sábado, 13 de febrero de 2010

Lazos Prohibidos "Libro 2, cap 3" - Naty Celeste



Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es mía :D

Summary: Los licántropos encontraron formas de infectar a los humanos, pero los vampiros no se dejarán vencer en número. Una guerra atormenta al mundo cuando los dos bandos se enfrentan en una batalla sin fin. Todos deben elegir, o la elección será tomada por ellos. ¿Puede el amor de Jake y Nessie enfrentarse a cualquier cosa?


Segundo Libro: Jake’s POV
Capítulo 3: Que bueno ¡Un maldito fenómeno inmortal!

Comencé a revivir todo lo que había sufrido en la ausencia de Ness. Intenté mantener el dolor al mínimo, ahorrarle el malestar que parecía matarme, pero podía sentirla en mi cabeza, atenta a todo lo que pensaba. Intenté luchar contra mis propios recuerdos, pero sabía que no podía ocultarle nada, todo lo que tramara lo escucharía. Así que sólo me dejé llevar y me transporté a lo primero que recordaba después de la última vez que la había visto. De pronto era como si estuviera ahí. Volviendo a vivir todo, y aunque ya sabía todo lo que iba a pasar, no podía hacer nada para cambiarlo. Mi cuerpo se movía sin que pudiera evitar repetir lo mismo que la última vez.

Una punzada me atravesó la cabeza y me sentí en las nubes por un momento. Apreté los ojos con fuerza, intentando despertar al lado de Ness, pero algo me decía que no era así. No sabía nada más, pero estaba bastante seguro de que no me convenía despertar. Me llevé las manos a la cara para cubrirme los ojos.

- Oye, lo siento, pero no puedes seguir así, muchacho –abrí los ojos en contra de mi voluntad y seguí el sonido de la voz que me hablaba- ¡Señales de vida, no puedo creerlo! –soltó con tono irónico. Me incorporé y miré a mí alrededor.

- ¿Dónde estoy? –pregunté restregándome la cara y la cabeza con las manos.

- En el hospital –intenté recordar cómo había llegado ahí, pero nada me venía a la mente. Hice memoria, pero no podía distinguir si lo que recordaba había pasado en realidad o si solo se trataba de pesadillas.- ¿Recuerdas cómo te llamas?

- ¿Qué? –intenté recordar algo coherente. Quizás me había caído y tenía una contusión, o algo así.

- ¡Hey! ¿lo recuerdas? –insistió.

- Oh, si… Jake. ¿Qué sucedió?

- Soy Sam –ignoró mi pregunta extendiendo su mano para saludarme, pero sólo me lo quedé mirando, esperando algún tipo de explicación.

- Cuando te encontramos ya habías perdido demasiada sangre, pero el vampiro no te había mordido, así que aún podíamos salvarte –hizo una pausa y yo me senté en la camilla para mirarlo de frente. Dudaba que hubiera escuchado bien lo que decía. Suspiró profundamente antes de seguir-. Créeme que lo siento, normalmente sólo reclutamos gente por voluntad propia, pero con un levantamiento de esas dimensiones, no tuvimos opción.

- ¿Reclutamos? ¿De qué estás hablando? –me miró por un segundo.

- ¿Recuerdas lo que sucedió? ¿Los vampiros? ¿Los lobos? Embry dice que estabas escapando.

- ¿Embry? –Repetí poniéndome de pie- ¿Está bien? ¿Dónde está?

Comencé a creer en lo que me decía. Más y más recuerdos me venían a la mente mientras los minutos pasaban.

- Él está bien, no te preocupes.

- ¿Y Ness? ¿Dónde está Ness? –le pregunté comenzando a desesperarme por la idea de que
todo hubiera sido cierto.

- ¿La chica que te acompañaba? –Asentí con la cabeza mientras miraba el cuarto buscándola. Quizás la habían llevado al hospital, y estaba en algún lugar del edificio-. De verdad lo siento, Jake.

- ¿Qué? –me desesperé. No lo creería. No lo creería hasta que lo dijera.

- Los vampiros se la llevaron, no pudimos hacer nada para evitarlo –contestó en voz baja.

- Tengo que ir a buscarla. Tengo que salir ¿A dónde se la llevaron? –me puse de pie y comencé a buscar mi ropa sin dejar de hablar- Debo irme, gracias por curarme –agregué dirigiéndome a la puerta.

