sábado, 12 de diciembre de 2009

Lazos Prohibidos "Cap 05" - Naty Celeste


Disclaimer: Los personajes son de Stephenie Meyer y la historia es mía :D

Summary: Los licántropos encontraron formas de infectar a los humanos, pero los vampiros no se dejarán vencer en número. Una guerra atormenta al mundo cuando los dos bandos se enfrentan en una batalla sin fin. Todos deben elegir, o la elección será tomada por ellos. ¿Puede el amor de Jake y Nessie enfrentarse a cualquier cosa?

Capítulo 5: Sola

Los mismos dos vampiros que me habían traído, se encargaron de llevarme a la otra habitación. Era más pequeña que la anterior y estaba más cerca de la de Jeremy. Abrieron la puerta y esta vez esperaron a que entrara por mis propios medios. Lo agradecí internamente, ya que si me tiraban al piso de nuevo, no estaba segura de tener la fuerza para levantarme. Me sentía atrapada, como una rata en un laberinto sin salida, que luchaba en vano por encontrar una recompensa que nunca conseguiría.

Miré la habitación. Un colchón sin sábanas en un catre de madera, una silla, un pequeño baño, y en la pared opuesta, el gran espejo que parecía ser el común denominador. Todo estaba más iluminado, por tubos fluorescentes que surcaban el techo en dos líneas paralelas.

El lugar era pequeño, pero no me hubiera importado si hubiera sido un palacio real… estaba sola, seguía sola. Todo me daba igual. Todo era lo mismo sin él. Apreté el brazalete cuando pensé en su nombre y arrastré los pies hasta la cama. Sentía como si me fuera a desplomar de un momento a otro.

Noté algo de ropa doblada a los pies de la cama, pero no le presté atención. Me acurruqué sobre el colchón, subiendo mis piernas y pegándolas a mi pecho. Casi no pude soportar el dolor cuando me permití mirar la inscripción que Jake había hecho hacía ya tantos años. Sonreí entre lágrimas cuando pensé en el momento en el que había logrado convencerlo para que hiciera joyería conmigo. Estaba encaprichado en que era cosa de niñas, pero cedió en cuanto le dije que podríamos hacernos regalos mutuamente. Era tan dulce…

Pero mi mente me traicionó, y comencé a pensar en todo el tiempo que había pasado sin decirle que lo amaba. Sin decirle que lo era todo para mí. Incluso cuando él había tenido el valor que yo no para decir lo que sentía, yo había huido, todavía insegura, todavía temerosa. La escena se repitió en mi mente mientras deseaba poder cambiar mi reacción a sus palabras.

Todo lo que había dicho, cada sílaba estaba grabada en mi memoria como lo más preciado que podría alguna vez escuchar. “…ya no puedo hacer esto, Nessie. Estoy enamorado de ti, y ya no soporto esto… sé que seríamos geniales juntos. Apostaría mi vida a que estamos hechos el uno para el otro…”

Apostaría mi vida”, la frase resonó una y otra vez por mi mente, y entonces lo entendí. Había apostado su vida por mí, y había perdido. Era mi culpa. Y no era sólo el hecho de que hubiera muerto intentando defenderme, era todo. Si no hubiera sido por mí, probablemente se hubiera ido con sus familiares cuando su padre murió, y todavía estaría vivo. Su amor por mí lo había condenado.

Lloré hasta quedarme dormida de nuevo, pero todo lo que mi mente pudo recopilar fueron los últimos momentos de su vida… El sonido de su brazo al romperse, su cuerpo volando por los aires, su cabeza golpeando contra la pared, su sangre esparciéndose por el piso, el lobo atravesando su garganta con los dientes. Las mismas imágenes, una y otra vez, torturándome.

Desperté agitada por el sonido de la rendija de la puerta abriéndose. Pasaron un plato con pan y una botella con agua y volvieron a cerrarla bruscamente. De seguro la cocina no era una de sus especialidades, pero agradecía que me hubieran despertado. Los sueños eran imposibles de tolerar.

Comí sin ganas y volví a la cama, intentando encontrar algo en que pensar que no incluyera desmoronarme emocionalmente. Quise concentrarme en mis padres, en qué me hubieran aconsejado de haber estado conmigo, pero todo lo que conseguí fue un recuerdo borroso de Bella diciéndome que me pusiera un abrigo y uno de Edward regañándome por intentar tocar un enchufe eléctrico.

