miércoles, 24 de febrero de 2010

Llegar a ti "Oneshoot" - Jazzy W.

One Shot dedicado especialmente a Cunning Angel

Por que todos tenemos un lado dulce que no debemos olvidar

Te quiero Liss

Los personajes son de Stephenie Meyer

Llegar a ti

Miré los apuntes vagamente, pero no engañaba a nadie, no podía concentrarme, me sudaban las manos, odiaba estar tan nerviosa no había motivo, debíamos terminar este trabajo, era el ultimo estirón, pero sencillamente los nervios no me dejaban, en vez de eso cerré los ojos mientras recordaba tiempo atrás, cuando no hubiera creído llegar a estar aquí…

***

Alice me miraba sentada desde mi cama, me miré de nuevo al espejo y después a ella.

-¿Cómo me veo?-, le pregunté insegura, la ropa me había costado la mitad de mis ahorros, pero tenia que hacer un cambio de guardarropa urgente

Mi hermana rodeó los ojos, ella era tres años mayor que yo y era la primera vez que venia a casa desde que entró a la Universidad.

-Te ves hermosa Bells, lo he dicho como cien veces ya-, exclamó mientras yo desarrugaba una inexistente arruga de mi nueva blusa, me aparté el cabello de la cara, y las ondas danzaron por mis hombros, suspiré, ojala el creyera eso, ojala fueran sus palabras.

El, el ser mas perfecto que en mi vida había visto, era guapo, de hecho mas que eso, insoportablemente atractivo y además era amable aun a pesar de ser uno de los mas populares de todo el instituto, era mi primer amor, no sabia exactamente en que momento paso, solo era un hecho, cada vez que lo veía mi estomago daba un vuelco, su voz me hacia cosquillas en mi piel y cuando llegábamos a estar lo bastante cerca como para poder oler su exquisito aroma tan propio, mis manos sudaban de forma incontrolable.

-¿Crees que le guste?-, murmuré bajito y ella se levantó, tan bella como Alice era, siempre me sentía algo intimidada a su lado pero era la mejor hermana que hubiera podido desear, me sujetó de los hombros y me miró desde el espejo.

-Debe estar ciego si no le gusta, solo quiero que recuerdes que no es tu ropa lo que debe de atraerle Bella, eres tu, y aun eres mas bella por dentro que por fuera-, murmuró bajito mientras yo sonreía, si…tal vez Alice tenia razón pero no podía exponer ese punto de vista en la preparatoria, sencillamente era imposible.

Era invisible, para el, para todos, y no quería seguir así, no quería seguir compartiendo mas de dos palabras con el, anhelar que llegara la única clase que compartíamos, anhelar que por una vez me llamara por mi nombre.

Presiento que hoy será cuando me verás

Cada vez que intento estar cerca de ti te vas

Que tonta me siento cuando todo sale mal

Y no sé como explicar lo que tu me das

La semana comenzó y toda mi seguridad sobre mi "cambio" se fue a otra parte cuando pise el instituto, todos me observaban, ya no sabia si prefería ser invisible o no, no era que fuera del todo un cambio radical, solo era verme mas femenina, mas bonita…para el, secretamente cada paso que daba era para el.

El día pasó tortuosamente, la clase de Biología, mi favorita por la razón completamente distinta a la escolar dio inicio al fin, me senté nerviosamente, una chica que compartía dos clases mas conmigo elogió mi blusa y mi peinado, tomé un mechón de cabello nerviosamente sonriendo tímidamente, se despidió y esperé, mirando furtivamente el asiento a mi lado.

¿Por que se retrasaba?

Habíamos sido compañeros de clase por casi un año y nunca llegaba tarde hasta ahora.

El maestro entró y yo fruncí el ceño, cuando el Sr. Grant se disponía a comenzar el apareció por el umbral de la puerta.

Miles de mariposas inundaron mi estomago, sonreí sin ser consiente de ello, era el…Edward Cullen

¿Me miraría?

¿Notaria el cambio?

-Gracias por venir Sr. Cullen-, murmuró el profesor molesto

-Lo siento Sr. Grant-, contestó el entrando, su tono era algo cortante lo que me pareció extraño ya que el siempre era muy amable y educado, casi esperé que mi fantasía se hiciera realidad ante mis ojos, el me vería y sonreiría como siempre soñé, se sentaría a mi lado y después de preguntarme como iba mi día, me diría que me veía hermosa y me invitaría a salir.

Pero mientras yo fantaseaba el paso de largo sin mirarme y se sentó con la vista al frete, suspiré y contuve las lagrimas, el nudo insoportable en mi garganta, ¿Por qué si todos me había visto aun seguía siendo invisible para el?

