miércoles, 17 de febrero de 2010

Jake y Nessie "La despedida (Parte 02)" - Naty Celeste

Disclaimer: Jake y Nessie son de Stephenie Meyer y la historia es de Naty Celeste.
ADVERTENCIA:
Lemmon!! sobre aviso no hay engaño.



La despedida (parte 2)

Me tomé unos segundos para respirar antes de seguirla a la cocina. Necesitaba calmarme. Estaba a punto de explotar, y el hecho de que a Nessie le gustara que estuviera en ese estado, sólo hacía que necesitara todavía más su cuerpo. Tenía que tener algún tipo de liberación, algún tipo de descargue… en otras palabras: tenía que venirme, y pronto.

Pero eso no era una opción ahora. Sacudí la cabeza de un lado a otro y consideré seriamente la posibilidad de pararme de cabeza para redireccionar un poco de mi sangre. De nuevo sentía que estaba caminando sobre algodón. Pero bueno, eso me pasaba a menudo en la presencia de Ness.

- ¿Tú qué quieres de beber, Jake? –me preguntó su hermosa voz desde la cocina, y yo suspiré antes de entrar con paso pesado.

- Lo que sea –le contesté con una sonrisa. Estaba parada frente a la nevera con la puerta abierta de par en par- ¿Tú qué tomas, Charlie? –le pregunté mirando el vaso que tenía en frente como si no supiera lo que contenía.

- Limonada –dijo tomando otro trago. La bebida se veía fría, quizás me ayudara un poco-. Suena genial.

Me acerqué a Nessie para ayudarla, pero hizo un gesto con la mano para que me detuviera.

- Na-ah… solo siéntate, ya te la llevo –primero hice una mueca pero luego Ness se acercó y me apoyó una mano en el brazo disimuladamente “De verdad creo que deberías sentarte” escuché en mi cabeza con tono burlón en la fracción de segundo que su mano me rozó. La miré a la cara y noté que bajaba la vista con intención y sonreía pícaramente. Creo que me sonrojé, y luego me fui a sentar de inmediato. Era evidente que la tela de jean no me ayudaba mucho a ocultar mi… condición. Supuse que la mesa haría un mejor trabajo, así que me senté justo en frente de Charlie.

Nuestra mesa era redonda, así que Ness se sentó a mi lado cuando terminó de servir los dos vasos restantes de limonada. Me tomé el mío de un solo trago y lo dejé en la mesa, tomando la mano de Nessie entre las mías. Se había recargado en mí, apoyando el costado de su torso en el mío. Podía oler su cabello desde mi posición, y aún distinguía la temperatura un poco más alta que emitía.

Ella fingía a la perfección. No parecía alterada en absoluto. Hablaba y reía como si nada, comentándole a Charlie cómo había sido el día hasta ahora y preguntándole cómo le había ido en la estación. Claro que no le contaba todos los detalles… o yo ya estaría curándome de un par de balazos.

Yo era un caso aparte por completo. Intenté seguir el hilo de la pequeña y superficial conversación, pero me era más que imposible. Todo lo que me pasaba por la mente era el pulgar de Ness acariciando mis manos de arriba a abajo, y luego en círculos. Me imaginé trazando círculos con mis dedos sobre su piel, sobre su centro. Me imaginé tocándola mientras la penetraba, lamiendo todo lo que quedaba a mi alcance de su piel.

- Jake… ¡Jake! –miré a Charlie que me llamaba. Que vergüenza, quizás hacía bastante que intentaba obtener mi atención. Probablemente tenía cara de ido o de idiota. Sí, esa era la palabra. Cara de idiota. Me aclaré la garganta y le sonreí como pude.

- Lo siento, Charlie, estaba distraído. ¿Me decías…?

- Que por cuanto tiempo te vas –me tensé en el instante en que me recordó que debía irme e intenté no demostrarlo. Por supuesto que Nessie se dio cuenta, y en respuesta apretó más mi mano debajo de la mesa, haciéndome saber que estaba ahí para mí. Debía tratarlo como un tema normal. No debía dejar que me afectara.

- Diez días –le contesté-. Si todo va bien, diez días.

Fingí una sonrisa que pareció engañar a Charlie.

- Oh, no es mucho, pensé que les tomaría más tiempo –no estaba seguro de lo que sabía del viaje. Quizás Billy le había contado algo, o quizás sólo lo decía por decirlo.

