--
Amistad Placentera
Capítulo IX – Dulce y amargo
--
--
Alice
--
— ¡Pero no me dijiste que lo habías besado!
La voz de Jasper resonó en las paredes y en el techo alto de la bodega. La sala todavía estaba vacía, pero deseé que la multitud que esperábamos apareciera de inmediato.
Dos veces a la semana, las bodegas Cullen ofrecían una cata de vinos en aquel mismo lugar. Los turistas paseaban, compraban en la tienda, probaban los vinos y se divertían con las explicaciones sobre el día a día del trabajo en los viñedos. Además, siempre les ofrecían comida. Y esta vez, yo había sido la encargada en prepararla.
Ante nosotros, en la elegante mesa con platos de porcelana y cubertería de plata, había gambas a la plancha, espárragos, canapés de espinacas con queso y toda una gama de postres desde tartaletas de limón hasta una tarta de chocolate. Había estado cocinando varias horas y estaba deseando atender a los invitados, pero supe que no les gustaría ver la cara sombría de Jasper.
El día anterior le había confesado que me había reunido con James en el aparcamiento de la carretera de la costa. Le conté mis intenciones y que habíamos discutido, con la esperanza de que todo acabara allí. Pero la vida no podía ser tan fácil. Por la forma en que me miraba y por el periódico que blandía en la mano, supe que había pasado algo muy desagradable.
—Cuando me contaste lo de tu reunión con “Brad Pitt”, olvidaste decirme que había sido muy romántica… —dijo él, lleno de ira.
—No fue romántica en absoluto. Yo no me acercaría a menos de un metro de ese canalla… —afirmé.
— ¿Ah, sí? Entonces podrás explicarme esta fotografía. Porque seguro que le han dado cien dólares más por ella.
Jasper arrojó el periódico sobre la mesa y lo alcancé y lo vi.
—Oh, Dios mío…
La fotografía no podía ser más explícita. El fotógrafo había captado el momento preciso en que James me besó a traición. Era evidente que mi maldito ex esposo estaba de acuerdo con el camarógrafo y que le había pedido que se escondiera para hacer la foto.
Una vez más, me había comportado como un idiota. Había confiado en un delincuente sin ningún sentido de la ética. Era culpa mía.
—Debía de estar escondido entre los arboles… —murmuré.
— ¿Quién?
— ¡El fotógrafo, por supuesto!
Intenté alcanzar el periódico otra vez, pero él se me adelantó y leyó el pie de la imagen.
—“¿Amantes clandestinos?”
— ¿Qué?
—Déjame que te lo lea, por favor: “James Gigandet y Alice Brandon Gigandet Cullen”
Palidecí de repente.
—Ya no llevo su apellido, ¿verdad?
Él siguió leyendo.
—“… se encontraron secretamente en un mirador de la carretera de la playa”.
—Eso suena horrible…
—Oh, pues mejora a continuación —se burló él, mirandome con desprecio—. El periodista que ha escrito el artículo se pregunta si Jasper Cullen sabía antes de casarse contigo que todavía estabas enamorada de un hombre de quien ni siquiera te habías molestado en divorciarte.
Deseé que me tragara la tierra.
—Jasper, no puedes creer eso…
— ¿Y qué quieres que crea? Te reuniste con él.
—Sí, es verdad, pero por los motivos que te conté ayer.
—Debiste decírmelo antes, no después. Y sobra decir que lo habría impedido.
Suspiré con pesadez.
—Precisamente por eso me lo callé.
— ¿Pero qué diablos tenías que hablar con ese canalla? ¿Qué era tan importante como para que me traicionaras de ese modo y fueras a verlo?
—Ya te lo expliqué ayer, Jasper —dije, intentando responder con calma—. Tenía que intentarlo. Quise hablar con él e intentar discutir la situación para que nos dejara en paz.
—Ya tengo un montón de abogados que se están ocupando de eso. Y mis dos hermanos siguen investigando su pasado —me recordó.
Me sentía terriblemente frustrada.
—No lo entiendes, Jasper. No soy una mujer capaz de permanecer en casa, de brazos cruzados, mientras otros le resuelven sus problemas. ¿Es que no te das cuenta? James ha organizado esto por mí. Fui yo quien cometí la estupidez de casarme con él hace años y soy yo quien debe solucionarlo.
—Maldita sea, Alice…
Jasper cerró el puño sobre el periódico y lo arrugó.
—Tenía que hacer algo. Yo sé cuidar de mí misma, siempre lo he hecho… no sé hacer otra cosa y, francamente, tampoco quiero hacerlo. En el fondo, todo esto es culpa mía. Solo pretendía mejorar la situación.