- Jake –me llamó con voz muy autoritaria. Volteé la cabeza con las manos aún apoyadas en los picaportes de la puerta de doble entrada. Sólo me miró negando con la cabeza.

- No. –Solté con la voz ahogada.

- Lo siento, pero a estas alturas ya la deben haber matado, Jake.

- No. –Repetí. Nada parecía tener sentido. No era posible. Ness no podía estar… Caí al piso cuando una punzada de dolor me atravesó el estómago y mi cuerpo entero comenzó a temblar. Todo a mí alrededor se distorsionaba y daba vueltas. Apoyé una mano en el piso, buscando algo de equilibrio.

- Respira, chico. Cálmate –no podía hacerle caso. Un fuego que no conocía me quemaba el estómago y parecía volverme cenizas. Bajé la cabeza para asegurarme de que el piso seguía en su lugar, y creí haberme vuelto loco. Mi mano había cambiado… parecía una… ¿pata? Miré al tipo buscando alguna clase de explicación, pero se había marchado. En su lugar se erguía un enorme lobo, idéntico a los de la otra noche.

Di un paso atrás y choqué con la puerta. Moverme me resultaba increíblemente extraño. “Cálmate, soy yo” ¿Cómo rayos- “Eres un lobo, Jake” escuché de nuevo en mi cabeza, y de pronto miles de voces comenzaron a aturdirme. Quise gritar, pero todo lo que salió de mi boca fue algo parecido al llanto de un perro. “¿Jake?” –reconocí la voz de Embry entre el tumulto de voces. “Rayos, maldita sea, Jake despertó. Jared, cúbreme, debo irme” Escuché una a una las respuestas de otras personas, que se mezclaron entre sí hasta que la cabeza comenzó a darme vueltas. Y luego intenté centrar mi atención en el tipo, o lobo, o cosa rara que estaba conmigo “Sam. Mi nombre es Sam” me corrigió calmado. Quise hablarle, aunque no estaba seguro de cómo. ¿Por qué- no entiendo, no se- ¡Embry!, lo llamé. “Tranquilízate hermano, ya voy, estoy en camino” noté en mi cabeza como aceleraba el paso.

Sólo podía pensar en una cosa, tenía que averiguar si era cierto. Em… Nessie… “¡Maldición! Sam le dijo que estaba muerta” “¡Embry!” lo reprendió Sam mientras yo soltaba algo que sonaba como un aullido, quería gritar, y eso era todo lo que mi garganta podía soltar. No entendía qué demonios sucedía. Sólo quería silenciar las voces. Quería que se callaran. Esto no era real. No podía ser cierto, o eso me repetía a mi mismo. “Me temo que lo es, Jake” me dijo Sam, que todavía parecía realmente calmado. Quiero salir, no quiero esto –me esforcé por pensar algo coherente-. Quiero volver. ¡Quiero salir! Me desesperé y comenzó a faltarme el aire.

“Concéntrate. Concéntrate en transformarte. Mantén la calma. Respira” me explicó Sam. “No lo logrará tan pronto, Sam, que no lo intente” replicó Embry y yo volví a perder el control. “Cállate Embry. Relájate, Jake, respira…”. Así lo hice. Respiré profundamente y me concentré en volver. Antes de que las voces en mi cabeza lograran enloquecerme, era humano de nuevo. Caí al piso de rodillas llorando en voz alta sin poder evitarlo.

- Respira –me repitió Sam. Sentí cómo me apoyaba una mano en el hombro, pero me sacudí para quitarla.

- ¿Qué es esto? ¿Qué soy? –le grité.

- Un licántropo –contestó en tono serio.

- ¡Jake! –Embry entró corriendo a la habitación y se arrodilló en el piso para abrazarme. Siempre había sido mi mejor amigo. Lo consideraba mi hermano. Lloré en su hombro como si tuviera cinco años. La última imagen que me venía a la cabeza antes de que todo se tornara negro, era la del horrible vampiro que nos perseguía. Lo recordaba tomándome del brazo con fuerza, y luego sólo recordaba dolor.

- ¿Es cierto? ¿Ness? ¿Ellos la…? –no pude terminar la frase. Asintió con la cabeza.