Eventualmente inspeccioné la ropa que había visto sobre la cama. Eran unos pantalones de ejercicio grises, una camiseta blanca sin inscripciones, medias y zapatillas deportivas. Por lo menos no debería seguir viendo el vestido que a Jake le gustaba tanto. Tomé mi vieja pulsera, que sería por siempre mi posesión más preciada, y me la puse en el tobillo, para evitar que todo el mundo me llamara por mi nombre real. Me cambié y me senté en el piso, apoyando mi espalda en la cama y mirando al techo.

Los días pasaban, las horas se burlaban, los minutos me atormentaban, y nadie parecía darse cuenta. Mi mente lo sabía, pero mi corazón no lo aceptaba.

Había perdido la cuenta de los días cuando salí del baño y encontré a Jeremy echado despreocupadamente en mi cama. Primero me sobresalté y luego seguí caminando como si no lo hubiera visto, para sentarme en la silla de madera que habían situado en la esquina del cuarto.

- ¿Qué quieres, Jeremy?

- Wow… siento un poco de hostilidad… ni siquiera un simple “hola” –señaló mientras se incorporaba para sentarse con las piernas dobladas debajo de su cuerpo y mirarme de frente. Sus ojos estaban rojos y brillantes, como la última vez que lo había visto.

- Hola –mi voz sonó seca al complacerlo- ¿Por qué estás aquí?

- Estaba aburrido –levanté una ceja, escéptica. Se rió y se encogió de hombros- Bueno, bueno… vengo a hacerte una propuesta. Te he estado mirando los últimos días. Y no pareces muy… complacida con la situación.

Se puso de pie y caminó hasta mí lentamente. Me crucé de brazos sobre el pecho, no quería que se me acercara, pero de todos modos se puso de cuclillas en el piso frente a mí para quedar a mi altura y apoyó una mano en mi rodilla. Incluso a través de la tela su frío contacto me erizó la piel y me revolvió el estómago.

- Quiero que sepas que lo siento, Val. Que desearía que estuvieras cómoda, que fueras feliz aquí… con nosotros –su voz sonaba más que sincera, demasiado, de hecho… pero sus ojos no lograban fingir tan bien. Había una pizca de interés tras la fachada que había armado con tanto cuidado.

- Muchas gracias –respondí con acritud. Asintió, parecía abatido.

- ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

- Ya sabes lo que quiero.

- Y tu sabes que esa no es una opción –contestó con voz áspera mientras se ponía de pie con un movimiento tan rápido que me desconcertó.

- Lo que no sé es el por qué.

- Por que perteneces aquí… -se quedo callado mirándome. Esperé a que continuara, pero no lo hizo. Negué con la cabeza, intentando no empezar a llorar de nuevo por la impotencia que tenía frente a toda la situación.

- No lo entiendo. No entiendo nada de esto.

Sonrió de lado y se volvió a sentar en la cama, entrelazando los dedos.

- Es una guerra, Val. Una batalla, igual que todo.

- Pero no es batalla. No tengo nada que ver con todo esto.

- Sí lo tienes. Ahora sí. Todo el mundo está involucrado.

- ¿Quiénes pelean? –debía intentar entender la situación que me rodeaba.

- Vampiros y licántropos –otra vez con lo de “licántropos”, lo miré esperando a que me explicara, el término no parecía serio-… hombres lobo. Son las criaturas que viste en la calle. Los que mataron a tu amigo.

Mi corazón se encogió y me llevé una mano al pecho intentando quitar la aguja que sentía atravesándolo. Hizo caso omiso a mi gesto y continuó hablando.

- Siempre hemos sido enemigos. Desde el comienzo de los tiempos. Es nuestra naturaleza. Al principio sólo eran unos cuantos… inexpertos e ingenuos. Pero ahora son cientos. Se han vuelto una amenaza contra nuestra raza, contra nuestra forma de vida.

- ¿Matar personas a sangre fría es una forma de vida? –su expresión se endureció un poco, parecía molestarle el comentario.

- Es la única opción que tenemos. Somos lo que somos. No hay forma de evitar eso.