- Ninguno de nosotros quiere tardarse demasiado. Ya sabes, no hay lugar como el hogar –comenté con tono despreocupado, hablando a través del nudo que se había formado en mi garganta.

- Abuelo, ¿ya te mostré las fotos del cumpleaños de Emily? –Gracias a Dios, Nessie siempre tenía un as bajo la manga. Siempre sabía qué decir para aligerar un ambiente hostil, o quizás sólo me conocía a la perfección, y sabía cuándo necesitaba un cambio de tema.

Charlie sonrió, completamente distraído por la proposición de ver fotografías de su nieta. Creo que la cualidad de hacer que todos la adoraran y estuvieran dispuestos a hacer cualquier cosa que propusiera se le había pegado de Alice. O podía ser que yo no fuera el único que notaba lo maravillosa que era. Charlie negó con la cabeza.

- Aguarda, iré a buscarlas –dijo en tono entusiasmado levantándose y dirigiéndose arriba. La miré alejarse y luego volví mi vista a Charlie.

- Bueno, chico. ¿Cómo te ha ido? –me preguntó en tono amistoso. Él no era de los que hablaban mucho, así que aprecié su esfuerzo por hacer algo de conversación. Le sonreí.

- Bien, muy bien –busqué un tema seguro del cual poder platicar con él y de repente se me ocurrió algo perfecto-. Restauraré un nuevo auto ¿Te lo había contado?

- Nop, eso es genial, ¿qué modelo es?

- Un Ford Falcon, del 65… un clásico –soltó un silbido, al parecer el modelo era de su agrado.

- ¿Dónde lo conseguiste?

- Un cliente del taller dijo que ya no lo necesitaba, así que dejó que se lo comprara por un muy buen precio. De verdad fue un muy buen nego-

- ¡Jake ¿Podrías venir un segundo, por favor?! –se escuchó desde arriba. No tenía la necesidad de gritar para que la escuchara, pero de seguro quería que Charlie supiera a dónde iba- ¡No encuentro las fotos! –agregó después de un segundo.

- ¡Voy! –Dije un poco más alto de lo normal y luego volví a mirar a Charlie-. Ya vuelvo –le indiqué y él asintió con la cabeza. Subí las escaleras bastante rápido, saltando los escalones de dos en dos. Entré a la habitación, pero no vi a Nessie por ninguna parte.

Antes de que pudiera detenerme a prestar atención a su respiración o el latido de su corazón, había salido de detrás de la puerta y me había empujado contra la pared. Ahora me besaba casi como si estuviera desesperada. Definitivamente, uno de los besos más apasionados que había recibido. Me apretó contra la pared, pegando su cuerpo al mío y haciendo que sintiera lo caliente que estaba su cuerpo. Cuando ya no podíamos seguir sin respirar, tomó un puñado del pelo de mi nuca y tiró de él para que mirara hacia arriba, y poder besarme el cuello. No recordaba haberla sentido tan excitada nunca.

Claro que yo no me quedaba atrás. Ya casi no podía soportar sentirla tan cerca y no hacer nada para tomar el control. Y de pronto su mano se relajó y volvió a besarme en la boca, solo que ahora con un poco más de delicadeza. Su mano derecha bajó por entre nuestros cuerpos y llegó al más que evidente bulto de mi pantalón. La excitación ya llegaba a un punto en el que casi causaba dolor. Así que cuando frotó mi erección por encima de la tela, solté un quejido en voz baja.

Usó la mano que aún estaba en mi nuca para que la escuchara sin llamarle la atención a Charlie. “Me encanta que estés así” susurró con voz sexy mientras su lengua se mezclaba con la mía. Mis manos se paseaban por su espalda y su cabello, buscando tocar algo de su suave piel en los lugares que el vestido no cubría.

- Me estás volviendo loco –le dije entre besos. Y por un solo momento con ella estaba más que dispuesto a ir al manicomio. “No más de lo que tu a mí” soltó en mi cabeza, haciendo que me estremeciera. Mientras hablaba, quitó su mano de mi erección y tomó la mía, que todavía acariciaba su espalda. La guió hasta adelante, a su rodilla, y levantó la tela del vestido lentamente, subiendo por su pierna de a poco. Me besó el cuello mientras seguía guiando mi mano a su entrepierna. Solté un gruñido al notar la falta de ropa interior.