Los días pasaron y mi cambio solo me recordaba lo que jamás conseguiría, Edward no había estado mas atento de mi que en lo que llevábamos de compañeros de clase, algunos chicos me había pedido salir, no había evitado sonrojarme… ¡Me había pedido salir!, pero de que importaba si el no lo hacia.

Era absurda, había mirado demasiado alto, conforme el paso de la semana, mi ropa o mi peinado pasaron a ser vieja noticia y seguí igual como siempre, ya no me agradaba mirarme al espejo pues aun con mi mejor aspecto estaba como al principio….a miles de kilómetros de el

Me he comprado ropa nueva para destacar

Tu como si no estuviera pasas sin saludar

Te he dicho como me llamo pero no hay señal

Y no dejo de pensar que hago mal

-Te lo juro-, le murmuró Jessica a Ángela mientras me sentaba junto a ellas en la mesa de la cafetería, eran lo mas cercano a un amigo en la escuela, lo se, no era suficiente, pero sin Alice en la ciudad, ni Jasper, su novio, sin ellos, me había quedado sin nadie autentico en mi vida

-No puedo creerlo, pero que caso tiene, ella ya se va-, contesto Ángela mientras yo fruncía el ceño, no lograba entender de que estaban hablado

-Pero los chicos dicen que eso le suma puntos a el, ¿me entiendes?-, ambas se miraron riéndose quedito como si hubieran dicho algo indebido, odiaba ser chismosa, pero la duda me carcomía y supuse que si ellas lo sabían ya lo sabia toda la escuela, lo que fuere era importante.

-¿Qué pasa?-, pregunté mientras Ángela me miraba.

-¿No lo sabes?-, replicó y yo negué con la cabeza

-Edward Cullen esta saliendo con una chica de último año-, aseguró Jessica haciendo una mueca mientras sentía que mi corazón caía a mis pies formando un charco frío

Nos faltaban dos años para terminar la escuela, muchos de nuestros compañeros intentaban conquistar a las de ultimo, chicas casi, casi, universitarias….era todo una hazaña.

¿Pero por que el?

Que tonta había sido, que le iba importar que yo me cambiara un poco si seguía siendo una chiquilla…una niña boba enamorada

No podía pensar, el timbre sonó anunciando la clase que por primera vez no deseaba que existiera, no quería verlo, no ahora, era capaz de quebrarme frente a el….

Caminé arrastrando mis pies, todos entraron a clase pero yo me tarde un poco mas, que importaba si el profesor me daba un reporte, no era el fin del mundo, ya no…

Tantas veces he soñado

Y otras tantas he llorado lágrimas pensando en ti

Y mintiéndome a mi misma

He creído que tenía algo más

Y no sé como acercarme a ti

A todo lo que me haces sentir

Si te veo...

Y no sé como sacar de mi

Eso que tu me haces sentir

Si te veo...

Como amar a alguien que no ve...

Doblé por el pasillo hacia el laboratorio y me paré en seco pues a unos pasos de la puerta Edward hablaba con Tanya Denali, gemí bajito, ¿era ella?… ¿Con ella estaba saliendo?

Tanya era la capitana de porristas, hermosa, inteligente, amable, simpática, y la lista seguía y seguía…eran el uno para el otro, cerré los ojos y respiré antes de entrar lo mas rápido posible al salón.

-Siéntese Srita Swan llega justo-, murmuró el Sr. Grant en tono serio, Edward entró después de mi y se sentó mientras el profesor negaba con al cabeza.

-Será mejor que deje las distracciones para otra clase Sr. Cullen-, murmuró mientras Edward asentía.

No, no iba a llorar, solo quería que la clase terminara e irme a casa

Pero los minutos parecían eternos, traté de mirar al frente toda la insoportable hora, de no mover ni un músculo, y por fin cuando el timbre sonó y todos empezaron a salir recogí mis libros como alma que lleva e diablo y salí, gracias a dios habían suspendido las clases en el gimnasio, comencé a caminar hacia la salida, me esperaban seis cuadras de caminata hasta mi casa…ahí podría desahogarme

-Bella-, la voz parecía una maldición….su voz

-Bella-, repitió pero ahora más cerca….su mano me tocó tenuemente el hombro y jadeé

Edward estaba frente a mi con el viento despeinando su cabello, mi corazón pareció poder salir de mi pecho y mi cara parecía arder… ¡Mi nombre en sus labios!, tonta, recuerda que hablaba con Tanya, tal vez sale con ella.

