeó los ojos

-Mike-, corrigió el y ella ahora fue la que bufó

-Me vas a decir ya como me sacaste de ahí-, le preguntó el y Tanya apretó el volante

-No importa-, le contestó mientras Mike miraba por la ventana

-Cierto, Gracias-, murmuró y ella lo miró, ojos caramelo contra ojos azules, Mike sonrió

-Me gustan tus ojos-, Tanya rodeó la mirada y aparcó en la pequeña casa que el había indicado como su dirección

Lo ayudó a bajar y entraron a la casa.

-No quiero molestar mas-, se excusó el mientras ella lo miraba

-Necesitas descansar-, lo regañó y el se rió

-Si mujer testaruda-, ella gruñó y lo llevó hasta la que supuso era su habitación, lo ayudó a llegar hasta la cama pero era de esperarse en un humano, perdió el equilibrio y ella lo sostuvo dejándolo en la cama con ella justo a unos milímetros, diablos el fuego la consumía, su garganta, su cuerpo, no podía negar que el le gustaba, después de haberse sentido tan decaída viendo a las parejas felices era necesario, su contacto, su mirada, solo a ella.

Así que cuando el le quito un mechón de cabello de la cara, ella lo miró esperando a que hiciera algún movimiento, pero el solo la miró, esperando también, era un lucha y ella no se iba a rendir, no señor, pero el volvió a acariciar su cabello

-Me alegra que fueras real-, le susurró y ella no pensó, estampó sus labios contra los suyos con cuidado de no abrir la boca y que sus endemoniados dientes salieran, bajo a su cuello y Mike se acostó completamente en la cama sorprendido de su ataque, pero muy, muy complacido y excitado, ella desgarró su camisa y el acomodó un poco su estupida pierna inservible en esos momentos y sus manos vagaron por su blusa levantándola y quitándola, ella era hermosa, perfecta, estaba seguro que en mil años otra mujer tan excepcional si quiera lo vería, era un fracasado que en vez de la Universidad había elegido poner su propio negocio, y no había sido su idea mas genial, sus ahorros estaban por terminarse, estaba apunto de tener que volver a vivir con su padres, de todos, Bella y su matrimonio perfecto, Ángela y Ben y sus exitosas carreras universitarias, hasta Jessica y su pequeña pero mencionable participación en la televisión, el era el mas fracasado…por ello esto parecía mas una fantasía, le melena de la exquisita y mágica criatura frente a el le hizo cosquillas en el pecho mientras ella besaba su cuello y bajaba lentamente, era demasiado sus manos ya estaban en su pantalón y no, no quería que terminara aun, quería disfrutarla, así que tomó sus manos y la hizo mirarlo.

-Despacio-, pidió el y sus manos subieron por su espalda hasta su cabello y la atrajo para besarla, saboreó sus labios mientras Tanya trataba de contenerse, pero el estaba haciéndolo demasiado tortuoso, no pudo, mas abrió su boca y no hubo prisas el la probó y ella se movió con cuidado de no lastimarlo con sus dientes, después los labios de el bajaron a su cuello y sus manso quitaron el sostén y si, Tanya amó la temperatura calida de su lengua y su boca en sus pechos, era extraordinario, mordió tenuemente y ella se apretó los labios, sorprendida de esta sintiendo esto….jamás se había sentido así, se sentía desesperada por sentirlo, desesperada por que el la hiciera terminar, ese humano era mejor que muchos otros, no estaba deseoso de terminar, solo deseoso de disfrutarla

De nuevo las manos de la vampiresa fueron a su pantalón y el respingó

-Estas muy fría-, jadeó el y ella sonrió

-Caliéntame-, pidió mientras lo volvía a besar, le quito el pantalón y ella hizo lo mismo con el suyo, también despareció su ropa interior y el se adentro un poco mas a la cama maldiciendo su pierna enyesada.

-Es sexy-, bromeó Tanya y el la atrajo de nuevo, se sentó a horcadas sobre el manteniendo todo su peso sobre sus manso que sujetaban la cabecera, no quería lastimarlo, y eso la dejo contrariada, no debía importarle

La fricción de sus sexos rozándose la hizo gemir y restregarse un poco mas mientras el cerraba los ojo.