—Pues no te ha salido muy bien.
—Sí, bueno… Cometí el error de olvidar de que James es una serpiente. O algo peor que una serpiente, algo que…
—Pero te besó —me interrumpió.
Asentí, derrotada.
—Sí. Pensándolo bien, es aún más rápido que una serpiente.
Jasper se acercó a mí y me acarició el cabello.
—No me gusta que te toque.
—Créeme. A mí tampoco.
—Quiero hacerlo, Alice.
— ¿A qué te refieres?
—A confiar en ti.
Me estremecí por entero. No me había dado cuenta hasta ese momento, pero estaba enamorada de aquel hombre. Deseaba sentir su calor, que me tocara, que me acariciara.
Sin embargo, él no parecía darse cuenta.
—Puedes confiar en mí, Jasper.
Jasper sonrió. Sólo fue un gesto leve, pero suficiente para iluminar durante un momento sus ojos sombríos.
—Confiar en alguien me cuesta mucho, Alice.
—Pues inténtalo —le urgí—. Nos conocemos desde niños y sabes que yo no te traicionaría por nada en el mundo. No tengo nada que ver con James. No estoy confabulada con él… soy la que siempre he sido.
Él volvió a sonreír.
— ¿Y quién es esa persona?
—Alice. Sólo Alice… o tu duendecillo… como quieras llamarme.
Justo entonces oímos ruido en la distancia. Portezuelas que se cerraban, el motor de un autobús, voces, conversaciones, risas.
—Nuestros invitados acaban de llegar.
—Jasper…
— ¿Sí?
—Créeme, por favor. Yo nunca te traicionaría.
Me miró como si intentara averiguar quién era realmente yo.
— ¿Sabes una cosa? —preguntó.
— ¿Cuál?
—Esta noche estás más bella que nunca.
Me contempló desde el cabello negro, mis ojos verdes, mis labios que estaban prácticamente temblando, pasando por las curvas de mi cuerpo bajo el vestido amarillo. Podría jurar que vi deseo en su mirada. Yo no estaba más lejos que ese reflejo… lo deseaba. . A pesar de las fotografías en los periódicos, a pesar de todo lo que había sucedido desde la boda, nos deseábamos. No sabía si era un estúpida por eso, si me estaba dejando llevar por las hormonas. Sólo sabía que quería estar con él… u que lo amaba.
—Ya hablaremos más tarde —puntuó.
—Jasper…
Las voces de los invitados se oían cada vez más cerca, así que añadió:
—Más tarde, cuando estemos a solas.
Alcanzó el periódico, se lo metió debajo del brazo y avanzó hacia los invitados que entraban en la sala.
—Bienvenidos a las bodegas Cullen —Les dijo—. Mi esposa y yo esperamos que disfruten de la velada.
A fin de cuentas, alguien debía disfrutarla.
***
Durante las semanas siguientes, la vida se volvió más rutinaria. Yo trabajaba en la cocina y probaba nuevas recetas mientras imaginaba el día en que por fin podría dedicarme a lo que más quería… a mi propia boutique. Pero ya no me entusiasmaba la idea. Sabía que cuando alcanzara mi sueño, perdería a Jasper.
Las bodegas Cullen estaban recibiendo más visitas que nuca. Entre los vinos de mi esposo y la comida que preparaba yo, la fama no dejaba de crecer. Incluso los periódicos empezaban a concentrarse en el éxito profesional y a olvidar los escándalos pasados. Pero James seguía en la zona y estaba decidido a complicarme la existencia.
Me aparté de la cocina y me acerqué a la ventana que daba a la bahía. El viento azotaba las hojas de las vides y el sol empezaba a pintar las nubes con tonos intensos de rojo y de dorado. Como la cocinera de Jasper estaba de vacaciones, yo podía disfrutar de una soledad pasajera que me venía de maravilla. Necesitaba pensar, tomar decisiones.
Aquella mañana había estado en Sacramento. Deseaba alejarme de las miradas de curiosidad y del cotilleo de los vecinos de Birkfield. Una vez allí, entré en una farmacia y compré una prueba de embarazo que introduje en la casa como si fuera un cargamento de drogas. Lo hice y esperé el resultado. Sólo tardó tres minutos, pero eran tres minutos que podían cambiar todo.
Ahora me sentía más viva y más entusiasmada que nunca, aunque también más preocupada por el futuro.
No sabía cómo decirle a Jasper que estaba embarazada. No en vano, se suponía que este era un matrimonio de conveniencia.
Y por otra parte, tampoco podía permanecer a mi lado únicamente por eso. Si no me amaba, no tenía sentido. Sólo conseguiríamos amargarnos la vida y amargar la vida de mi hijo.