- Siempre hay una forma –musité. Esa solía ser mi filosofía de vida, pero ahora me sentía incómoda e hipócrita, viendo que yo había abandonado toda esperanza de salir adelante. Negó con la cabeza y miró al piso por un segundo, mientras soltaba una risa silenciosa e irónica.

- No sabes nada del mundo, niña –quizá debería haberme ofendido, pero pensé en sus palabras por un momento, tenía razón.

- Es cierto. No lo sé.

- Eso es raro. No mucha gente admitiría eso.

- Pero tienes razón, no sé nada. No sé porque está pasando todo esto, ni por qué estoy aquí, ni por qué estás tú, ni qué es lo que quieres –me paré y levanté un poco la voz mientras iba hablando.

- Ya te dije por qué estas aquí –susurró.

- Claro, porque sería una buena soldado ¿verdad? Sí, sí… estoy absolutamente segura de que los vampiros necesitan que una humana luche por ellos –repliqué sarcástica.

- Lo serás. Y de todas formas, no planeamos dejarte como una humana.

Se me heló la sangre y di un paso atrás como si me hubieran golpeado en el estómago. Planeaban convertirme en una de ellos…

- No… no pueden transformarme –negó con la cabeza y volví a respirar.

- No, no exactamente. No podríamos hacerlo, sería… arriesgado.

- ¿Entonces?

- Es una larga historia –se levantó y se dirigió a la puerta antes de voltear hacia mí de nuevo- ¿hay algo… cualquier cosa, que pueda hacer para que estés más cómoda?

Le di vueltas a mi cabeza buscando algo que no fuera “¡Sí, matarme, enfermo desgraciado!”. Respiré hondo.

- Me gustaría tener algo en donde dibujar. Algo para distraerme un poco.

Permaneció pensativo un segundo y luego asintió.

- Considéralo hecho –murmuró mientras salía y cerraba la puerta a sus espaldas.

Un par de horas después entró la comida -para mi sorpresa, el habitual trozo de pan había sido reemplazado con un sándwich- y la rendija quedó abierta. Me levanté del suelo para quitar el plato y la botella de agua, y una mano pálida entró un cuaderno de dibujo muy elegante, con la cubierta hecha de cuero marrón y un lapicero con algunas cosas para dibujar. Los tomé, junto con la comida y me senté en la cama.

Abrí el cuaderno deshaciendo el lazo que lo cerraba y vi la breve nota que había en un pequeño papel amarillo en la primera página. La caligrafía era excelente y elaborada, aunque fácil de leer.

Espero que esto ayude a hacerte sentir mejor.

Piénsalo… tu lugar está con nosotros”

No hacía falta que lo firmara. Aparté la nota y tomé un lápiz para comenzar mientras me tumbaba en la cama sobre mi estómago y mis codos. Pensé detenidamente en qué dibujar. No debía ser nada que me torturara. Nada que me recordara lo que había perdido.

Dibujé una rosa, un caballo corriendo por una pradera de cielo despejado y flores campestres, y luego comencé a garabatear sin rumbo, creando tribales garabatos y figuras geométricas al azar.

Intenté dibujar a mi madre, pero todo lo que podía recordar con claridad eran sus enormes y brillantes ojos color chocolate. Puse todo mi esmero en ese simple dibujo, dejando impreso en él mi deseo de volver a verla ahora, de que me abrazara y me consolara. Por un momento también deseé poder hablar con la tía Mary, pero aparté rápidamente ese pensamiento de mi cabeza. Era inútil cavilar en lo perdido.

Cuando conseguí que volviera el sueño, hice a un lado el cuaderno y me tapé la cara con el vestido para que la luz no me diera en los ojos. Ya estaba cansada de no poder distinguir si era de noche o de día.

Dormí con las mismas pesadillas que me perseguían desde la noche que había llegado aquí. Las mismas viejas imágenes atormentándome una vez más, e impidiéndome descansar correctamente.

Suspiré y abrí los ojos, aunque no pudiera ver nada por la tela que me cubría el rostro. Me llamó la atención un pequeño ruido en el cuarto y volteé, quitando el vestido de mis ojos. Sentado en la silla de la esquina estaba Jeremy, concentrado, dibujando en el cuaderno. Me incorporé y me limpié la cara y aclaré mi garganta.