- Lo siento tanto, hermano –Em volvió a abrazarme con fuerza. Después de un rato me soltó y noté que Sam se había marchado. Me puse de pie, pero solo pude dar un paso antes de caer de nuevo. Había algo malo con la forma en que me movía.

- Estás débil –me explicó-. Ven –Embry pasó por debajo de mi brazo y se puso de pie sin esfuerzo para ayudarme a llegar a la camilla. Apoyé todo mi peso en él, seguro de que mis piernas no reaccionarían como era debido-. No has comido en más de una semana –me explicó. Ignoré el comentario mientras él me devolvía a la camilla y luego comenzaba a buscar algo en el gabinete de medicamentos de la esquina del cuarto. Sacó un paquete de carne seca y me lo dio. Lo hice a un lado cuando lo apoyó sobre mi regazo.

- No entiendo que sucede, Em.

- Come algo, hombre. No te vez nada bien.

- Me importa un cuerno como me veo. Dime que rayos está pasando –creo que le grité, pero no me importaba a quién carajos le gritara, con tal de que alguien me explicara que demonios estaba sucediendo. Embry suspiró antes de hablar.

- Hace casi dos semanas ¿recuerdas lo que pasó? –Asentí con la cabeza-. Eran vampiros, Jake. Vampiros reales. Hay una guerra entre ellos y nosotros.

- ¿“Nosotros”?

- Lobos. Licántropos –explicó-. Los chicos nos encontraron a ambos medio muertos, así que nos transformaron para salvarnos.

- ¿¡“Salvarnos”!? –repetí con tono irónico y elevando la voz-. Embry, se llevaron a Nessie ¿crees que quería ser
salvado?

- Hubieras muerto, Jake –contestó en un susurro. Mis manos empezaron a temblar de nuevo y Embry tomó el paquete de carne y lo hizo chocar contra mí con fuerza. Casi escuché el sonido a vacío de mi pecho-. Come. Tienes que controlarlo y el hambre no ayuda. Créeme.

Hice lo que me decía de muy mala gana, sólo para que siguiera explicándome lo que sucedía. Siguió hablando cuando metí el segundo trozo de carne en mi boca.

- Bueno, la cuestión es que nos trajeron aquí para que nos recuperáramos. Yo desperté unos tres o cuatro días después del levantamiento, pero tú sólo no despertabas…

De pronto la voz de Embry se hizo más lejana, y la luz me pareció más brillante de lo normal. Pestañeé un par de veces, buscando que mis ojos se adaptaran. Estaba de nuevo con Ness, en el piso de la iglesia. Sentí que me faltaba el aire y me incorporé para recuperarlo. Me costaba respirar normalmente. Busqué a mi lado para encontrar a Ness recostada sobre su costado y con el codo apoyado en el suelo y la cabeza descansando en su mano. Me tranquilicé en cuanto la vi, aunque su expresión era de tristeza.

- Lo siento tanto… -susurró y me di cuenta de que me había alterado como si hubiera vivido todo de nuevo. Ahora me sentía como si acabara de despertar de una horrible pesadilla. Suspiré y me encogí de hombros, intentando restarle importancia- ¿Luego qué pasó? –me preguntó, y volví a acostarme a su lado, mirando al techo. Apoyó su cabeza en mi pecho y sentí que mis pulmones volvían a parecer llenos.

- Embry me explicó lo que éramos y el por qué. Me contó que podíamos transformar a los humanos mordiéndolos, lo cual me parece bastante irónico, considerando que perseguimos a los vampiros, en parte, por hacer eso mismo.

- Es diferente –murmuró en voz baja, moviendo su mano hasta mi corazón-. Tú todavía eres humano… -le sonreí y le acaricié la espalda suavemente de arriba a abajo.

- Tú también lo eres –repliqué.

- Sabes a qué me refiero.

- Bueno, aunque no lo soy del todo –comenté-. Cuando me calmé, Embry me explicó lo que podíamos hacer. Además de transformarme y lo de la mente colectiva, me explicó que no envejecemos, al menos no mientras sigamos convirtiéndonos en lobos.

- ¿En serio? ¿No envejeces? –me preguntó tocándome el rostro.

- Na-ah –negué con la cabeza y le sonreí- ¿Por qué? ¿me ves distinto? –le pregunté a modo de broma.

- En realidad sí, más maduro, más… -dudó un segundo- desarrollado.

Me reí por el comentario. La forma de decirlo sonaba bastante rara, pero era cierto.