Tragué en seco cuando noté lo húmeda que estaba. Su mano me había guiado para probar lo que su mente ya me decía. También estaba volviéndose loca. Cuando reaccioné, la tomé del hombro con fuerza y nos volteé a ambos para ser yo quien la aprisionara contra la pared, al tiempo que metía dos de mis dedos en ella. Los moví un par de veces mientras la besaba y sus piernas se enredaron en mi cadera casi automáticamente. Quería tocarla. Quería sentirla. Quería hacerla gritar de placer. Y entonces volvía mis cabales. Charlie seguía abajo, esperando las fotos, esperando que volviéramos.

- Tenemos que irnos –susurré en su oído y luego le besé el lóbulo de la oreja, atrapándolo con mis labios.

- No… -susurró de vuelta y luego soltó un gemido muy bajo y prolongado, justo en mi oído. Y en respuesta, comencé a masajearla con mi pulgar mientras la penetraba con los dedos. Sabía que eso siempre la volvía loca.

- Tenemos que bajar… -insistí- No estamos solos –le recordé.

- Sí lo estamos –me alejé para mirarla y puso los ojos en blanco-. No llevamos mucho tiempo aquí –contraatacó justo después de suspirar con fuerza, seguramente suprimiendo un gemido.

- Más del normal -repliqué.

- A Charlie… no le molesta estar sólo.

- No creo que se mantenga entretenido mucho tiempo –le contesté, y luego fui mas brusco al mover los dedos, hundiéndolos lo más que podía. Gimió un poco más alto y presté atención abajo, asegurándome que Charlie no la hubiera oído. Seguía en la cocina, y al parecer, ojeaba una revista o algo así. Nessie se mordió el labio y comenzó a temblar mientras se apretaba alrededor de mis dedos. Verla venirse sólo me descontrolaba todavía más. Notaba cómo luchaba por mantener la boca cerrada, intentando no gritar. No ayudé mucho en su cometido cuando moví mis dedos dentro de ella, haciendo que se estremeciera una vez más.

Después de unos segundos la sentí relajarse y quité mis dedos, volviendo a besarla. Ahora era yo el que la acorralaba y la besaba como si no hubiera un mañana. Era casi agresivo en mi desesperación, pero sabía que no la lastimaría.

- Tenemos que bajar… -susurró contra mis labios y yo volví a besarla, sin darle importancia- No estamos solos –agregó después de un momento. Estaba usando mis propias palabras contra mí.

- Sí lo estamos –repliqué imitándola alejándome para mirar a mi alrededor, comprobando que no había nadie con nosotros en la habitación. Se rió de mi expresión y me puso una mano en el pecho para alejarme- No llevamos mucho tiempo aquí –contesté, a pesar de saber que ya tenía la batalla perdida, ella no estaba tan desesperada como yo.

Puso los ojos en blanco y me alejó todavía más para acomodarse el vestido. Sentía que estaba a punto de explotar. Y ahora era real y tangible el dolor que me producían las ganas de venirme. Apoyé los brazos estirados en la pared, a los lados de su cabeza y entrecerré los ojos. Ness sonrió y escapó por debajo de mi brazo derecho. Solté un quejido parecido al que hace un niño cuando sabe que no conseguirá lo que quiere y dejé caer la cabeza contra la pared, cerrando los ojos con fuerza. Podía escucharla acomodándose la ropa y el cabello.

- Me estás matando… -me quejé intentando recuperar el ritmo normal de mi respiración.

- No es cierto… a mi me parece que estás bastante “vivo” –replicó lanzando una mirada a mis pantalones. La miré entrecerrando los ojos. Puso los suyos en blanco y negó con la cabeza sonriendo como si estuviera loco. Me señaló la mano.

- Límpiate la mano antes de bajar –me indicó, y yo me llevé los dedos a la boca. Eso devolvió algo del deseo a sus ojos. Sabía que no me tardaría mucho en tenerla justo como ella me tenía a mí. Sonreí lo más descaradamente que pude y casi pude sentir el cambio de temperatura en el ambiente cuando volvió a excitarse. Se mordió el labio y me miró de arriba a abajo. Apoyé mi espalda contra la pared y le devolví la mirada, concentrándome más que nada en sus cremosas piernas. La escuché tragar en seco y luego aclarase la garganta.

- Debemos bajar –dijo en un tono que no sonó para nada convencido.

- Bien. Pero si fuera tú, me cuidaría en cuanto Charlie se marchara –le advertí y la besé rápidamente en los labios antes de que saliera de la habitación.