— ¿Te ocurre algo?
Al oír la voz de Jasper, me giré.
—Ah, eres tú, me has asustado…
Él sonrió y alcanzó una de las tartaletas de limón que había sacado del horno minutos antes. Había descubierto que le gustaban mucho, así que las preparaba con bastante frecuencia.
—Cuidado, que todavía están calientes…
—Me gustan las cosas calientes.
Me ruboricé y él dio un mordisco.
—Hum… están buenísimas. Como siempre. La cocina se te da muy bien.
—Gracias.
—Pero, ¿Qué estabas pensando cuando he entrado en la cocina?
No me atreví a decirle la verdad.
—Oh, bueno… nada en especial.
—No sabes mentir.
—Es verdad, pero eso es una virtud… ¿no?
—Sí, supongo que sí.
--
Jasper
--
Se acercó, tomó la bandeja de tartaletas y las apartó de la cocina para que se enfriaran más deprisa.
La miré y pensé que no tenía ningún motivo para desconfiar de ella. Aquel día se había recogido el cabello en una micro coleta, se miraba monísima. Llevaba unos vaqueros desgastados y una camiseta verde con el logotipo de las bodegas Cullen. Iba descalza, y tenía las uñas pintadas de rojo.
Estaba haciendo un esfuerzo por mantener las distancias con ella, pero cada vez me resultaba más difícil. Durante el día, cuando estaba trabajando o comprobando el estado de los viñedos, me sorprendía pensando en ella y preguntándome que estaría haciendo en ese momento. Y de noche, cuando servíamos las comidas a los turistas, me sentía orgulloso de tenerla a mi lado. Tenía verdadero talento para la cocina y sabía como tratar a la gente.
Hasta Marcus Volturi se había dado cuenta del éxito de mi empresa. De hecho, no había tenido que esperar mucho para cerrar el acuerdo de distribución. Marcus me había ofrecido un acuerdo más que generoso y, por supuesto, no había vuelto a decir nada insultante sobre mi esposa.
Di otro bocado de la tartaleta y pensé que su sabor, entre dulce y amargo, se parecía bastante a mi relación con Alice. Dulce, por las noches entre mis brazos y por las risas de las mañanas, por el contacto de su cuerpo y el sonido de sus gemidos cuando hacíamos el amor. Amargo, por el problema con su ex marido, por el hecho de que se hubiera reunido con él a mis espaldas, por la desconfianza y porque sabía que se alejaría de mí cuando terminara el plazo estipulado en el contrato de matrimonio.
No podía imaginar una vida sin ella. No sabía con quien hablaría entonces; ni siquiera, con quien podría discutir. Mis empleados no se atrevían a llevarme la contraria. Pero Alice era diferente. Perfectamente capaz de enfrentarse a mí.
—Acabo de hablar con Edward —le informé—. Aunque en realidad no he hablado mucho… me he decidido a escuchar, sobre todo.
— ¿Y de que se trataba?
—De “Brad Pitt”
Alice bajó la mirada.
— ¿Qué te ha dicho?
Me acerqué a ella.
—Tiene un plan. Algo que, con un poco de suerte, nos librara de ese canalla.
Ella me miró a los ojos.
— ¿Y cuando lo va a poner en práctica?
—Pronto.
—Entonces, es una buena noticia…
—Sí.
Alice no parecía muy feliz, lo cual me extrañó. Tal vez fuera por la tensión de eso días; o tal vez, porque en realidad estaba confabulada con James y tenía miedo de que lo descubrieran.
Fuera como fuera, fruncí el ceño y me alejé de Alice. Olía demasiado bien y la deseaba demasiado.
—Sólo quería decírtelo. Te mantendré informada.
—Gracias—dijo, con la mirada perdida en la ventana.
Cuando llegué a la puerta, me detuve y la miré.
— ¿Te encuentras bien? —pregunté, preocupado.
Estaba más pálida de lo normal y sus ojos no tenían el brillo que de costumbre.
—Sí, estoy perfectamente, Sólo un poco revuelta… —dijo con una sonrisa débil—. He comido demasiado mientras preparaba esas tartaletas.
La respuesta de Alice sonó natural y fue rápida. Pero lejos de tranquilizarme, me preocupó todavía más.
Como ya había dicho, era muy mala mentirosa.
¿Qué creen que pase? Jojojo Ya casi llegamos al final y sólo me resta decirles que… viene la tercera parte que nos corresponderá con Emmett y Rose… jojojo. ¿Aullidos para esta lobita Alpha?
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarKoko, esta genial ,perfecto... Me ha cautivado desde el principio..