- Eso es porque al transformarnos, maduramos rápidamente para alcanzar el punto en el que el cuerpo está en su mejor estado físico.

- ¿“Maduramos”? –preguntó riéndose a modo de broma.

- Físicamente, por lo menos –contesté riendo, siguiéndole el juego.

- Ahh… eso lo explica todo –comentó con un fingido tono de descubrimiento. Le saqué la lengua como solía hacerlo cuando éramos pequeños y luego me uní a sus risas. Tardamos un rato en calmarnos, y luego nos quedamos unos minutos en silencio. Parecía estar pensando muy seriamente en algo, y luego de un rato finalmente puso en palabras lo que parecía preocuparle.

- ¿Es tan malo? –me preguntó. La miré con intención, sin saber de qué hablaba exactamente- Me refiero a convertirte en lobo.

- Ah. –Dudé unos segundos, considerándolo realmente. Nunca lo había pensado como en términos de “bueno” o “malo”- No estoy seguro. A veces siento que m volveré loco escuchando a todo el mundo en mi cabeza, notando cómo se quejan por mis pensamientos.

- ¿“Quejan”? –me interrumpió, y yo fruncí el ceño. No debí haber dicho eso. Me quedé callado un segundo, intentando ponerlo de una forma no muy dolorosa. Cuando finalmente hablé, mi voz salió casi sin sonido, dudando a cada instante.

- No he estado… de muy buen ánimo últimamente –me miró y apoyó una mano en mi rostro para hacer que la mirara.

- ¿Qué tan mal llegaste a estar? –esa frase me hizo divagar en mis múltiples intentos de quitarme la vida, o los de provocar a los vampiros al punto de convertirlos en máquinas asesinas irracionales y descuidadas. Había perdido la cuenta de las formas que había probado. Los cuchillos no servían, tampoco los excesos de medicamentos ni el arma que había encontrado en el cobertizo de una vieja casa.

También se me atravesó la vez que intenté pedirle a Sam que me matara, y la que intenté provocar a Paul para que reaccionara de forma más violenta que la habitual.

Sólo me di cuenta de que Ness estaba escuchando mis pensamientos cuando su expresión se desfiguró en una mueca de dolor y sufrimiento desmedidos. Tomé su mano de mi rostro de inmediato y la saqué de él, impidiendo que las imágenes que me pasaban por la mente llegaran a la suya. No necesitaba ver la vez que intenté tirarme de la azotea del edificio. Eso no había resultado nada lindo.

- También tiene sus cosas buenas –ofrecí a modo de distracción. Intentó cambiar su expresión, pero la leve sonrisa que logró esbozar no llegó ni por asomo a mostrarse en sus ojos chocolate.

- Bueno, la velocidad es estupenda. Y cuando no hay casi nadie en fase, puedes divagar en tu mente sin que nadie te moleste. Y hay una conexión especial con todo lo que te rodea, como si a través de tus sentidos, pudieras entender todo lo que hay en el bosque. La razón de todo, y también su propósito. Hay una sensación de… poder, que te inunda al transformarte –hice una pausa-. Bueno, una vez que te acostumbras a las patas y la cola –agregué a modo de broma. Eso pareció tranquilizarla un poco más, ya que su sonrisa fue un poco más sincera.

Le di un beso en los labios y me alejé para seguir hablando. Me miraba con atención, como si estuviera sumergida en lo que decía.

- También nos curamos rápido –le conté-. Me refiero a muy rápido. En segundos. Sirve mucho en las batallas. Si te golpean o te lastiman, puedes volver a levantarte en cuestión de un momento. Es bastante extraño. ¿Quieres ver? –le pregunté comenzando a buscar a mí alrededor algo con filo.

- ¿Qué? ¡No! –contestó bastante alarmada e incorporándose de repente. Abrí los ojos mirándola preocupado por su reacción.

- Ok, de acuerdo, no lo haré, relájate, ¿qué te sucede?

- No puedes… lastimarte –soltó después de dudar un segundo.

- Oh… -fue todo lo que salió de mi boca cuando lo entendí.

- La sangre… -murmuró- no lo soportaría –explicó.

Me di cuenta de que ni siquiera se me había ocurrido preguntar sobre su dieta.