Fui al baño antes de bajar, para mojarme la cara y ver si así podía calmarme un poco. Luego bajé las escaleras y noté que lo que Charlie ojeaba eran las fotos del cumpleaños de Emily. Miré a Nessie con curiosidad y ella prácticamente se acercó saltando hasta en donde estaba para tomarme de la mano.

- Mira, Jake. Las fotos estaban sobre la mesita del correo, por eso no podíamos encontrarlas –dijo en un tono de explicación. Intenté hacerme el tonto mientras Ness me remolcaba de vuelta a la mesa.

- ¿Por qué no nos avisaste, Charlie? –le pregunté con tono inocente. Ness me pateó suavemente por debajo de la mesa.

- Supuse que estaban… -se aclaró la garganta y apenas levantó la vista de las fotografías- ocupados.

Solté una risa nerviosa y miré que su arma aún estaba en su cinturón. Era un terrible mentiroso. Bella era la única persona en el mundo que solía ser peor que yo, y desde su transformación sólo había mejorado y mejorado. Seguramente ahora me ganaba el premio al peor de todo el mundo.

- ¿Ocupados? –pregunté con fingido tono de inocencia. Ness volvió a patearme por debajo de la mesa. Charlie no levantó la mirada de sus manos, pero juraría que su rostro se tornó más colorado. Me mordí la lengua.

- Sí. Discutiendo algo –explico con tono seco. Claramente no era cierto. Pero no quería ganarme otra patada volviendo a abrir mi bocota. Era evidente que mi cerebro no estaba al mando de lo que decía. Y si lo estaba, mi cerebro era muy estúpido.

- ¿Viste la que estás con Sue, abuelo? –le preguntó Nessie sacándome del embrollo y distrayendo a Charlie. Suspiré por lo bajo mientras veía que Charlie se ponía rojo de nuevo, esta vez por la vergüenza. Sonreí sinceramente por cómo había resultado eso. Me encantaba la pareja que hacían. Se complementaban a la perfección.

Miramos las fotos por un rato más, Charlie preguntaba por todas las que estaba Nessie, y siempre le decía que había salido bonita y que era muy fotogénica. Para mi no era ninguna noticia, para mí, Nessie siempre estaba bonita. Me serví más limonada, y esta vez pareció bajarme un poco la temperatura… gracias a Dios.

Respirar profundamente y concentrarme con todas mis fuerzas en la pequeña conversación también me ayudaba un poco a distraerme, aunque en los primeros minutos me resultaba increíblemente difícil. Nessie tenía piedad, y evitaba que participara demasiado en lo que hablaban, contándole sobre cosas triviales constantemente, la mayoría eran cosas sobre las que no acostumbraba participar, como las actualizaciones sobre la familia Cullen. Cosas como que Alice había ido de compras, o el aniversario de Emmett y Ro-xigenada.

Miré la hora en el reloj de la pared. Eran cerca de las seis de la tarde. No estaba seguro a qué hora vendrían por mí, pero sabía que lo harían. Probablemente poco después del anochecer. Eso me despertó bastante. No había querido pensar en ello, pero ahora no podía evitarlo. Tenía los minutos contados. Y eso hacía que se me partiera el corazón cada vez que las agujas del reloj se movían, ahora más rápido que nunca.

El teléfono sonó cuando había comenzado a deprimirme, recordando que me iría. Y para colmo era Seth, cosa que no me distraía mucho, ya que quería saber a qué hora debíamos irnos. Sospeché que Leah le había pedido que llamara, ella tampoco quería dejar a su impronta. Aunque no estaba seguro de cómo había imprimado con Nahuel. El tipo me ponía los pelos de punta.

- Quizás deberíamos salir después de las doce –sugirió. En realidad no deberíamos, era bastante tarde, pero no pude evitar acceder. Era demasiado tentadora la idea de pasar unas horas más con Ness.

- De acuerdo, me parece bien. ¿Pasan a buscarme alrededor de la medianoche, entonces?

- Claro, hermano, nos vemos entonces. Dale mis saludos a Ness.

- Y a Charlie… -murmuré.

- ¿Charlie está en tu casa? –su tono sonaba entre compasivo y burlón.

- Ajá –contesté de mala gana.

- Mejor te corto antes de que descargues la rabia conmigo –se rió, de tan buen humor como siempre. Hice una mueca a pesar de saber que no me veía- Nos vemos, suerte.