- ¿Qué haces aquí? –le pregunté con la voz pastosa.

- Hola Val… a mi también me alegra verte –replicó sarcástico, lo miré fijo esperando a que contestara mi pregunta-. Pasé a visitarte, y como estabas dormida, preferí no molestar.

Miré el cuaderno con intención y luego volví a sus ojos.

- No te preocupes, no miré los tuyos –caminó hasta mí y se sentó en la cama a mi lado- Sólo quería dejarte un regalo.

Puso el cuaderno sobre mi regazo y vi un dibujo perfecto de mi misma, sentada en un parque. Era increíblemente detallado y francamente, hermoso.

- Eres muy bueno –susurré mientras pasaba los dedos sobre el papel.

- Gracias –estaba sonriendo cuando lo miré a los ojos, que parecían ligeramente más oscuros que de costumbre. Por primera vez su sonrisa no demostraba arrogancia ni burla, pero después de unos segundos se borró completamente y desvió la vista, se puso de pie y volvió a su silla- ¿Consideraste mi propuesta?

Pensé un minuto. En realidad, no lo había hecho.

- No sé exactamente cuál es tu propuesta.

- Quiero que te nos unas –contestó como si fuera realmente obvio, dudó un segundo y luego continuó en un tono un poco más serio-…por tu propia voluntad.

- Ah… ¿y eso qué implicaría exactamente? –pregunté. Antes había dicho que no debía convertirme en una de ellos, y la idea seguía dándome vueltas en la cabeza.

- Verás, los vampiros tenemos ciertas habilidades. Estoy seguro que ya habrás notado varias –asentí-. Está la fuerza, la velocidad, la inteligencia, el cebo…

- ¿Cebo? –lo interrumpí.

- Sí, los de nuestra especie solemos ser… atractivos a los ojos de los humanos. Justamente esa es la meta: atraerlos –me estremecí y se removió incómodo-. Lo siento, no pretendía asustarte.

- Está bien –mentí. Vaciló por un segundo y luego siguió hablando.

- Y también tenemos el veneno.

- ¿Veneno?

- Sí, somos ponzoñosos. Cuando… mordemos a alguien, el veneno lo paraliza, evitando que se escape –miró mis ojos, buscando una reacción de mi parte, pero no se la di-. Cómo sea, si el veneno se esparce por el cuerpo por algún tiempo…

- La persona se transforma –concluí.

- Exacto.

- Pero dijiste que no me transformarían.

- Y es cierto. Hay otra forma. Menos drástica, por así decirlo.

- ¿A qué te refieres?

- Si un humano bebe una cantidad determinada de veneno, la transformación no sería completa, no sería ni un vampiro ni un humano, sino algo intermedio, algo no tan fuerte y rápido como nosotros, pero tampoco tan débil e indefenso como los humanos –me miró-. Sin ánimos de ofender, por supuesto.

- No te preocupes, supongo que es cierto –me encogí de hombros y me volvió a mirar como si se sorprendiera por lo que decía.

- De hecho, no tenemos mucha experiencia en el área. Sólo comenzamos a hacer pruebas hace unos meses. Lo que si sabemos, como ya te dije, es que aumenta mucho la fuerza, la velocidad, la resistencia… y agudiza los sentidos –parecía que hablaba más consigo mismo que conmigo- La sed varía de persona a persona.

- ¿La sed? –lo interrumpí de nuevo. Pareció un poco incómodo cuando recordó mi presencia.

- De sangre –me explicó, y se me hizo un nudo en la boca del estómago. Tragué con dificultad.

- Entonces beben sangre –sentencié. No era una pregunta, pero de todos modos me contestó.

- Sí. Aunque no todos –lo miré- Quiero decir, todos beben sangre, pero algunos prefieren la comida humana. Francamente no lo entiendo –movió la cabeza de un lado a otro. Lo miré de nuevo, como esperando que recordaba que platicaba con una humana, pero no pareció percatarse.

- Bueno, de todas formas, en el caso de que decidieras seguir comiendo como los humanos, sólo quería que supieras que no te lo impediríamos. La única condición es que pelees de nuestro lado –asentí, dándole a entender que comprendía la propuesta. Se puso de pie y se encaminó hacia la puerta. Frenó antes de abrirla, con la mano apoyada en el picaporte y volteó para verme.

