domingo, 21 de febrero de 2010

En primera persona "Cap 11" - Jazzy W.

Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a mi amiga Jazzy W.


Capitulo 11

Bella: Caricias

¡No estoy celosa!, ella no es para el, nada tiene que ver que mi cuerpo no pueda dejar de pensar en sus labios, solo estoy preocupándome por mi mejor amigo”

Mare, La Guerra del Amor

Seguía tratando de recordar que había pasado, de donde diablos había salido esa palabrita.

¡Sorpréndeme!

Definitivamente juntar los labios de Edward y mis funciones cerebrales era imposible.

El había arrancado y desde hace diez minutos habíamos seguido en el coche mientras el recorría casi todo Forks, me había tensado un poco al pensar las derivaciones de mi petición, mi vientre se hacia nudos solo de pensar si el camino hubiera sido a su departamento, sin embargo también al vernos lejos de aquella dirección me tranquilicé un poco, Edward era algo diferente, un hombre que me hacia sentirme de tantas formas distintas, únicas.

No quería hacer nada que arruinara eso, además el tema sexual era maravilloso en mi mente, que decir desde la primera vez que había probado sus labios, sin embargo en la práctica no era la más elocuente.

No, no estaba preparada

-¿A dónde vamos?-, me atreví a preguntar mirando mis manos que había estrechado una y otra vez

-Confía en mi Bella-, respondió mirándome, me mordí el labio, lo hacia, en serio, solo temía a todo lo demás

-No voy a morderte-, murmuró después, la forma que lo dijo no dejaba lugar a dudas que aun cuando cumpliría, el deseo de hacerlo era suficiente, me hizo reír y sentir mis orejas calientes, mi estrés salió volando y me di cuenta que habíamos salido de la ciudad, pero no dije nada, iría hasta donde me llevara, quizás era el único hombre que me convencería de ir al mismo infierno y vencería mis propios miedos para acompañarlo.

Sabia que comenzaba a sentir demasiado y con una intensidad asfixiante, sinceramente no sabia a donde íbamos y no me refería al auto, nosotros.

¿Amigos con derecho a roce?

¿Socios traspasando límites?

Tal vez un hombre y una mujer que se encontraron en el camino.

Lo miré de reojo, su perfil perfecto, la forma en que parecía sonreír ligeramente como planeando algo secreto, no me importaba lo que fuera siempre y cuando el estuviera a mi lado.

Mi Anton personal.

Mi personaje favorito en el mundo real

Cerca de 15 minutos después estaba entrando a un camino empedrado, casitas pintorescas apenas eran visibles a la luz de la noche que ya reinaba en el lugar.

-La Push-, murmuró el y yo miré el paisaje entrecerrando los ojos, había oído hablar de la reservación y sin embargo jama la había visitado.

Avanzó por una calle hasta dar otra vuelta y seguir a lo que parecía ser un gran estacionamiento salvo la gran pantalla del centro.

Sonreí mientras Edward me miraba.

-Lo hiciste, sorprendente-, le dije y el se rió

Aparcó cerca de la ultima fila de coches, había autos de varios estilos, la mayoría de la gente que salía de la pequeña caseta de comestibles eran personas de la reserva, la película en blanco y negro que debía haber comenzado hace bastante tiempo estaba en la parte trascendental aunque no logre ubicarla, el se quito el cinturón y me miró.

-Vamos-, murmuró mientras bajaba del auto, me ayudó a seguirlo y caminamos hasta donde el olor a tocino y salchichas era evidente, el estomago me estrujó y Edward tomó mi mano, reprimiendo una sonrisa, una acción que me hizo dar otro vuelco a mi ya de por si inestable cuerpo

Al llegar la mujer que atendía le sonrió de forma mas que evidente, ella era hermosa, su piel bronceada y sus dientes resplandecientes combinados con la gran coleta de cabello oscuro como la misma noche, apreté mas su mano, el instinto llegó sin que me diera cuenta y traté de tranquilizarme.