-Lo siento no quería asustarte-, comenzó nervioso…o eso parecía

-Te olvidaste de este-, me tendió mi cuaderno de apuntes, asentí agradeciendo pero no fui capaz de formular palabra…solo estaba regresándome mi cuaderno…solo eso…ahora si mi ojos picaron y la sensación fue insoportable, la vidriosidad fue visible tanto para mi como para el.

-¿Qué tienes?-, preguntó extrañado mirándome

-Nada-, le contesté limpiándome los ojos tenuemente.

-Si te puedo ayudar en algo…-, comenzó pero yo negué frenética, la mayor conversación con el que tendría quizás en toda mi vida y solo quería escapar…

-Déjalo no es nada-, le dije y comencé a caminar de nuevo tomando mi cuaderno.

-Lo siento no quería ser una molestia-, murmuró cerrando los puños…una molestia no, una aguja en mi corazón, negué pero no pude decirla nada, desmentirle o gritarle que se fuera con Tanya y me dejara en paz...

Tuve dos días antes que la clase de Biología volviera a repetirse, todos en el instituto seguían especulando acerca de Tanya y Edward, que perfecta pareja, comentaban…

Quería mis ahorros de vuelta

Quería no ser invisible

Quería que Edward no estuviera tan lejano que fuera imposible llegar a su lado

Quería ser Tanya…

Pero sobre todo quería no haberme enamorado.

El primer amor era para mí un amargo sabor de boca

Suspiré algo aliviada pues el no había llegado, pero me detuve en seco al mirar en mi lugar una rosa roja sobre un inmaculado papel blanco…. ¡en mi lugar!

Caminé titubeante hasta llegar y poder alcanzarlos con mis manos, la flor era delicada y hermosa, la acerqué a mi nariz mientras tomaba la nota, la desdoblé y leí para mí

Una flor jamás debería querer cambiar el color de sus pétalos, aunque el nuevo color sea hermoso, ya es única tal cual es, mucho menos derramar algún delicado botón, jamás debería llorar…

Lo leí mas veces de las que puedo recordar…mi garganta se cerró y me los acerqué al pecho suspirando.

-Esta hermosa…-, exclamó una compañera de clase mirando la rosa, asentí con una sonrisa deslumbrante pues solo yo conocía el final de la nota…

Atte. Edward Cullen

Salí del salón sin pensarlo, tenia que buscarlo y agradecerle y…no sabia muy bien que hacer solo quería verlo, solo eso…

Pero al inicio del estacionamiento el estaba abrazando a Tanya, parecía entusiasmado…me paré en seco y el sube y baja de las sensaciones a mi cuerpo me parecieron insoportables, apreté los puños y odié las lagrimas mientras que pasaba de largo, como siempre invisible… ¿o no?

-Bella…-, lo oí gritarme, no, debía estar imaginándomelo

-Bella-, gritó más cerca mientras ya estaba a mitad del aparcamiento

-Bella….por favor -, me tiró del brazo y me detuve

-¿Necesitas algo?-, le dije sin mirarlo

-¿Leíste mi nota?-, preguntó inquieto

-Si, gracias, aunque no tenias que hacerlo prácticamente no nos conocemos-, le recordé mientras el daba un paso hacia mi….mi estomago voló….mi cuerpo aun no entendía que el solo estaba siendo gentil

-Bella-, llamó de nuevo pero no lo miré

-Bien si no quieres hablarme solo dime lo que tanto te molesta de mi-, espectó mientras yo levantaba la mirada incrédula… ¿molestarme de el?

-No te entiendo-, le respondí confusa

-Es que ya no puedo soportarlo, Tanya dijo que esto funcionaria, tal vez no…-, pareció hablar consigo mismo sin detenerse

-Lo siento Edward no se de que estas hablando, y no conozco a tu novia-, le dije mientras ahora era él el del ceño fruncido

-Es eso-, murmuró casi aliviado

-Tanya no es mi novia, es hermana de Rosalie la novia de Emmett, mi hermano mayor-, fruncí el ceño perdida entre tantos nombres

-Bella yo…-, se acercó y mi corazón volvió a la vida como loco

-¿No sales con Tanya?-, lo interrumpí mientras el sonreía negando

-Solo son rumores….-, comenzó, se acercó y yo contuve el aire

-Solo hay alguien con quien me gustaría salir-, dijo bajando la mirada, Edward Cullen estaba frente a mi temeroso y perfecto