- Espero que el cuaderno haya sido de tu agrado.

- Sí lo fue, muchas gracias –revolvió en su bolsillo del pantalón por un segundo, buscando algo.

- Toma, pensé que te gustaría –extendió la mano y soltó algo en la mía cuando imité el gesto. Era un reloj. Un viejo reloj de bolsillo plateado. Admiré la pieza un segundo y luego lo miré a él, sorprendida de que me diera algo así.

- Es muy hermoso, gracias –asintió.

- Es sólo que sé que el tiempo pasa diferente cuando no sabes si es de día o de noche –hizo una pausa- Mas vale que lo cuides, tiene bastantes años –sonrió un poco y salió por la puerta antes de que pudiera preguntarle cualquier cosa.

Volví a mirar el reloj, de verdad era muy hermoso. Marcaba las dos, aunque seguía sin saber los que más me intrigaba, si era de día o de noche. Era muy frustrante.

Tomé el cuaderno de nuevo y pensé por un momento. Intenté dibujar a mi padre, a Edward, pero después de bosquejar varios comienzos, noté que todos eran diferentes. Ninguno compartía un rasgo con otro. Así que me concentré e intenté hacer memoria. En todos mis recuerdos estaba mi madre –aunque borrosa y alterada por mi imaginación- pero no había ni rastro de la cara de Edward.

Recordaba su altura, y su figura esbelta, y sus manos tocando el piano, pero no su rostro. Me desesperé un poco e intenté pensar en algo, cualquier cosa, que me hiciera sentir conectada con él, pero no conseguí nada. No me venían a la mente ni fotografías, ni videos, nada… Mi tía Mary a penas lo había conocido, así que nunca me había contado nada sobre él. Y para colmo, había sido muy terca al crecer, siempre evitando recordarlos… esta era mi recompensa. Tenía el recuerdo de una madre difusa de ojos color chocolate y un padre sin rostro en mi memoria.

Cerré los ojos y repasé todos los escasos recuerdos que tenía de antes de la muerte de mis padres. Al cabo de unas horas logré desempolvar una vieja melodía de piano que mi padre había compuesto para mi madre.

En cuanto recordé la primera nota, el resto se acomodó como por arte de magia. Era la nana más hermosa del mundo. Tonadas dulces y ligeras… tan familiares y tan distantes a la vez.

Me tranquilicé en cuanto resonó completa por mi cabeza, como si algo me dijera que mis padres me cuidaban, desde donde quiera que estuvieran.

16 comentarios:

  1. WOWWWWWWW NATY esta historia esta cada vez mas interesante siempre te deja con ganas de mas.
    y entre jeremy y nessi evidentemente pasa algo, por lo menos por parte de el.....
    mmmm me huele triangulo amoroso(GENIAL)
    espero que pronto se encuentren jake y nessi.
    ya quiero saber que pasara...
    UN BESO Y SIGUE ASI

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  2. Ahhhhh Jeremy esta demasiado complaciente con Nessie... creo que ya hasta le esta gustando... nadie me engaña!! ahahahahahaha. TE AMO AMIGA!!! Y AMO TU HISTORIA... PERO SOBRE TODO... TE AMO A TI!!!

    AHH!!!!

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  3. Hola soy nueva, paso a saludarte y a decirte que me parece fascinante esta historia y las otras que hay en el blog . En esta semana que a pasado me e vuelto admiradora de ustedes y me e vuelto adicta a sus noves XD sigan con este gran éxito .

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  4. hola!!
    k capitulo mas bonito.. la verdad esk me emociiono.. :)
    espero el proxiimo :D
    BESOS DULCES

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  5. wow! Me encanto!! Sigue pronto please!! :D

    Biiee!!

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  6. aaa...Dios que triste la parte en que nessie trata de recordar cosas :(... Concuerdo con las demas, jeremy esta bastante adulador, ya se nota que le gusta jajaja... quiero saber que paso con jake...!!! esperare con ansias el prox sabado... Fabuloso el capitulo..sigue así, besos...!!!

    Montse :*

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  7. que bonito, pero es tan triste lo de "Tenía el recuerdo de una madre difusa de ojos color chocolate y un padre sin rostro en mi memoria"
    Bueno de todos modos jeremy esta demasiado amable con nessie, algo pasara...