¿Celos?, murmuró mi cabeza divertida y yo rodeé los ojos.

-Dos-, pidió Edward mientras miraba el lugar con mayor detenimiento tratando de evitar ver a la chica, no comenzaría a ser celosa, no ahora, además, Edward no tenia tatuado mi nombre en su trasero.

Tal vez no se vería tan mal, la B...

-¿Mostaza?-, preguntó el y yo me mordí el labio y negué.

¡Mala imagen mental, mala…no, demasiado buena, demasiado buena!

Para cuando volvimos al auto, Edward había conseguido cupones gratis de todo tipo.

-¿Cuántos cupones has recibido en tu vida MC?-, le pregunté, solo por sacar el tema

El se guardo los cupones en el bolsillo y se encogió de hombros.

-Algunos-, aceptó con una sonrisa

-Demasiado fácil-, dijo de nuevo con un ademán y entró al auto mientras yo sonreía, en sus palabras, no le interesaba

Dentro del clima calido de su automóvil, me acomodé mejor mientras la película western comenzaba en la gran pantalla frente a nosotros.

-Un clásico-, dijo el mirando su salchicha

-El bueno, el malo y el feo-, asentí mientras me llevaba el dedo lleno de salsa de tomate a los labios.

-Es de mis favoritos-, le dije sin mirarlo

-Si-, contestó el con al voz mucho mas profunda, cuando me giré para verlo el me estaba mirando de una forma que hizo desparecer al pobre de Clint Eastwood

El dejó en el retrovisor su salchicha y quitó la mía casi con velocidad sobre humana, me sujetó de la nuca, mientras mi respiración ya era un leve jadeo.

-Bella-, murmuró mi nombre como si no lo creyera y a la vez como si solo estuviera asegurándose de oírlo en sus labios

Nuestras bocas se encontraron de nuevo y esta vez lentamente fueron acariciadas por el otro, su lengua saboreó mi piel y me empujó a entreabrir los labios, me estremecí por completo y enredé mis manos en los mechones cobrizos.

Su lengua acarició mi paladar y jadeé, mi cuerpo parecía de gelatina y la humedad en mis piernas insoportable, los temblores recorrían de a poco mis muslos.

Y solo me estaba besando

Era mi afrodisíaco personal, el, solo el.

Se separó jadeante, obligándome a hace lo mismo, me miró y sus pulgares recorrieron mis labios que hormigueaban de forma interesante, en otro movimiento movido por la locura de sus adictivos besos lamí las yemas de sus dedos mientras el cerraba los ojos, en ese momento algo cambio en mi, algo simplemente cambio

Maldijo entre dientes, sin entender me alejé un poco y el encendió el auto de nuevo y no dijo nada mientras salía del auto cinema.

Mi corazón era solo un tamborileo errático, su sabor aun estaba en mi boca y quería mas, era agua salda para un sediento, una miel adictiva

Cuando aparcó apenas me di cuenta de que estábamos en lo que parecía ser un pequeño camino algo apartado de la carretera, lo miré y mi pecho subía y bajaba como si pudiera quedarme sin aire.

Aun bajo aquella excitación insoportable el miedo a dejarme ir sin limites estaba presente, el me miró lentamente recorrió mi rostro con sus manos.

-Solo necesito una cosa-, me dijo y lo miré, al tiempo que el me besaba de nuevo, suave, lento, doloroso e incitante.

Me olvidé del hilo de cordura y me aferré a el, Edward recorrió el asiento de el hacia atrás y me arrojó hacia su cuerpo, me moví torpemente hasta quedar a horcadas sobre su cuerpo y el siguió besándome solo como el lo había hecho, besándome buscando mi placer, mi forma de hacerme sentir única

Lo miré de nuevo mientras el recorría con sus manos, mi cuello, mis hombros y el contorno de mis pechos, sin acariciarlos por completo, después bajó su cabeza y yo arqueé mi espalda mientras besaba por encima de la tela del vestido.

Sus manos siguieron su camino hasta traspasar el vuelo de la tela, llegando hasta mis piernas.