-¿Quién?-, dije sin voz…

-¿No lo sabes?…. Bella, se que jamás te dije nada pero creí que no te interesaría salir conmigo, nunca fuiste muy efusiva, y luego llegaste hace días tan cambiada, creí que estarías con alguien y eso solo…Tanya me descubrió cuando te escribía una carta que no lograba pasar de las dos líneas…se ofreció a ayudarme-, el seguía y seguía y creí que no terminaría nunca, hablaba rápidamente pero lo suficientemente claro para escuchar, para que mis pies se movieran, me acerqué y sin pensarlo estampé mis labios con los suyos, ambos nos quedamos paralizados….mi primer beso…no me moví, siquiera respiré, el poco a poco junto un poco mas su cuerpo y se separó respirando para volver a unir suavemente nuestros labios, estaban fríos pero era la sensación mas extraordinaria de mi vida, me separé y lo mire y volvió a juntar nuestros labios, mientras comenzaba reír

-Te quiero Bella-, me dijo bajito y en ese instante creí en los sueños…el mío se había vuelto realidad

Creo que hoy me has mirado casi sin querer

Me he quedado sin aliento y eso no puede ser

Hoy me invitas a tu lado por primera vez

En tus ojos puedo ver que esto puedo ser

***

Esos mismos labios fríos me devolvieron a la realidad mientras mi novio besaba mi mejilla, habían pasado algunos meses de ese día y yo aun me pellizcaba de vez en vez esperado despertar

Miré a Edward y el sonrió separándose tenuemente, había apartado las libretas pero no presté mucha atención, aun mi piel sentía el cosquilleo de sus labios, ansiaba volver a sentirlo, así que me acerqué y el me recibió con los brazos abiertos mientras aun sentados nos besábamos tenuemente….pero yo quería un poco mas…un poquito más

Tantas veces he soñado

Y otras tantas he llorado lágrimas pensando en ti

Y ahora creo que no miento

Pienso que llegó el momento para mi

Y ya sé como llegar a ti

Como enseñar mi corazón

Mis deseos...

Y ya sé lo que sientes por mi

Y no me cansaré de oír que me quieres

Ahora amar es algo de los dos...

No estaba pensado, solo sintiendo, sus labios suaves abriendo los míos hasta que la sensación provocó que exhalara aire de forma involuntaria…su lengua rozó mis labios y yo suspiré…se separó a regañadientes y lo miré

-Lo siento-, musitó, cada vez se hacia mas difícil saber si quería que se detuviera…la verdad era que el enamoramiento por Edward Cullen se había convertido en un amor profundo que sabia no desaparecía, a mis 17 años esta totalmente enamorada de el, para siempre y sabia que era correspondida por que aunque pareciera increíble el me amaba de la misma forma, así que de nuevo no pensé y me acerqué , el abrió sus labios ahora y mis labios y lengua pudieron acariciar su boca…me acercó mas mientras me levantaba un poco de la silla en el escritorio de su habitación, estábamos en su casa terminando el proyecto final de Biología, y desde que había comentado que la casa estaba solo para nosotros un extraño, desconocido hasta hace poco y placentero temblor se alojó en mi vientre…

Mis manos recorrieron la tela de su camisa hasta los botones mientras el me acercaba mas, una de sus manos se colocó en mi cuello y la otra en mi cintura.

Iba por el tercer botón inmersa en las sensación de tocar su lengua con la mía cuando el se detuvo.

-Yo…-, trató de hablar pero solo lo miré, ya habíamos hablado de ello…ambos estamos por primera vez viviendo el amor y después de haberlo esperado tanto solo quería sentirlo así junto a mi.

El se acercó titubéate, encontrando en mis ojos la respuesta a su pregunta, pero aun temeroso, no fue a mis labios, besó mi cuello suavemente mientras se me ponía la piel de gallina, mis manos se quedaron quietas en su pecho pero cuando su lengua tocó mi piel un estremecimiento me recorrió todo el cuerpo, cerré los ojos y me lamí los labios mientras el los buscaba, nos besamos como no lo habíamos hecho casi nada…ninguno cuidaba los movimientos y eso solo me hizo sentir mas…desesperada, mi estomago parecía un santuario de mariposas y mas abajo un campo de minas, terminé con los botones de su camisa y titubeante toque su piel del abdomen, el se estremeció haciéndome sonreír…

-Bella-, murmuró y bajó hasta mi cuello y mas abajo hasta besar mi hombro por sobre la tela de la blusa…metió sus manos que estaban algo frías por debajo de esta y mi piel respingó, pero su tacto no era frío…no en el sentido congelante me sentía que quemaba y era bueno, yo quería quemarme, era un extraña sensación

Yo también besé su cuello y su piel, olía exquisito, me abracé con fuerza mientras el llevaba sus manos hasta el inicio de mis pechos, me latió la cara de lo sonrojada que estaba pero fue mucho mas excesivo cuando sus palmas rodaron mis pezones…iba hacer el amor con el, había llegado hasta el y ahora seriamos uno

Se separó tenuemente y se levantó de la silla, tomó mi mano y me levanté, caminamos sin mirarnos hasta su cama y el tomó mi rostro para encararlo.

