viernes, 26 de febrero de 2010

Eligeme "Cap 03" - Jazzy W.


Los personajes son de Stephenie Meyer

Capitulo 3

Robarte una sonrisa

(Jacob)

Entré en el gimnasio privado del Club McGrill, estaba a las afueras de la ciudad y era el lugar donde cada mañana entrenaba y donde cada mañana Sam me llenaba de contratos y un montón de papelería

No iba a discutir que los deportes me daban de comer, el ganar maratones o competencias de deportes extremos me permitía llevar una vida acomodada, sin embargo amaba lo que hacia por que por esos momentos yo tenia el control, en ese instante cuando solo la fuerza de mi cuerpo me sostenía a una soga o me impulsaba a nada a través de mar abierto, yo era el poderoso.

Saludé a Claire, la asistente personal de Sam que se encontraba a las afueras del salón de ejercicios, en cambio a mi manager no lo vi por ningún lado.

-Buenos días Claire-, murmuré mientras ella alzaba los ojos, me sonrió y me tendió un folder.

-Sam esta reunido con los de la marca deportiva, me dijo que necesitaba que checaras el script del contrato-, hizo una mueca y yo sonreí

-Quiere sacarles lo que mas pueda ¿cierto?-, le dije mientras ella se levantaba, su falda se alzó un poco y la alisó con sus manos.

-Te lo mereces Jake-, me dijo mientras sonreía

Me encogí de hombros y señalé el folder, luego a ella que miraba a Quil desde el cristal, mi entrenador

-¿Estarás por aquí, verdad?-, le bromeé y ella rodeó los ojos

-Si, estaré por aquí-, dijo y yo entré al área de aparatos, Claire era 5 años menor que Quil pero jamás la había visto sonreír tanto en lo que llevaba de conocerla, la verdad era algo mágico cuando veía a una mujer sonreír, tan diferente a ver como su luz se apaga de a poco.

Cerré los ojos y moví la cabeza, sin embargo no llegó el recuerdo, no el que esperaba, por años, el rostro gris de mi mamá me golpeaba dejándome un hoyo en el estomago, ahora solo vi la piel pálida de Bella, sus ojos expresivos, pero tan apagados, tan…rendidos.

-Jake-, saludó Emmett desde el aparato de pesas, cabeceé y me senté en el aparato contiguo

No había dejado de pensar en ella, hacia más de una semana de esa noche en que…no sabia muy bien lo que había sido eso.

Cuando le conté a Edward, me había dicho que quizás nunca entendería por que ella intentó hacer lo que hizo, pero yo no podía sacarla de mi cabeza, por eso había ido a buscarla, por eso había comprado flores, era la primera vez que hacia algo parecido, me sentí ridículo, no sabia nada de ella, tuve que quedarme en silencio cuando el florista pregunto que tipo de flores.

Sabia donde encontrarla y solo me había detenido el poco sentido común que me quedaba.

No quería que pensara que era alguna clase de loco.

-Estas mas callado de lo habitual-, me dijo Emmett mientras yo lo miraba, fruncí el ceño y negué, haciendo el movimiento de los brazos, sintiendo mis músculos estirarse

-Claro que si, pero hoy tu boca cerrada no me conviene-, me dijo y lo miré, Emmett McCarthy era un niño en un gran cuerpo, miembro del equipo de deportes extremos del país, habíamos competido algunas veces, un buen competidor, un buen amigo.

-¿Y eso por que?-, le pregunté

-Lucy no dejo de llorar en toda la noche, demonios Black, nadie me dijo que seria tan difícil, si no me hablas me quedare dormido ahora mismo-, dijo mientras yo soltaba una carcajada

-No creo que sea para tanto-, le dije mientras el gruñía, se levantó y tomó algo de agua al acabar su serie de ejercicios.

-Rose esta demasiado cansada, amo a mi hija pero un buen día hará que su padre se mate al quedarse dormido con una pesa en cima-, dijo mientras yo negaba sonriendo

Emmett adoraba a su esposa y a su hija, era un bello cuadro, de esos que parecen más una ilusión que una realidad.

-¿Qué eres una niña?-, le bromeé y el me señaló

-Estaré ahí para verte morder esa lengua-, dijo mientras yo terminaba y lo miraba aun sentado.

-Yo no voy a tener hijos-, especté rápidamente, y ese era un tema cerrado

-Vamos Jacob, no lo sabes-, me dijo rodeando los ojos, los dos sabíamos que se avecinaba bronca, si lo sabia, por que fastidiaba con lo mismo

-Hasta donde tengo memoria, yo aun puedo controlar si tengo hijos o no-, le respondí mientras el negaba

-Jake, el amor cambia las cosas-, me aseguró mientras yo negaba y avancé hasta la caminadora, el me siguió y traté de no observarlo, ¡A ver si entendía la indirecta!