- Nos vemos –contesté de mala gana antes de cortar. Volví a sentarme en mi lugar, ahora totalmente deprimido, pero todavía intentado disimular. Ahora era incluso más difícil, pues todo lo que deseaba era atarme con cadenas a la casa y quejarme como niño. Seguro mi expresión no era tan controlada como pensaba, porque ambos dejaron de hablar cuando me prestaron atención. Charlie se aclaró la garganta, sonando bastante incómodo, pero no subí la mirada de la mesa.

- Bueno, creo que debería irme –levanté la cabeza pero no lo miré a los ojos, temeroso de que me pillara y me preguntara qué me pasaba. No tenía ganas de discutir mi partida ni nada que se le asemejase. Intenté fingir una sonrisa y todos nos pusimos de pie, mientras Nessie lo despedía. Charlie me estrechó la mano con fuerza y luego se marchó diciendo un par de cosas que en realidad no escuché. Una vez que estuvimos solos, Nessie me miró con cara de sospecha.

- ¿Quién era? –preguntó después de mirarme un segundo, bajé la vista y suspiré al contestar.

- Seth… dijo que vendría por mí a la medianoche. Frunció el ceño un momento y luego se me acercó e hizo que levantara la mirada para verla a los ojos.

- Bueno, creo que te estás olvidando de algo… -dijo en voz baja, la miré confundido, esperando a que se explicara-. Aún tenemos seis horas –susurró en mi oído al tiempo que pasaba su mano lentamente desde mi estómago hasta mi pierna, pasando por el bulto que aún la esperaba. Cómo era posible estar tan excitado y tan triste al mismo tiempo?. Lo juro, esta cosa tenía vida propia. Al terminar la frase, no me dejó contestar, simplemente salió disparada escaleras arriba.

10 comentarios:

  1. Naty!!! me tienes ardiendo en temperatura!!! Pobre de mi amor!!! Ya tendra su recompensa!! y si Nessie no le cumple...

    YO SI!!! AWWW!!!!

    Lo amo!! y más a ti por escribir tan genial!!!

    Espero ke aprovechen esas últimas 6 horas^^

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  2. por diossssss..no me puedes dejar asiiiii...AULLIDOSSSSSSSS POR TIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.....FANTASTICO..y aun cuando no soy la primera en hacer el comentario estoy feliz de estar cerca de serlo....un besote y espero el siguiente capi...

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  3. Que Alegria .. Naaty!! gracias por subir este capitulo wow! esta genial y me encatan la picarrdi de Ness... amo como va la historia con separacion y todo pero la amoooo
    TE ADORO CHE

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  4. Natyyy
    aaaii pobre Jake como lo haces sufriir
    jeje
    Nii mOdO se aguantara un poqiitiin
    ahaha estoii felizZ q bueno q lo subiiste
    !!!!!

    Besiitos Natt ^^
    y ya proxiimO capii x faaa

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  5. Hola NATY me encanta esta historia.La verdad no se como hacas para que cada capitulo sea especial y unico. Ya quiero leer el proximo, seguro que esa despedida sera estupenda.
    besos

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  6. Naty..! como lo estas haciendo sufrir al pobre de Jake!! jaja... Disfrute un monton del cap..escribis increible..!!! :D
    un beso
    Vicky Cullen

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  7. QUE BARBARA NATY, COMO HACES SUFRIR A JAKE... PERO BUENO LES QUEDAN 6 HORAS Y 6 SOOOON 6 SE PUEDE APROVECHAR MUUUY BIEN EL TIEMPO.
    ME ENCANTO EL LEMMON, ELLOS ARRIBA OCUPADOS, Y CHARLIE ABAJO DISTRAYENDOSE YO CREO QUE SI ESCUCHO... PERO ES MUY RESERVADO, ES LO BUENO DE EL. NATY, MIS RESPETOS, POR ESTE CAPITULO, QUE LINDO. SALUDOS.

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  8. jajaja Por Dioss, yo quieroo una despedida de esa manera. Torturar a Jake, hmm ¿no suena tentador?

    Naty estaa geniall, me encantaa este fic lleno de pasion y lujuria.

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  9. Aishhhhhh....
    Lo has dejado muy interesante, NECESITO la contiiiii!!!!! XDD Dios, dios, dios, dios....Pobre Jake.....
    Aish, CONTIIII!! XDDD

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  10. Que mala es esta Nessie... mira que torturar al pobre Jake de esta forma... Genial Naty!!! y Charlie tan calladito pero sabiendolo sienpre todo...
    Pedazo cap y que ardiente....

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...