- Ness… tú… ¿tú comes…? –me trabé con mi propia lengua y no pude continuar. Mi Ness quitó las manos de su rostro para mirarme. Tragué en seco- ¿Bebes sangre? –le pregunté como pude y en voz baja.

- Sí –me contestó.

Contemplé la idea por un momento. Sin duda era un problema, pero a fin de cuentas, no cambiaba nada. La amaba hiciera lo que hiciera, fuera lo que fuera y pasara lo que pasara. Asentí con la cabeza lentamente y forcé una sonrisa para que supiera que estaría con ella de cualquier forma.

- Nunca he matado a nadie, si eso es a lo que te refieres –la miré confundido-. Bebo sangre de animales –explicó.

- Oh, eso es… más humano –contesté sin estar seguro de qué decir.

Luego nos quedamos callados por un largo rato. Veía el Sol cambiar de posición en el cielo por la luz que entraba por los ventanales de colores y figuras religiosas.

- Me pregunto qué hora será –dije un poco distraído, trazando figuras con las yemas de mis dedos por su espalda. Ella se incorporó para alcanzar su pantalón. Sacó un reloj dorado del bolsillo.

- Las… -lo abrió- tres de la tarde –anunció mirándolo. Y luego se volvió para encontrar sus ojos con los míos. Adoré el temblor que me recorrió cuando lo hizo. Jamás me cansaría de sentirlo. Creo que la amaba incluso más que antes, si es que era posible.- Me parece que debemos irnos –dijo muy decidida.

- ¿“Deberíamos”? –repetí.

- Sí. Cambié de opinión. Quiero irme contigo.

- Pero ¿qué hay del veneno?

- Ya pensaremos en algo, no te preocupes por eso.

- ¿Qué no me preocupe? Nessie-

- Sí. Que no te preocupes. Tenemos una semana. Luego volveremos, será lo mismo volver ahora que luego. Nadie sabe donde estamos.

- ¿Crees que sólo te dejaré morir? –le pregunté levantando el tono de mi voz.

- No te estoy pidiendo que me dejes morir, Jake. Te estoy pidiendo que me hagas feliz, que pasemos juntos el tiempo que tenemos antes de regresar –hizo una pausa y se acercó, mirándome a los ojos-. Cuando regrese, no estoy segura si podré volver a salir –eso fue un golpe bajo. Las opciones que me planteaban eran perderla ahora o amarla por una semana y perderla luego.

Sentí el enorme nudo en mi garganta y cerré los ojos con fuerza, buscando otra opción, cualquiera que no significara perderla. Me llevé las manos a la cabeza, alejándome y cubriéndome el rostro.

- Nessie, por favor, no me hagas esto –le supliqué.

- Déjame ponerlo de esta manera: -dijo quitando su mano de mi pecho y poniéndose de pie.- Nadie sabe dónde estamos. Nadie sabe a dónde podríamos ir. Yo me escaparé. Ya no quiero volver hoy. Quiero pasar tiempo contigo y pretender que todo este infierno no está sucediendo. Y te necesito a ti para hacer eso. Por que esté donde esté, es un infierno si no estás conmigo. Me puse de pie y me acerqué para abrazarla.

- ¿Sabes lo que esto significa? –quizás cuando sí quisiera volver, no lo permitirían. Asintió con la cabeza contra mi pecho- ¿Es lo que quieres? –le pregunté apretándola un poco más en mis brazos.

- Sí –contestó con seguridad, con su boca apoyada contra mi hombro. Suspiré profundamente y cerré los ojos un momento.

- De acuerdo –accedí-. Una semana. Es todo lo que tenemos. –se separó de mí para mirarme a los ojos.

- Gracias –susurró apoyando su frente en la mía.

- Te amo –le dije con toda la verdad de mi corazón. Sonrió y cerro los ojos.

- Yo también te amo. Para siempre.

- Pase lo que pase –concluí intentando controlarme y no hacerle ver lo mucho que me dolía su decisión, lo mucho que me aterraba todo esto.

Comenzamos a vestirnos después de un rato. Eran poco más de las cuatro de la tarde y no teníamos tiempo que perder. Ya nos habíamos quedado en un solo lugar mucho más de lo conveniente. Busqué algo de comida en el sótano. Habían quedado alunas sobras de la estadía de las manadas. Revolviendo entre las cajas encontré un viejo mapa de la península. Ambos nos sentamos a discutir a dónde debíamos ir. Acordamos dirigirnos al norte lo más posible, basados en la información de los ataques que había llegado a la manada. La gran mayoría había ido surgiendo en el Sur, así que el Norte era la opción más segura. Y si no había tantos ataques de vampiros, no habría tantos lobos. Estábamos juntos, y nos enfrentaríamos a cualquier cosa mientras lo estuviéramos.