-Serias un buen padre-, murmuró mientras yo apretaba el puño, pero no iba a discutir con el Emmett o nadie, jamás entenderían las cosas, ni siquiera Edward alcanzaba a imaginar, aunque mi amigo y yo teníamos un extraño pacto, yo no hablaba de ciertas cosas y el no hablaba de otras, dolía demasiado.

-No se suponía que yo iba a hablar-, le dije y Emmett alzó las manos rindiéndose, yo no tendría hijos, nadie se merecía sufrir por sus padres, ningún niño merecía eso.

***

Salí del club cerca del medio día, desistiendo de la invitación de Emmett para comer juntos, necesitaba tiempo para leer le contrato de Sam y tiempo para mirar al padre de Lucy sin rechinar los dientes, no me gustaba que nadie tocara mi pasado, y a veces lo tocaban sin siquiera percatarse.

Pensé en llamar a Edward pero estaría en la oficina y mágicamente desde que había vuelto a trabajar se había interesado en las librerías de nuevo, esperaba que todo pasara, que el volviera a creer en algo, Ángela había logrado convencerlo de eso y la vida se lo había arrebatado en un segundo.

Me detuve en la siguiente intersección sin rumbo, literalmente, así que no vi barreras para lo que llevaba deseando desde hacia días.

En menos 15 minutos me encontraba frente a la "La famosa Italia", el restaurante era lindo con dos pisos, de clase media, con paredes color beige y vistos en café y dorado, los cuadros de diferentes callejones de la Italia antigua adornaban el lugar, las mesas con manteles color amarillo y floreros pequeños de rosas rojas, un lugar muy vistoso, lleno de color

Me senté hasta el fondo del primer piso cerca de un cuadro de una bella mujer que miraba a un hombre desde un balcón, había puesto mas atención de la debida por que no quería mirar a otra parte y enterarme si ella estaba ahí o no, no la había visto al entrar.

Sino estaba solo arruinaría mas el día y si estaba definitivamente me consideraría un loco.

-Buenas tardes, bienvenido a "La famosa Italia"-, su voz me sacó del transe, me mordí el labio inferior para no aullar de emoción, ¿cuanto había añorado esa voz?, ni siquiera lo sabia hasta ahora que la oía de nuevo.

Bella me miraba con una tenue sonrisa aun su miraba triste me recibió y yo le sonríe

-Hola Bella-, saludé

-Hola-, saludó y después bajó la mirada, miró el menú en sus manos y negó con la cabeza entregándolo.

-¿Qué le puedo ofrecer?-, me preguntó mientras yo miraba el menú

-Que me hables de tu-, le dije y ella me miró y sonrió un poco.

-¿Qué te puedo ofrecer Jacob?-, preguntó de nuevo mientras yo seguí oyendo mi nombre de sus labios

-Un espagueti con la ensalada de ravioles-, le dije y ella asintió apuntando

-¿Algo de beber?-, preguntó

-Agua mineral-, respondí entregándole la carta

-¿Algo más?-, preguntó sin mirarme

-Una sonrisa-, le respondí mientras ella me miró y se mordió el labio medio sonriendo y negando, luego se puso seria de nuevo

-Me alegra que hayas asado por aquí-, me dijo y se fue

Esperé mirando las dos parejas y la madre con los dos niños que se encontraban en el lugar, esperando que ella estuviera de nuevo ahí, todo seria diferente sin en vez de ser la mesera, estuviera sentada a mi lado, me llevé una mano al rostro

-Tu comida-, dijo ella mientras yo hacia lugar, colocó los platos y me miró

-¿Día pesado?-, preguntó mirándome con el ceño fruncido

-Un poco-, admití

-Hay días de esos-, murmuró mirándome

-¿Día pesado?-, respondí preguntando mientras ella sonreía ahora si de verdad, me encantaba verla sonreír su rostro se iluminaba, su belleza se hacia indescriptible, diferente, única

-Ha mejorado un poco, admitió mientras yo sonreía

-Buen provecho-, dijo como si se hubiera recordado que estaba trabajando y se fue, de nuevo

La comida no estaba mal, sin embargo me sabía a menos ya que Bella no volvió a ir a mi mesa, lo que obviamente era lógico si estaba trabajando, había sido una idea estupida, no, no quería solo su "servio", quería conocerla.

Pedí la cuenta con una seña y ella asintió desde otra mesa.

Me tendió el total y yo saqué mi cartera.