-Edward-, un suplica, ¿Para que se detuviera o siguiera?, ni siquiera podía decidirlo

-Me gusta mi nombre en tus labios Bella-, murmuró jadeante mientras yo sonreí y a mi el suyo en su boca

Sus manos acariciando como plumas por sobre mis bragas y me tensé moviendo mis caderas contra voluntad

-Edward yo…-, olvidé lo que tenia que decir, lo olvide cuando el traspaso la tela y sus dedos se humedecieron en mi, su piel fría me hizo estremecer, aferré sus hombros y busqué sus labios de nuevo.

El nudo en mi vientre era importable y el repiqué de mis músculos parecía llegar hasta mis orejas…

Tan delicioso e intimidante.

Lo besé mas, pidiendo algo que no había conocido, algo que se quedaba siempre fuera de mi alcance, el adentró en mi sus ágiles dedos, mientras su otra mano, incitaba el pezón de mi pecho por sobre la tela.

Me había olvidado de todo menos de su boca y sus manos y su erección tirante provocando una deliciosa fricción en mi cuerpo.

El gruñó y apretó sus dientes.

-Vamos cielo, córrete para mi-, jadeó mientras su pulgar giraba mi clítoris provocando una explosión, un estremecimiento, convulsiones musculares, grité y el me sujetó mientras todo desaparecía.

Me quedé sobre su pecho, aun sobre todo su cuerpo, y su respiración fue acompasándose con la mía, aun cuando sentía su deseo, aun así todo se había sosegado hasta volverse una pequeña burbuja de perfecta pasividad.

Lo miré y estudié su rostro, el me sonrió pero al moverme un poco mas hizo una meca, me ayudo a sentarme a su lado y me atrajo a su pecho.

-Estas…-, dije casi sin voz y el me estrechó con una mano enterrada en mi cabello.

-Sobreviviere-, lo dijo mitad en broma, mitad en serio.

-Yo…-, insistí sintiéndome apenada

-Créeme chica colchón un solo movimiento y mis pantalones estarían inservibles-, murmuró con una sonrisa algo reprensiva

-Te creo, ahora mismo te creería cualquier cosa-, le aseguré y el levantó mi rostro solo un poco.

Sus ojos hacían preguntas inexpresadas con palabras.

-Creí que era yo la que tenia algún problema-, le expliqué y el se rió entre dientes negando.

-¿Tu ex novio?-, dijo en tono bajo

-Si, el ha sido el único pero jamás…, yo traté de explicarle siempre fue un tema peliagudo, dile a un hombre que no tuviste un orgasmo y se molestan, miénteles y finge uno y te adoran-, le contesté, en definitiva tenia un serio problema de sinceridad y mis mejillas se tiñeron de rojo mientras Edward besaba mi cabeza.

-Viene de género ser idiota-, me dijo el mientras yo reía, disfrutando de sentirme arropada por su abrazo.

El me había dado una oportunidad de escribir, encarnado a mi personaje perfecto, al hombre de mis sueños, me había dado el orgasmo mas espectacular de mi gris vida sexual, el.

Cerré los ojos y por un momento todo fue un placido silencio.

-¿Lo amabas?-, peguntó

-¿A quien?-, respondí sin abrir los ojos

-A tu ex novio-, me dijo y yo negué sobre su pecho.

-Jacob era mi mejor amigo, una costumbre, un camino a segur-, le expliqué

-Pasamos por todas la etiquetas, amistad, noviazgo, compromiso, todo y nada de verdad-, continué mientras el acariciaba mi cabello.

-El mundo se empeña en etiquetar-, susurró en voz baja.

-¿Cómo seria para Anton y Mare?-, lo que traducido a mi cobarde lenguaje, ¿Cómo seria entre tu y yo?

-Es demasiado para etiquetar, aunque lo intentan, ese es el chiste de la historia ¿no es cierto?-, me dijo con una sonrisa y yo asentí

Estaba de acuerdo con el, yo no podía etiquetar mis sentimiento, eran demasiados.