-Dios mío estas matándome-, jadeó el y ella sonrió, bueno algunas cosas nunca cambiaban y que el rogara la excitaba mucho mas

Sin embargo no pudo contenerse y mucho mas rápido de lo que era su costumbre estaba llevándolo a su interior, jadeado y deseando mas, se empezó a mover rápidamente pero de nuevo el la sostuvo con sus manos en las caderas

Le marco el ritmo y ella se deja llevar, ¡Eres una maldita debilucha!, no le importaba, por primera vez no le importaba

Se movieron ambos al unísono, encontrando sus caderas, el movió sus manos hasta su pechos y ella gimió echando su cabeza hacia atrás

-¿Por que no te mire antes?-, jadeó Mike, tratando de entender como pudo estar ciego si ya la había visto antes

-¿Importa?-, gimió Tanya y se agacho para besarlo

-No, ahora que estas aquí-, dijo el contra sus labios mientras su mano se hacia espacio entre sus cuerpo, el de Mike tenia una fina capa de sudor, el de ella perfecto

Acarició su punto más delicioso y más vibrante mientras ella se hundía hasta el fondo, Tanya se mordió la lengua mientras su orgasmo llegaba evitando lastimarlo.

El besó su cuello y respiró contra su piel, exhausto y condenadamente satisfecho

Ella se trató de levantar y Mike la detuvo estrechándola contra si

-Quédate-, pidió el y Tanya lo miró

-Repítelo-, le susurró y Mike sonrió, era un sueño, un sueño del que no quería despertar

-Quédate, por favor-, le murmuró antes de besarla, con cuidado de no lastimarlo ella se recostó a su lado y el la abrazó, Tanya se acomodó en su pecho titubeante

La calidez era algo que ella no había sentido, pero la sintió en su piel al contacto con la de el, y la sintió en su interior y aun cuando supo que el se había quedado dormido, aun así ella no se movió, no aun.

Mike se removió, no sentía el exquisito cuerpo frío amoldado al suyo…

Abrió lo ojos para verla poniéndose los vaqueros

-No te vayas-, se enderezó haciendo una mueca por la pierna

-Debo volver a casa-, dijo ella sin mirarlo, había algo adictivo en ella, algo mas, por momentos parecía peligrosa, seductora y fría pero era mucho más y no se iba ir así

-¿Puedo conocerte?-, le preguntó y ella negó

-No te convengo-, musitó Tanya sin mirarlo

-Maldición, si yo soy el de la empresa fracasada-, gruñó Mike y ella lo miró

-No sabes de lo que hablas-, le dijo ella como si luchara consigo misma

-Bien, te iras, pero antes dime como me llevaste al hospital-, le exigió, Mike se debatió si de verdad quería saber la verdad, por ella, primero muerto si se quedaba con la duda

-Te crees muy listo niño guapo…hay cosas que jamás comprenderías-, exclamo ella sonriendo airadamente

-Inténtalo-, Tanya rodeó los ojos pero no se movió

Bufó y sabiendo que era un locura fue hasta la cocina y regresó con un cuchillo el se tensó pero no dijo palabra.

Pasó el filo por su palma sin que su piel casi cual roca sufriera algún daño

-Impresionante-, fue lo único que el exclamó, estaba asustado, sorprendido, inquieto, curioso, excitado, ella era única.

-No tienes idea-, le contestó ella

-Y si te dijera que no me importa-, exclamó Mike cuando ella hizo el ademán de girase

-Deja de decir tonterías niño guapo-, le contesto ella con los ojos cerrado, ¿Por qué no se iba?

Tanya maldijo pues fue más fuerte que ella, lo encaró y su sonrisa de niño bonito en esa cara ya de adulto la derritió, demonios

-Pruébame-, retó el y Tanya maldijo de nuevo a su libido, se centró en la conversación o al menos lo intentó

-Y si te dijera si…ven conmigo a mi casa y enfréntate a lo que soy… ¿lo harías?-, le preguntó mas a broma que otra cosa

-Diría que si-, le contestó Mike

-Vivo en Alaska-, le dijo ella con una sonrisa bailando en su rostro

-Me agradan los climas fríos-, aseguró el…al diablo con todo, la había tenido una vez, y jamás la dejaría, si ella no era "normal", era extraordinaria

-No sabes con lo que juegas-, aseguró ella pero su voz era cariñosa y se acercó para besar sus labios

-¿Cuándo nos vamos?-, preguntó Mike incitándola

-Después de probarte-, aseguró ella para besarlo….Tanya sonrió, pues esa imagen de Nessie en la que ella estaba sola y triste había desaparecido, por primera vez entiendo los sacrificios y lo …que los humanos le hacían a estupidos vampiros enamorados, ella se había rendido….desde que había aceptado quedarse entre sus brazos….y disfrutó la rendición, su corazón había vuelto a la vida, el amor, cantarruneó una vocecita pero no quiso darle mucha importancia no ahora cuando saboreaba la piel de su humano…suyo, para siempre.

Tanya es uno de mis personajes favoritos, gracias por leer

Las quiero

Jazzy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...