-La comida es buena-, le dije y ella asintió

-No pensé que vendrías-, murmuró y yo la miré

-Dije que lo haría-, contesté entregándole la tarjeta

-Bueno es que, las flores, pensé que era un gesto de disculpa, no debí de haberte dicho que podríamos vernos aquí, pero que ese día iba tarde y…-, comenzó a hablar demasiado rápido y yo esperé hasta que su voz se desvaneció.

-Si, tal vez no deberíamos vernos aquí-, le dije y ella me miró confusa

-Va a ser demasiado sospechoso que coma diario en esta mesa-, le dije y ella comenzó a negar, un halo de temor cruzó su rostro

-Jacob yo no te conozco, te agradezco lo de esa noche y las flores y…yo-, tomé una de sus manos que había decaído, sus dedos fríos se tensaron.

-Déjame conocerte Bella, por favor, sin ninguna condición, solo quiero conocerte-, le dije

La solté y ella se quedo parada

-¿Por qué no empezamos de nuevo?-, dije después de unos segundos, ella esperó y yo sonreí

-Me lamo Jacob Black, soy deportista, de hecho no me gusta la comida italiana, pero ando en busca de una bella mujer que me debe un café-, le dije y ella se rió tapándose la boca, negó con la cabeza y se fue con la tarjeta, al minuto regresó para que firmara el recibo, se lo tendí firmado y con mi numero de móvil, lo leyó y me miró

-Soy Bella Swan, tendré que ahorrar para el café y es un delito que no te guste la comida italiana-, me dijo mirándome, algo temerosa, había algo en su mirada que me decía que estaba costándole mucho decir aquellas palabras, como si temiera cometer un error.

-Entonces esperare mi café-, dije levantándome, ella asintió

Comencé a girarme pero me detuve y la llamé cuando ella ya iba de camino a la que supuse seria la cocina

-Bella-, le dije en tono bajo, la pareja de al lado de la mesa me miró

-¿Cuáles son tus flores favoritas?-, pregunté con el ceño fruncido y ella sonrió

-Las fresias-, respondió y pensé que debía haberlo deducido antes, ese era su olor.

Se giró y yo hice los mismo saliendo del lugar

Llegué al auto si saber muy bien en que me estaba metiendo, tal vez Edward tenia razón y debía andar con cuidado y pensar las cosas antes de hacerlas, pero dese que había conocido a Bella cada vez que estaba con ella no pensaba igual y no era yo mismo, parecía que ese hueco en el pecho con el que había crecido se hacia mas pequeño

El móvil sonó y miré el numeró de Sam maldiciendo, ¡El contrato!

Llegué a mi departamento aun con el oído un tanto aturdido de la palabrería de mi querido manager, peor que la señorita Clearwater cuando Edward y yo pasábamos más tiempo que el debido con el profesor Cullen

Me senté en le escritorio de la estancia y comencé a leer, sobre cosas que en realidad no estaban en mi cabeza.

Llamé a Sam para preguntarle unos detalles he informarle que ya lo había leído y que podía dejar de gritar por el teléfono.

Me duché y me cambié mirando la hora, tomé el teléfono y llamé a Edward sin mucho pensarlo, era la sesión grupal de su grupo de autoayuda, era casi rutina recogerlo después, Edward no había comprado un auto, nunca había sido muy amante de ellos y después de lo de Ángela había vendido casi todo lo que la recordara.

-¿Jacob?-, preguntó mi amigo a través de la línea

-¿Paso por ti en la noche?-, le pregunté mientras se escuchaba el suave tecleo, ¿Estaba aun en la oficina?

-No voy a ir-, dijo casi con enojo, fruncí el ceño y me pasé la toalla por la cabeza

-¿Por que no?-, pregunté

-Por que no-, contestó algo más molesto

-No iras a dejarlo-, le especté mientras el silencio respondía

-Estoy revisando unos informes-, respondió entre dientes.

-Puede esperar-, le contesté

-No tengo…ganas de ir-, me contestó

-¿Por qué?-, dije tratando de serenarme

-No lo se, me iré a casa después, almorcemos mañana y me gritas lo que te venga en gana-, me dijo aun serio y yo cerré los ojos.

Pero como lo había pensado antes Edward y yo nos conocíamos quizás mejor que nosotros mismos.

Sabíamos cuando no estirar mas

-Esta bien, nos vemos mañana-, acepté, tal vez podría contarle el extraño avance con Bella, tal vez pudiera ayudarme a entender lo que estaba pasando.

Tal vez hablar con mi amigo nos ayudaría a ambos.

¡CapituloTerminado!

Gracias por todo chicas.

Las quiero

Jazzy

Proximo Capitulo

POV Edward

"Compartir una lagrima"

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...