Sentimientos que explotaban a la menor provocación, celos, necesidad, deseo apabullante.

Ahora sabia como hacer que Mare abriera los ojos, aunque dolería, y asustaba, el amar siempre lo hacia.

Cerré los ojos y dejé en mi cabeza aquella palabra, en el cajón de espera, no había prisa mientras el siguiera ahí.

Cuando volvimos a Forks ya entrada la madrugada, su auto era una mezcla de olores algo apabullante, bajé el cristal y el se rió debido al castañeó de dientes.

-Subiere una cobija-, me dijo, mientras dejaba implícita aquella “Próxima vez”

Mi estomago volvió a estremecerse y sonreí mientras nos acercábamos a mi edificio, cuando el me abrió la puerta y el frío de la noche me golpeó los hombros desnudos, el me colocó su chaqueta y me acarició los brazos por sobre al tela.

-Buenas noches MC-, le dije mientras el me miraba.

-Buenas noches Bella-, murmuró antes de besarme de nuevo, podría haberlo jalado hasta mi cama, y comprobar cuanto podía hacerlo disfrutar mientras yo lo disfrutaba a el.

Pero la vena malvada que toda mujer tiene dentro de si en mí latía con fuerza y antes estaría temblando de deseo, una placentera forma de demostrarle cuando me había dado, cuanto podía darle.

Me estremecí y lo besé con más ímpetu mientras mis manos recorrían hasta su cintura, palpé su bolsillo trasero y saque los cupones separándome mientras el reía.

-Gracias-, le murmuré al odio mientras el se estremecía.

Pronto, tenía un plan, la siguiente ocasión ambos terminaríamos exhaustos…

N/A: Gracias por leer

Jazzy


9 comentarios:

  1. Jazzy mi vampiresa,amo esta historia!!!!!!!!
    wow la amo!
    te mando muchos abrazos.
    Att E.S

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  2. Me encanto: Guau...me encanta Edward en todos los personajes que le he leído, pero Jazzy...eres genial...sigue asi

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  3. Es ingreible me encanta esta historia, dulce, suave e irresistible.
    ¿Qué pasara?
    ¡GENIAL la historia!

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  4. me dejo anonada
    fue tan lindo
    cuando la llevo al autocinema
    me encanta
    y eso del amigo, amante, de jacob
    bueno genial
    y definitivamente pienso ke edward se veria sexy con un tatuaje jajajajaj
    y los celos....bueno eso son otra cosa
    ke tal con las camareras coquetas
    como las odios
    jijiij
    pero en definitiva lo ke mas me gusto del cap fue lo del principio
    lo de mare en la guerra del amor
    eso fue lo que mas me gusto
    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    me encanta en primera persona y la guerra del amor
    "no etiquetar los sentimientos" me encanta!!!!
    besos
    tkm
    chao

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  5. hay me encantoooo!!! como la dejo!!! pero tambien pobre ewdard lo dejo asi solitoooo sin nada pobreeeeeeeeeeee

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  6. QUE BELLA TAN COQUETA... ES BUENO VER A UNA BELLA ALGO LIBRE DE LA TIMIDEZ QUE LA CARACTERIZA, ME ENCATO ESTE DETALLE. Y EDWARD... BUENO NI QUE DECIR EL es EL... SIEMPRE TRATANDO DE COMPLACER A BELLA EN TOOOODO, JAJA YO QUIERO UNO ASI. MUY BUENA HISTORIA JAZZY. ME ENCANTO LA ESCENA DEL FINAL, SACARLE LOS CUPONES DEL PANTALON, AUNQUE YO LE HUBIERA DADO UNA PALMADITA.
    BESOS, DESDE MONTERREY.

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  7. Woooow!! que capitulo extrañaba la historia pero valio la pena ..... qu e lindo Jazzy .... Diooos ... aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuu
    quiero ver si salen chispas (o se queman) para la proxima.. esta intereeesante

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...