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  8. Ahy sin palabras... Natyu te esta quedando bello .. como todas las historias de este blog... que talento Dios que talento...
    triste la situa de Nessie, me recuerda un poco la mia.. y eso que no he sido secuestrrada por los vampiros!!!
    Que linda historia, epsero con ansias el ste..
    Abrazos .. y Auuuuuuuuuuu!!! Para las Lobitas mas talentosas XD
    Ada

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  9. GABRIELLE CULLEN BLACK12 de diciembre de 2009, 19:35

    mi unico comentario es: simplemente espectacular!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  10. hola soy Andripili
    ohhh!! sin palabras Naty
    està historia es especial
    pobre Nessie, y Jeremy està enamorado, hahahaha
    que buena se està poniendo la trama!!
    ohhh!! no me aguanto al proximo sbado!

    ahh!! que lindo el nuevo oneshoot, eres especial
    te haces kerer con lo que escribes, chica-talento!
    saluditos

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  11. Uff
    Aqii reportandom natty
    Graciias x este capii
    estuvo wow geniiaL
    ese jeremmy q se trae con ness he?
    nada de nada xq ella es de mi jake
    haha
    besos natt

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  12. Naty este capitulo te ha quedado genia me encanta!!!! y me dio pena con lo de ke no recuerda a sus padres... Y el Jeremy ese se esta pasando de amable mucho ehhh jajaja.

    Anela.

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  13. de:FRANCIS(NESSIE BLACK)
    hola amiga naty
    estuvo genial el capitulo sabe tengo varias teorias,la verdad e estado leyendo y no describes muy bien a jeremy lo que me hacen pensar que el puede ser edward,si el papa de nessie o que el se enamoro de nessie y por eso la dejo con vida,
    sabe la duda de si jeremy es su papa fue porq todo lo que nessie pensaba sobre el tiempo transcurrido jeremy lo sabia casi haci un lector de mentes,aunque la verdad creo que tal vez bella y edward no muriero sin no que son vampiro y que pusieron a jeremy en busca de nessie,jejeje la verdad es mas interesante ver que sucede con la historia que segir buscando respuesta,por cierto estaria genial un triangulo amoroso nessie/jake/jeremy jejejeje
    nos vemos
    pronto
    bye

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  14. Ese Jeremy creo que quiere algo con Nessie. Esta historia esta genial, Dios que forma de narrar, me tienes fascinada, te lo digo con el corazón.
    Muy imteresante esa forma de convertir a Nessie en lo que es realmente, siempre creí que la harías vampiro, porqué no se me ocurría como hacerla otra cosa, pero claro entonces no veía como volvería con Jacob. Así sí.
    Genial.wwwiii

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  15. Hola Naty,,, Genial la historia... Quiero que mañana llegue rapido para leer el proximo cap,,! De vrdad me atrapo tu forma de contar las cosas,, estoy demasiado ansiosa!!!
    Y por cierto, de verdad estaria genial un triangulo amoroso.. Seria muy apasionante.. Pero aguante Jake,,! ya quiero saber que le pasoa mi lobito...
    Bueno, besitos compatriota.... Segui así..:D

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  16. ¡Wow!
    Entre Jeremy y Ness pasa algo, al menos por parte de él, no se muestra tan complaciente con los demás...
    Me encanta tu historia, es cada vez más atrapante.
    Me necanta, no escribo más porque me voy a seguir leyendo.
    Gracias por escribir la historia.
    Me muero por saber qué pasó con Jake.

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Por favor dejanos tu !!AULLIDO!!... asi es, !!TU AULLIDO!!
Y que se escuche fuerte y claro ya que son los que nos alimentan a seguir escribiendo^^
Ademas seras recompensado con un Edward, o el Cullen o lobo que quieras... (Menos Jacob, ese es !MIO!)XP
Kokoro



AULLA!!

Pueden robarte cada frase, cada palabra, cada suspiro y hasta el ultimo de los alientos. Pero, hay algo que tu sabes y que todas sabemos... aunque te roben todas tus ideas siempre tendras mas y mejores, por que luego de cada golpe siempre volveras mas fuerte.
Gracias Annie...