Yo solo asentí, -Te quiero-, le dije y el sonrió como la primera vez que lo vi, creyéndolo tan inalcanzable

El me apretó de nuevo contra el en un abrazo que no era abrazo precisamente, besó mis labios, mi cuello deteniéndose como si se quisiera grabar el perfume de mi piel, levantó mi blusa y lo ayudé a quitármela, miró mi sujetador y bajé la mirada.

Sus dedos temblaban y me hizo sonreír, el era absolutamente hermoso, perfecto y cariñoso en estos momentos

Bajó mis tirantes acariciándome la piel de los brazos mientras yo terminaba de quitarle la camisa

Así el lentamente descubrió mis pechos, el sostén cayó de mi cuerpo y el miró fijamente mi semi desnudez

-Eres hermosa-, musitó mas para si mientras me volvía a besar, estaba vez recostándome en la cama, si, era divino sentirlo así, y su piel hacia que mis pezones se tensaran…yo solo quería abrazarlo y que el se moviera suavemente sobre mi, aunque sabia que había mas, su erección era un recordatorio que para mi sorpresa anhelaba

Le acaricié la espada y el bajó lentamente hasta el inicio de mis pechos besando mas y mas despacio hasta que su lengua tocó ese punto sensible, dejé escapar un gemido mientras el seguía y seguía

Se levantó un poco para quitarme el pantalón y la ropa interior, acarició mi piel furtivamente mientras el hacia lo propio con sus prendas, aun con sus boxer lo miré buscar en el buró de la cama y sacó un condón, mi respiración se aceleró, pero no era nerviosismo… era expectación

Se quito los boxer y yo bebí su imagen de nuevo sintiendo mi cara arder….se recostó sobre mi, su piel contra la mía se sentía como chispas de electricidad, me moví y el se movió, la fricción de nuestros cuerpos me gustaba, me hacia sentir poderosa, el enterró la cara en mi cuello y una de sus manos acariciaron mis pechos nuevamente mientras mis piernas casi con vida propia se abrían para que el se colocara…me miró y apretó fuerte su agarré a mi cuerpo mientras lograba sentirlo, lo abracé mientras el entraba, se sentía tan diferente a todo, tan único, eran muchas sensaciones juntas, lo extraño y desconocido contra lo anhelante y placentero, me tensé, lo sentí mientras el recorría cada tramo de mi piel, mi cuerpo respondió ante las sensaciones y el se detuvo respirando contra mi piel….-Edward-, jadeé y el murmuró mi nombre entre dientes y se enterró en mi, eché la cabeza hacia atrás y el volvió a salir y a entrar…me revolví de nuevo contra su cuerpo y esta vez la sensación del temblor me dejó sin habla conforme el se movía…mi cuerpo se preparaba…estaba a punto a punto…el se comenzó a mover mas rápido y mas y mas

Se tensó por completo mientras yo lo abrazaba, gimió contra mi piel, el había llegado a su orgasmo y sonreí mientras el se quedaba quieto, lentamente salió de mi y yo aun sentí esas cosquillitas, quería de nuevo sentir la sensación

-Lo siento-, se disculpó sin mirarme, apenado por haber terminado y yo no

-Siempre podemos volverlo a intentar-, le dije en broma y en serio, a decir verdad y el me miró, negó con la cabeza sonriendo y se acostó a mi lado.

-Te quiero-, me susurró

-Jamás me cansaré de escucharlo, por que eso me recuerda que los milagros existen-, rodeó los ojos y me besó, llegué hasta el de nuevo y ahora si morimos inmersos en la sensaciones juntos.

Y sintiendo en cada brazo

El amor tan esperado que soñé tiempo atrás

Pero ocurren los milagros

Y te siento aquí a mi lado de verdad

Y ya sé lo que sientes por mi

Y no me cansaré de oír que me quieres

Ahora amar es algo de los dos...

Algo de los dos, Chenoa

Las quiero

Jazzy

1 comentario:

  1. Wiiiiiiiiiiiiiiiii!! que Os..... mi Jazzy que cooosas se t e pasan por la mente ... me gusta muuucho cada letra que escribes!!!

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...