ResponderEliminarEspero con muxisimas ansias el de rose y emmett, mi pareja favorita!!!
xoxo
Abbie
muy pero muy interesante
ResponderEliminarya se se me ocurre algo
ke james sea gay y ke asi ya no se le crea nada
eso realmente seria genial
jajaj
y lo de alice ke este enamorada y embarazada
es genial
jajaj
y jasper ya la ama
aunke no lo diga en voz alta
pero la historia me fasina y se ke la tercera estara genial
cual sera la historia en esta?
como se conoceran?
como sera?
waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
no kiero ke termine
pero ya kiero ke empiese la siguiente
besos
chao
tkm
cuidate
aaa...buenisimo..!!! sabia luego que algo iba a pasar con el encuentro de alice y james...ojala y funcione el plan de los chicos y así james de de molestar de una vez...alice embarazada, y jasper ya reconocio que no puede vivir sin ella aawww...esperando el proximo capitulo..!!! que te estes mejorando...saludosss
ResponderEliminarMontse :*
ay como me dejan asiii no puede ser kokoro
ResponderEliminarescribes de maravilla todos lo dias espero las historias de ti y de jazzy
Waaa; Koko Qe no le pases nada al baby !!!
ResponderEliminarAww espero qe se qedeen Juntooz ((:
Cmo me facina ^^
Hahah estta Genial el capi
xa esperoo con ansiias el otroo
Buueno pz me voii x qe tengoo rarea ¬¬
Hahah ILY Koko
& esperoo qe xa esttes mejoor ((:
Xau
Frase: EL amoor no tiene medida
Atto: ((L; Twi twi n.n
PeerlaBlack ((L))
Tc !!
Un Jakee de regaloo
Kokoro!!!
ResponderEliminarWow esto cada vez se pone mas bueno, aunq este capi fue de cierto modo mas trankilo, pero tengo miedo, que opinara Jazz cuando sepa k Alice tendra un bb?
Hay pero es k pork es tan dificil decir las cosas! pobre Alice ella sufre y de cierto modo Jasper sigue desconfiando... al fin hombres!!!
Espero el proximo miercoles!!!
Gracias por otro capi!
XoXo
Noooooooooooooooooooooooooooooooooo!! Kokoro no quiero que termine lloro .. amo a jass a alice ... noooooo me muero ...
ResponderEliminarpues si que triste que acae epr genial esta muy interesante este fic ... me emocionaaa cada cvvez mas miles de besitos mi Ko .. te amooo mi alpha
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
estp esta cada vezzz mejorrrrrrrrrrrrrrrrrrr!!! por diossssssssssssssssss me encanta jajaja besosssss
ResponderEliminarhola kokoro
ResponderEliminarme gusta muicho esta parejita
ese lado de jasper esta muy bien
y ahora alice en embarazo um.......
haber que dice jasper y james no se, no se
talvez ya se habia casado antres con alguien mas y su matrimonio con alice no era valido que tal mi idea ja,ja,ja
besos guapa
Me encanta esta pareja !!! Tan dulces !!! Espero que Alice no este bajo ningún concepto confabulada con James !! Te adoro Kokoro !! Por cierto, todavía no te he preguntado ¿Te encuentras mejor? Leí que te habías puesto enferma : [
ResponderEliminarAhh mi hermnaita pequeña!!...Genial capìtulo como siempre!!felicidades!!
ResponderEliminarEspero el que sigue!!
Pero por fis primero recuperate bien..queremos alpha para muuuucho rato!!
Besos vampiricos y nos leemos muy pronto!!
Te quiere y admira montones, tu loca hermana Carla!!
Que linda esta la historia , espero que sigas mejor .
ResponderEliminarBesos LAdy
aaaaaaa
ResponderEliminarque lindo un mini Jasper!!!
UN SOLDADITO!!!
jejeje yo quiero uno :P
aaaa porfin espero que salgan los
trapitos susios de James a la luz
jejeje ya quiero que sean Felices!!!
aaaa se me antojo una tarta XD
ESPERO QUE TE ENCUENTRES MUCHO MEJOR KOKO
Besos
.......* Gaby Cullen Black *.......
ayyy q m gusta a mi esta historiaaaaaaaaaaaa q penita q este llegando a su fin
ResponderEliminarMe da penita que se termine ya. Este Jazz es menos duro de pelar que su hermano Edward. jajaj o eso o Alice es más convincente que Bella.
ResponderEliminarWOW!!!!
ResponderEliminaresto esta cada vez mas emocionante
no puedo esperar a la parte de Emmett sera tan buena como las dos anterioress!!! nos leemos en el siguiente cap
besotes enormes!