Me quedé estudiando el mapa mientras Ness revolvía los armarios buscando algo que nos fuera útil. Volvió con una mochila, algo de ropa, una botella de plástico llena de agua y una brújula. Le dije que la brújula no era necesaria, pero de todos modos la guardó. La puso en el bolsillo de su pantalón y luego me sacó la lengua. Me reí y puse los ojos en blanco.

- Ya marqué la ruta –le dije levantándome del piso. Me había tirado sobre mi estómago, apoyándome sobre mis codos.

- Me parece bien –comentó mirándolo. La línea era casi recta al Norte, hacia el pueblo más cercano. No aparecía en el mapa, pero ambos sabíamos que estaba ahí. Nessie me pasó una mano por la espalda en un gesto de cariño y yo la abracé con un solo brazo mientras tomaba la mochila de sus manos y le daba un beso en la parte de arriba de la cabeza.

- Ya verás que todo estará bien –intentó tranquilizarme, probablemente oyendo el latido acelerado de mi corazón.

- Mientras estemos juntos –contesté cerrando los ojos. Se puso en puntas de pie para besarme y la mochila cayó al piso cuando enredé mis manos en su cintura para apretarla contra mí.

8 comentarios:

  1. iuuuuuuu!!
    pero que buen capi...
    Ohhh!
    Se van a escapar juntitos, que bonito...
    Ufas, los recuerdos de Jake... que JUUUERTE! :(
    pero ya estan juntitos, vaya Naty, si qu enos haces sufrir... ;(
    Un Besote Naty ^^!"

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  2. Mii Naty que capitulo .. ya sabes que amo esta historia... y moleste mucho por este reencuentro .. ansio leerte ... si asi es... porque ocho dias son una eternidad y mi emnte maquina muchas cosas en esta historia ...
    me encanta .. como va el ritmo del fic
    miles d ebeso mi linda Naty

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  3. Que buen cap! q bueno q hayas contado un poco lo q vivio Jake..porque yo keria saber como habian sido las cosas y como se habia sentido... Me encanto.. y me encanta esta pareja,,esta relacion,, que se rian haciendose bromas a pesar de todo y q ademas de amarse tanto sean tan buenos amigos,,me refiero a que se complementan de una forma genial...♥Son el uno para el otro...jeje =)

    Gracias por actualizar!
    Besos...
    Vicky Cullen♥

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  4. HAY POBRE JAKE!! SUFRIO MUCHO Y PASO POR MUCHAS COSAS. PERO YA ESTAN JUNTOS, YA ESPERABA ESTE REENCUENTRO. TIENEN UNA SEMANA, UNAAAAA, SE QUE LA VAN A APROVECHAR MUUUUY BIEN, JAJA. BUENO ESO HARIA YO.

    SALUDOS ESPERO EL SIGUIENTE CAPITULO. BESOS.

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  5. kokoro porfavor puedes ver mi blog e colgado el primer cap de mi hitpria y me gustaria que lo leyeras y me comentaras plis porfavor :

    www.saynacullenfics.blogspot.com

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  6. Nattyy
    wiii al fiin !!! ayer no pude dejar reviw xQ esta cosa lOca no me dejaba ¬¬
    pro aqii me tiines dejandOlO,
    Wow sabes ? creo q lo q mas amO de este fic
    son los tiitulos de capii de Jake
    jaja ntC ya lo sabes prO amo ste Fiic. Y de vdd me encanta que hayas adoptado hasta pra lOs tiitulos su personaliidad, eres mii iidOla!!! XD
    Ya qiiero q sea sabado ^^
    Kiissess natt

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  7. Naty el "me encantó no expresa lo que sentí leyendo este cap. Me tienes super atrapada con esta historia. Y quiero más y más y más.

    Ah! y no sabes como me alegró saber que ya leistes la huésped y que tu frase favorita es también la mía.

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  8. Sí juntos ante todo y contra todo, juntos al fin.Besotes amor

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...